martes, 7 de septiembre de 2021

En un lugar solitario de Dorothy B. Hughes

Sinopsis:

Los Ángeles de finales de los años cuarenta es una ciudad de promesas y prosperidad, excepto para el expiloto de aviones de combate Dix Steele, cuya existencia es un oasis de tedio en comparación con «la sensación de poder, euforia y libertad que le producía surcar los cielos en solitario». Steele pasa las noches merodeando, entre paradas de autobús vacías y playas en penumbra, en busca de mujeres jóvenes y solitarias. Apenas tiene dinero y no ve ninguna salida a sus frustraciones. ¿Dónde ha quedado el sueño americano? Su vida da un giro inesperado cuando se reencuentra con su viejo compañero del ejército, Brub, que trabaja para la policía de la ciudad y que va tras la pista de un estrangulador de mujeres que lleva meses sembrando el terror en sus calles…

Opinión:

Hoy os hablo de un clásico de la época dorada de la novela negra que me ha gustado mucho. A los que me visitáis con asiduidad sabéis que soy una especie de buscadora de curiosidades y esta obra contiene ciertos detalles que la convierten en atípica. 

Ya sabéis que tres de los elementos más identificativos que sientan las bases de este género, a pesar de la gran evolución que ha experimentado con el paso del tiempo, son: un personaje que busca descubrir la verdad, en este caso un policía; su antagonista, un asesino cruel que aquí va un paso más allá y aparece convertido en un asesino en serie y un ambiente pesimista que persigue a los personajes o a alguno de ellos y que aporta ese suspense psicológico tan propio de la época.

Esas podrían ser, a grandes rasgos, algunas de las características más destacables, pero llegando a los años 40/50, momento en que se publica esta novela, se introdujo otro elemento que se convirtió en indispensable, la femme fatale.

Las mujeres, sobra decir que tenían un papel secundario o testimonial y tratándose de estas femmes fatales su actuación se limitaba a seducir o a llevar al personaje masculino por el mal camino.
Pues bien, uno de esos detalles que me ha gustado es que en esta historia encontramos a dos personajes femeninos, que aunque son secundarios, van adquiriendo importancia según avanza la historia.

Al primer protagonista que conocemos es a Dix Steele, un expiloto de aviones de combate que tras volver de la guerra vive de las rentas mensuales que le pasa su tío mientras escribe un ficticio libro. En Los Ángeles se reencuentra con el que fuese su compañero en el ejército, Brub, que ahora trabaja como detective en uno de los casos más sonados del país, siguiendo la pista a un estrangulador de mujeres.
Brub, en el tiempo que ha estado alejado de Dix, se ha casado con Sylvia, una rubia que nada tiene que ver con el tópico estereotipado de rubia tonta. 
Es callada, muy inteligente y observadora y aunque en un principio no me gustó demasiado el papel que representaba o el modo de hacerlo, debo reconocer que al final termina convertida en una heroína, desplazando a todo el elenco masculino al completo fuera de escena.

El otro personaje femenino, Laurel Gray, es el que más se ajusta al papel de femme fatale. 
Es una pelirroja espectacular que se enamora de Dix; carga con el rol de seductora, va dejando entrever que es una mujer independiente, con ideas claras y fuerte carácter que no se va a dejar manipular por nadie.
Aquí ya tenéis la primera muestra de lo que me ha gustado: los personajes femeninos; el otro detalle es que vamos a conocer la identidad del asesino serial desde la página uno, así que solo nos falta averiguar qué motivos le empujan a cometer esos feminicidios.
 
El perfil psicológico del criminal es otro punto a tener en cuenta porque la autora no escatima a la hora de describirlo, siempre a través de un narrador omnisciente al que no se le escapa ni un solo detalle y que nos muestra a un sociópata en toda regla.

Si tuviese que poner alguna pega al libro sería sobre el final, a mi modo de ver algo brusco, pero tampoco es algo negativo, prefiero un final súbito a esa manía de exprimir al máximo el argumento alargándolo con datos que al final no aportan nada.

