jueves, 6 de julio de 2023

Laura de Vera Caspary

Sinopsis:

Una hermosa mujer, Laura, aparece asesinada de un tiro en su lujosa mansión de Nueva York. 
En el escenario del crimen, donde un gran cuadro da fe del enigmático atractivo de la víctima, comparece el duro y baqueteado detective Mark McPherson, encargado del caso. 
Su investigación se centra principalmente en Waldo Lydecker y Shelby Carpenter, sospechosos por sus vínculos sentimentales con ella. 
Pero la atracción y el misterio de Laura pueden seguir actuando desde más allá de la tumba...

Opinión:

Laura es una novela de la escritora Vera Caspary, publicada en 1943 y quizás más conocida por su versión cinematográfica, una película que obtuvo un gran éxito ya que fue nominada en 1945 a cinco premios Óscar y ganó el de mejor fotografía en blanco y negro. 

La novela se divide en cinco partes y en ella vamos a conocer en profundidad a Laura, la protagonista, una mujer con pensamientos y actitudes adelantadas a su época y rodeada por un elenco masculino al que logrará eclipsar, porque el lector, desde el comienzo, solo va a tener ojos para ella.

Vamos a tener varios narradores que al mismo tiempo actuarán como personajes. Esos narradores van a intentar plasmar en su relato la naturaleza eternamente enigmática de Laura, un personaje fuerte, con carácter y muy inteligente, aunque a veces le cueste abandonar el papel de mujer de la época.
Estos narradores van a emplear la primera persona con lo que ya sabemos a que nos enfrentaremos. Cada uno de ellos intentará presentar los hechos desde su punto de vista personal, lo que nos llevará a cuestionar la veracidad de los hechos.

El primer narrador al que conoceremos será Waldo Lydecker. Un escritor y amigo de la protagonista que intentará describirla con un estilo preciso y cultivado, pero con el que tendremos que tener cuidado porque como el mismo nos advierte, describirá escenas que nunca vio y transcribirá diálogos que nunca escuchó. 
Waldo se reconoce como un artista y su trabajo consistirá en recrear incidentes y los caracteres de los personajes que intervendrán en el caso. nos informa de que cuando se describa como personaje procurará presentar sus defectos con la misma objetividad que describirá los del resto y que no se dará más importancia en la trama que la que podría dar a otro protagonista. Lo que sucede es que por mucho que el insista en estos detalles no podrá evitar caer en la subjetividad de ser sujeto participante en los hechos.

El segundo narrador es el detective Mark McPherson. En el relato de este personaje vamos a apreciar un cambio significativo a la hora de narrar. No va a tener la misma fluidez que Waldo y tampoco su prosa será igual.
Lo bueno de esta obra, con todos esos cambios en el narrador, es que nos ofrece una visión distinta de un personaje en concreto que es Laura, y al mismo tiempo observamos como el autor es capaz de adoptar el discurso según el personaje.

El tercer narrador al que vamos a conocer es Shelby J. Carpenter, el prometido de Laura, aunque si bien es cierto que nos hablará de ella, lo hará de forma indirecta, ya que su relato nos llegará a través del informe taquigráfico de la policía cuando declaré ante ellos. Este personaje, para mí, es el menos desarrollado y cuenta con una participación en la historia muy limitada, todo lo contrario de lo que ocurre con Waldo o con el detective McPherson que van adquiriendo un mayor protagonismo según avanza la historia.

Por último, también vamos a contar con el relato escrito de la que será el corazón de la novela. Laura se parece a la Rebeca de Daphne du Maurier, imponiendo su presencia constante desde el título, salvaguardando su recuerdo. 
Ambos personajes comparten, además de un fuerte carácter, un retrato, en Rebeca estaba situado en las escaleras y aquí, en Laura, presidiendo el salón. Esos retratos consiguen intimidar a quien posa los ojos en ellos porque no parecen infundir vida al personaje del cuadro.

Todos estos personajes de los que os he hablado que forman parte de la trama, tienen un pasado que ocultar y un futuro por proteger, por lo que ¡pobre del lector que se fie al cien por cien de su relato!
La autora deja en sus manos la construcción del personaje de Laura, lo más curioso es que cada narración nos va a mostrar a una Laura totalmente distinta, al mismo tiempo que también se crea un perfil del conjunto del elenco de personajes que conforma la obra.

