jueves, 29 de octubre de 2015

Los perales tienen la flor blanca de Gerbrand Bakker

Sinopsis:

Los gemelos Klaas y Kees y su hermano menor Gerson juegan a menudo a «Negro», cuya principal regla es no abrir los ojos.
Un día Gerson, en un accidente de coche,  pierde la visión y se verá obligado a jugar a «Negro» el resto de su vida.
¿Será Gerson capaz de adaptarse a su nueva vida con la ayuda de su perro?
La vida también ha cambiado considerablemente para su padre y sus hermanos. Pero lo que nunca va a cambiar es la calidez de la familia.
Esta conmovedora historia es contada a través de tres perspectivas diferentes, la de los gemelos, Gerson y el perro.
Del ganador del Premio Llibreter 2012, Premio IMPAC 2010 y del Independent Foreign Fiction Prize 2013

Opinión:

Los perales tienen la flor blanca, es un excelente relato dramático que no dudo en recomendar desde el principio.
Los que me leéis con asiduidad ya conocéis mi gusto por los libros que aportan una estructura rara o no muy habitual, valoro eso por encima de un buen argumento.
En este caso, se trata de un relato breve que se lee en apenas una tarde y cuyo argumento no dejará indiferente a nadie.
Pocas páginas pero con un gran contenido.

La historia comienza con tono distendido, narrando acontecimientos cotidianos de la vida de nuestros jóvenes personajes, los gemelos Klaas y Kees y Gerson su hermano menor.
Todo parece funcionar correctamente hasta que un día, esa tranquilidad desaparece y todo cambia a su alrededor.
Los acontecimientos se precipitan y la vida sencilla se convierte en un drama, que afecta a toda la unidad familiar.

Una novela no es solo un argumento ni personajes inventados, es algo más. Con ella, el autor crea un diálogo con los lectores. El texto actúa como estímulo sobre nosotros y donde mejor pueden observarse esas reacciones, que nos afectan en mayor o menor medida, es dentro del género dramático.
No os voy a engañar, en esta obra predomina el dramatismo.
Su autor tiene la capacidad de emocionar y conmover al lector, y eso que algunos hechos los conocemos de antemano por la sinopsis y otros, como el final, los intuimos.
Aun así, también hay que señalar que el autor no hace demasiado hincapié en el dolor, no se ensaña. Llena el texto de zonas en blanco, de elipsis que el lector sabe de sobra rellenar.

Desde los primeros compases ya vemos que será una novela tan compleja como realista.

La gran parte de ella está narrada en primera persona del plural, nosotros, deduciendo que el narrador es uno de los hermanos gemelos...
Aunque también aparecerán más narradores. Gerson será el encargado de relatar algunos capítulos en primera persona, e incluso el perro Daan, hará sus pinitos como cronista.
A esto me refería al principio, al hablar de una estructura no muy habitual. Es lo que se denomina Polifonía textual o literaria, varios narradores que se suceden a lo largo de un libro.

El narrar en primera persona de singular, como hace Gerson empleando el Yo, es algo frecuente; pero el uso del nosotros es algo curioso e inusual.
¿Qué aporta a la narración?
Para empezar sabemos que es un narrador interno, que participa en la historia.
Nos ofrece una narración más cercana, en eso coinciden el uso del Yo y el Nosotros, intentando que empaticemos con los hechos; pero si os decidís a leerlo veréis como en algunos momentos da la sensación de que intentase desvincularse, de parecer ajeno a los acontecimientos.
Como he dicho sabemos que es uno de los personajes, pero con el uso del nosotros nos aporta además misterio, anonimato, reserva en lo que se refiere a su persona.
Podría tratarse de un único narrador, siempre del mismo; de cualquiera de los dos hermanos gemelos que se van alternando al narrar o incluso podría ser una narración siempre colectiva... Complejo ¿no?

El hacer uso de la polifonía textual contribuye a que estemos más atentos a la narración, al tiempo que nos mantiene en un constante suspense, nos obliga a plantearnos preguntas como la del anterior párrafo... ¿Quién narra ahora?
Pero cuidado, porque un exceso de cambios de narrador o un cambio en el momento inadecuado puede cansarnos y/o aburrirnos y acabar de un plumazo con la originalidad conseguida hasta el momento.

Pero Gerbrand Bakker nos ofrece más aportaciones técnicas para dejar claro que no nos encontramos ante un librito más del montón, me estoy refiriendo al multiperspectivismo, la gran aportación que hizo el escritor Henry James a la literatura. Donde veremos como cada uno de los narradores también nos ofrecerá su punto de vista sobre el mismo hecho, el accidente que deja sin vista a Gerson.

Ya sé que no estoy diciendo gran cosa, no he hablado sobre el desarrollo del argumento, sobre los personajes, ambientación o escenarios, pero es que es una novela para disfrutarla leyendo y el interés por esas cosas variará según el lector.
Yo os he mostrado lo que más me ha llamado la atención, lo que más ha destacado, y no es que el argumento no me convenza, ni que los personajes no resulten de mi agrado, simplemente esas cosas en mi lista de prioridades han sido relegadas a un segundo término desde el primer párrafo.
Hago una valoración en general y sin duda, el hecho de que el texto nos llegue haciendo uso de una persona gramatical tan poco frecuente, de que cada personaje nos ofrezca su visión, la convierte para mí en una obra muy interesante no solo para leerla, también para analizarla. La historia no funcionaría igual de bien de haberse optado por prescindir de estos detalles, es más, leerla y no hacer caso de ellos la convertiría en una más del montón.
En eso consiste la genialidad, en saber destacar entre la mayoría y tener la capacidad de crear algo nuevo e imaginativo, y aunque no sea nuevo, si que sea una rara avis, algo especial dentro de su género.

