A raíz de la misteriosa muerte de su cantante principal, los jóvenes miembros de una legendaria banda de folk rock se encuentran en Wylding Hall, una antigua casa de campo inglesa, con sus propios y oscuros secretos. Allí grabarán Wylding Hall, el álbum que les consagrará y marcará un antes y un después en su trayectoria... pero a un coste aterrador, cuando Julian Blake, su nuevo cantante, desaparece en el interior de la mansión para no volver a ser visto.
Ahora, años más tarde, cada uno de los músicos supervivientes, sus amigos y amantes —incluyendo un psíquico, un fotógrafo y el mánager de la banda— se reúnen con un joven documentalista para contar su propia versión de lo sucedido durante aquel verano. Pero, ¿Cuál es la historia verdadera? ¿Y qué le ocurrió realmente al joven y talentoso Julian Blake?
Opinión:
Esta novela que hoy traigo hasta esta estantería virtual fue galardonada con el premio Shirley Jackson 2016. Ya sabéis que no me fio mucho de los premios, pero el argumento me pareció, a simple vista, bastante prometedor.
Esta novela que hoy traigo hasta esta estantería virtual fue galardonada con el premio Shirley Jackson 2016. Ya sabéis que no me fio mucho de los premios, pero el argumento me pareció, a simple vista, bastante prometedor.
Ya habéis leído el resumen editorial: Una banda de folk rock se reúne en una antigua mansión, Wylding Hall, y allí desaparece misteriosamente su vocalista.
Voy a empezar por deciros lo que menos me ha gustado: el estilo narrativo que se ha asociado a la estructura.
El libro está narrado en primera persona por los integrantes del grupo musical. Cada uno de ellos irá relatando un fragmento, mientras graban un documental.
Esa diversidad de relatos es lo que se denomina polifonía literaria/textual o multiperspectivismo, es decir, distintas voces narrativas que nos ofrecen su versión sobre un hecho, al tiempo que van construyendo, entre todas, una narración lineal.
Esa versión parcial o fragmentaria, no siempre tiene que coincidir, porque cada narrador muestra sus vivencias, de esa forma se consigue sembrar la duda en el lector; cada uno de ellos nos ofrece su punto de vista y el resultado general sobre la descripción de un suceso puede ser a veces coincidente y otras veces contradictorio.
El uso de la polifonía sí me gusta encontrarlo en los libros, es un recurso que utilizó por poner un ejemplo, Gabriel García Márquez en "Crónica de una muerte anunciada", lo que no me atrae tanto es el estilo o la forma de emplearlo, ese tono que dan los integrantes del grupo al relatar mirando a cámara; podéis pensar que es como si se narrase a otra persona, pero no, es una sensación, puede que personal, donde el monólogo me dejaba fría, no me aportaba nada.
Esa forma de afrontar los hechos, supongo que se ajusta a lo que la autora quiere transmitir, quería contar una historia de forma distinta, ajustándose a los tiempos, haciendo un documental sobre un grupo de música ya desaparecido, tal y como se ha hecho por ejemplo sobre "The Doors"; pero a mí la forma me ha resultado impersonal, carente de emoción, aunque también hay que ver el lado bueno de esa técnica, y es que le otorga un ritmo bastante ágil a la narración.
Otro tema que quiero señalar antes de terminar con la forma narrativa es que los personajes van desgranando la historia sin saber lo que han contado el resto, por lo que algunos sucesos se repiten; ahí es el momento en que intervenimos los lectores, porque el relato que nos ofrecen es subjetivo, está basado en el punto de vista del sujeto que hace de narrador en ese momento, y nosotros debemos separar el grano de la paja y crearnos nuestra propia idea de lo que verdaderamente ocurrió o creemos que pasó.
Cambiando de tema...
La historia está narrada en la actualidad haciendo uso de la restrospección, es decir, utilizando los recuerdos, por ese motivo, aquí hay que sumar a cada versión de los acontecimientos otros factores.
Uno es el tiempo, que puede hacer que algunos sucesos se tornen difusos, y otro que no hay que olvidar es el abuso de drogas alucinógenas que consumían los personajes en esa época.
Sobre el argumento solo os puedo decir que está muy bien porque logra sembrar intriga, aunque no consiga infundir ni un ápice de terror; nos adentramos en una novela con tintes demasiado aguados de terror gótico, donde intervienen elementos cotidianos que intentan incomodar al lector.
Tenemos una antigua mansión en la que parece que su estructura cambia dependiendo del integrante del grupo que se adentre por sus pasillos; también tenemos a una muchacha de aspecto inquietante que aparece en algunos momentos como por arte de magia; extraños olores y sonidos que abruman a los personajes... y con ello vuelvo al comienzo, como si esto fuese la pescadilla que se muerde la cola; si esos elementos incomodan, sobrecogen o estremecen a los personajes, algo falla en el estilo narrativo, porque esas impresiones no dejan huella en el lector.
Ya para terminar os recuerdo que esta opinión intenta ser objetiva, pero siempre habrá en ella un alto grado de subjetividad, y en esta obra encuentro demasiados elementos que no me han convencido.
Quizás, y solo digo quizás, porque es el punto de vista de un simple lector, de haber prescindido del uso de tantos narradores se podría haber personalizado más la historia y los lectores empatizaríamos o sintonizaríamos más con el relato.