Vera Caspary nos ofrece una novela negra al estilo más clásico de los años 40, con una femme fatale que se sale de los estereotipos de la época, un detective y un giro argumental que nos espera al llegar a la segunda parte que nos dejará atónitos. Los pensamientos y motivaciones de cada personaje y el jugar con la objetividad y la subjetividad de sus relatos sirve para atraparnos en un argumento que va cobrando intensidad a medida que leemos.

Una novela muy recomendable.

jueves, 29 de junio de 2023

El santuario del diablo de Marie Hermanson

Sinopsis:

"Bienvenidos a Himmelstal. 
Ustedes, nuestros pacientes, en realidad no están enfermos. Simplemente están cansados, padecen estrés, síndrome de fatiga crónica, ­quizás una ligera depresión. Nosotros cuidaremos de ustedes del mejor modo ­posible... Disfruten de las vistas alpinas, del aire puro, de la pesca y de nuestras modernas y confortables instalaciones. Aquí, nuestros doctores están para atenderles;"

En efecto Himmelstal, la exclusiva clínica de reposo en un valle de los Alpes suizos donde está internado Max, el hermano gemelo de Daniel, parece un lugar idílico. Hay ríos de agua cristalina y se respira aire puro, en el restaurante se puede tomar una excelente comida e incluso una copa de buen vino si se desea y el personal es sumamente atento y servicial. Por eso Daniel ­accede cuando Max le pide que ocupe su lugar para poder ­salir y solucionar fuera un asunto de deudas con el grupo mafioso que amenaza a su novia. ¿Qué peligro puede haber en pasar unos días en este agradable lugar? Pero Max no regresa y Daniel empieza a temer que ese valle sea lo último que verá en la vida

Opinión:

Si hace un par de semanas os hablaba de Los renglones torcidos de Dios, un thriller psicológico de corte policíaco que transcurría en un sanatorio mental español en la década de los setenta, esta semana dando un pequeño salto espaciotemporal nos vamos hasta Himmelstal, una clínica de reposo modernísima ubicada en plenos Alpes suizos. 

El santuario del diablo es un thriller psicológico de Marie Hermanson y en él vamos a conocer a Daniel y a Max, dos gemelos que no han tenido mucho contacto a lo largo de su vida.
Daniel recibe una carta de Max invitándole a pasar unos días en la idílica clínica en la que está internado, lo que Daniel desconoce es la proposición envenenada que le espera junto a Max en Himmelstal.

La novela tiene un total de sesenta capítulos divididos en cuatro partes y el encargado de contarnos la historia será un narrador en tercera persona.

Marie Hermanson no pierde mucho el tiempo y en los primeros capítulos se centra en hacer la presentación del personaje principal, creando un perfil bastante completo de cómo es. Tampoco se explaya mucho a la hora de crear el elenco de personajes porque van a ser muy pocos los que intervengan en esta novela. Quitando dos o tres que serán personajes principales, el resto van a ir entrando y saliendo de escena sin que apenas notemos su presencia.

Sabemos que Daniel es el personaje principal y como en todo buen thriller de corte policíaco tiene que coexistir con un antagonista. En este caso, ese papel recae en Max, su hermano gemelo, que se encuentra internado en la clínica de reposo; un personaje en el que mentir y manipular es parte primordial de su personalidad.
De esa forma, Daniel, creyendo hacer un pequeño e inocente favor, va a convertir su vida en una pesadilla al ver que Max no regresa

Tras leer la sinopsis pensamos que el conflicto narrativo, es decir, el desafío al que Daniel se enfrentará y que deberá resolver a lo largo de la trama va a girar exclusivamente alrededor de su hermano, pero la autora no se limitará a la hora de complicar la vida del protagonista, sino que le enfrentará a más retos.

¿Qué se encuentra tras Himmelstal, ese personaje omnipresente? 
Pues un escenario que incluye la clínica y sus alrededores; una especie de plató en el cual las montañas parecen actuar como barrera natural opresiva, y en la que todas las situaciones que vivirán los personajes te harán dudar de su cordura.

De manera general y sin entrar en muchos detalles, la novela está escrita con un estilo envolvente y mantiene la tensión hasta el final gracias a la recreación de una atmósfera opresiva que contrasta con el idílico paisaje de fondo, pero también tiene algunos detalles que no me han llegado a convencer.

