El desenfrenado ingenio de Gordon, así como su arrollador afán justiciero, convierten su día a día en un continuo disparate que supera todos los límites cuando decide irse de vacaciones. Lo que puede suceder cuando Gordon está cerca es imprevisible, tanto en el trabajo como en un aeropuerto, en la playa y, por supuesto, en una discoteca.
Diario de Gordon produce una mezcla de asombro y diversión que mantendrá en vilo a todo lector que se aventure en esta comedia trepidante.
La comedia, como género literario, de vez en cuando proporciona novelas que atrapan a todo tipo de lectores, como ocurrió con los libros de Wilt, el personaje de Tom Sharpe, o más recientemente con El abuelo que saltó por la ventana y se largó.También es excepcional el caso del Diario de Gordon la comedia que consiguió imponerse a novelas de todos los géneros para alzarse con el Premio de Novela Francisco Umbral.
Opinión:
Cuando Marcos Chicot se puso en contacto conmigo para ofrecerme su nueva obra, la verdad, es que me sorprendió bastante.
Había cambiado totalmente de registro.
Debo aclarar, que no es una novela escrita recientemente, más bien, es una obra rescatada del baúl de los libros olvidados y lejos del género al que nos tiene acostumbrado, el Thriller.
Con La hermandad (Finalista del Premio Planeta y el Ebook en español más vendido del mundo en 2013) y después, con El asesinato de Pitágoras, se hizo un hueco en nuestra literatura.
Ahora nos llega de su pluma, El diario de Gordon, dondese aventura en el género de la comedia.
La verdad es que ni me lo pensé y al momento respondí que sí, que me interesaba. No quería mantenerme al margen de lo que se preveía que sería, una nueva y emocionante aventura.
Cuando abordamos una lectura, cada uno lo hacemos desde una perspectiva. Punto de vista que depende de muchos factores y puede variar según la etapa en la que nos encontramos. Prejuicios, frustraciones, experiencias, estado de ánimo... Lo que quiero decir, es que con una novela que tiene por protagonista a un personaje tan especial, habrá disparidad de opiniones, y me parece que Marcos Chicot ha demostrado ser muy valiente. Porque hay que reconocer, que a Gordon, o se le adora o se le odia.
Es de esos personajes que te hacen sentir como si estuviese sobre una montaña rusa. En un momento te arranca carcajadas y un instante después, deseas que te trague la tierra por el sentimiento de vergüenza ajena que te invade.
El personaje de Gordon va evolucionando desde las primeras páginas.
Al comienzo nos engaña.
Parece un personaje al que todo el mundo adora y termina siendo un buscabroncas constante y rastrero. A todo esto habría que añadir, que su comportamiento cuando está bebido se agrava exponencialmente.
Es un narcisista que desde que pone el pie fuera de la cama, no levanta cabeza y va una detrás de otra, estrellándose en todas las situaciones que intenta afrontar.
Desde el comienzo me resultó amena la lectura y sobre todo, me intrigaba saber, como saldría de esos trances a los que por narices, tendría que enfrentarse. Los lectores lógicamente, optaríamos por salir del paso de las mismas tesituras, empleando la cabeza.
Tiene un sentido innato para complicar las cosas. Eso es un punto a favor de esta obra. Sus reacciones son tan disparatadas que nos alientan a seguir leyendo.
Hay que decir, que la caracterización del personaje, no tiene desperdicio, pero esto lo dejo para animaros a leer el libro. Lo que sí os diré es que Gordon es una mezcla de Torrente, Mister Bing y Benny Hill.
Esta obra rescatada que ahora ve la luz, no es ni mejor, ni peor que las anteriores.
Es totalmente distinta.
Una comedia cargada de ironía con un personaje grotesco, esperpéntico, absurdo y siempre con un sentido superdesarrollado de la revancha, sin olvidar que siente una adicción irrefrenable por la mortadela. Me vienen a la cabeza muchísimas más descripciones sobre su comportamiento, porque en este caso no son descalificaciones, simplemente es que el personaje se las trae.
Ahora voy a hablaros sobre el narrador.
Al principio de la lectura, parece que la narración nos llega desde un narrador externo que ha sido cautivado por el aspecto y distinción de nuestro extraño protagonista. Chicot logra crear confusión. Este narrador es totalmente subjetivo, ha caído sin remedio bajo el influjo de Gordon. Pero claro, miramos la cubierta y descubrimos que como bien se indica en el título, es el diario de Gordon, por lo tanto no os dejéis engañar por este embaucador.
El narrador es él.
Gordon ha querido plasmar en ese diario sus recuerdos para que sirvan de ayuda al resto de los mortales. Un detalle muy de agradecer, porque realmente sin él, el mundo estaría perdido.
Un bitácora que abarca, concretamente 20 días y donde veremos como él tiene una manera especial de contemplar el mundo. Por suerte, nosotros estamos fuera del alcance de ese influjo y podemos ver las cosas del color que realmente son.
La escritura de Chicot es otro punto a favor.
Hace uso de un lenguaje muy cuidado, un estilo que le caracteriza, pero esta vez contrasta con el ritmo ágil que alcanzan los diálogos.
Chicot se ha centrado en el personaje y la trama pasa a un segundo término. Lo importante de este libro es el comportamiento de Gordon, como entra, reacciona y sale de las situaciones.
Yo personalmente, considero que una novela es buena cuando logra sembrar intriga o despertar sentimientos en el lector, y esta, aunque no sea un Thriller ni novela de intriga, logra crear inquietud en nosotros.
Nos preguntamos...
¿Qué más puede pasarle a Gordon? ¿Cual será su siguiente ocurrencia?
Y es que nuestro absurdo personaje, no ha salido de un lance y ya se está metiendo en otro. También logra despertar nuestros instintos más oscuros... porque en más de una ocasión he deseado matarle.
Un libro que nos hace situarnos en la piel de Gordon y al mismo tiempo en la piel de los pobres incautos que se van cruzando con él.
Por haceros una breve descripción de como ve él el mundo os diré; que los niños son seres insoportables; los adolescentes todos sin excepción, unos drogadictos; las mujeres están todas locamente enamoradas de él y las que no lo están o son mujeres de moral distraída o lesbianas; sus vecinas unas cotillas y sus compañeros de trabajo unos ineptos.
Cada vez que alguien osa enfrentarse a él, Gordon crea un plan para impartir, lo que él considera justicia. Para nosotros sobra decir, que las situaciones son totalmente surrealistas.
Solo me queda recordaros que Marcos Chicot dona el 10% de todo lo que obtiene con sus obras a ONGs que ayudan a personas discapacitadas.
Espero que os animéis con esta nueva novela...