miércoles, 15 de junio de 2022

Thérèse Raquin de Émile Zola

Sinopsis:

Sinopsis y portada del libro retiradas para evitar infringir posibles derechos de autor.
Para saber más pinchar en el enlace siguiente: Pinchar aquí.

Opinión:

Hace tiempo que quería hablaros de esta novela de Émile Zola; puede que no sea una de las más conocidas, pero sin duda es una obra que no hay que dejar pasar.

Émile Zola es conocido mundialmente por ser el fundador y principal representante del naturalismo. 
Su vida no estuvo exenta de polémica tras denunciar públicamente un complot militar y reaccionario. Por ese motivo fue condenado a un año de cárcel y se exilió un año en Inglaterra. Murió poco después, según dicen, por las emanaciones de una estufa mientras dormía, aunque muchos ven detrás de ese accidente la hipótesis de un crimen político, ya que su homicidio fue reivindicado por un grupo de extrema derecha.

Sus obras más importantes comenzaron a publicarse a partir de 1868, y esta de la que hoy os hablo fue la primera que consiguió darle notoriedad. Ahora veréis por qué.

Thérèse Raquin fue publicada en una revista llamada "Artiste" e inicialmente llevó el título de "Una historia de amor". Esa versión hay que decir que estaba un poco suavizada porque por lo visto la emperatriz Eugenia era lectora habitual de la publicación. 
Posteriormente en 1867 fue publicada en un único volumen, incorporando esos fragmentos recortados.

Críticos especializados, gentes virtuosas y la prensa sensacionalista se cebaron e hicieron una crítica virulenta contra la obra y su autor, por lo que Zola tuvo que incorporar en las siguientes ediciones un prefacio explicando algunos detalles. 
Este hecho puede parecer surrealista, que el autor tenga que dar explicaciones por el contenido, sin embargo estamos viendo que hoy en día sigue ocurriendo, llegándose al extremo de que no se crítica ya el contenido de la obra sino también al autor.

La obra, como digo, recibió infinidad de críticas aplastantes por el contenido o su temática, pero ninguno de ellos fue capaz de resaltar la asombrosa complejidad psicológica de los personajes.
Las descripciones sobre los escenarios o los ambientes son espléndidas, mientras que las hechas sobre los protagonistas te ayudan a imaginarte con poco esfuerzo como eran tanto física como psíquicamente. 
En este apartado tengo que hacer énfasis en la descripción de dos personajes. Uno es Camille, el marido de Thérèse, que recuerda mucho al que Galdós hace sobre el marido de Jacinta en su obra cumbre, Fortunata y Jacinta.
El otro personaje es la protagonista que da título a la obra.

Thérèse tan solo era una niña cuando su tía se hizo cargo de ella. A partir de ese momento se ve obligada a crecer junto a su primo, un niño siempre enfermizo, y más tarde, por respeto a su tía, empujada a un matrimonio de castigo con él.
A partir de ese momento va a vivir atrapada entre la mercería y las reuniones que su suegra organiza para sus amistades. Una vida oscura en un escenario oscuro, encerrada entre individuos grotescos que nada la pueden aportar.

Las descripciones de la protagonista pueden llegar a resultar aterradoras, la tranquilidad o la indiferencia con la que asume ese matrimonio impuesto en el que no tiene ni voz ni voto. Con una obediencia siempre pasiva, va donde ellos van y hace lo que le dicen, sin queja ni reproche; con una condescendencia y una abnegación supremas. 
Quizás por eso la creación de este personaje tiene tanto mérito, porque vamos a ver un cambio completo en él. La Thérèse del principio nada tiene que ver con la que nos muestra Zola al acabar la obra.

Luego tenemos a Madame Raquin, la tía, que va a estar acompañada por un elenco de secundarios que se encargan de que la trama avance. Entre ellos aparece Laurent, un antiguo amigo de Camille que será quien haga despertar a Thérèse. Ambos se van a dejar llevar por la pasión y se arrojarán en brazos de una relación adúltera en la que no hay remordimientos y que haría sonrojar a la mismísima Madame Bovary o a Ana Karenina y que les empujará al desastre.