Uno de esos primeros detalles es el cambio en el ritmo narrativo
Mientras que había capítulos con un ritmo muy dinámico en otros decaía completamente.

Otro detalle que influía en el mismo aspecto era la longitud desigual de los capítulos en los que se apreciaban unos muy breves y otros mucho más largos.
Para mí el ritmo es un elemento clave en una obra porque condiciona el modo en que percibimos y disfrutamos la historia. En esta lectura, esos cambios hacían que algunos capítulos se me volviesen cuesta arriba, que perdiese la concentración, algo que también achaco a la cantidad de descripciones sobre el paisaje que incorpora la autora en algunos momentos. Está claro que esas descripciones paisajísticas sirven para dar relieve al escenario, para crear ambiente, pero creo que todos somos capaces de imaginarnos como es un valle de los Alpes Suizos sin necesidad de recurrir a descripciones constantes cada vez que un personaje pone el pie en un camino, basta con ver un anuncio de chocolates o relojes suizos.

Otra cosa que también falla, para mi gusto, es que el argumento es demasiado previsible, se ve venir desde el comienzo, y por otro lado, el final por el que se opta tampoco es que me haya encajado mucho. 
Es cierto que cierra la trama con todos los destinos resueltos, pero es que lo hace de una forma que me hace pensar que es poco meditada y que la autora no sabía cómo salir del atolladero en que se había metido, ya que en pleno conflicto sale de él acelerando la trama e incluyendo algunos detalles cogidos con alfileres. ¡Vale!, es una obra de ficción, pero uno puede salir airoso dedicando un poco más de tiempo al remate.

En definitiva... una thriller con un argumento interesante al que, por supuesto, se le podía haber sacado más, aunque esté bien desarrollado, muy al estilo Hitchcock, manteniendo el suspense hasta el final, pero que falla precisamente en su resolución.

miércoles, 21 de junio de 2023

Expiación de Ian McEwan

Sinopsis:

En la gran casa de campo de la familia Tallis, la madre se ha encerrado en su habitación con migraña, y el señor Tallis, un importante funcionario, está, como casi siempre, en Londres. 
Briony, la hija menor, de trece años, desesperada por ser adulta y ya herida por la literatura, ha escrito una obra de teatro para agasajar a su hermano León, que ha terminado sus exámenes en la universidad y hoy vuelve a casa con un amigo. Cecilia, la mayor de los Tallis, también ha regresado hace unos días de Cambridge, donde no ha obtenido las altas notas que esperaba. Quien sí lo ha hecho, en cambio, es Robbie Turner, el brillante hijo de la criada de los Tallis y protegido de la familia, que paga sus estudios. 
Es el día más caluroso del verano de 1935 y las vidas de los habitantes de la mansión parecen deslizarse, como la novela, con apacible elegancia. Pero si el lector ha aguzado el oído, ya habrá percibido unas sutiles notas disonantes, y comienza a esperar el instante en que el gusano que habita en la deliciosa manzana asome la cabeza. 

Opinión:

Expiación de Ian McEwan fue publicada en 2001 y desde ese momento, tanto críticos como lectores, la han catalogado de obra maestra de la literatura contemporánea.
 
La novela se divide en tres partes más un capítulo final a modo de epílogo. 
En la primera parte, Ian McEwan nos presenta a los habitantes de la casa Tallis. Corre el año 1935 y de fondo ya empiezan a surgir ecos de otra posible guerra. 
En este comienzo el narrador hace un seguimiento individual sobre cada uno de los protagonistas que intervendrán en la trama. Nos muestra cómo es la familia en general e incorporará algunos personajes incidentales que pasarán a formar parte del conflicto. 
Hasta aquí todos los sujetos que intervienen parecen tener más o menos la misma relevancia, aunque vemos como Briony, la menor de la familia, despunta y va acaparando el centro de atención.

¿Qué saqué en claro de esa primera parte? Pues que me gustaba la ambientación, el modo en que se construían los personajes, el estilo elegante del autor, el enfoque del narrador, pero en cambio otros detalles relacionados con lo que denominamos el arma de Chéjov me hacían cuestionarme esa novela magistral de la que todos hablaban. 
Pensé que había escenas en las que el autor se perdía en detalles que no llevaban a ningún lado, quizás para crear ambiente, para contextualizar, pero que solo engrosaban y ralentizaban la trama. 
Es cierto que no me llegué a aburrir en ningún momento, pero algunos pasajes se volvían un pelín pesados. 

