lunes, 13 de junio de 2016

El regreso del Catón de Matilde Asensi

El regreso del Catón (Saga Ottavia Salina 02)
Sinopsis:

¿Qué pueden tener en común la Ruta de la Seda, las alcantarillas de Estambul, Marco Polo, Mongolia y Tierra Santa? Eso es lo que los protagonistas de El último Catón, Ottavia Salina y Farag Boswell, tendrán que averiguar poniendo de nuevo sus vidas en peligro para resolver un misterio que arranca en el siglo I de nuestra era.
Escrita con rigor, con un ritmo que mantiene en vilo a los lectores página a página y capítulo a capítulo hasta el final, El regreso del Catón es una combinación magistral de aventura e historia con la que Matilde Asensi nos atrapa de nuevo para no dejarnos escapar hasta la última palabra.

Opinión: El regreso del Catón (Saga Ottavia Salina 02)

Antes de empezar con la reseña quiero hacer un breve apunte.
El regreso del Catón es un libro que perfectamente podría leerse de forma independiente.
Asensi incorpora pequeños fragmentos donde se relatan, eso sí de forma superficial, los sucesos con los que llenó las páginas de El último CatónAun así, yo aconsejaría leer el primer libro, porque en los resúmenes se pierde la intensidad y la oportunidad de disfrutar con la que fue la primera entrega de la saga Ottavia Salina y que sobra decir, que para mí fue brillante.

Y dicho esto comencemos con lo realmente importante...
Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas. Lo cierto es que nunca he estado muy de acuerdo con ese comentario, pero es cierto que las segundas entregas intimidan un poco a la hora de ponernos con ellas.
En cine tenemos ejemplos claros donde las segundas partes superaron con creces a las primeras. Por ejemplo, Terminator II, el juicio final superó a Terminator... y Alien el octavo pasajero fue superado por su secuela Aliens: el regreso; aunque como siempre digo, eso va en cuestión de gustos.
Volviendo a la literatura también tenemos montones de ejemplos. John Verdon y su detective Dave Gurney nos tienen acostumbrados a constantes altibajos a lo largo de la saga. Y la segunda parte de la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo fue mucho más intensa, por no decir que mejor, que su primera entrega...
En este caso, las dos novelas que componen la Saga Ottavia Salina, andan a la par. Ambas tienen detalles que podrían ser mejorables y otros que por el contario, resultan soberbios, por lo tanto insuperables, y es que en las obras de Matilde Asensi siempre encontraremos algo que las hace brillar, y a eso voy...

Si hay algo que puede marcar de por vida a un libro, es sin duda, la forma de comenzarlo.
Muchos lectores probamos con los primeros párrafos y si tras leerlos no logran engancharnos, optamos por abandonar la lectura.
Pero de esos comienzos no es de lo que hoy quiero hablaros.
Los comienzos a los que me refiero son esos párrafos que nos persiguen a lo largo del tiempo. Elaborados, sublimes... ¿Quién no recuerda los primeros compases de Don Quijote de la Mancha, de Crónica de una muerte anunciada, o de Ana Karenina con su famosa frase “Las familias felices son todas iguales; las infelices lo son cada una a su manera”?
Pues sí, esta obra también tiene uno de esos comienzos que logran impactar al lector y que son los culpables de que leamos una y otra vez los primeros párrafos.

 "la historia la escriben los vencedores y los vencedores, con el tiempo, adquieren el poder de obligarnos a creer lo que escribieron, de hacernos olvidar lo que no se escribió y de inducirnos a tener miedo de lo que jamás ocurrió. Todo para seguir ostentando el poder, sea poder religioso, poder político o poder económico. Da igual. A ellos, a los vencedores, deja de importarles la verdad y a nosotros, la gente, también. A partir de ese momento el pasado lo reescribimos entre todos, haciéndonos cómplices de aquellos que nos engañaron, nos asustaron y nos dominaron. Pero la historia no es inamovible, la historia no está escrita en piedra, no tiene una única versión ni una única interpretación aunque así nos lo hagan creer y, lo que es aún peor, aunque así nos lo hagan defender con nuestras vidas, nuestro fervor o nuestro dinero".

