Sinopsis:
El asesinato de Roger Ackroyd rompió todas las reglas de la novela policíaca y convirtió a Agatha Christie en un nombre reconocible.
Roger Ackroyd sabe demasiado. Sabe que la mujer que ama envenenó a su brutal primer marido. También sospecha que alguien la ha estado chantajeando. Ahora, trágicamente, le llega la noticia de que se ha quitado la vida con una sobredosis de drogas.
Pero el correo de la tarde trae a Roger una última y fatal información, que puede aportar alguna luz sobre la identidad del chantajista. Por desgracia, antes de que pueda terminar de leerla, es apuñalado por la espalda hasta morir.
Si usted no sabe nada de este libro le damos dos consejos: no comentarlo con nadie, y leerlo a toda velocidad, ya que contiene una de las mayores sorpresas de la historia de la novela negra.
Opinión:
Hace tiempo me propuse leer las obras más llamativas de Agatha Christie, y aunque muchas de ellas ya las había leído, esta vez para reseñarlas en el blog, he procurado hacerlo con más atención y detenimiento.
Lo bueno de sus historias, es que al compartir siempre los mismos elementos, es decir, un asesinato y un montón de sospechosos, tras haber pasado un tiempo, yo en concreto, tiendo a mezclar personajes y sucesos, con lo cual cada vez que releo su extensa obra, no recuerdo prácticamente ningún detalle, y cada libro aparece ante mí, como una nueva narración.
Todos los amantes de la obra de esta gran escritora inglesa, hemos oído hablar, en más de una ocasión, del título que he elegido para el leer en el taller de septiembre, El asesinato de Roger Ackroyd (1926).
Lo que no todos sabemos, es que esta novela, la cuarta que publicó, fue en realidad la que la lanzó a la fama, y está considerada no solo como una de sus mejores obras, sino también como la mejor del género policíaco.
Yo he encontrado detalles que pueden ser los motivos de considerarla así, pero supongo que habrá más...
El primero es que con cada nuevo descubrimiento la visión general del caso cambia, como si fuese un calidoscopio, y el otro, es el gran giro que nos depara el final y que desenmascara al asesino, alguien que ha sido capaz de mimetizarse a lo largo de la lectura.
Siempre he pensado que los autores de novela policíaca o enigma, debían ser grandes maestros en el arte de mentir, para poder disfrazar a la perfección a sus personajes, y Agatha demuestra serlo en esta historia, porque nos engaña desde la primera línea con gran habilidad e ingenio, al tiempo que nosotros nos vamos alejando de la verdadera realidad.
Seguimos los pasos de un asesino esquivo, que nos aleja de la verdad, y al final nos damos cuenta de que la solución al caso ha estado ante nuestros ojos desde el comienzo.
Dicen que cuatro ojos ven más que dos, y yo reconozco que ni con gafas he sido capaz de descubrir al asesino.
King's Abbot es un apacible pueblecito, cuyos habitantes tienen como único pasatiempo, "el cotilleo", y cuyo habitante más insigne es el personaje que va a dar título a esta novela, Rogelio Acroyd, aunque supongo que él hubiese preferido prescindir de ese protagonismo al que es empujado.
Todos sabemos por el título lo que deparará a Mr. Acroyd, y sabemos que el desarrollo de la historia gira alrededor de él.
Poirot, como siempre, intentará descubrir al asesino y sus motivos... pero ese no es el único asesinato que encontraremos en esta narración.
La muerte de Mrs. Ferrars, la noche del 16 al 17 de noviembre será el punto de partida para un caso, que se complica según avanza, y que nos lleva a conocer ese giro final sorprendente del que ya os he hablado.
En esta ocasión, en ausencia de Hastings, compañero y amigo del gran Poirot y que narra muchas de las peripecias del gran detective belga, nos encontramos con el Dr. Sheppard, un nuevo narrador que utiliza la primera persona.
Pero Sheppard no va a ser un narrador personaje al uso, ya que él mismo, esconde su protagonismo en un segundo plano; sus escritos solo van a ser el medio para hacernos llegar la historia.
Lo que más me ha gustado de él, es que, en ocasiones, no duda en emplear un tono cargado de ironía para relatarnos determinados hechos, sobre todo, cuando describe las dotes detectivescas de su hermana Caroline, alguien que permaneciendo sentada en casa y valiéndose de un eficiente servicio de información, formado en su mayoría por criadas y proveedores, consigue intuir pero con falta de tino.
Este último detalle, junto con el relato de Sheppard, es lo que nos hace, a la mayoría de los lectores, seguir una línea de pensamiento errónea; Sucede como con las novelas donde hace acto de aparición Hastings, el personaje llega a unas conclusiones que los lectores compartimos, pero que luego están lejos de la realidad, detalle que el gran Poirot no deja escapar añadiendo el puntito sarcástico.
Otro detalle a tener en cuenta es que el segundo capítulo, Sheppard lo emplea para presentarnos a todos los personajes importantes de King's Abbot. De esa forma, al entrar de lleno en el tercer capítulo, ya somos capaces de reconocer, sin dificultad, a los personajes que se moverán por la trama.
Para terminar...
Espero que mi pequeña reseña os haya despertado al menos la curiosidad o el instinto sabueso y os animéis a descubrir quién es el asesino; os aseguro que este libro no os defraudará.
Espacio sobre libros y opiniones, difusión y fomento de la lectura. El lugar donde los libros son los protagonistas.
martes, 17 de septiembre de 2019
martes, 10 de septiembre de 2019
Cocinar un oso de Mikael Niemi
Sinopsis:
Verano de 1852.
