Sinopsis:
Mikel Santiago se consagra definitivamente como un maestro de la intriga con su segunda novela, aún más adictiva y llena de suspense que la anterior.
En una carretera rural del sur de Francia, un hombre surge de la oscuridad y desencadena una serie de extraños acontecimientos, convirtiendo en una pesadilla las vidas del escritor Bert Amandale y su amigo Chucks Basil, una estrella de rock en horas bajas.
Santiago se sirve de un escenario idílico e inquietante, en el corazón de la Provenza, para atraparnos en una historia que se lee compulsivamente y en la que late, de fondo, el destino de unos personajes marcados por sus errores.
Opinión:
Cuando un autor triunfa como ya lo hizo Mikel Santiago con La última noche en Tremore Beach, el siguiente libro se espera con ansia, al mismo tiempo que con angustia.
¿Y si ha tomado el mal camino, perdiendo ese toque especial que nos cautivó?
Pues bien, los seguidores del Thriller o del género de suspense, estamos de enhorabuena.
Tras leer esta nueva obra puedo deciros, que al igual que me ocurrió con su ópera prima, he vuelto a caer rendida ante la elegancia y el misterio con que maneja un argumento de apariencia sencilla, Mikel Santiago.
Este autor ha encontrado la combinación idónea para convertir sus novelas en grandes Bestsellers.
No estamos hablando de una fórmula secreta, los ingredientes están a la mano de cualquiera y los amantes del thriller los conocemos bien.
La fórmula magistral debe mantener la tensión constante a lo largo de toda la obra, pero invitándonos a participar.
Generar las suficientes expectativas para capturar nuestro interés como lectores y que el texto esté sembrado de algunos elementos sorpresa, para que no nos resulte tedioso. Tampoco hay que abusar de ésto último, hay que dosificar la información e incluso silenciar algunos datos, para que el ritmo del relato se acelere en algunos momentos.
Los personajes creíbles, bien estructurados y un final que respalde al argumento.
En esta nueva historia, Mikel Santiago vuelve a hacer uso de un narrador en primera persona, el protagonista.
De esta forma consigue una narración muy personal, directa y el lector se involucra en la trama.
La intriga se siembra desde el primer capítulo y ya será un ingrediente constante en todo el argumento.
Bert Amandale, el protagonista, se encuentra pasando una temporada acompañado de su familia en la Provenza. Su amigo Chucks, un imán para las desgracias, sufre un extraño accidente y a partir de ahí, la novela se convierte en un thriller trepidante.
Lo que narra Chucks, empieza a parecer la típica paranoia de alguien que se va desequilibrando por momentos.
En ese momento el lector empieza a dudar de los personajes y de los sucesos. El problema surge cuando la paranoia salta de un personaje a otro y empieza a afectar también al protagonista. Estas dudas tambien se asientan en nosotros, reforzandola inquietud y el suspense, dos elementos que van unidos a nuestra curiosidad.
Ambos personajes, están perseguidos por un pasado problemático.
Ese es otro generador importante de intriga. A través de recuerdos que nos irá relatando Bert, conoceremos como los conflictos les persiguen desde el pasado.
Para ayudar a mantener el ritmo narrativo, están el resto de personajes secundarios. Unos, como es lógico, toman mayor protagonismo que el resto o destacan un poco más. Todos estos personajes cumplen su función a la perfección. En el caso de esta novela generan un ambiente de misterio y tensión, todas sus acciones parece que están destinadas a orquestar un complot alrededor del protagonista.
El escenario elegido también es un buen recurso. La Provenza y esos pueblecitos rodeados de bosques; carreteras comarcales; casitas solitarias, tranquilas separadas de la civilización; todas esas descripciones ayudan a prolongar la dosis de suspense en algunas de las escenas narradas. Mikel Santiago en esos momentos tensa el hilo de la trama al límite y el lector termina cumpliendo el papel de receptor y sintiendo la tensión que experimenta el protagonista.
La narración ágil y fluida invita al lector a no hacer grandes pausas en la lectura. No encuentras el momento de parar. Quieres terminar el libro cuanto antes para conocer el desenlace y averiguar la verdad que se oculta tras los acontecimientos narrados.
Lamentablemente, el final llega...
La historia se evapora de tus manos en dos días y ya solo nos queda contar el tiempo hasta el lanzamiento de la próxima novela de Mikel Santiago.
Jo, qué ganas de leerlo! Tengo que descubrir ese desenlace y ver si he tomado "el mal camino" :-)
ResponderEliminarEstoy apuntada al sorteo de Un lector indiscreto de este libro, a ver si tengo suerte porque con la crisis...
La reseña genial, como siempre :-)
Besos!
¡¡¡Te odio!!! ¿Cómo puedes leer tanto en tan poco tiempo?? Qué envidia me das......... Pues éste lo pongo a la cola, tu reseña me ha hecho ilusionarme con una gran novela, esperemos que se cumplan mis expectativas. Gracias otra vez!!!
ResponderEliminarMe encantó uno de los mejores libros en lo que va de año.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué decirte de esta novela salvo que me encantó. Es una maravilla el ambiente tan sobrecogedor que crea en el lector y los paisajes tan maravillosos que describe.
ResponderEliminarBesos.
He empezado a leerla y de momento me está gustando mucho, me tiene atrapado desde la primera página. ¡¡Esto promete!!
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