Sinopsis:
El secreto de Aurora Floyd, una de las más reconocidas novelas de
intriga y misterio victorianas, cuenta la historia de la
bella señorita Floyd, hija única de una actriz de provincias y el noble y rico banquero Archibald Floyd,que debido a la inesperada muerte de su esposa al dar a luz, se ve obligado a criar a su hija en soledad.
Desde muy temprana edad, Aurora desarrolla intereses «poco femeninos» para la época, y a medida que crece
se ve envuelta en el misterio y el escándalo. El pasado de Aurora
encierra un secreto que obliga a su apesadumbrado padre a enviarla de inmediato a una escuela privada de señoritas en París.
A su regreso a Inglaterra,
dos hombres se enamoran perdidamente de Aurora, el estirado y recto aristócrata Talbot Bulstrode, y el afable y sencillo John Mellish. Pero, ¿cuál permanecerá a su lado si se descubre que Aurora tiene
un pasado tan «oscuro»?
Estamos ante una
heroína victoriana atípica, una joven bella y apasionada de carácter fuerte y rebelde, dispuesta a
desafiar el
estricto código moral de su época, constituyendo
una afrenta contra
el ideal femenino de la perfecta mujer victoriana.
El secreto de Aurora Floyd incluye elementos de misterio, chantaje,traición, usurpación de identidades, crímenes, decadencia moral… y lo que constituye un «final escandaloso y subversivo» para la época, que hacen de esta célebre novela la quintaesencia del drama victoriano.
Opinión:
Mary Elizabeth Braddon fue una destacada novelista en la escena literaria victoriana que cuenta en su haber con más de 80 novelas, la mayor parte de ellas pertenecientes al género de la
sensation novel, un término algo despectivo que se aplicaba a las historias de crímenes, misterio y terror.
Aun así,
la autora logró conseguir fama y reconocimiento gracias a este género y situarse junto a Wilkie Collins, en lo más alto del escalafón de la intriga decimonónica.
Este último comentario me resulta algo gracioso.
Cuando leemos sobre autores de esa época, como Allan Poe, Anna Katharine Green, Wilkie Collins, o de la que hoy hablamos entre otros; siempre interpretamos que su novela fue la pionera o mejor del género. No hay que negar que todos son autores importantes dentro de esa clase de novelas, pero no considero a unos por delante de los otros, y es que todos en menor o mayor medida consiguieron situarse en los primeros puestos de la intriga decimonónica; aunque hay que decir que con tantos autores como eran, debían estar muy apretados en lo más alto del escalafón.
Voy a indicaros lo que más me ha llamado la atención en esta novela, en vuestra mano queda decidir si son puntos positivos para su lectura o negativos.
La gran calidad literaria de las obras elegidas por la editorial dÉpoca ha sido uno de los principales motivos para que se haya convertido en una de mis editoriales preferidas.
También hay que sumarle el gran mimo con el que cuidan la presentación, siempre incluyen como obsequio un marcapáginas y una lámina réplica de la ilustración de la cubierta.
Pero vayamos a lo realmente importante, el contenido.
Para los lectores que no hayáis profundizado en la novela victoriana voy a indicaros algunas características que en esta obra podréis apreciar con claridad.
Una característica típica que puede encontrarse en las novelas victorianas y que en ésta veremos en repetidas ocasiones, es la intrusión del autor en la narración apelando al lector. Veremos como con frecuencia interrumpe el hilo de la trama emitiendo opiniones sobre hechos y personajes con la frase: '¡Querido lector!'
Además a este detalle hay que sumarle otro importante, la autora ejerce de narrador omnisciente, pero cuidado, es un narrador subjetivo; ya que no duda en darnos en todo momento su opinión sobre algunos acontecimientos. Juega con ventaja pues conoce todo lo que sucede alrededor de los personajes. Su pasado y presente; sus pensamientos y lo más relevante para el desarrollo de la trama, lo que les acontecerá.
El lenguaje rico e incluso intrincado, que encontraréis en estas obras, para mí, es un aliciente a la hora de elegir este tipo de lecturas.
Otra característica es que la narración resulta muy real, ya que no
duda en incorporar descripciones, algunas veces demasiado extensas. Esta
particularidad añadida a que las obras también eran largas, puede ser el detalle negativo, pero no olvidemos que la mayor parte
de las novelas de esta época, llegaban al lector de forma fragmentada,
por capítulos, ya que se incorporaban en periódicos y revistas.
La contextualización
histórica, social; son también elementos comunes que aparecen en todas
estas narraciones.
Esas descripciones son atrayentes para los que quieran tener un conocimiento más profundo sobre esa etapa e incluso resulta curioso e interesante leer, el papel que
desempeñaba la mujer en el siglo XIX.
Sobre el argumento poco se puede añadir a la amplia sinopsis que facilita la editorial.
La obra gira alrededor de un misterio que amenaza con convertirse en un escándalo social.
El tema romántico pasa a ser una trama secundaria pero imprescindible; resulta tan importante como las protagonistas melancólicas y las instrucciones morales que aparecen de forma subrepticia y que indicaban de que forma deberían comportarse las señoritas.
Los personajes que aparecen en esta narración no son muchos y van
apareciendo en escena de forma escalonada, sin saturar al lector ni
complicarle la lectura.
Es una novela extensa y por lo tanto en ella no podían faltar las descripciones. En este caso favorecen al lector, que puede crearse una idea clara sobre cada personaje; sus vicios, manías, pecados ocultos e incluso virtudes y recrear las situaciones en su imaginación.
Anteriormente os he hablado de lo que era la sensation novel o novela sensacionalista, pero he obviado decir, adrede, que surgió a partir de las novelas melodramáticas. Por lo tanto, la narración buscando emocionar o conmover al lector, no dudará en incorporar exageraciones entorno a la protagonista. La autora llevará al lector junto a los personajes a vivir situaciones límites. Sobra decir que al igual que aparecerán personajes emotivos y conmovedores también lo harán otros de la peor calaña.
Llegando al final, la solución del misterio resulta ser menos compleja que lo que el lector imaginaba y ocurre exactamente igual con la resolución del crimen; porque como es lógico para dar otra vuelta de tuerca y añadir más intriga a la obra, no podía faltar la aparición de un cadáver en la trama.
¿Sobran páginas? Pues sí, algunas.
Para llegar a la parte policíaca, que era la que más me interesaba a mí, tuve que leer casi la mitad de la historia, pero con eso no digo que el lector llegue a aburrirse, porque en ningún momento lo hace.
La obra podría dividirse en varias partes bien definidas:
La presentación de los personajes principales, la crónica social donde se muestra el día a día de la clase privilegiada a la que pertenece Aurora, la parte con más intensidad e intriga que corresponde al secreto que guarda la protagonista y la solución al misterio. Quizás esta última parte, para mi gusto, es la más breve y nos deja con ganas de más, porque una vez que el lector conoce el secreto y como se solucionan los problemas la trama da un nuevo giro volviéndose a complicarse...
Es una obra muy interesante para los amantes de la novela victoriana de intriga y que desde aquí no dudo en recomendaros.