Y ahora dejemos los comienzos a un lado y centrémonos con lo que encontraremos en el interior...
En la anterior reseña de esta saga os decía, que hay muy pocas novelas que al terminarlas nos dejen una sensación plena, de encontrarnos ante una novela perfecta.
También es cierto, que es complicado encontrar un argumento original entre la avalancha de novelas que tienen como tema central, resolver enigmas religiosos. Por lo general, la solución a esos enigmas la hallaremos en escenarios cargados de pruebas casi imposibles de superar, lógicamente con un claro y único objetivo, impedir que se descubra un tesoro o reliquia que podría hacer tambalear los cimientos de la iglesia Católica.
Esta nueva entrega ya os adelanto que tampoco me ha parecido perfecta, pero reconozco que el ingenio que tiene Matilde Asensi para elaborar argumentos, hace que esta lectura se convierta en un pasatiempo gratificante.

Han pasado quince años desde que se publicó El último Catón y para esta segunda entrega su autora, ha decidido que los años pasasen de igual manera para sus protagonistas.
Ese es un detalle que me ha gustado.
No estamos ante la típica saga donde una aventura sucede a la anterior con muy poca diferencia de tiempo. Tenemos unos personajes que han evolucionado, obviamente unos lo han hecho para mejor y otros para peor; les ha ocurrido como al vino, unos mejoran con el tiempo y otros terminan avinagrándose; unos prefieren llevar una vida sosegada y otros prefieren introducir en ella un poco de aventura.
Respecto a esto, encuentro negativo el cambio que ha dado la protagonista Ottavia.
Su personaje ha variado y no ligeramente.
Ahora se ha convertido en alguien más inflexible, llegando incluso en algunos momentos a rozar la prepotencia. Demasiado negativa, quejica e incluso envidiosa, y para colmo, se repite demasiado en sus argumentos.
Por ejemplo, cada vez que se refiere al matrimonio Simonson, los mecenas de esta nueva aventura, lo hace llamándoles alienígenas o empleando la frase... los octogenarios o nonagenarios, (a los lectores nos basta leerlo una única vez para detectar el tono jocoso y entender, que tienen tantos años que es difícil acertar con su edad exacta). Resumiendo, la primera o segunda vez puede resultar graciosa la frase, pero Ottavia la repite cada vez que estos entran en escena y se hace un poco cansado.

Otro detalle a tener en cuenta en este caso, son los antagonistas, personajes que deberían hacer sombra a Ottavia y seguidores, pero que no llegan a estar a la altura de la situación. Es como si se quedasen a medio desarrollo y no logran sembrar tensión ni en la trama ni en el lector.
Sobre la familia de Ottavia también quiero hacer alguna mención pero es complicado no meter spoilers, por lo tanto me limitaré a decir que aunque es una línea argumentativa secundaria también hubiese merecido la pena dedicarle más páginas.

Para ir acabando, hay que decir que la novela no resulta tan intensa como la anterior y que algunos fragmentos ralentizan demasiado la trama. Aun así, a partir más o menos de la mitad, nos sumergimos en esa mezcla de historia y ficción y resulta imposible abandonar la lectura.
En común con la novela anterior, también encontramos que nuestros protagonistas tendrán que superar una serie de pruebas para hallar los osarios perdidos de la familia de Jesús. Sustituimos las siete pruebas basadas en el purgatorio de la Divina comedia de Dante por otras nuevas basadas en las Bienaventuranzas y en este punto habría que volver a mencionar que su autora, tiene una imaginación prodigiosa.

domingo, 5 de junio de 2016

Versalles. El sueño de un rey de Elizabeth Massie

Sinopsis:

Versalles, 1667. Louis XIV, rey de Francia, tiene veintiocho años. Para apaciguar a la nobleza francesa y hacer cumplir su poder absoluto, Louis emprende la ambiciosa construcción de un opulento palacio que se puede convertir en su propia trampa. Pero el rey demuestra ser un estratega extraordinario, manipulador y maquiavélico, y utiliza la construcción de Versalles para mantener a los nobles de París bajo su control. Convierte el famoso palacio en una jaula dorada.

Louis es hombre de grandes pasiones pero, en su papel de rey, no puede abandonarse totalmente a ellas. Pronto la corte se convierte en un campo de batalla de alianzas, unas sinceras, otras tácticas, mientras que la reina, María Teresa de Austria, lucha por mantener a Louis a su lado. ¿Conseguirá volver a ganarse su favor en detrimento de su poderosa amante, la hermana del rey de Inglaterra?

