jueves, 22 de septiembre de 2016

Controlaré tus sueños de John Verdon

Controlaré tus sueños (Dave Gurney 05)
Sinopsis:

Cuatro personas que viven en partes diferentes del país, y a primera vista con muy poco en común, explican que han tenido el mismo sueño: una pesadilla aterradora en la que aparece una daga ensangrentada con la cabeza de un lobo en la empuñadura. Los cuatro hombres son posteriormente hallados con cortes en las muñecas –presuntos suicidios– y el arma que se utilizó en todos los casos fue una daga con la cabeza de un lobo. La policía enseguida se centra en Richard Hammond, un controvertido psicólogo que lleva a cabo sesiones de hipnoterapia en el Wolf Lake Lodge, un viejo y espeluznante hotel de las Adirondack. Al parecer, todas las víctimas habían ido allí para ver a Hammond poco antes de morir. Gurney, inquieto por extrañas incongruencias en el enfoque oficial del caso, empieza su propia investigación, una investigación que lo pone en el punto de mira no solo de un asesino despiadado y de la policía local, sino también del rincón más oscuro del gobierno federal. Los enemigos de Gurney, tan implacables como la tormenta que lo atrapa en el misterioso lago del Lobo, están dispuestos a todo para impedir que descubra la verdad, incluso a un ataque feroz a la salud mental de su querida esposa Madeleine. Gurney, con sus recursos emocionales tensados hasta el límite, debe lanzarse sin reserva a un letal duelo de ingenio con el oponente más frío y aterrador con el que jamás se ha enfrentado.

Opinión:  Controlaré tus sueños (Dave Gurney 05)

Introducción.
Los que me seguís con asiduidad ya conocéis la extraña relación, más que ambigua, que mantengo con John Verdon.
Hay muchas cosas que me gustan de su forma de escribir, pero las que no me gustan tanto parece que terminan ganando terreno siempre.
Lo más negativo y que ya he mencionado, son los altibajos que sufre la serie, por lo tanto, no me voy a repetir más...
Creo que esta vez, sería justo, centrarme en lo que más destaco de él, en lo que destaca de sus obras y que también puede aplicarse a esta novela, el control absoluto que ejerce sobre nosotros, sobre nuestras mentes.
Actúa como el más perfecto de los ilusionistas, crea unos argumentos complejos, que siempre terminan engañándonos y los desarrolla con ingenio.
Lanza su tela de araña, pulcramente tejida, y nosotros "pobres ilusos", terminamos enredados en ella. Luego, esos hechos de difícil o imposible explicación sobre los que teje la trama, terminan dados la vuelta y ofreciéndonos una solución más que sencilla, y que por supuesto, siempre ha estado ante nuestros ojos. 

Y este último párrafo me recuerda a algo que leí hace unos días. No es que tenga mucha relación, pero sí hace referencia a lo citado: Sucesos de difícil o imposible explicación que luego tienen una solución simple...
Permitidme para este breve inciso que me ponga en Modo Irónico,
Y es que nosotros, los españoles, también contamos con excelentes narradores, aunque ellos aún no lo saben...
Ya sabéis que el subsconsciente muchas veces nos juega malas pasadas, y esta semana es lo que le ha ocurrido a algún redactor de por aquí. Ese pequeño lapsus, que todos podemos sufrir en algún momento, le llevó a convertir el relato de una crónica negra en lo más parecido a un capítulo de Walking Dead... y si no me creéis, atentos, esto salía publicado en un periódico de considerable tirada"


Como digo los argumentos de Verdon, esos hechos imposibles terminan con una solución lógica, ya veremos como acaba lo nuestro... Espero que esto no sea un anuncio del resurgir de los muertos vivientes...
Modo ironic Off.

Y bien, tras esto continuemos con la realidad.

La novela.
En la última entrega, No confíes en Peter Pan, os dije que me había sorprendido por la baja calidad de la novela. Me encontré a un Verdon menor.
No podía creerme que me hallase ante una historia escrita por él, cuando ni él mismo parecía encontrar lógica a lo que estaba relatando. Por ese motivo le di una nota de castigo, la más baja, creo que no estaba a la altura del resto de la saga.
Finalmente esa historia, en el tramo final, levantaba cabeza, pero a escasas cien páginas del final.