Esta novela escrita en 1947 inspiró la versión cinematográfica homónima protagonizada por Humphrey Bogart y Gloria Grahame. Hay que decir que en la película los hechos no son exactamente igual que en el libro pero Bogart en su papel lo borda.

martes, 31 de agosto de 2021

La musa oscura de Armin Öhri

La musa oscura (Julius Bentheim 01)
Sinopsis:


En el Berlín de 1865 una mujer es asesinada de manera brutal. Julius Bentheim, un joven estudiante de Derecho que, gracias a su talento como dibujante, gana algo de dinero realizando bocetos de escenas de crímenes, colabora con la investigación. Todos los indicios apuntan a la culpabilidad del excéntrico profesor de filosofía Botho Goltz, empezando por su propia confesión de los hechos. Sin embargo, cuando el presunto asesino es finalmente llevado ante la justicia, hará gala de una astucia tan maquiavélica —no hay arma homicida, no hay móvil y la policía incluso ha hecho desaparecer sin saberlo algunas de las pruebas— que acabaremos preguntándonos si Goltz pagará por su sórdido crimen o si conseguirá justificar ante todos su inocencia. Es esta una soberbia novela de detectives en la que escuchamos ecos del mejor Balzac, de Dickens, de Zola, y que crea una suerte de espejo en el que se refleja lo más oscuro del Berlín decimonónico y de la condición humana.

Opinión: La musa oscura (Julius Bentheim 01)

Hace un par de meses os hablé de Ocho asesinatos perfectos de Peter Swanson, y al comienzo de esa reseña hice un pequeño esbozo de lo que yo consideraba como el crimen perfecto. Pues bien, hoy retomo ese tema.

El asesinato perfecto, según mi modo de ver, es aquel que pasa desapercibido para los investigadores y es tomado como una muerte natural o accidental; también podría ser el que, por falta de pruebas o por su meticulosa elaboración, imposibilita el llevar al criminal entre rejas.
Muchos han sido los autores que han intentado plasmar en sus obras este tipo de crimen, hasta Aristóteles habló sobre el tema, y de eso han pasado ya unos cuantos siglos, pero creo que ellos mismos se han dado cuenta de la gran dificultad que ello entraña y al final, tras elaborar un caso de forma brillante e ingenioso, tras aproximarse a ese ideal platónico del crimen perfecto, han desistido del proyecto. El motivo creo que se debe a que los lectores no queremos encontrar en las novelas a un supercriminal que al final se salga con la suya, queremos, como se dictó en las normas del Detection club, que al terminar la novela la justicia llegue de manos del detective. 

Dicho todo esto solo me queda añadir que en La musa oscura, Armin Öhri me ha sorprendido por romper todos mis esquemas con un planteamiento muy original de novela invertida. 
En el primer capítulo nos va a presentar a víctima, asesino y a lo que se convierte en el crimen perfecto, por lo que los lectores no podremos calarnos el sombrero de detective y adoptar ese papel. 
Lo único que nos queda es esperar con paciencia para saber si el criminal logra salirse con la suya y cuáles son los motivos que le empujan a obrar de esa forma tan misteriosa.

Como ya habéis leído en la sinopsis, Botho Goltz, tras declararse culpable de un asesinato decide cambiar de postura y defender su inocencia en el juicio. Así pues, nos vamos a encontrar con un presunto asesino capaz de reírse de la justicia y al que solo podrá enfrentarse Julius Bentheim, un joven dibujante que comienza la obra siendo un personaje secundario, pero que rápidamente tomará las riendas del caso.

Esta novela forma parte de una saga cuyo protagonista será el ya mencionado Julius Bentheim y narrará casos ocurridos en la Prusia de 1865, y digo Prusia porque el contexto histórico, al menos en esta primera entrega, cobra tanta importancia como los personajes, entre los que aparecerán algunos históricos que dan ese toque de realidad a la narración.

Estamos acostumbrados a leer novela decimonónica donde se critica el puritanismo victoriano, olvidándonos que esa corriente también era frecuente encontrarla en otros países. Este libro incluye una descripción muy detallada de ese comportamiento y de las clases sociales que lo llevaban a cabo.