Durante un paseo por los bosques del norte de Suecia, el pastor Lars Levi Læstadius y el joven Jussi descubren el rastro de una joven desaparecida días antes. Los malos presagios se cumplen al encontrar poco después el cuerpo de la chica con indicios de haber sido atacada por un oso.
Læstadius, gran aficionado a la botánica y con un ojo muy bien entrenado para los detalles más pequeños, no ve tan claro que la muerte sea obra de un animal.
Cuando una segunda joven sea atacada, en esta ocasión por un desconocido, Læstadius y su joven acompañante emprenderán una atípica investigación que pondrá contra las cuerdas a toda la comunidad.
Opinión:
Hoy voy a hablaros de "Cocinar un oso", un noir nórdico, con sutiles notas de thriller histórico, que hay que dejar reposar para saborearlo después, en todo su esplendor, aunque también haya que resaltar momentos con un ligero sabor agridulce.
El mundo editorial lo compara con "El nombre de la rosa"; yo la verdad no encuentro las similitudes, salvo que el protagonista, Lars Levi Læstadius, es un religioso y lleva con él a un joven pupilo que nos irá relatando la investigación, al igual que ocurría en la obra de Umberto Eco.
Al margen de esas vagas comparaciones, las obras se parecen como un huevo a una castaña...
Umberto Eco nos ofrecía una novela cargada de simbolismo religioso, muy descriptiva y quizás donde se abusaba de explicaciones y lecciones históricas.
Conocíamos, al detalle, la historia que se escondía tras Guillermo de Baskerville y de Adso de Melk, al tiempo que se esclarecían los siniestros crímenes, incluyendo las luchas de poder de las distintas congregaciones religiosas, no solo a nivel interno, sino también entre ellas.
En esta obra, Mikael Niemi no aborda así la historia.
Læstadius es un personaje histórico, nos lo cuentan al final, pero noto una falta, una ausencia a la hora de profundizar en él, en los hechos que marcaron su vida y en la Historia de Suecia en general.
Los datos que se aportan sobre su vida, a lo largo de la novela, son muy escuetos, y si queremos saber más sobre el personaje debemos buscarlos nosotros. De no ser, como digo, por el epílogo, Læstadius pasaría por un personaje ficticio.
Otra gran diferencia entre las obras es la personalidad de los protagonistas.
Aunque ambos, tanto Guillermo como Læstadius, aportan el conocimiento y demuestran una gran pericia a la hora de investigar, al pastor protestante le falta empuje, arrojo, para enfrentarse y dar valor a sus descubrimientos sobre la opinión del resto.
En "Cocinar un oso", ya puestos a comparar, los personajes son más superficiales o más bien debería decir que no están tan dibujados al detalle, aunque resulten igual de perfectos.
Mikael Niemi nos ofrece a un personaje histórico que deberá luchar contra un imposible: el odio, el miedo, la ignorancia y las supersticiones.
Jussi, el joven sami que es pupilo del pastor, es el narrador principal, aunque en algunos momentos, Læstadius le tomará el relevo.
Esa es otra diferencia con la obra de Eco.
En El nombre de la rosa el protagonista era el investigador y el joven narrador solo era el medio para hacernos llegar su vida, y aquí, en cambio, el protagonismo varía, dependiendo del personaje que narra. Cuando el narrador es Jussi, su relato ensalza las acciones del pastor, y lo mismo ocurre cuando Læstadius toma el control narrativo.
Y aquí aparco las comparaciones porque no entiendo la manía que les ha dado a las editoriales por intentar dar más valor a una obra, impulsándose en el éxito de otra...
El personaje a destacar en este libro, es sin duda Jussi, alguien creado para desconcertar, rodeado de luces y sombras. Un narrador introspectivo y solitario, que habla de sí mismo.
Ha crecido en territorios agrestes y duros, y su experiencia personal ha forjado a golpes su personalidad; él es como ese territorio, libre y salvaje, detalle que justifica su aislamiento.
Pero Jussi y/o su narración tenían algo que impedía que conectase plenamente con el argumento, levantando una barrera invisible ante mí. Ese detalle, aunque pueda parecerlo, no es una nota negativa, son precisamente las imperfecciones que tienen los personajes, las que les alejan de ser superhéroes, lo que transforma la historia, de ser corriente a interesante, dándole el toque real y humano.
Por otro lado los acontecimientos y el modo de contarlos, influyen en el ritmo de la novela. En la primera mitad es más sosegado, cobrando intensidad según se va acercando el final.
El autor no se explaya en el uso de grandes descripciones, pero en cambio, cuando contemplamos los escenarios a través de la mirada de los personajes, no podemos sino alabar el lirismo que se desprende de ello, escueto pero intenso, un estallido de colores que iluminan los ambientes oscuros que predominan en la novela.
Os lo recomiendo, es una muy buena opción de lectura, y como nota curiosa, ya que hemos llegado al final, os digo que entre los asesinatos habrá uno muy curioso, que se encuandra dentro del tipo de "misterio de cuarto cerrado". ¿Podréis resolverlo?
Verano de 1852.
Durante un paseo por los bosques del norte de Suecia, el pastor Lars Levi Læstadius y el joven Jussi descubren el rastro de una joven desaparecida días antes. Los malos presagios se cumplen al encontrar poco después el cuerpo de la chica con indicios de haber sido atacada por un oso.