En la segunda parte el narrador nos transporta hasta Dunkerque y tiene como protagonista a Robbie, el hijo de la criada de los Tallis. La guerra ya lleva un tiempo y la ofensiva nazi empuja a los aliados a replegarse. En este momento la trama me enganchó por completo. El autor consigue recrear una atmósfera cargada de tensión y deja el final de esa parte en suspense, generando una angustia en el lector que termina por engancharle por completo.

Pasamos a la tercera parte que tiene como protagonista absoluta a Briony. 
Aquí vemos como la niña mimada que conocimos al comienzo ha evolucionado, convirtiéndose en un personaje más complejo, más adulto, capaz de comprender que hay acciones que tienen consecuencias que te perseguirán toda la vida.
Yo me adentré en esta parte en un estado de semiinsconsciencia. Leía y leía, pero no lograba quitarme de la cabeza algo del final de la segunda parte. Era solo una nota quizás discordante que no lograba identificar, una sensación que se movía entre lo real y lo imaginario, y con ese efecto llegué al capítulo final, momento en que lo vi todo claro.

Llegado a este punto encontré esa maestría, el motivo por el que todos recomendaban este libro. 
El autor había jugado conmigo, contándome solo lo que yo quería leer y no lo que en realidad sucedía.
Fue como una explosión de luz que de pronto hace que lo veas todo claro. 
Comprendí la maestría del narrador, el porqué de la estructura, la procedencia del título, y aunque sigo diciendo que hay datos de más que no vienen al caso que, como decía Chéjov, si lo incluyes es para usarlo, entendí que solo por ese detalle ínfimo no iba a cambiar una valoración final que subía como la espuma y pasaba a ser de muy recomendable.

Leer esta obra es como tener en las manos una matrioska que contiene muchas muñequitas en su interior; en este caso lo que contienen son historias que encajan unas dentro de otras y donde se combinan distintos géneros que exploran temas como la culpa, el amor y la guerra. Una obra de estructura compleja en la que la ficción y la realidad están separadas por una delgada línea. Vamos a ver como un error de juicio, una malinterpretación de un suceso, tendrá consecuencias devastadoras para la vida de todos los implicados.

En lugar de hablaros de la creación de personajes, del argumento o del narrador, aunque estos detalles también los haya reflejado por encima, me he volcado en las sensaciones que me ha generado la lectura y que espero que os puedan servir de orientación. 
Y es que ya sabéis que esto de la lectura es algo subjetivo. Os intento mostrar siempre las curiosidades que voy encontrando, lo que me impacta o me llama la atención. Podría haber dedicado esta reseña a comentar sobre la complejidad de la narración o el desarrollo/evolución de los personajes, sobre sus cambios emocionales o psicológicos, pero creo que un giro brutal al final de una historia puede convertir lo que podría haber sido una novela pasable en una excepcional, además de influir en la perspectiva general del libro.
Pero ya sabéis que esto es solo mi opinión...

miércoles, 14 de junio de 2023

Violación. Una historia de amor de Joyce Carol Oates

Sinopsis:

Poco después de la medianoche, Teena Maguire y su hija, Bethie, de doce años, caminan por un sendero mal iluminado que discurre por un parque casi desierto a esas horas. Regresan a casa tras haber celebrado la festividad del Cuatro de Julio en compañía del novio de Teena y unos amigos. Cuando les quedan apenas cinco minutos para llegar, unos jóvenes las cercan y, tras hostigarlas y agredirlas, arrastran a Teena al interior de una caseta en la que se guardan barcas, la violan y la golpean brutalmente. Bethie, que ha logrado huir de los agresores y ocultarse en un rincón de la caseta, oye aterrada lo que le hacen a su madre. Gracias al testimonio de las víctimas y a las pruebas forenses, la policía consigue identificar a algunos de los participantes en la violación, todos ellos vecinos de Niagara Falls, la localidad del estado de Nueva York en la que está ambientada la novela. Varias semanas después de la agresión, Teena, aún no recuperada del todo de las graves lesiones sufridas, y Bethie testifican en la audiencia previa al juicio, en la que el abogado principal de los acusados, avezado y carente de escrúpulos, logra que se ponga en duda la versión de las víctimas. Una parte de la población de Niagara Falls y algunos de los medios de comunicación que siguen el caso empiezan a dudar de que Teena haya sufrido una agresión sexual. John Dromoor, uno de los policías que atendieron en primer lugar a Teena y a Bethie, asiste con estupor y rabia al giro que toma el caso.