En la obra no hay mucha acción y la trama resulta bastante sencilla. También sabemos desde el comienzo que hay una trama para idear asesinar al marido, pero ese detalle no resta interés al desarrollo de la obra porque vamos a sumergirnos en la duda de si, al final, serán descubiertos. 

Zola nos ofrece una historia narrada de forma muy real y objetiva que va más allá de una adulterio y de un asesinato. Mezcló el naturalismo con el suspense e hizo un estudio sobre los personajes y su psicología, dando como resultado una obra que con el paso del tiempo sería considerada como maestra, a pesar de que, cómo os cuento, en su época no la supieron entender.

jueves, 9 de junio de 2022

La invitada de Jennifer McMahon

Sinopsis:

Helen y Nate dejan atrás la ciudad para mudarse al campo. Quieren construir la casa de sus sueños en un terreno rural a las afueras de un bosque. 

Cuando descubren que su magnífica propiedad tiene un pasado violento y oscuro, Helen, que era profesora de historia, quedará fascinada por la leyenda local de Hattie Breckenridge, que fue acusada de brujería hace más de cien años. 

Cuando se sumerge en la historia de Hattie y sus descendientes, descubrirá que ese linaje llega hasta la actualidad. Conforme avance la construcción de la casa, un peligro inesperado acechará a sus dueños y al resto de habitantes del lugar.

Opinión:

El tema de las casas malditas o embrujadas es un tema muy socorrido en la literatura de terror, es más, me arriesgo a ir un poco más allá al decir que una casa abandonada o en ruinas es una de las características imprescindibles en el género gótico, y cuando digo casa se hace extensible a castillo, mansión o monasterio medieval.
Parece algo ridículo tener miedo a algo que se supone que está construido para dar protección, para aislarnos de lo que se esconde fuera, pero es que precisamente ese aislamiento nos hace sentir al mismo tiempo vulnerables por estar atrapados en su interior.
Las mansiones de las que la literatura se nutre tienen unas características que las convierten en especiales; suelen estar ubicadas en lugares aislados y su antigüedad o deterioro provocan ruidos extraños de los que desconocemos su origen y que, por tanto, tienden a alarmarnos. 
También, lógicamente, en esa antigüedad que arrastran se hace imposible que no haya ocurrido una muerte entre sus muros y, aunque no haya sido de forma violenta, eso también nos coloca en una posición de alerta.
Todo lo mencionado convierten a la mansión en un elemento omnipresente que la llevará a convertirse en un personaje más.

El caso es que toda esta introducción me ha servido para hacer hincapié en la originalidad de esta novela, porque Jennifer McMahon nos ofrece una casa, sí, pero que irá construyéndose poco a poco. 
De lo que no se olvida la autora es de añadir la dosis correspondiente de terror con la incorporación de algunas características propias del género como son las leyendas locales, los fantasmas, la brujería y la ubicación aislada que aportará ese toque de soledad tan necesario para que, aunque no sea terror extremo, sí nos acompañe a lo largo de la lectura algún que otro escalofrío.
Y es que Jennifer McMahon es una escritora considerada en Estados Unidos como todo un referente para los amantes del terror. 
Habrá que seguirle la pista...

La novela comienza con un capítulo inicial que nos hace retroceder hasta 1924 y que tiene como protagonista a Hattie Breckenridge; una mujer con un "don" o una "maldición", según se mire, y que será acusada de brujería.
Después de este breve capítulo vamos a conocer a dos de los protagonistas principales, Helen y Nate, un matrimonio que decide mudarse a una zona rural en busca de la casa soñada, algo que sin duda sabéis que no existe. 