Læstadius, gran aficionado a la botánica y con un ojo muy bien entrenado para los detalles más pequeños, no ve tan claro que la muerte sea obra de un animal.
Cuando una segunda joven sea atacada, en esta ocasión por un desconocido, Læstadius y su joven acompañante emprenderán una atípica investigación que pondrá contra las cuerdas a toda la comunidad.
Opinión:
Hoy voy a hablaros de "Cocinar un oso", un noir nórdico, con sutiles notas de thriller histórico, que hay que dejar reposar para saborearlo después, en todo su esplendor, aunque también haya que resaltar momentos con un ligero sabor agridulce.
El mundo editorial lo compara con "El nombre de la rosa"; yo la verdad no encuentro las similitudes, salvo que el protagonista, Lars Levi Læstadius, es un religioso y lleva con él a un joven pupilo que nos irá relatando la investigación, al igual que ocurría en la obra de Umberto Eco.
Al margen de esas vagas comparaciones, las obras se parecen como un huevo a una castaña...
Umberto Eco nos ofrecía una novela cargada de simbolismo religioso, muy descriptiva y quizás donde se abusaba de explicaciones y lecciones históricas.
Conocíamos, al detalle, la historia que se escondía tras Guillermo de Baskerville y de Adso de Melk, al tiempo que se esclarecían los siniestros crímenes, incluyendo las luchas de poder de las distintas congregaciones religiosas, no solo a nivel interno, sino también entre ellas.
En esta obra, Mikael Niemi no aborda así la historia.
Læstadius es un personaje histórico, nos lo cuentan al final, pero noto una falta, una ausencia a la hora de profundizar en él, en los hechos que marcaron su vida y en la Historia de Suecia en general.
Los datos que se aportan sobre su vida, a lo largo de la novela, son muy escuetos, y si queremos saber más sobre el personaje debemos buscarlos nosotros. De no ser, como digo, por el epílogo, Læstadius pasaría por un personaje ficticio.
Otra gran diferencia entre las obras es la personalidad de los protagonistas.
Aunque ambos, tanto Guillermo como Læstadius, aportan el conocimiento y demuestran una gran pericia a la hora de investigar, al pastor protestante le falta empuje, arrojo, para enfrentarse y dar valor a sus descubrimientos sobre la opinión del resto.
En "Cocinar un oso", ya puestos a comparar, los personajes son más superficiales o más bien debería decir que no están tan dibujados al detalle, aunque resulten igual de perfectos.
Mikael Niemi nos ofrece a un personaje histórico que deberá luchar contra un imposible: el odio, el miedo, la ignorancia y las supersticiones.
Jussi, el joven sami que es pupilo del pastor, es el narrador principal, aunque en algunos momentos, Læstadius le tomará el relevo.
Esa es otra diferencia con la obra de Eco.
En El nombre de la rosa el protagonista era el investigador y el joven narrador solo era el medio para hacernos llegar su vida, y aquí, en cambio, el protagonismo varía, dependiendo del personaje que narra. Cuando el narrador es Jussi, su relato ensalza las acciones del pastor, y lo mismo ocurre cuando Læstadius toma el control narrativo.
Y aquí aparco las comparaciones porque no entiendo la manía que les ha dado a las editoriales por intentar dar más valor a una obra, impulsándose en el éxito de otra...
El personaje a destacar en este libro, es sin duda Jussi, alguien creado para desconcertar, rodeado de luces y sombras. Un narrador introspectivo y solitario, que habla de sí mismo.
Ha crecido en territorios agrestes y duros, y su experiencia personal ha forjado a golpes su personalidad; él es como ese territorio, libre y salvaje, detalle que justifica su aislamiento.
Pero Jussi y/o su narración tenían algo que impedía que conectase plenamente con el argumento, levantando una barrera invisible ante mí. Ese detalle, aunque pueda parecerlo, no es una nota negativa, son precisamente las imperfecciones que tienen los personajes, las que les alejan de ser superhéroes, lo que transforma la historia, de ser corriente a interesante, dándole el toque real y humano.
Por otro lado los acontecimientos y el modo de contarlos, influyen en el ritmo de la novela. En la primera mitad es más sosegado, cobrando intensidad según se va acercando el final.
El autor no se explaya en el uso de grandes descripciones, pero en cambio, cuando contemplamos los escenarios a través de la mirada de los personajes, no podemos sino alabar el lirismo que se desprende de ello, escueto pero intenso, un estallido de colores que iluminan los ambientes oscuros que predominan en la novela.
Os lo recomiendo, es una muy buena opción de lectura, y como nota curiosa, ya que hemos llegado al final, os digo que entre los asesinatos habrá uno muy curioso, que se encuandra dentro del tipo de "misterio de cuarto cerrado". ¿Podréis resolverlo?
Etiquetas:
Mikael Niemi,
Nordic noir,
Novela Histórica,
Novela Negra,
Thriller
martes, 3 de septiembre de 2019
La telaraña de Agatha Christie
Sinopsis:
Clarissa, la esposa de un diplomático del Foreign Office, es proclive a soñar despierta.
Suponiendo que un día encontrara un cadáver en la biblioteca, ¿qué haría?, se pregunta. Clarissa tiene la oportunidad de averiguarlo cuando un día descubre un cuerpo en la sala de su casa. Desesperada por deshacerse de él antes de que llegue su marido con un importante político extranjero, intenta convencer a sus tres invitados para que la ayuden y se conviertan así en sus cómplices. Cuando empieza a indagar en su entorno para descubrir al asesino, se ve sorprendida por la llegada de un inspector de policía que ha recibido una llamada anónima, y que necesita ser convencido de que allí no se ha cometido ningún asesinato...
