miércoles, 26 de octubre de 2016

La muerte abrió la leyenda de Alejandro M. Gallo

Sinopsis:

Durante la primavera de 1972, el joven subinspector de Policía Gorgonio Llaneza se incorpora a su primer destino, la Brigada de Investigación Criminal de Castellón de la Plana, dominada por los agentes de la temida Brigada Político-Social. 
Su primer caso es un mero trámite, certificar el fallecimiento de un ingeniero chileno en un accidente de tráfico ocurrido en Sueca, a treinta kilómetros de Valencia. Pero cuando Gorgonio llega al lugar del siniestro todo se complica: en la guantera del vehículo accidentado descubre que la víctima posee una doble identidad. Es también Amado Granell, natural de la localidad castellonense de Burriana y héroe de Francia, que le nombró oficial de la Legión de Honor por haber liberado París de la ocupación nazi. 
A partir de ese momento la investigación policial intenta arrojar luz, luchando contra una oscura red de intereses que pretende encubrir un más que probable asesinato.

Opinión:

Ajandro M. Gallo, fue uno de los cuatro ganadores del Certamen Literario "Letras del Mediterráneo", convocado por la Diputación de Castellón para novelas ambientadas en la provincia.

En esta novela, Alejandro nos presenta el primer caso del comisario Gorgonio Llaneza. Una novela negra muy amena, basada en un hecho real poco conocido que sucedió cuando el régimen franquista daba sus últimos coletazos.
Amado Granell muere en un accidente de tráfico y nuestro protagonista es enviado para rellenar el informe del atestado.
Gorgonio, un joven subinspector de policía que destaca por su gran habilidad, descubre ciertas irregularidades en el accidente que le llevan a iniciar una investigación por su cuenta, al margen de sus superiores.


Gorgonio descubrirá una elaborada conspiración que se extiende más allá de nuestras fronteras y que arranca en la toma de París por los aliados en la II Guerra Mundial.

Amado Granell, fue uno de los oficiales republicanos que comandó la liberación de París bajo el mando de Leclerc. Su unidad fue la primera en entrar en París el día de la liberación y lógicamente ese hecho histórico, que la liberación fuese hecha a manos de españoles republicanos, no sentó muy bien ni a los militares franceses ni por supuesto, al régimen franquista, que se encargó de ocultar dichos acontecimientos.

Gorgonio es invitado a una pequeña emisora de radio desde donde nos relatará como fue su primer caso.
El autor hace uso de varios raccontos bastante extensos para hacernos retroceder hasta 1972, donde su narración destacará entre otros, no solo por los hechos narrados, sino también, por el excelente sentido del humor con el que adorna este complicado caso.

La novela forma parte de una saga donde el comisario será el protagonista. Éste, al ser su primer caso, lógicamente se convierte en la precuela de toda la saga.
La obra destaca, además de por su sencillez, por la extraordinaria capacidad del autor para engancharnos en un apasionante y en momentos escalofriante relato policial.
Pese a su brevedad, ya que la novela solo tiene 256 páginas, el autor no se ha dejado ningún tema importante en el tintero. De esa forma, los que no lo vivimos, podremos ser testigos de las técnicas poco ortodoxas de las que hacia uso la Brigada de Investigación Político-Social; quizás para mí, la parte más impactante de toda la novela.
Y también, ¿cómo no? habrá momentos destinados a la resistencia antifranquista. A esas imprentas clandestinas desde las que se intentaba hacer oposición al régimen.

Gorgonio por su parte, es un personaje muy completo y que si evoluciona de la forma que espero en el resto de entregas de esta serie, llegará a convertirse en un protagonista redondo.

Creo que éste libro tiene lo fundamental para gustar a los lectores.
Entremezcla de forma correcta y en las dosis adecuadas, novela negra y memoria histórica, sin olvidar las tan necesarias dosis de humor para tratar sobre un tema tan espinoso como fue la política llevada a cabo en el tardo franquismo.
Como último apunte, solo me queda destacar la cuidada edición de la editorial Reino de Cordelia.



miércoles, 19 de octubre de 2016

Rebeca de Daphne du Maurier

Sinopsis:

"Anoche soñé que volvía a Manderley..."