Ahora bien, creo que John Verdon, ha solucionado en esta nueva entrega lo anteriormente citado.
Se ha reinventado.
Ha conseguido la más entretenida e impactante de todas las novelas que forman la saga hasta el momento y no solo eso, la intriga y la tensión van en aumento a lo largo de toda la historia.

Nos encontramos con un Dave Gurney que aun intenta adaptarse a la tranquila y perfecta vida en el campo que su mujer ha diseñado para ambos. Gurney pasa los días intentando alejarse del aburrimiento cuando un nuevo caso llega a sus manos.
Desde el comienzo el autor, va al grano, no se demora demasiado y tras un corto capítulo se lanza de lleno a la investigación.
Nos propone hacer una corta visita a un paraje idílico, con su hotelito junto a un lago solitario en las montañas de Adirondack.


El viaje propuesto, tiene algunos detallitos en letra pequeña, algo insignificante que el precioso entorno nos impulsa a obviar... Pleno mes de diciembre, carreteras solitarias heladas o cubiertas de nieve que ascienden por la montaña y una gran tormenta acechando.
¿He dicho gran tormenta? Perdón, quería decir...
 ¡LA MADRE DE TODAS LAS TORMENTAS!



Es decir, Verdon nos invita a acompañarle, a pasar un par de días en un hotel que es lo más parecido al del Resplandor de Stephen King. Un escenario que consigue transmitir ansiedad desde los primeros compases.

La empinada ladera nevada del pico Cementerio formaba el lado oeste del lago del Lobo. En el extremo septentrional de este, a la larga sombra del Colmillo del Diablo, se alzaba el antiguo Great Camp de las Adirondack, conocido en la actualidad como Wolf Lale Lodge.” 

Los seguidores de estos libros, ya sabéis, que en ellos, los argumentos tienen tanto peso como los diálogos de los personajes, ya que aportan dinamismo a la trama. En este caso, el argumento puede recordarnos en algunos momentos, a Sé lo que estás pensando, ya que parte de un hecho totalmente improbable. Cuatro hombres se suicidan tras sufrir la misma pesadilla...
El ritmo es bastante ágil, impulsado por los descubrimientos de la investigación y en esta ocasión relata muy bien la tensión no solo del argumento, sino también la que se genera en el matrimonio. Nos encontramos  esta vez ante una historia que se mueve entre el género del thriller y el drama ligero de los personajes

Pequeñas diferencias con las anteriores novelas.

Para narrarnos acontecimientos anteriores a que Gurney entre en el caso, se incorporan pequeños fragmentos textuales que corresponden a grabaciones, filmaciones, informes o pequeños artículos de prensa en relación con la investigación.
También el personaje de Madeleine sufre un pequeño cambio.Al comienzo el personaje sigue siendo igual de insoportable. Pero tras llegar al hotel su comportamiento salta de parecernos absurdo a excéntrico y no se detiene ahí, porque va en aumento. Ese comportamiento beneficia bastante a la trama.
Hasta el momento, nuestra atención se ha centrado en un único hilo argumental. Todos los personajes se mueven alrededor de los suicidios y la trama avanza. Pero el comportamiento de Madeleine, esos cambios extraños que experimenta, hacen que nuestra atención se divida y surge una nueva historia alrededor de ella. Un pasado que hasta ahora desconocíamos.

Para terminar decir que no entiendo muy bien porqué se ha optado por cambiar el título original "Beware of the wolf" literalmente Cuidado con el lobo, por Controlaré tus sueños... creo que ambos son igualmente sugerentes a diferencia de que el original hace más justicia al argumento.

Podéis leer el resto de reseñas pertenecientes a la saga, pinchando en la pestaña superior de "Sagas", o accediendo a través del autor.



lunes, 19 de septiembre de 2016

En auto a través de los continentes (1927-1929) de Clärenore Stinnes

Sinopsis:

En junio de 1929 regresaba a Berlín Clärenore Stinnes, la primera mujer en dar la vuelta al mundo en automóvil. Tras dos años de una aventura sin precedentes, había recorrido el planeta a bordo de un Adler y acompañada del camarógrafo y fotógrafo Carl-Axel Söderström. Lo hizo sin GPS, aire acondicionado, amortiguación, dirección asistida, ni ninguno de los adelantos de hoy, seguida de un vehículo de escolta con dos mecánicos, suministros y herramientas. El libro escrito por Clärenore Im durch Auto zwei Welten narrando aquella hazaña, fue un éxito de ventas. El público quedó conmocionado con las situaciones que tuvieron que afrontar.