Una brillante novelización de una de las obras teatrales de mayor éxito de Agatha Christie; una historia de desengaño y muerte que entusiasmará a los seguidores de la inolvidable autora.
Opinión:
Esta semana os traigo al blog otra reseña sobre la genial Agatha Christie, pero esta vez se trata de la novelización de una de sus obras de teatro más conocida y de mayor éxito, "La telaraña".
Esta obra fue creada para el teatro, y la adaptación, al formato de novela tradicional, fue encargada a Charles Osborne en 2008.
Este escritor, periodista y crítico, fue el único autor al que la herencia de Agatha Christie permitió producir obras adaptadas en su nombre, y lo cierto es que tras leer esta adaptación entiendo el motivo, logró captar el estilo de la autora de forma brillante, algo que no ha sucedido con Sophie Hannah, encargada de tomar el relevo, creando nuevas investigaciones para el inimitable Poirot.
Esta obra teatral fue escrita en 1954 y adornada con un humor muy fino y elegante, creo que es la única obra cómica que escribió Agatha Christie.
Clarissa, la protagonista, a la que ya conocéis por la sinopsis, tiene tendencia a gastar bromas, motivo por el cual los que la rodean, también tienen tendencia a no creerla.
Cuando la joven descubre un cadáver en la casa, momentos antes de que su marido llegue con dos importantes invitados, la historia se le escapa de las manos.
Lo primero es convencer a sus amigos de que lo que cuenta es cierto y lo segundo, y no menos importante, deshacerse del cadáver.
Nos encontramos ante lo que se denomina como comedia de enredos o de situación, y os aseguró que la sonrisa está asegurada.
El desarrollo de la trama es complicado e ingenioso. Cada escena esconde una nueva vuelta de tuerca que complicará, más aún, la situación en la que se ven inmersos los protagonistas.
En esta obra teatral, al igual que sucedía en "La ratonera", no aparece ninguno de sus detectives fetiche, lo que sí encontraremos es la estructura que la hizo famosa: una mansión, un asesinato, y un montón de personajes, con motivos más que suficientes para haberlo cometido.
Clarissa, desde los primeros compases de esta historia, irá tejiendo a su alrededor una red de mentiras, red en la que al final, todos los personajes sin excepción, quedan atrapados.
Poco más puedo decir de una narración tan breve... si no habéis tenido la oportunidad de disfrutar de ninguna obra teatral de la excepcional autora, sin duda, esta es una de las mejores opciones, aunque se trate de una novelización, porque cuenta con notas de humor y suspense en la misma medida, y estoy segura de que no os defraudará.
Clarissa, la esposa de un diplomático del Foreign Office, es proclive a soñar despierta.
Suponiendo que un día encontrara un cadáver en la biblioteca, ¿qué haría?, se pregunta. Clarissa tiene la oportunidad de averiguarlo cuando un día descubre un cuerpo en la sala de su casa. Desesperada por deshacerse de él antes de que llegue su marido con un importante político extranjero, intenta convencer a sus tres invitados para que la ayuden y se conviertan así en sus cómplices. Cuando empieza a indagar en su entorno para descubrir al asesino, se ve sorprendida por la llegada de un inspector de policía que ha recibido una llamada anónima, y que necesita ser convencido de que allí no se ha cometido ningún asesinato...
Una brillante novelización de una de las obras teatrales de mayor éxito de Agatha Christie; una historia de desengaño y muerte que entusiasmará a los seguidores de la inolvidable autora.
Opinión:
Esta semana os traigo al blog otra reseña sobre la genial Agatha Christie, pero esta vez se trata de la novelización de una de sus obras de teatro más conocida y de mayor éxito, "La telaraña".
Esta obra fue creada para el teatro, y la adaptación, al formato de novela tradicional, fue encargada a Charles Osborne en 2008.
Este escritor, periodista y crítico, fue el único autor al que la herencia de Agatha Christie permitió producir obras adaptadas en su nombre, y lo cierto es que tras leer esta adaptación entiendo el motivo, logró captar el estilo de la autora de forma brillante, algo que no ha sucedido con Sophie Hannah, encargada de tomar el relevo, creando nuevas investigaciones para el inimitable Poirot.
Esta obra teatral fue escrita en 1954 y adornada con un humor muy fino y elegante, creo que es la única obra cómica que escribió Agatha Christie.
Clarissa, la protagonista, a la que ya conocéis por la sinopsis, tiene tendencia a gastar bromas, motivo por el cual los que la rodean, también tienen tendencia a no creerla.
Cuando la joven descubre un cadáver en la casa, momentos antes de que su marido llegue con dos importantes invitados, la historia se le escapa de las manos.
Lo primero es convencer a sus amigos de que lo que cuenta es cierto y lo segundo, y no menos importante, deshacerse del cadáver.
Nos encontramos ante lo que se denomina como comedia de enredos o de situación, y os aseguró que la sonrisa está asegurada.
El desarrollo de la trama es complicado e ingenioso. Cada escena esconde una nueva vuelta de tuerca que complicará, más aún, la situación en la que se ven inmersos los protagonistas.
En esta obra teatral, al igual que sucedía en "La ratonera", no aparece ninguno de sus detectives fetiche, lo que sí encontraremos es la estructura que la hizo famosa: una mansión, un asesinato, y un montón de personajes, con motivos más que suficientes para haberlo cometido.
