La línea divisoria (Cabo Holmes 04)
Sinopsis:
Un pescador acude al puesto de la Guardia de Civil de Corcubión afirmando haber visto cómo alguien había sido arrojado al mar desde un lujoso yate. Tras la aparición de un hombre ahogado en la misma zona, el cabo primero José Souto, conocido como el cabo Holmes por su afición a la novela negra y la minuciosidad de sus investigaciones, se encarga del caso, que tiene todo el aspecto de tratarse de un asesinato. No lo tendrá nada fácil, ya que el yate pertenece a un importante empresario gallego muy bien relacionado en las altas esferas y cuyos abogados y empleados no están precisamente dispuestos a colaborar. La aparición de Julio César Santos, el detective madrileño, que casualmente busca información sobre el mismo empresario, aporta a la investigación un toque extra de tensión y suspense, que llevará a los dos protagonistas hasta una resolución tan peligrosa como inesperada.
Opinión: La línea divisoria (Cabo Holmes 04)
Los géneros de novela policíaca y/o negra, en los últimos años se han reinventado.
De un tiempo a esta parte, han experimentado una notable evolución, eso ya lo he mencionado con anterioridad, lo que creo no haber dicho, es que de ese movimiento de progreso se ha beneficiado especialmente la novela española.
Parece que en los últimos años hemos logrado desbancar a los autores nórdicos, que en la última década se habían posicionado en los primeros puestos del ranking internacional, negándose a abandonarlos.
Ahora, nuestros autores están haciendo resurgir estos géneros con fuerza y no solo en nuestro país, siempre gracias a su buen hacer, a una imaginación desbordante y a la diversidad de argumentos y escenarios.
De la mano de escritores como Mikel Santiago, Dolores Redondo, César Pérez Gellida, Alicia Giménez Bartlett, Lorenzo Silva, Víctor del Árbol, Domingo Villar o Carlos Laredo, por citar solo a algunos (porque haber hay muchos más y la lista se haría interminable), estamos conquistando el resto de mercados.
Tras esta breve introducción y tratándose de la cuarta novela de una saga que no sufre altibajos (uno de los puntos positivos para leerla completa), voy a intentar sintetizar de la forma más breve posible las ideas principales, añadiendo por supuesto mis impresiones sobre la nueva lectura.
Lo principal ya ha sido mencionado, así que voy a continuar indicando otras señas de identidad que caracterizan a esta saga.
Los títulos elegidos siempre están estrechamente relacionados con el caso que le tocará desentrañar al cabo Souto. Por lo tanto, nosotros ya hallaremos las primeras pistas sobre la investigación que se desarrollará en el interior.
Los elementos básicos de una trama...
Salvo en la primera entrega donde el ritmo narrativo disminuía ligeramente tras el comienzo, en el resto de libros se mantiene constante, generando intriga y aumentando nuestro interés por el argumento.
En un principio la trama nos llega desde dos hilos argumentales, el de Santos y el de Holmes que se van sucediendo, hasta llegar a un punto donde ambas historias terminan fundiéndose en una única. Se consigue así, respetar el orden cronológico lineal en que suceden los acontecimientos.
Los escenarios elegidos para desarrollar el argumento siguen siendo entorno a los idílicos parajes que componen la Costa da Morte gallega. Indudablemente en este apartado no podía olvidar mencionar las descripciones, aunque en este último libro hayan resultado más escasas o breves que en los anteriores.
En resumidas cuentas, es una saga entretenida, bastante fiel a la realidad, y eso al fin y al cabo es lo que buscamos los lectores.
Tampoco podemos olvidar hablar de los personajes.
En este caso me centraré solamente en el cabo Souto (Holmes) y en el detective César Santos.
Son personajes dinámicos, otro detalle que es importante para el desarrollo de la saga.
Individualmente, van progresando de una novela a otra, se ve como maduran, como evolucionan y aquí he de decir que de forma muy acertada, Carlos Laredo, ha recuperado al personaje del detective madrileño que estuvo ausente en el anterior caso, el secreto de las abejas.
Y es que Santos y Holmes forman un equipo que aún en la distancia, resulta inmejorable.
He hablado de que individualmente son personajes que crecen de una novela a otra, pero lo mismo ocurre en la relación de amistad/cooperación que ha surgido entre ellos.
En un principio no me convenció, pero reconozco que ha ido ganando en credibilidad.
Ahora esa relación que ha nacido entre ellos y que se ha afianzado con el paso del tiempo, hace que un personaje se complemente con el otro, todo ello aderezado con unos diálogos inteligentes y bastante simpáticos, porque ambos personajes son para darles de comer a parte, e intentan en más de una ocasión ir de sobrados saliendo al final trasquilados.
Para suerte para los lectores, estos dos personajes no pueden permanecer mucho tiempo separados y terminan recurriendo el uno al otro para solucionar sus casos.
Otro detalle que llama la atención, es que son dos personajes que logran intrigar bastante al lector, nunca llegamos a conocerlos del todo ni se hace excesivo hincapié en su vida anterior, creando un halo de misterio entorno a los personajes.
Para terminar quiero decir, que a pesar de no haber subido la valoración y mantener la nota en un 8, esta novela me ha resultado hasta el momento, la mejor de la saga.
Esa evolución que aparece reflejada en los personajes, esa mejora, también está presente en la prosa de Carlos Laredo, se nota más madurez en su escritura, el argumento me ha resultado más calculado, más complejo, y al final todo hay que decirlo... termina casando a la perfección.
En la anterior reseña di un pequeño tirón de orejas al autor, cariñoso eso sí, y ahora visto lo visto o mejor dicho leído lo leído, lo justo es decir que ha mejorado con creces y que para futuras entregas, sabiendo lo exigentes que somos los lectores y lo ávidos que estamos de nuevas aventuras de Holmes, no nos conformaremos con un Progresa adecuadamente sino con un Supera con creces las espectativas y dicho esto me despido con un...
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