Opinión:

Violación. Una historia de amor es una novela de  Joyce Carol Oates que fue publicada originalmente en 2003 y traducida al castellano en 2011 por la editorial Contraseña. 
Ya sabéis que Oates es una autora muy prolífica, siempre alabada por la crítica, que le gusta jugar con las elipsis, pero sobre todo que maneja a la perfección el relato y que obliga al lector a tomar partido en todas sus historias.

"Una mujer de treinta y cinco años vestida como una adolescente. Escote generoso, vaqueros cortados, pelo rubio cayéndole por la cara, piernas desnudas, sandalias de tacón alto. ¿Qué esperaba con toda esa ropa ajustada ofreciendo en bandeja sus pechos y su trasero?".

La obra narra el brutal ataque que sufre Teena Maguire por parte de una cuadrilla de jóvenes ante la impotente mirada de su hija. A partir de ese momento, Teena, una joven viuda y madre soltera, y Bethie, su hija de tan solo 12 años, tendrán que enfrentarse no solo a las secuelas físicas y psicológicas de la violación, sino también al acoso y la hostilidad de una comunidad que pone en duda los hechos, las estigmatiza, las culpa y las juzga.

Violación comienza sin preámbulos, de forma muy directa, y destaca sobre todo porque a lo largo de todo su desarrollo va a tener un aire muy cinematográfico. 
Es una obra muy corta, pero intensa, y el encargado de hacérnosla llegar será un narrador un tanto curioso porque va a alternar en su relato la tercera persona y la segunda, dependiendo de los capítulos. 
Esta combinación no es la que más me gusta para una novela, porque el uso de esa segunda persona arrastra una gran carga psicológica, ya que busca la implicación del lector en los hechos al  sentirlos como propios, pero esto es solo una opinión personal.

Oates nos muestra como una decisión, que apenas se toma en un segundo, puede cambiar de forma radical una vida para siempre. 
La violación aparece descrita solo al comienzo, en un capítulo muy escueto, porque lo importante, en lo que se va a centrar, es en el doble juicio que sufrirán posteriormente las víctimas. Tenna y su hija no solo deberán luchar para recuperarse, sino que también se enfrentarán contra la doble moral que rige la sociedad de Niagara Falls.

Solo por como viste Tenna va a ser juzgada por todos, como si una mujer no pudiese elegir su modo de vestir o ello llevará implícito un cartel de barra libre, toma lo que quieras. Lo que todo el mundo parece olvidar o que para ellos es lo menos importante es que tras ser violada en cuadrilla, golpeada y pateada, es abandonada a su suerte, pero ellos siguen pensando en cómo vestía.

Oates es una escritora que se involucra y que obliga al lector a tomar partido. Va a reflejar la falta de escrúpulos de los abogados defensores que quieren hacer a Teena responsable de su propia desgracia, la pasividad del juez y las negociaciones de una fiscal a la que le queda grande el cargo, pero sobre todo va a describir, evitando caer en el sensacionalismo, la impotencia y la frustración de las víctimas sobre algo que es injusto.

"—Su cuerpo está hecho pedazos y su cabeza también. Lo poco que dejaron esos animales lo destrozaron ustedes en el juzgado.".

Violación. Una historia de amor no es solo una denuncia por lo que implica el hecho, sino que también muestra como la sociedad y el sistema silencian y estigmatizan a las víctimas.
La novela, de tan solo 160 páginas, se divide en capítulos muy cortos, alternando como ya he mencionado al comienzo, dos voces narrativas. 