Clarissa, desde los primeros compases de esta historia, irá tejiendo a su alrededor una red de mentiras, red en la que al final, todos los personajes sin excepción, quedan atrapados.
Poco más puedo decir de una narración tan breve... si no habéis tenido la oportunidad de disfrutar de ninguna obra teatral de la excepcional autora, sin duda, esta es una de las mejores opciones, aunque se trate de una novelización, porque cuenta con notas de humor y suspense en la misma medida, y estoy segura de que no os defraudará.
Etiquetas:
Agatha Christie,
Narrativa Clásica,
Novela enigma,
Novela Policíaca,
Relatos breves,
Teatro
martes, 27 de agosto de 2019
La señal de Maxime Chattam
Sinopsis:
El nuevo joven prodigio francés con siete millones de lectores en Francia, traducido a veinte idiomas.
«El heredero del King, primero en ventas y especialista en el thriller a la francesa.»
El escritor Tom Spencer, su mujer Olivia, famosa presentadora de televisión, y sus tres hijos huyen del estrés de Nueva York para instalarse en Mahingan Falls, un pueblo de Nueva Inglaterra, refugio de paz. O eso creían.
Poco a poco se suceden extraños incidentes: Zoey, el bebé de la familia, no para de llorar; los animales parecen enloquecer; hay desapariciones y muertes inexplicables; una bandada de murciélagos cubre el cielo y luego muere en masa; las llamadas telefónicas se interrumpen por gritos, y algo aterrador se percibe en el bosque.
El joven policía Ethan Cobb debe enfrentarse a esta situación sin precedentes, y el propio Tom le acompañará en la búsqueda escalofriante y frenética de la verdad.
Una intriga monumental, en páginas y ambición, que ha conquistado a los lectores y a la crítica.
Opinión:
Hace tan solo unas semanas, en la reseña de "Oculta en la sombra" de Vanessa Savage, os dije que era una historia que los críticos relacionaban con una obra de Stephen King, concretamente con "El resplandor"; luego tras leerla resultaba que cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia...
Pues bien, la novela de la que hoy os voy a hablar también carga desde el principio con la presión de que consideren al autor como heredero del estilo de King; el escritor de Maine debería andarse con pies de plomo, porque últimamente le están saliendo demasiados herederos...
Dicho esto, lo justo es decir que "La señal" es una buena novela, sin necesidad de que la relacionen o estar a la sombra de un gran autor.
Esta historia no solo tiene detalles que nos pueden recordar obras de King, sino que creo que es un homenaje a todo el género de terror, sin necesidad de mencionar a autores en concreto.
La trama sucede en Mahingan Falls, un pueblo de Nueva Inglaterra donde en apariencia, todo es paz y armonía; pero el idílico pueblecito esconde mucho más entre sus frondosos bosques.
A unos 20 km hacia el sur se encuentra la población de Salem, famosa por sus juicios de brujería en el siglo XVII, curiosamente la mayoría de las muchachas que fueron juzgadas allí procedían de Mahingan Falls, por entonces un villorio sin importancia. Ya tenemos, por lo tanto, el primer generador de intriga que actúa como pequeña pista de lo que va a suceder.
Pero la leyenda negra que ensombrece la historia de ese tranquilo pueblo no termina ahí, y según avancemos en las páginas de esta novela, comprobaremos que en sus comienzos, Mahingan Falls no fue ese remanso de paz que sus habitantes quieren vender.
Las casi setecientas páginas de este libro van a pasar ante nuestros ojos a un ritmo vertiginoso, y eso se debe a que cada capítulo esconde un sobresalto; ese detalle es algo que valoro, porque muy pocas han sido las narraciones que me han hecho sentir escalofríos constantes.
¿Cómo consigue Maxime Chattam beneficiarse de esa vulnerabilidad que crea en el lector? pues valiéndose de los personajes infantiles a los que hace, en apariencia, más débiles.
Los protagonistas principales van a ser un grupo de niños, y ellos serán los primeros, quizás por su mayor sensibilidad, en experimentar los aterradores incidentes.
Otro punto a favor es la ambientación que logra crear, valiéndose de referencias históricas y localizaciones, esos detalles están manejados con acierto, y todo en conjunto da como resultado una novela recomendable, perfecta para leer del tirón en verano.
No puedo olvidar mencionar que el ritmo narrativo no decae en ningún momento, es más... va en aumento hasta llegar al final.
El medio utilizado para conseguirlo son los cliffhangers. Maxime Chattam lleva a los personajes a situaciones extremas, y pausa en ese momento el relato, haciendo que saltemos hasta otra localización o a otro personaje, alcanzando una gran tensión psicológica.
Y ahora toca hablar de lo negativo... el final, quizás la nota discordante.
Aunque no deja ningún hilo abierto, esa forma de terminar no me llega a resultar del todo convincente.
El epílogo me da la sensación, comparándolo con el resto de la historia, de que es demasiado acelerado y la explicación de los acontecimientos desentona un poco con la complejidad que hemos visto en el nudo de la novela.
Creo que cuando nos hemos tragado seiscientas y pico páginas, entre introducción y desarrollo, veinte más no van a suponer un gran exceso, por lo tanto, mi opinión es que esa parte flojea un poco.
Otro detalle que me ha venido a la cabeza, tras dejar reposar este libro, es que hay muchos fragmentos, secuencias, que me hacen recordar otras obras del género de terror y/o películas, lo que ya mencionaba en el segundo párrafo de esta reseña... y aunque aparecen diseminadas a lo largo de la narración de forma muy equilibrada, eso puede ser a la larga algo negativo, porque esos retazos terminan restando originalidad y ensombrecen el resultado final, además de que inevitablemente nos llevan a comparar.