El estilo es uno de los platos fuertes, imita a la perfección las novelas de principios del siglo pasado y la trama consigue atrapar al lector sin mucho esfuerzo porque está cargada de giros brillantes.
La única pega que encuentro, otra vez, cuando se trata de sagas, es que no me gusta que se dejen hilos abiertos en espera de la siguiente novela, que por suerte y en este caso ya tengo en casa y que reseñaré en breve.
Ese hilo que os comento y que queda en suspense tiene relación con la vida personal del protagonista. Si nos paramos a analizar en profundidad la historia que se trata en él es bastante secundaria y podríamos pasar sin ella, al menos yo, porque para mí lo importante es el caso criminal y queda cerrado completamente.
Pese a eso estoy deseando saber como continúa la historia de Julius porque supongo que esa trama secundaria irá tomando relevancia y dando más profundidad a los personajes.

De momento os recomiendo este libro, más adelante ya os hablaré de la evolución de la saga .
Hasta entonces... felices lecturas.

miércoles, 25 de agosto de 2021

La máquina del tiempo de H. G. Wells

Sinopsis:

La cultura popular y los temores contemporáneos no serían lo mismo sin la obra surgida de la fértil imaginación de H. G. Wells. Ideas como el viaje en el tiempo, la invasión extraterrestre, la enajenación mental que puede provocar la ciencia y la manipulación genética no solo siguen siendo vigentes en la ciencia ficción, sino que también siguen formando parte intrínseca de nuestro presente y nuestro futuro colectivo. 

En este volumen presentamos sus cuatro novelas fundamentales, que siguen haciendo gala de una originalidad desbordante, una clarividencia asombrosa y un ingenio al alcance de muy pocos escritores.

Opinión:

Como habéis leído en la sinopsis, en este volumen se incluyen varias de las novelas que hicieron famoso a este autor.
Hace unos meses ya os hablé de El hombre invisible y ahora le ha llegado el turno a La máquina del tiempo, ya sabéis que cuando se trata de recopilatorios los reseño por separado. 
Creo que H. G. Wells fue un visionario, un autor que dio rienda suelta a su imaginación adelantándose a su tiempo, al igual que Julio Verne lo hizo unos años antes, con la única diferencia de que Wells es más minucioso a la hora de relatar temas técnicos.

Como ya veréis no es la obra que más me ha gustado de este autor pero me resulta interesante por varios motivos.
El primero es que esta historia publicada en 1895 fue su opera prima y no se le deben restar méritos porque en ella aparecen varios elementos que la hicieron innovadora dentro del género de ciencia ficción.
Fue la primera novela en tratar sobre el tema de los viajes en el tiempo y a su vez la primera en presentar una distopía; también es curioso encontrar al narrador y al protagonista desplazados a un papel secundario como veréis a continuación.

Con lo primero que nos vamos a encontrar es con dos tipos de narrador.
El primero es un observador, un cronista secundario que solo asiste a parte de los hechos y por lo tanto, solo nos relatará las escenas de las que es testigo.
A partir del cuarto capítulo entra en juego el otro narrador que esta vez cumple una doble función, la de cronista y la de protagonista, un guía a través del cual conoceremos toda la aventura que implica el viaje en el tiempo, pero que pierde su protagonismo al cederlo a favor de la trama.

Hay otra curiosidad que viene a sumarse a las ya mencionadas anteriormente, y es que, de todos los personajes que aparecen, solo conoceremos el nombre de uno y os adelanto que no es el personaje principal, ya que a éste solo lo reconoceremos como el Viajero en el Tiempo.
Wells decide suprimir el nombre de los personajes; hace tiempo leí que el nombre es lo que nos humaniza, un signo que constituye uno de los objetos culturales mas poderosos en las culturas humanas. Al quitar el nombre, Wells lo que hace es restar interés a los personajes y centrarlo en la historia, en el importante hecho que es el viaje en el tiempo y sobre todo enfocar nuestra atención en el único personaje que no va a carecer de él aunque sea meramente secundario y que se supone que es una humana de esa raza avanzada del futuro.

Del argumento no voy a hablaros mucho, supongo que todos tendréis una idea bastante clara sobre la historia que nos cuenta Wells porque ha sido llevada al cine en varias ocasiones. Debo deciros que el relato para mi gusto flojea un poco porque deja algunas ideas en el aire a las que se podía haber sacado más provecho. 

Aunque Wells transmite muy bien a través de las descripciones el paso del tiempo, ese concepto, en las versiones cinematográficas, queda reflejado mucho mejor, hago un inciso para recomendaros la versión de 1960; otro gran clásico.