Nadie que conozca la película basada en esta novela podrá olvidar la voz en off que recita la frase inicial de la obra más lograda de Daphe du Maurier: REBECA.
Así comienzan los recuerdos de la segunda señora de De Winter, que la transportan de nuevo a la aislada y gris mansión situada en la húmeda y ventosa costa de Cornish.
Con un marido al que apenas conoce, la joven esposa llega a este inmenso predio para ser inexorablemente ahogada por la fantasmal presencia de la primera señora Winter.

Opinión:

Esta novela de la que hoy os hablo y que fue escrita  por la famosa novelista inglesa Daphne du Maurier en 1938, está considerada como una de las mejores novelas policíacas. Por ese motivo, cuando desde el blog de Juan Carlos se me invitó a participar en el reto de Libros encadenados, vi la oportunidad perfecta para releer esta historia y de paso, aportar un nuevo libro a la pestaña de El rincón de los clásicos.

La forma de narrar tan completa y detallada, con un ritmo pausado y cadencioso, sumado a ese comienzo elegido que nos da la bienvenida a sus páginas y al suspense que se esconde tras ellas, creo que forman un pequeño conjunto de elementos que son los que le dan la nota brillante a esta novela.

"Anoche soñé que había vuelto a Manderley. Me encontraba ante la verja del parque, pero durante algunos momentos no pude entrar. La puerta estaba cerrada con candado y cadena. Llamé en sueños al guarda, pero nadie me contestó, y cuando miré detenidamente a través de los barrotes mohosos de la verja, vi que la caseta estaba abandonada".


La novela está narrada en primera persona por la segunda mujer de Maximilian de Winter, desde un presente que intenta parecer feliz pero donde pesan demasiado los acontecimientos del pasado.
La nueva Sra. de Winter, nos hace retroceder en el tiempo para empezar a narrar la historia desde el momento en que conoce a Maxim.
Y con esto llega el primer aporte de misterio. En ningún momento de la obra se menciona el nombre de la joven... pero de esto ya hablaremos un poquito más abajo, porque antes quiero que conozcáis a los dos personajes que acapararán toda nuestra atención,

En esta historia existen dos protagonistas omnipresentes, que se encargan de marcar los pasos de todos los personajes y de sus acciones.
Uno, como bien indica el título es Rebeca. Un personaje que no aparece físicamente, pero cuya presencia parece acechar en todas las esquinas, como un fantasma, calando profundamente, acaparando todas las atenciones y eclipsando con su sola presencia.
El otro personaje ubicuo, es la mansión, Manderley.
Aquí es donde el lector cae rendido ante la prosa tan descriptiva que emplea Daphne du Maurier. Consigue crear una atmósfera arrebatadora.
La gran mansión, construida sobre una hondonada y rodeada de una enorme pradera, aparece como por arte de magia ante nosotros, imponente, envuelta en brumas y flanqueada por bosques, con el mar como tapiz al fondo. Un espectáculo sobrecogededor... porque en esta historia, los escenarios poseen una fuerza sobrenatural que también se plasma en el argumento.
El interior, con sus habitaciones, la amplia escalinata de la entrada, el eco de las pisadas por los corredores, son elementos que crean el ambiente necesario para aportar más intriga al argumento.


Quizás el comienzo de la lectura, puede parecer algo lento para algunos lectores, pero tan solo son 30 páginas que se leen en un suspiro y que nos invitan a conocer un poco como serán los personajes.
Y ahora sí, ha llegado el momento de hablar de los personajes. pero no de todos.
Curiosamente, los personajes femeninos son los que consiguen cautivar e hipnotizar al lector. Todo el peso de la trama recae sobre ellos y de forma brillante salen airosos del encargo. Por ese motivo no voy a entrar en detalles sobre los personajes masculinos.