En definitiva...
La novela engancha; el suspense y los golpes de terror que impregnan cada uno de los capítulos convierten esta historia en interesante y a pesar de que ese final desentona un poco, toda en conjunto da lugar a una novela recomendable.
El nuevo joven prodigio francés con siete millones de lectores en Francia, traducido a veinte idiomas.
«El heredero del King, primero en ventas y especialista en el thriller a la francesa.»
El escritor Tom Spencer, su mujer Olivia, famosa presentadora de televisión, y sus tres hijos huyen del estrés de Nueva York para instalarse en Mahingan Falls, un pueblo de Nueva Inglaterra, refugio de paz. O eso creían.
Poco a poco se suceden extraños incidentes: Zoey, el bebé de la familia, no para de llorar; los animales parecen enloquecer; hay desapariciones y muertes inexplicables; una bandada de murciélagos cubre el cielo y luego muere en masa; las llamadas telefónicas se interrumpen por gritos, y algo aterrador se percibe en el bosque.
El joven policía Ethan Cobb debe enfrentarse a esta situación sin precedentes, y el propio Tom le acompañará en la búsqueda escalofriante y frenética de la verdad.
Una intriga monumental, en páginas y ambición, que ha conquistado a los lectores y a la crítica.
Opinión:
Hace tan solo unas semanas, en la reseña de "Oculta en la sombra" de Vanessa Savage, os dije que era una historia que los críticos relacionaban con una obra de Stephen King, concretamente con "El resplandor"; luego tras leerla resultaba que cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia...
Pues bien, la novela de la que hoy os voy a hablar también carga desde el principio con la presión de que consideren al autor como heredero del estilo de King; el escritor de Maine debería andarse con pies de plomo, porque últimamente le están saliendo demasiados herederos...
Dicho esto, lo justo es decir que "La señal" es una buena novela, sin necesidad de que la relacionen o estar a la sombra de un gran autor.
Esta historia no solo tiene detalles que nos pueden recordar obras de King, sino que creo que es un homenaje a todo el género de terror, sin necesidad de mencionar a autores en concreto.
La trama sucede en Mahingan Falls, un pueblo de Nueva Inglaterra donde en apariencia, todo es paz y armonía; pero el idílico pueblecito esconde mucho más entre sus frondosos bosques.
A unos 20 km hacia el sur se encuentra la población de Salem, famosa por sus juicios de brujería en el siglo XVII, curiosamente la mayoría de las muchachas que fueron juzgadas allí procedían de Mahingan Falls, por entonces un villorio sin importancia. Ya tenemos, por lo tanto, el primer generador de intriga que actúa como pequeña pista de lo que va a suceder.
Pero la leyenda negra que ensombrece la historia de ese tranquilo pueblo no termina ahí, y según avancemos en las páginas de esta novela, comprobaremos que en sus comienzos, Mahingan Falls no fue ese remanso de paz que sus habitantes quieren vender.
Las casi setecientas páginas de este libro van a pasar ante nuestros ojos a un ritmo vertiginoso, y eso se debe a que cada capítulo esconde un sobresalto; ese detalle es algo que valoro, porque muy pocas han sido las narraciones que me han hecho sentir escalofríos constantes.
¿Cómo consigue Maxime Chattam beneficiarse de esa vulnerabilidad que crea en el lector? pues valiéndose de los personajes infantiles a los que hace, en apariencia, más débiles.
Los protagonistas principales van a ser un grupo de niños, y ellos serán los primeros, quizás por su mayor sensibilidad, en experimentar los aterradores incidentes.
Otro punto a favor es la ambientación que logra crear, valiéndose de referencias históricas y localizaciones, esos detalles están manejados con acierto, y todo en conjunto da como resultado una novela recomendable, perfecta para leer del tirón en verano.
No puedo olvidar mencionar que el ritmo narrativo no decae en ningún momento, es más... va en aumento hasta llegar al final.
El medio utilizado para conseguirlo son los cliffhangers. Maxime Chattam lleva a los personajes a situaciones extremas, y pausa en ese momento el relato, haciendo que saltemos hasta otra localización o a otro personaje, alcanzando una gran tensión psicológica.
Y ahora toca hablar de lo negativo... el final, quizás la nota discordante.
Aunque no deja ningún hilo abierto, esa forma de terminar no me llega a resultar del todo convincente.
El epílogo me da la sensación, comparándolo con el resto de la historia, de que es demasiado acelerado y la explicación de los acontecimientos desentona un poco con la complejidad que hemos visto en el nudo de la novela.
Creo que cuando nos hemos tragado seiscientas y pico páginas, entre introducción y desarrollo, veinte más no van a suponer un gran exceso, por lo tanto, mi opinión es que esa parte flojea un poco.
Otro detalle que me ha venido a la cabeza, tras dejar reposar este libro, es que hay muchos fragmentos, secuencias, que me hacen recordar otras obras del género de terror y/o películas, lo que ya mencionaba en el segundo párrafo de esta reseña... y aunque aparecen diseminadas a lo largo de la narración de forma muy equilibrada, eso puede ser a la larga algo negativo, porque esos retazos terminan restando originalidad y ensombrecen el resultado final, además de que inevitablemente nos llevan a comparar.
En definitiva...