Pero retomemos el argumento...
El protagonista entrará en contacto con dos sociedades de un futuro muy lejano, que no pueden ser más distintas, y en ellas veremos como ha sido la evolución del ser humano con el paso de los siglos, aunque más bien debería decir involución. Esas dos razas serán los Eloi y los Morlocks

No sé si con seguridad si el autor intentaba hacer una crítica social o simplemente es una novela de ciencia ficción, pero lo cierto es que ninguna de las dos razas consigue despertar simpatía. Ambas se complementan; una vive de día, sin ningún tipo de preocupación, con la única obsesión de disfrutar, y la otra de noche, obligados o empujados por esa misma sociedad absurda a vivir en la oscuridad, siendo el grupo social encargado de la fabricación de todos los productos necesarios para sostener esa nueva civilización.

Como ya os he dicho no es la mejor obra de Wells pero sí es interesante por los motivos que he resaltado. Os la recomiendo.

jueves, 5 de agosto de 2021

Después de Stephen King

Sinopsis:

Jamie Conklin, el único hijo de una madre soltera, solo quiere tener una infancia normal. Sin embargo, nació con una habilidad sobrenatural que su madre le insta a mantener en secreto y que le permite ver aquello que nadie puede y enterarse de lo que el resto del mundo ignora. Cuando una inspectora del Departamento de Policía de Nueva York le obliga a evitar el último atentado de un asesino que amenaza con seguir atacando incluso desde la tumba, Jamie no tardará en descubrir que el precio que debe pagar por su poder tal vez es demasiado alto.
Después es Stephen King en estado puro, una novela inquietante y emotiva sobre la inocencia perdida y las pruebas que hay que superar para diferenciar el bien del mal. Deudora del gran clásico del autor It (Eso), Después es un relato poderoso, terrorífico e inolvidable sobre la necesidad de plantarle cara a la maldad en todas sus formas.

Opinión:

Hoy vuelvo a enfrentarme al reto de reseñar al Rey del terror, algo que no es fácil, y aunque esta novela a mí, particularmente, no me ha infundido miedo, sí debo aclarar que me ha generado tensión en algunos momentos por esa forma tan especial de narrar que tiene King y el modo de enfrentar a los protagonistas a los sucesos.

Si tuviese que definir esta historia podría decir que es una novela con mucho suspense y con pinceladas de misterio paranormal; con un toque de la película de El sexto sentido; muy pocos personajes y un protagonista especial, un niño con poderes que nos ofrecerá su versión de los hechos al cumplir con una doble función: ser narrador y protagonista al mismo tiempo.  

King, para esta ocasión, vuelve a hacer uso de algunos elementos fijos que ya hemos visto a lo largo de su obra: un niño con habilidades sobrenaturales que sufre por su situación, tanto psíquica como familiar, y algunos malos que buscan beneficiarse de él. 
El terror nos va a llegar de manos de esa vulnerabilidad infantil del protagonista que ya os sonará a los fans de este escritor. El Rey vuelve a recurrir a esos terrores infantiles que se ven más agravados por la soledad que conlleva esa carga que otros ven como poder y del que intentan sacar partido.

Jamie Conklin, un niño capaz de ver durante un corto periodo de tiempo a los recién fallecidos, será nuestro protagonista y la forma en que el autor conecte con los lectores, porque como los amantes del género sabéis, el terror tiene muchas formas y aquí nos llega a través del pequeño Jamie.

El libro tiene un ritmo muy ágil y cuando creemos que va a decelerar aparecen algunos giros argumentales para aportar de nuevo fuerza a la trama. También quiero deciros, para los amantes de las curiosidades, que hay algunos guiños a IT que lógicamente no os voy a revelar y que tendréis que buscar.

Después me ha gustado mucho, pero también debo decir que no está a la altura de otras historias suyas, algo que creo que es absolutamente normal ya que ningún autor puede mantener una trayectoria literaria tan larga sin sufrir altibajos.

A pesar de ese pero, que he encontrado y del que os voy a hablar en este mismo párrafo, me ha parecido que consigue sacar el mayor provecho a una trama sencilla y con ello ha despertado en mí esa curiosidad morbosa por seguir leyendo y releyendo toda su obra para conocerle en profundidad. 
Lo negativo, si es que puede definirse así, es que en algunos momentos me pareció que no era el estilo puro de King, por mucho que mencionen en la sinopsis que este libro es Stephen King en estado puro.
 