La nueva esposa, hay que reconocer que no está a la altura y no solo porque ella lo repita de forma constante.
El personaje sufre una ligera evolución, pero no experimenta un cambio lo suficientemente pronunciado para que me haya convencido. No he logrado conectar con ella.
En ocasiones tiene un comportamiento y unas reacciones infantiles que llegan a rozar el absurdo. No me gustan los personajes de este tipo, tan lastimosos que se pasan la vida justificándose y justificando a terceros, que sin llegar a considerarse el centro del mundo, piensan que todos andan pendientes de sus acciones para juzgar u opinar después sobre ellos. Me parecen algo paranoicos y al final ven fantasmas donde realmente no los hay.

La duda sobre la extraña muerte de Rebeca empieza a planear por su cabeza, a obsesionarla y los celos aparecen en un personaje que como ella misma se define, y como nosotros podremos observar a lo largo de toda la novela, es débil, insegura, impresionable e inmadura.
La falta de nombre que he mencionado con anterioridad, es significativa y acrecienta lo insustancial del personaje. Solo sabemos lo que dice Maxim al respecto:

"Tiene un nombre poco corriente y encantador..."

En algunas culturas se cree que los nombre no sirven únicamente para llamarnos, sino que contienen la esencia misma de la persona. No vamos a exagerar hasta tal punto, pero el quitarle ese derecho a este personaje hace que aparezca ante nosotros como un ser insignificante, totalmente manejable frente al gran personaje de Rebeca, a la que se le da mayor importancia o relevancia y que domina totalmente el argumento.
Lo mejor es ver la lucha de esta joven contra el fantasma inexistente de Rebeca,

Rebeca o más bien su sombra permanece de forma constante en la mansión, de ello se encarga la Sra. Danvers, el ama de llaves. Un personaje extraño, escalofriante, que sentía una adoración enfermiza por Rebeca y que ha terminado convirtiéndose en obsesión. Sin duda el personaje redondo de esta novela.
Y esto me lleva a otro punto importante que puede llevarme a "justificar" el comportamiento infantil del que acuso a la joven Sra. de Winter.
La diferencia social y/o cultural creo que es el causante de crear, ese gran contraste que existe entre todos los personajes femeninos.
La Sra. Danvers, como ama de llaves, es una mujer instruida; Rebeca y su cuñada Beatriz pertenecen a la clase alta, más liberal y la única que no encaja en ese mundo, al que ha llegado de rebote, es la nueva esposa. Como podéis apreciar, quizá su forma de actuar, tímida en ocasiones e incluso demasiado servil y asustadizo en otras, se deba precisamente a su status social y/o a la educación recibida.

Como podéis observar, Maximilian de Winter y el resto de personajes masculinos, son meramente secundarios. Personajes ambientales que sirven de adorno para la excelente trama.

Al principio de esta reseña os hablaba de que el comienzo era magnifico, y ahora ha llegado el momento de hablar del final.
La opción elegida para terminar esta novela está totalmente a la altura. Cargada de silencios deja al lector completamente intrigado, nos invita a imaginar o más bien a elucubrar sobre el futuro de los personajes y sobre todo de Manderley.

Curiosidades...
La obra de Daphne du Maurier, en general, ha sido una fuente de constante inspiración y creatividad en muchos aspectos.

  • Los cineastas se rifaban sus obras para llevarlas al cine, entre ellos y por poner un ejemplo, estaba Alfred Hitchcock, que hizo las adaptaciones cinematográficas de varias de sus obras, no solo de Rebeca, también de La posada de Jamaica y de la archiconocida, Los pájaros
  • De la misma forma, han sido publicados varios libros que dan continuidad a esta historia de Rebeca. Unos escritos con mayor acierto que otros, como La Sra de Winter de Susan Hill, que reseñaré en breve.
  • Según el Diccionario de la Real Academia Española; en castellano, se denomina rebeca al tipo de chaqueta que curiosamente llevaba la protagonista de la película, Joan Fontaine.
  • Y en Psicología, se conoce como El síndrome de Rebeca, a los celos patológicos hacia la ex-pareja de la pareja, cuando son sin fundamento y llegan a afectar al comportamiento normal de quien los sufre.