Los cambios y reparaciones que deberían hacer en las casas que encuentran supondría el agotamiento de sus ahorros, y aquí llega otro de esos detalles indispensables en las novelas de terror, la casualidad
El azar va a participar en la trama y les va a llevar a descubrir un magnífico terreno con un pasado violento y oscuro.
Tendrán que ir construyendo desde los cimientos y eso les va a permitir conseguir la adorada casa de sus sueños, en ese momento se incorpora a la trama otro elemento que aporta tensión: la obsesión, la apremiante necesidad de construir, en el menor tiempo posible, para tener sobre ellos un techo que les resguarde y que va a generar roces y conflictos. 
Está claro que la edificación carecerá del toque misterioso y antiguo, pero eso no va a ser un problema, porque irán incorporando a la construcción piezas con historia, con un pasado, como fregaderos, cornisas o vigas que le aportarán ese aspecto de tiempos pasados y que propiciarán una mayor aparición de sucesos extraños. 
Los amantes del terror ya sabéis que muchas veces los objetos son los portadores del mal...

El otro personaje principal va a ser Olive, una niña que vive en la zona y que es un poco rebelde.

Tanto Helen como Olive van a tener un hilo argumental propio con el que iremos conociéndolas en profundidad. Lo que no tienen estos dos personajes es la facultad de narrar su historia en primera persona, ya que será un narrador en tercera persona el encargado de relatar todo lo que irá sucediendo a su alrededor.
En momentos puntuales se añadirán a la narración otros capítulos retrospectivos que irán mostrando momentos del pasado, necesarios para reconstruir la historia de Hattie y sus descendientes.

Es una novela que me ha gustado mucho. 
Aporta ese toque distinto que os he mencionado al comienzo de las casas de terror; creo que actualiza un poco el género, algo que considero muy necesario para huir de los tópicos.

martes, 7 de junio de 2022

La poeta y el asesino de Simon Worrall

Sinopsis:

Cuando un poema desconocido de Emily Dickinson apareció en una subasta de Sotheby’s en 1997, un escalofrío recorrió el mundo del coleccionismo literario. Cuatro meses después, sin embargo, el poema fue devuelto por tratarse de una falsificación. 
La poeta: Emily Dickinson. Una mujer solitaria, que garabateaba versos en todo lo que tuviese a mano, para revisarlos, cada noche, frente a su escritorio. No vio ninguno publicado en vida, pero escribió más de mil setecientos mientras ayudaba a caminar a su madre por el jardín y cocía pasteles de jengibre. 
El asesino: Mark Hofmann. Un manipulador nato, un maestro de la psicología humana. Comerciante de documentos raros, creó una serie de sensacionales falsificaciones con las que pretendía socavar los principios de la Iglesia mormona, y también decidió «especializarse» en la obra de la poeta norteamericana. Un hombre que de ser uno de los más grandes falsificadores del siglo XX pasó a convertirse en un despiadado asesino.
Simon Worrall explora el filo que separa arte y artificio, genialidad y locura, en esta trepidante crónica sobre una de las falsificaciones literarias más famosas de toda la historia.

Opinión:

Hoy os hablo de La poeta y el asesino de Simon Worrall, una novela muy recomendada por libreros y en las redes, pero con la que yo no he llegado a conectar salvo al principio.
La editorial nos la presenta como una trepidante crónica sobre una de las falsificaciones literarias más famosas de toda la historia, y aquí comienzan mis peros...
 
Esa falsificación hace referencia a un poema de Emily Dickinson, pero este hecho es tan solo una premisa con la que se inicia esta obra que va a terminar girando por completo sobre el verdadero protagonista, Mark Hofmann, un falsificador y asesino. 
Emily Dickinson solo hace una aparición fugaz para después terminar desapareciendo junto con su poema y la crónica trepidante de la que nos hablan, y dar paso a una reconstrucción sobre la vida de ese sujeto criminal.

La poeta

Quizás el poema de Emily Dickinson fue la falsificación más famosa de Mark Hofmann y la que llevó a Simon Worral a conocer la larga lista de trabajos que se le atribuyen, pero repito, solo es el hecho que da pie para comenzar una historia sobre este falsificador.