Opinión:

Clärenore Stinnes nació el 21 de enero de 1901 y era hija del propietario de una importante fabrica de automóviles. Nada más empezar nos encontramos con un breve relato que nos traslada a su infancia y nos muestra un poco cuales eran sus inquietudes.

“Hasta donde yo puedo recordar, siempre sentí una profunda atracción por la aventura. Por más que mi madre intentara despertar en mí la tendencia a las actividades que se consideraban propias de la mujer, yo demostraba siempre otras aficiones. Recuerdo que cada vez que me pedía que la ayudara a coser o a zurcir medias, escapaba con toda la velocidad que me permitían mis cortas piernas".

A través de esos pequeños apuntes, de esos breves recuerdos, iremos conociendo cómo transcurrió su juventud y posteriormente, aunque de puntillas, los sucesos que más marcarían su vida.

“Aquellos fueron tiempos duros. Ni siquiera al terminar la guerra se dejó sentir algún alivio, porque, al haberla perdido, debíamos dedicar todos nuestros esfuerzos al cumplimiento de los compromisos contraídos y al pago de las reparaciones".

Según profundizamos en la historia parece que el género donde se cataloga esta especie de biografía se distorsiona ante nuestros ojos.
Siempre digo que los géneros o las clasificaciones literarias son algo subjetivo, incluso sin importancia y aquí tenéis la muestra, ya que el contenido de ésta estaría más cerca de una novela de aventuras que del relato de un viaje o de una proeza.


Clärenore Stinnes, fue la primera mujer en dar la vuelta al mundo en automóvil, de carácter indomito, ella misma buscó la fuente para financiar el viaje, ya que sus hermanos, herederos de las empresas familiares, se negaron a sufragar los gastos que conllevaba la aventura.
El viaje estuvo cargado de penalidades, soportaron 53º bajo cero en Siberia frente a los 54º a la sombra de camino a Bagdad, fueron perseguidos por saqueadores de caminos, amenazados por perros salvajes, lucharon contra el barro y contra lagos helados que se resquebrajaban a su paso, y aun así, en ningún momento pasó por su cabeza abandonar la hazaña ni su constante sonrisa.

Cualquiera hoy en día podría dar la vuelta al mundo en coche, pero hay que situarnos en el momento, totalmente alejados de las comodidades que hoy nos acompañan y que parecen habituales en un vehículo.
Clärenore Stinnes lo hizo sin GPS, aire acondicionado, amortiguación, ni dirección asistida.


La encargada de hacernos la narración de todo el viaje es lógicamente nuestra joven heroína, pero llegando al capítulo 20, esta estructura cambia ligera y momentáneamente. En este capítulo se incluye el diario de viaje de Söderström, el fotógrafo sueco y fiel compañero que la acompañará a lo largo de esta aventura. Como digo es un momento puntual que abarca desde el día 1 de agosto al 14.

La lectura se hace muy amena y sorprende el dinamismo de la narración. A pesar de que Clärenor introduce bastantes descripciones, su relato es directo, cuenta lo imprescindible sin demorarse en exceso ni sacar demasiada punta a los acontecimientos. Los capítulos son cortos y en el título de cada uno de ellos, vemos señalados los sucesos más relevantes que encontraremos en su interior.

La parte final de toda esta epopeya, el trayecto por E.E.U.U y Canada, es quizás la más ligera, indudablemente también era la que entrañaba menores riesgos al transitar por carreteras bien asfaltadas, en ese momento, como digo llegando al final de la aventura, es cuando únicamente se permitieron disfrutar del camino sin ningún peligro acechante.


Considero que es una lectura bastante interesante, ya que la diferencia que he encontrado con otras obras de este tipo, es que Clärenore se mezclaba con las gentes con las que se cruzaba, nos ofrece pequeños relatos sobre la forma de vida de los lugareños, acepta y agradece lo poco que puedan ofrecerles, dejando de lado el clasismo tan innato en otras aventureras de su época.