La novela engancha; el suspense y los golpes de terror que impregnan cada uno de los capítulos convierten esta historia en interesante y a pesar de que ese final desentona un poco, toda en conjunto da lugar a una novela recomendable.
martes, 20 de agosto de 2019
Viaje al centro de la tierra de Julio Verne
Sinopsis:
Aunque las novelas de Jules Verne (1828-1905) siempre han gozado del favor del gran público, el paso de los años y la valoración que entre tanto se ha venido haciendo de su obra han incrementado la magnitud de su figura.
Hoy en día, además de su talla indiscutible como autor de novelas de aventuras o de anticipación científica, se valora en igual o mayor grado la enorme riqueza poética, mitológica y simbólica que late en ellas.
Verdadero alarde de imaginación, "Viaje al centro de la Tierra" es el relato apasionante de la exploración de las entrañas de nuestro planeta que aborda el pequeño grupo que encabeza el profesor Lidenbrock.
Opinión:
Julio Verne está considerado no solo como un gran escritor, sino también como un gran visionario, alguien que se adelantó a su tiempo y supo plasmarlo con acierto en sus obras.
Sus historias nos han acompañado en la infancia y juventud; en esas tardes de verano interminables en que escapábamos de la siesta obligatoria y deteníamos nuestras pequeñas aventuras vacacionales, dejando volar nuestra imaginación, y sumergiéndonos en las aventuras más fantásticas, viajando desde el centro de la tierra a una isla misteriosa o surcando los cielos, llegando incluso, hasta la luna.
Podemos decir también, que Verne es el autor de cuya mano, muchos, nos hemos adentrado en el maravilloso mundo de la literatura; es junto a Agatha Christie el escritor más traducido en el mundo, y se le considera como uno de los padres de la ciencia ficción, ya que predijo con gran exactitud la aparición de muchos de los avances tecnológicos del siglo XX.
¿Que vamos a encontrar en esta novela escrita en 1864?
Hay un par de detalles que me han sorprendido de esta historia y en los que no me había fijado hasta esta relectura.
Verne siempre crea historias con pocos personajes y los convierte en el centro de la acción.
Todos siguen a un personaje central; son, quizás, personajes demasiado estereotipados que se reparten las funciones, y donde, como digo, se aprecia una jerarquía clara, también he visto que resalta la ausencia de protagonismo femenino.
La novela solo cuenta con tres personajes principales, y con ese número tan reducido, Verne no duda a la hora de restar protagonismo a dos de ellos.
Lógicamente, el narrador al ser un personaje acapara nuestra atención. Solo puede narrar lo que él ve y tal como él lo interpreta, con lo que nos enfrentamos a una narración subjetiva; si el personaje en cuestión que es Axel se separa del grupo principal, solo puede relatar lo qué él está viviendo en ese momento, y nos perdemos parte del desarrollo de la acción.
Otro detalle interesante, en el análisis de este narrador personaje, es el fino sentido del humor con el que está dotado.
También me ha sorprendido que no silencia nada; no duda en mostrarnos sus flaquezas, al igual que tampoco prescinde de hacer un perfil detallado de sus compañeros de viaje.
Su narración es el relato de esta aventura, eso ya lo sabemos, pero al llegar a un momento en concreto, su narración varía y se convierte en un diario de abordo, más escueto, para más adelante volver a retomar el modo de relato inicial.
Verne vivió el boom de los viajes de exploración; Los polos, la búsqueda de las fuentes del Nilo, las grandes expediciones al Kilimanjaro, despertaron no solo el interés de los exploradores, sino que también estimularon su incansable imaginación.
Las novelas de este autor, como ya he dicho al comienzo, son una joya para iniciar a los más pequeños de la casa en la lectura. Puede que a ellos, una historia sin ordenadores ni teléfonos móviles, les parezca algo anticuado, pero solo por la prosa, por el derroche de imaginación o por haberse adelantado cien años a algunos de los descubrimientos tecnológicos con los que hoy en día contamos, ya sea bastante incentivo para animarles a conocer la gran obra de este genio.
"Viaje al centro de la tierra" no es la mejor de sus obras, pero sí quizás una de las más conocidas y la que más veces ha sido llevada al cine.
Ha habido grandes adaptaciones cinematográficas de ella, pero creo que ninguna hace honor a la historia en papel.
Puede que cuenten con grandes efectos especiales, pero ese efecto visual es totalmente prescindible, ya que Verne sin necesidad de ellos, empujó las fronteras de la imaginación y nos preparó para lo que vendría después...
Aunque las novelas de Jules Verne (1828-1905) siempre han gozado del favor del gran público, el paso de los años y la valoración que entre tanto se ha venido haciendo de su obra han incrementado la magnitud de su figura.
Hoy en día, además de su talla indiscutible como autor de novelas de aventuras o de anticipación científica, se valora en igual o mayor grado la enorme riqueza poética, mitológica y simbólica que late en ellas.
Verdadero alarde de imaginación, "Viaje al centro de la Tierra" es el relato apasionante de la exploración de las entrañas de nuestro planeta que aborda el pequeño grupo que encabeza el profesor Lidenbrock.
Opinión:
Julio Verne está considerado no solo como un gran escritor, sino también como un gran visionario, alguien que se adelantó a su tiempo y supo plasmarlo con acierto en sus obras.
Sus historias nos han acompañado en la infancia y juventud; en esas tardes de verano interminables en que escapábamos de la siesta obligatoria y deteníamos nuestras pequeñas aventuras vacacionales, dejando volar nuestra imaginación, y sumergiéndonos en las aventuras más fantásticas, viajando desde el centro de la tierra a una isla misteriosa o surcando los cielos, llegando incluso, hasta la luna.