 Opinión:

Adaptaciones televisivas... 

Elizabeth Massie, es conocida por haber escrito varias novelas históricas, así como la novelización de la serie de televisión, Los Tudor.
Ahora surge de su pluma una nueva adaptación, una obra que atrapa sin remedio, pero esta vez basada en la serie francesa Versailles, volviendo a demostrar que es un género donde se desenvuelve con bastante habilidad.

Puede que haya lectores que no encuentre el mérito a novelar de este modo, es decir, lo normal es que se utilice la Historia como base para escribir una obra y de ahí se creen las distintas versiones para cine o televisión, incluso se podría prescindir del paso de la novela...
Pero llevar un periodo de la Historia al cine y de ahí pasarlo al papel, podría parecer que a la autora le dan medio trabajo hecho.
En fin, sea cual sea nuestra opinión al respecto, el caso es que esto de crear adaptaciones de series o películas debe estar muy en boga y la última en apuntarse al reto, porque puede salir bien o muy mal, ha sido la escritora de literatura infantil y juvenil, Cornelia Funke, elegida para escribir la novela de El laberinto del fauno.



En un principio, tras leer las primeras páginas, pensamos que el gran palacio de Versalles; ese personaje inanimado que empieza a tomar forma como un espectro que emerge entre las brumas, tendrá demasiado peso en el argumento y se convertirá en el protagonista principal de esta trama.
Pero no será exactamente así...
Es cierto que logra acaparar nuestras miradas, que sobrevivirá a todo el elenco de personajes que intervienen en este libro, pero eso no es suficiente para eclipsar al rey Sol, Luis XIV; que haciendo un buen uso de ese apodo, logra que la historia gire, casi por completo alrededor de él.

Jamás conseguiremos invadir el mundo entero, pero sí podemos conseguir que el mundo nos considere su centro.


Luis XIV era un rey de gustos refinados e innumerables pasiones, entre las que destacaban la caza y las mujeres.
Pero hablemos de la caza, que al fin y al cabo es el detonante de todas las historias que sucederán después.
Versalles era el lugar donde más disfrutaba con ello y las visitas se fueron haciendo cada vez más frecuentes y prolongadas.
En ese momento es donde da comienzo el argumento, en la primavera de 1667, cuando la corte se desplaza de París a Versalles y Luis decide encargar el proyecto de ampliación del palacio a su arquitecto Louis Le Vau. Un momento crucial y delicado de la Historia, donde la apariencia era lo más importante y ninguna monarquía podía tener por soberano a un hombre débil.

A lo largo de 438 páginas, nos adentraremos en un mundo donde nadie es lo que aparenta.
El lector sucumbe ante una obra cargada de acción e intriga, donde la ambición y las conspiraciones serán constantes.

La obra está excelentemente documentada, aun así no hay que olvidar, la delgada linea que separa ficción de realidad donde personajes reales e inventados entrecruzaran constantemente esa linea.
De entre todas los detalles positivos que he encontrado, de los cuales algunos ya han sido citados, destacaría un par de ellos en particular: Ambientación y ritmo.
La ambientación es muy buena, hace que la narración sea más creíble y todo gracias a excelentes descripciones, sumamente detalladas.
El ritmo es muy ágil y no se aprecian altibajos a lo largo de toda la narración. ¿El motivo? La carga de intriga constante.
Desde el comienzo somos testigos de las confabulaciones palaciegas y luchas de poder que surgen entre los nobles, pero las más interesantes sin duda, son las que llegan a afectar al mismísimo rey.
La corte está plagada de ministros que le desafían abiertamente, nobles que no pagan sus impuestos y por supuesto no podía faltar una mención a la política exterior y a los enfrentamientos constantes con Inglaterra, España y el Sacro Imperio.
Pero en lo referente a las intrigas internas la pregunta más recurrente en el lector es ¿quién se esconde tras ellas?
Lo mejor es que tras descubrirlo el suspense no desaparece, salta a otro nivel y empezamos a sucumbir ante la duda de si al final, será atrapado.

Dando un poco de color a los Austrias...