Esta obra se cataloga dentro de lo que se denomina True Crime y que no es más que una historia real que se va reconstruyendo sobre un crimen.
El libro está compuesto por 17 capítulos y un epílogo. 
Solo los cuatro primeros hacen referencia al descubrimiento de un poema original e inédito de Emily Dickinson. En ellos nos van a contar cómo fue descubierto, quién fue el comprador y a través de qué casa de subastas se llevó a cabo la adquisición. 
Esta para mí ha sido la parte más interesante de toda esa reconstrucción, porque la casa de subastas se vio inmersa en una trama propia de las mejores novelas de espías.

Hofmann consiguió engañar a la prestigiosa casa de subastas Sotheby's que vendió el falso poema a una biblioteca de Amherst, pueblo natal de Dickinson.
Dicen que las constantes modificaciones que experimentó la letra de esta autora a lo largo de su vida, el que el manuscrito estuviese escrito a lápiz, sumado a la pericia de Hofmann, a la negligencia de quienes no se percataron del engaño y a los intereses económicos, hicieron que está falsificación se convirtiese en una de las más famosas de la historia.

Los máximos responsables de Sotheby's participaron en el engaño, bien por acción o por omisión, porque fueron advertidos de la dudosa procedencia del poema e incluso así continuaron con la subasta, llegando a inventar que había sido certificado por varios expertos. 
Lógicamente, a día de hoy, la prestigiosa casa de subastas mantiene que ellos son la víctima involuntaria de Hofmann.

Esta como digo es la parte que más me ha gustado, no se hace nada pesada, algo que lamentablemente no va a suceder con el resto del libro... 

El asesino

Este libro está respaldado por una ardua investigación que nos sumerge en la vida y crímenes de Mark Hofmann, un maestro del engaño que se regocijaba con el caos que provocaban sus mentiras. En pocas palabras, un individuo sin escrúpulos, apresado en su propia red de mentiras y que terminó asesinando para cubrir sus engaños.
Este personaje odiaba a los mormones, religión a la que estaba vinculado por generaciones, y empezó a falsificar documentos sobre sus orígenes como medio para descargar su ira y su frustración, y de ese modo, destruirla.

Simon Worrall hace un excelente trabajo de documentación, eso nadie lo pone en duda, pero no es necesario incluir todos los datos encontrados. 
Para mí, ese es el fallo... que peca de exceso.

Worrall nos ofrece un relato sobre cómo fue la creación de la religión mormona y un perfecto y exhaustivo estudio del arte de la falsificación, incluyendo páginas y páginas en las que se habla sobre el simple acto de escribir, sobre la postura que adoptamos, el modo en que cogemos un lápiz o bolígrafo, sin olvidar incluir aspectos de agilidad, velocidad o presión. Toda esta información es muy interesante, no digo que no, pero en su justa medida.

Dicen que esta novela se lee como un thriller, pero es que parece más un ensayo o una tesis que la reconstrucción de un crimen. 
Tantos datos hacen que se pierda la emoción en lo que se cuenta, a pesar de que las explicaciones resulten excelentes. Es como si el autor quisiese demostrar que es un experto en el tema y que ha trabajado mucho.

Creo que con lo dicho queda demostrado que el libro me ha defraudado, pero como se suele decir, siempre hay un roto para un descosido o para gustos los colores. Habrá lectores, que sé que los hay, que hablarán maravillas de esto que califican como thriller apasionante o trepidante crónica.

Frente a las máximas valoraciones que he visto por ahí, yo os ofrezco mi opinión de que algo falla, y vuelvo a insistir en que es el aporte excesivo de información.

martes, 31 de mayo de 2022

Empezamos por el final de Chris Whitaker

Sinopsis:

Duchess Day Radley es una joven de trece años que se autoproclama «proscrita». Las normas son para otra gente. Ella es la fiera protectora de su hermano de cinco años, Robin, y la figura adulta para Star, su madre soltera, incapaz de cuidar de sí misma y mucho menos de sus dos hijos.
 
Walk es ahora el jefe de policía local, pero sigue intentando sanar la vieja herida de haber sido el testigo que tres décadas atrás mandó a prisión a su mejor amigo, Vincent King, que se dispone a salir de la cárcel. 
Y Duchess y Walk deben afrontar el problema que supondrá su vuelta.