¿Qué más podría decir?

Aunque está destinada a todos los públicos, sería una lectura ideal para adolescentes, para ponerla como lectura en los colegios o institutos. Por su brevedad; porque resulta fácil de leer, su autor huye de una prosa recargada, utilizando frases cortas: los personajes principales son chicos de su edad y la historia es actual.


martes, 27 de octubre de 2015

La novela de Rebeca de Mikel Alvira

Sinopsis:

Solo un escritor tramposo puede escribir la novela perfecta.
Simón Lugar es un autor de éxito que, encerrado en su apartamento de la costa vasca, lucha por dar forma a su primera novela negra.
Melancólico y misántropo, se siente presionado por su agente literaria y sus cientos de miles de lectores. Buscando la inspiración en un largo paseo por la playa, conoce a M., una joven enigmática que influirá en él de un modo inesperado al tiempo que una serie de sangrientos asesinatos van conformando la trama del libro dentro de su cabeza.


Opinión:

En este libro conoceremos a Simón.
Escritor solitario, en exceso meticuloso o con demasiadas manías, que está creando una novela que no termina de ser totalmente de su agrado.
Y aquí es cuando entra en escena la otra protagonista de esta historia.
Al tiempo que vamos conociendo la vida de Simón y el proceso de creación de su nueva obra, se irán colando fragmentos donde Rebeca será la protagonista. Y es que en esta novela encontraremos otra en su interior, la novela de Rebeca que da título al libro.

Estaréis conmigo en que esto de incluir un libro dentro de otro no es nada novedoso, pero hay que reconocer que el uso de este recurso, que no es para nada sencillo, resulta muy atractivo para los lectores.
Vemos como ante nuestros ojos se abren dos mundos en apariencia, totalmente distintos. Somos testigos de como el autor insufla vida a sus personajes, al tiempo que ellos la viven desconociendo que no tienen el control.

Pero Rebeca no es solo la protagonista de la novela de Simón, también es el nombre de alguien de su pasado.
En este punto hay que decir que para conocer la vida anterior de Simón, la narración jugará con los saltos en el tiempo.
Básicamente hay dos hilos argumentativos de los cuales ya conocéis a los protagonistas principales, pero hay un tercero, que aparecerá en momentos puntuales y protagonizado por dos mujeres mayores, al que hasta el final no lograremos dar sentido.

No lo voy a negar, el comienzo se hace un poco complicado para el lector.
Para centrarnos en la trama e identificar que personaje actúa, necesitamos una lectura atenta, pero como digo es solo al principio. No tardamos mucho en ser conscientes de las pistas claras que ha dejado Mikel Alvira para evitar esa confusión.

El lector en pocas palabras, cae rendido a los pies de este escritor, no solo por su prosa y su técnica; también por la calidad y originalidad de su obra.
Y sí, es cierto, antes he mencionado que incluir un libro dentro de otro ya estaba muy visto, pero la literatura es lo que tiene, se ha nutrido, se nutre y se nutrirá siempre de sí misma.
En este caso su autor ha hecho uso de algo ya inventado y le dado otra vuelta de tuerca.

Yo describiría la novela con tres palabras que sirven a su vez para indicarnos en que tramo de la obra nos encontramos.
Introducción = Compleja
Nudo= Absorbente
Desenlace= Sorprendente

Mikel Alvira logra mantener una tensión narrativa constante.
El Cliffhanger usado para pasar de un personaje a otro dejándonos a medias, los saltos en el tiempo, las elipsis, juegan un papel tan importante para la estructura de la obra como lo son los personajes para la trama.

Entre los dos protagonistas principales, Simón y Rebeca, hay claras diferencias.
En la narración donde interviene Simón el ritmo resulta más pausado. A través de esas páginas Simón, nos enseñará como es el proceso de creación de un escritor, como concibe él la literatura, como debería ser la estructura de una novela, los personajes, o como son los distintos tipos de escritor.
En cambio, Rebeca nos mostrará fragmentos de artículos sobre decoración, ya que trabaja para una revista de esa temática y sus apariciones serán más dinámicas.
Dos personajes que como podéis ver contrastan entre sí pero que también tienen en común algunas cosas. La escritura es una de ellas, pero también el afán de hallar justicia, lo que ocurre es que cada uno la buscará de una forma.
Pero he dejado casi para el final otro personaje que también intervendrá en esta historia, Eme.
Este personaje interviene en el hilo argumental de Simón. Es un personaje inesperado que logra desconcertar al lector. Desconoceremos prácticamente todo sobre ella y es otro punto al que el autor dará solución al final del libro. Un personaje que me ha gustado quizás por la personalidad misteriosa que ofrece.

Pero la piedra angular de esta historia no es solo la creación por parte de un escritor de su novela. Veréis llegando al final como hay más temas que sirven para dar una estructura sólida y veraz a la obra. Temas sociales que están presentes en nuestro día a día. Acoso escolar, discriminación y abusos entre otros.

Lo negativo, si es que se puede denominar así, lo he dejado para el final.
Le han faltado hojas al libro, más desarrollo en la novela de Rebeca y es que esta excelente historia me ha sabido a poco. Los personajes te dejan con ganas de saber más.
Una vez que te centras en la novela no puedes dejar de leer y temes llegar al final del libro.
Y es que lo complejo atrae en exceso porque supone un reto. Si algunos libros nos atraen por lo complicado de la trama, veréis como aquí os atrae además, por un final sorprendente.
Sobra decir que en el final hallaremos la solución a todos los misterios planteados.