Podemos decir también, que Verne es el autor de cuya mano, muchos, nos hemos adentrado en el maravilloso mundo de la literatura; es junto a Agatha Christie el escritor más traducido en el mundo, y se le considera como uno de los padres de la ciencia ficción, ya que predijo con gran exactitud la aparición de muchos de los avances tecnológicos del siglo XX.
¿Que vamos a encontrar en esta novela escrita en 1864?
Pues, básicamente, aventuras que nos alejarán del aburrimiento y que nos hacen retroceder a esa infancia ya mencionada, en un estado de evocación y nostalgia.
Quizás ahora de adultos, las situaciones a las que somete Verne a los personajes, pueden parecernos que no son tan emocionantes como a los lectores del siglo XIX, pero debemos afrontar la lectura, intentando meternos en su mentalidad.
Si nos centramos únicamente en el argumento, sabemos que los personajes descubren un manuscrito donde se revela como llegar al centro de la tierra, y rápidamente se ponen en camino. Esa es básicamente la premisa sobre la que se construye la novela, pero hay bastante más, supongo que no os conformaréis solo con eso...
La prosa de Verne es ligera, rehuye de descripciones recargadas, y en cambio aporta a la narración toques fantásticos mezclados con intriga, ya que empuja a sus protagonistas a situaciones extremas.
La llegada al mundo subterráneo es, sin duda, la mejor parte...
Resulta la más detallada, y en ella comprobamos la gran imaginación del autor, ya que nos introduce en un mundo paralelo con una narración de intensa carga emocional.
La parte anterior, pues quizás es la más aburrida, la que comprende el descenso, algo lógico, ya que los lectores lo que queremos conocer es cómo será ese centro de la tierra.
El tema central con ese viaje fantástico de por medio, profundiza en el afán de conocer, de descubrir y pisar nuevas tierras, quizás también podemos vislumbrar una fe ciega en el progreso.
Verne posó su mirada en el horizonte, alejándola de la visión limitada que tenían sus coetáneos, no hay que olvidar que la era de los descubrimientos ya había tocado a su fin, el globo se había circunnavegado y la conquista de los polos representaba la última gran empresa expedicionaria de nuestro planeta. Como digo el miró más lejos y acercó mundos imposibles, por el momento, a las gentes decimonónicas.
Hay un par de detalles que me han sorprendido de esta historia y en los que no me había fijado hasta esta relectura.
Verne siempre crea historias con pocos personajes y los convierte en el centro de la acción.
Todos siguen a un personaje central; son, quizás, personajes demasiado estereotipados que se reparten las funciones, y donde, como digo, se aprecia una jerarquía clara, también he visto que resalta la ausencia de protagonismo femenino.
La novela solo cuenta con tres personajes principales, y con ese número tan reducido, Verne no duda a la hora de restar protagonismo a dos de ellos.
Lógicamente, el narrador al ser un personaje acapara nuestra atención. Solo puede narrar lo que él ve y tal como él lo interpreta, con lo que nos enfrentamos a una narración subjetiva; si el personaje en cuestión que es Axel se separa del grupo principal, solo puede relatar lo qué él está viviendo en ese momento, y nos perdemos parte del desarrollo de la acción.
Otro detalle interesante, en el análisis de este narrador personaje, es el fino sentido del humor con el que está dotado.
También me ha sorprendido que no silencia nada; no duda en mostrarnos sus flaquezas, al igual que tampoco prescinde de hacer un perfil detallado de sus compañeros de viaje.
Su narración es el relato de esta aventura, eso ya lo sabemos, pero al llegar a un momento en concreto, su narración varía y se convierte en un diario de abordo, más escueto, para más adelante volver a retomar el modo de relato inicial.
Los otros dos personajes principales de los que me queda hablar son el profesor Lindenbrock y Hans, el guía.
Lindenbrock es un viejo profesor más terco que una mula, eso sí, cabe resaltar en él también su gran intelecto.
El mejor personaje para mi gusto es sin duda Hans, y sorprende que es el que cuenta con menor protagonismo.
Parece prácticamente una sombra, sigue las órdenes del profesor, y asume el papel de guía en silencio; un personaje secundario cuyas acciones, en cambio, resultan determinantes para que el viaje llegué a buen puerto. Sin él, el centro de la tierra sería una misión imposible.
Y con esto concluyo...
Las novelas de este autor, como ya he dicho al comienzo, son una joya para iniciar a los más pequeños de la casa en la lectura. Puede que a ellos, una historia sin ordenadores ni teléfonos móviles, les parezca algo anticuado, pero solo por la prosa, por el derroche de imaginación o por haberse adelantado cien años a algunos de los descubrimientos tecnológicos con los que hoy en día contamos, ya sea bastante incentivo para animarles a conocer la gran obra de este genio.
"Viaje al centro de la tierra" no es la mejor de sus obras, pero sí quizás una de las más conocidas y la que más veces ha sido llevada al cine.
Ha habido grandes adaptaciones cinematográficas de ella, pero creo que ninguna hace honor a la historia en papel.
Puede que cuenten con grandes efectos especiales, pero ese efecto visual es totalmente prescindible, ya que Verne sin necesidad de ellos, empujó las fronteras de la imaginación y nos preparó para lo que vendría después...
Etiquetas:
Ciencia Ficción,
Julio Verne,
Juvenil,
Narrativa Clásica
Suscribirse a:
Entradas (Atom)