Una de las aportaciones de esta novela que para mí ha sido todo un descubrimiento es el hecho de que María Teresa de Austria, hija de nuestro rey Felipe IV, diera a luz una niña de piel oscura. He buscado  datos al respeto y resulta que esa información es del todo cierta, aunque los motivos de esa extraña coloración entre los Austrias, podría ser por varias causas...

Los personajes más relevantes de esta historia y algunas curiosidades que no se citan...

Luis XIV, fue uno de los reyes más importantes de la historia francesa. Fue el creador de un régimen absolutista y centralizado, que se ha considerado como el prototipo de monarquía absoluta.

El hijo de Luis XIV y María Teresa de Austria (nuestros protagonistas), fue conocido como el Gran Delfín, Luis de Francia.
Curiosamente en su nacimiento fue predicho que sería «hijo de un rey, padre de un rey, pero nunca rey».

Es cierto que Luis de Francia nunca gobernó, ya que falleció en 1711 cuando su padre aún gobernaba, pero su hijo tampoco lo hizo, con lo cual la predicción no resultó del todo acertada.

El hijo del Gran Delfín y nieto de Luis XIV, fue Luis, Duque de Borgoña, que tampoco pudo reinar ya que falleció junto con su esposa en 1712, por sarampión...

Por fin, en 1715 y en el lecho de muerte, el todavía rey Luis XIV, nuestro protagonista, mandó llamar a su bisnieto de 5 años, el que por fin sería coronado como Luis XV...

 «Hijo mío, vas a ser un gran rey. No imites mis gustos por construcciones y guerras. 
Al contrario, trata de tener paz con tus vecinos. Vuelve a Dios lo que le pertenece; reconócele las obligaciones bajo las que te encuentras; haz que tus súbditos lo honren. Sigue siempre buenos consejos. Trata de solventar el sufrimiento de tu pueblo, que me aflige no poder solucionar. (...)».

Como solemos decir por aquí, consejos vendo que para mí no tengo. 
No se puede negar que resulta un excelente discurso para el ocaso del rey Sol. Denota un claro arrepentimiento, supongo que un último intento por limar asperezas con el Altísimo, al que iba a visitar en breve.
Ya sabes Luisito, nada de grandes construcciones ni de guerras... Y respecto al número de amantes, es un dato totalmente negociable...



Felipe de Francia, Duque de Orleans, fue conocido por sus costumbres extravagantes, su libertinaje y homosexualidad, algo que la autora deja muy claro e impone como rasgo característico de este personaje a lo largo de la novela.
No llegó a desempeñar ningún papel político relevante y vivió siempre a la sombra de su hermano Luis XIV.
Quizás ese ostracismo al que se vio sometido, fue a causa de sus extravagancias, o todo lo contrario, su comportamiento fruto de un vano intento de llamar la atención de su hermano.

La hija de Carlos I de Inglaterra, Henrietta Anne Stuart, (Enriqueta de Inglaterra), conocía a Luis y a su hermano desde niña, debido al parentesco que les unía, primos.
Enriqueta se convirtió en esposa de Felipe... ¡Sí!, habéis leído bien, en esposa, pero quizás el dato más curioso es que al mismo tiempo pasó a ser una de las amantes mejor consideradas de Luis XIV.
Todo quedaba en familia..

Luisa de la Vallière, fue otra de las amantes del rey.
Aunque en esta historia la conocemos cuando su romance con Luis está a punto de finalizar, la rumorología cuenta que el inicio de su relación fue tan solo una columna de humo, es decir, comenzó de forma estratégica.
Luis XIV, debía fingir que la cortejaba para que la Corte no interviniera en el verdadero romance existente entre él y su cuñada Enriqueta. Pero los cálculos fallaron y el juego se convirtió en realidad, pasando a convertirse en la favorita. 

 


He dejado para el final el detalle que quizás a mí me frena más, aunque no es para nada negativo.
El final de esta historia queda al aire...
Se ha narrado solamente una pequeña parte de las interesantísimas historias que se esconden en Versalles.
Las obras del fastuoso palacio están aún por finalizar y el Gran Delfín, hijo de Luis y María Teresa aún es un niño... Por lo tanto, deduzco, que habrá continuación, algo que espero con ganas...