No sé si esta historia llevaba tiempo en su cajón, si es una idea reciente o simplemente si es una obra puente en espera de la publicación de otro gran bestseller con el que sorprendernos, pero me ha dejado la sensación de que le faltaba un susto, ese toque tan brutal y tan característico suyo que consigue ponernos la piel de gallina.
Incluso así, con esa ausencia que es como lo voy a definir, me ha parecido una historia muy buena e inquietante.

No quiero cerrar esta reseña, que como veis va a ser muy breve porque el libro tiene solo 248 páginas, sin hablar de los personajes. 
Jamie es quizás el que cuenta con un perfil psicológico más profundo. El resto de personajes aparecen perfilados de forma más escueta, algo lógico si nos detenemos a pensar que precisamente el narrador es el protagonista y a través de su relato, de su forma de expresarse y de los hechos que relata, consigue que nos centremos exclusivamente sobre él.

Y hasta aquí la reseña de hoy. Espero vuestros comentarios.

miércoles, 28 de julio de 2021

El sabueso de H. P. Lovecraft

Sinopsis:

El sabueso es el primer cuento de terror de H.P. Lovecraft en mencionar uno de los libros prohibidos más célebres del género fantástico: Necronomicón del árabe loco Abdul Alhazred.

La historia se centra en el narrador y su amigo St. John, jóvenes decadentes y hastiados de todo, que sienten un interés desquiciado por robar tumbas.


Opinión:

Hace poco, comentando Un verano tenebroso de Dean Koontz, os dije que muchos lectores lo relacionaban o comparaban con IT de Stephen King. No es la primera vez que os he hablado en el blog sobre este tema y debo decir a su vez que el ser que aparecía en IT, obra que veía la luz en 1986, otros lectores lo relacionaban con  el que hacía acto de presencia en Fantasmas de Koontz escrita con anterioridad, en 1983.
Pues bien, y no me quiero alargar mucho porque todo esto sobre las comparaciones podéis leerlo en las reseñas mencionadas, en Fantasmas aparecía un ser que otros relacionaron con las historias de Lovecraft, y hoy, gracias al blog de Anabel Samani y a su propuesta de lectura de #Lecturasjuntoalfuego, os hablo de El sabueso, una obra que bebe directamente de la obra de Poe.
Toda esta larga enumeración que os he presentado cumple una finalidad, demostrar que nunca sabremos en quién se inspira un autor u otro, y es ridículo afianzarnos en una idea como la de "El monstruo es igual al de...", porque la literatura está en constante movimiento y se retroalimenta.
Dicho esto me pongo a hablaros de El Sabueso.

Lovecraft era un gran admirador de Poe y en este relato breve, de apenas de diez páginas, se aprecia mucho esa influencia. 
La historia escrita en 1922 y publicada dos años más tarde también me ha recordado mucho a Medium de Pío Baroja, y no puedo evitar encontrar también reminiscencias con la obra de Doyle, El Sabueso de los Baskerville, publicada 20 años antes.

En el relato de hoy, a pesar de no ser una de las obras más conocidas de Lovecraft, sí se ha convertido en una obra de culto para todos sus fans y por supuesto de los amantes de las curiosidades porque es la primera vez que el autor hizo una mención sobre el Necronomicon, el grimorio ficticio ideado por él y que más de uno se creyó que era real, hasta tal punto que se rumorea que en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos algún bromista incluyó la ficha sobre este libro.

Cuenta con muchos elementos de las clásicas novelas góticas: cementerios, escenarios tétricos y ambientación oscura, sucesos de difícil explicación, ruidos nocturnos y seres de ultratumba.

La forma de escribir de Lovecraft algunos la consideran algo arcaica y cargada de adjetivos, pero es perfecta para generar ese ambiente decadente que consigue impregnar el texto de miedo o suspense.
No puede profundizar demasiado en detalles, debido a la brevedad del texto, pero en cambio con los datos que aporta a través del narrador protagonista son más que suficientes para generar esa ambientación y lograr su objetivo.