A pesar de la dureza de lo que se narra, es una obra que no dudo en recomendar y en la que encontraréis no solo la maestría de la que siempre hace gala esta autora, sino que también veréis que es una narración valiente que invita a la reflexión. 

sábado, 10 de junio de 2023

La chica que vive al final del camino de Laird Koenig

Sinopsis:

Rynn acaba de cumplir trece años y lo celebra sola en su casa. Nadie sabe mucho de ella. Solo que se hace la interesante, no habla con nadie, cobra los cheques de viaje de su padre y da esquinazo a las visitas inoportunas. En su casa hace lo que quiere: fuma cigarrillos, se entrega a la poesía de Emily Dickinson y establece una amistad peculiar con un muchacho cojo que dice ser mago. Hace tiempo que su padre no se deja ver por el pueblo, y los vecinos empiezan a hacer preguntas: ¿dónde está su padre? ¿Qué se oculta en esa casa que se alza al final del camino? Laird Koening nos ofrece con esta oscura novela una obra maestra de la literatura gótica americana, que inspiró la película protagonizada por una joven Jodie Foster y por Martin Sheen. Una vuelta de tuerca al género de lo inquietante.

Opinión:

La chica que vivía al final del camino es un clásico del gótico americano de los años setenta, escrito por Laird Koenig en 1973 y que fue publicado inicialmente en español bajo el título de La niña de las tinieblas.
El primer proyecto fue escribir una obra de teatro, pero la editorial lo descartó y aconsejaron al autor plasmar la idea en forma de novela. 
Posteriormente fue llevada al cine en 1976 con Martin Sheen y Jodie Foster como protagonistas. La versión teatral tampoco tardó en llegar viendo que tanto el libro como la película se estaban convirtiendo en obras de culto. 
Este autor apenas cuenta con diez novelas publicadas y lamento decir que de momento no lo estarán en castellano. Próximamente, la editorial Impedimenta, publicará  su ópera prima, The children are Watching, escrita en 1970 y que también fue llevada al cine.  

Lo primero que debo aclarar es que aunque esta obra se cataloga como terror, es un terror psicológico. Aquí no esperéis encontrar un miedo intenso al estilo de Stephen King, con sustos, seres grotescos o imágenes monstruosas, aquí el terror se basa en el comportamiento de los personajes, en lo que ocultan y la tensión e incertidumbre que se genera con ello. Porque precisamente el terror psicológico trata de eso, de jugar con las dudas, con los secretos, las pistas falsas y los giros inesperados.

Laird Koenig nos ofrece una novela oscura e inquietante que explora temas como la amistad, la soledad, la independencia, el acoso, el abuso y la violencia, y que va a tener a una niña de trece años como protagonista. 

El encargado de relatar los hechos será un narrador omnisciente que irá alternando escenas cotidianas con otras de suspense. De ese modo consigue recrear un ambiente de tensión y misterio que irá en aumento en cada capítulo.
A través de su narración, el lector se va a sumergir en la mente de la protagonista y vamos a conocer sus pensamientos más profundos, primer elemento de terror, porque quizás esos sentimientos son demasiado maduros para su edad, y eso, a los lectores, nos puede llegar a incomodar.
Nos vamos a preguntar que se esconde tras la aparente vida solitaria de Rynn, pero lo preocupante llegará después, cuando empecemos a conocer a los adultos con los que se relaciona la niña, que se alejan del papel que se supone que deberían adoptar y que se convierten desde su primera aparición en los antagonistas de Rynn. 
Koenig va a utilizar la vulnerabilidad de los niños y su indefensión, sin olvidar tampoco de dotarlos de un comportamiento perturbador.

Me ha gustado mucho la forma en que el autor retrata la personalidad de Rynn, su inteligencia y su determinación por sobrevivir en un mundo de adultos, sin olvidar su fragilidad. Consigue crear a un personaje carismático que a pesar de lo que representa, de lo que iremos conociendo de ella, generará al mismo tiempo empatía y simpatía en el lector. 

La novela sucede prácticamente en un único escenario, esa casa al final del camino, que aunque implícita en el título, va a compartir protagonismo con Rynn, al tiempo que será testigo de todos los hechos. Esa casa que se encuentra al final del camino, solitaria, que para nosotros aporta el toque misterioso e incluso incómodo por su aislamiento, para Rynn representa la seguridad; una seguridad que se va a ver amenazada por la curiosidad de unos vecinos ni deseados ni esperados.

La chica que vivía al final del camino es un libro que combina el suspense, el terror psicológico y el drama con unos personajes bien construidos y una trama original, pero sobre todo impredecible. Una historia que sorprende porque con tan solo 272 páginas y un puñado de personajes tan reducido, que pueden contarse con una sola mano, consigue poner al lector en un estado de constante desasosiego.