Sinopsis:
En el pueblo de Mora, los meses se han vuelto apacibles mientras el invierno llega lento y perezoso para instalar noches eternas y días de encierro. Un hombre, sin embargo, ha sido hallado muerto envuelto en nailon, colgando de una viga, en un viejo internado para varones.Ese crimen enseguida remite a la desaparición de un niño ocurrida más de treinta años antes en el mismo internado, que nunca pudo ser resuelta. La investigación, entonces, estuvo a cargo de Karl Lindberg, actual inspector y jefe de la policía de Mora, además de padre de Greta, librera y detective aficionada, que no puede evitar investigar cada homicidio que se produce en el pueblo.Pronto, los crímenes aumentan, aunque la astucia del asesino los disfraza de otra cosa: suicidios, muertes naturales. No hay más conexión entre ellos que el pasado común en el internado y la presencia de mariposas en cada uno de los asesinatos. El homicida trabaja con la minuciosidad y la paciencia de una araña en cuya tela van cayendo uno a uno aquellos que estuvieron relacionados con la desaparición nunca esclarecida.Lena Svensson ha creado con Greta Lindberg una detective inusual: sagaz pero luminosa, lectora incansable de novelas de misterio, con guiños a otros autores del género; esta vez, Greta deberá lidiar, además de investigar las muertes, para delicia de los lectores que la siguen con devoción, con una media hermana, con los preparativos de la boda del padre y con un vínculo amoroso con el teniente Stevic que se afianza página a página.
La autora en esta cuarta entrega, se ha decantado por romper la narración lineal a la que nos tenía acostumbrados.
El prólogo nos hace retroceder en el tiempo, situando la acción en 1980.
Con este comienzo conoceremos algunos detalles del pasado del inspector Karl Lindberg, concretamente en lo que se refiere a uno de sus primeros casos. Considero que este pequeño detalle es una elección muy acertada. Los seguidores de la saga, echábamos en falta que se nos facilitasen datos sobre la vida de este personaje, que parecía en algunos momentos algo distante.
De esta forma empiezan a rellenarse vacíos que había alrededor de la vida del inspector y la relación se hace más cercana entre este personaje y el lector.
Hay varias tramas argumentativas..
Una de ellas, podríamos decir que la principal, gira alrededor de todos los personajes que viven en Mora; es decir, Greta la protagonista de la serie, el inspector Lindberg, Nina, el teniente Stevic, y aquí incluiríamos también, el asesinato sobre el que se teje la narración.
Otro hilo argumental es el de Vanja. Una detective privada, a la que contratan para resolver una desaparición en una ciudad situada a dos horas de Mora.
Este personaje toma bastante importancia en la novela y suponemos que también será alguien fijo en las futuras entregas de esta saga.
Para terminar con este apartado citaré el hilo que corresponde al asesino. Aunque sus apariciones son breves, resultan fundamentales para el desarrollo de la historia.
Todas las tramas citadas y sus personajes se cruzan lógicamente en concreto, y de ahí comienza a fluir un argumento impactante de forma lineal.
Los sucesos del pasado en esta obra, son de vital importancia y algunos de los giros que acompañan a esta nueva historia, brillantes. Hacen que la serie mejore de forma notable y me ha sorprendido gratamente no reconocer entre los personajes, quien de ellos es nuestro nuevo asesino.
Otro dato interesante, como he mencionado en las anteriores reseñas, es el constante homenaje al género policíaco y a sus autores, que se hace en todas las entregas de esta saga.
En esta ocasión se citan libros como el último de Sophie Hannah, Los crímenes del monograma o la serie del inspector Sejer escrita por Karin Fossum. Saga que por cierto no dudo en apuntarme para leer en un futuro cercano.
El título hace referencia en concreto a una escrita por el italiano Andrea Camirelli La paciencia de la araña.
Pero todas las novelas no tienen por qué ser perfectas y ésta tiene algún detalle que puede llegar a cansar...
Algo que hace que el lector pueda saturarse, es como se argumenta la relación existente entre Greta y el teniente Stevic.
La mayoría de la situaciones en las que aparecen juntos, terminan con escenas de cama.
Eso está muy bien para obras del tipo de 50 Sombras de Grey... pero los lectores de novela policíaca damos más importancia a un argumento que se construya sobre información de otro tipo. Digamos que una par de escenas serían más que suficientes para que nos quede claro una relación que parece consolidarse. Como se suele decir lo poco agrada y lo mucho cansa...
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