Opinión:

Empezamos por el final está considerado por The Guardian y el Mirror Express como el mejor thriller literario del 2021. Sabéis que no soy mucho de fiarme de novelas tan alabadas, pero en este caso os la recomiendo al cien por cien, no solo porque ha sido el fenómeno editorial del 2021, sino porque en esta ocasión, críticos, libreros y público hemos coincidido en que es una de las mejores novelas negras de ese año.

El encargado de hacernos llegar la historia será un narrador omnisciente. En un principio nos hace retroceder en el tiempo hasta 1975, a una ciudad costera de California, Cape Haven, la que va a convertirse en escenario de esta apasionante novela.
A continuación se retoma la narración en 2005, y a partir de ahí nos enfrentaremos a un relato lineal muy bien construido, con algunas retrospecciones, con varias tramas secundarias donde vamos a tener asegurado el suspense y con una última mitad donde los giros argumentales no darán tregua al lector. 

Duchess, la protagonista, es una rebelde. Se parece mucho a Harriet, el personaje que conocimos en Un juego de niños de Donna Tartt. Tiene tan solo 13 años, está cargada de prejuicios y chulería, pero sobre todo piensa que es capaz de sobrevivir en el mundo de los adultos. Lo que se le escapa es que todos los actos tienen su repercusión y van a terminar en terribles consecuencias para todos los que la rodean.
La diferencia entre las dos obras que he citado, es que, en esta ocasión, la protagonista va cargada de diálogos y conversaciones inteligentes, e incluso su modo de actuar resulta más creíble aunque en ocasiones pueda merecerse un buen pescozón. 

Duchess Day Radley, nuestra pequeña forajida, va a compartir protagonismo con el jefe de policía de la zona, Walk; otro gran personaje con una profundidad psicológica extraordinaria.
El resto de personajes se dividen entre incidentales y ambientales, pero todos juegan un papel muy importante en el desarrollo de la trama, dejándonos marcados con su actuación. 
Creo que Chris Whitaker ha hecho un excelente trabajo desarrollando el argumento, pero lo ha bordado a la hora de crear a todo el elenco de personajes, sin excluir a ninguno, porque resultan reales; ellos son los que arrojan el lazo y atrapan a los lectores. 

La novela os he mencionado al comienzo que es un thriller, pero realmente podría catalogarse dentro de otros géneros porque tiene hasta un ligero toque de western.

miércoles, 25 de mayo de 2022

El huésped de Marie Belloc Lowndes

Sinopsis:

Hasta cinco películas han bebido del argumento de 'El huésped', la mejor novela de Marie Belloc Lowndes. Entre ellas figura la primera cinta que dirigió Alfred Hitchcock ('The lodger', 1927; titulada en España 'El enemigo de las rubias'). 

La obra reúne los ingredientes clásicos de la mejor narrativa de misterio británica. 

Mientras Londres vive con inquietud la aparición en sus calles de un asesino de mujeres, un extraño hombre sin equipaje alquila una habitación en la casa de los Bunting. La autora crea una atmósfera de suspense desde la primera hasta la última línea en esta intrigante historia sobre la culpabilidad y las apariencias.

Opinión:

Marie Belloc Lowndes tiene escritas varias novelas, pero "El huésped" o "Un huésped excéntrico", como también se la conoce, es quizás con la que ha alcanzado más fama.
Está inspirada en los famosos crímenes de Jack el Destripador que asolaron la ciudad de Londres en 1888 y que sucedieron concretamente en el barrio de Whitechapel ubicado en el East End, una de las zonas más marginales del Londres victoriano.

En un principio la autora escribió un texto breve para una revista, pero terminó desarrollándolo, dándole proporciones de novela y apareciendo publicado por entregas en el Daily Telegraph, antes de publicarse finalmente como libro en 1913.

La obra ha sido llevada al teatro y al cine en varias ocasiones, siendo la versión cinematográfica de 1927 dirigida por Alfred Hitchcock la que alcanzó más fama, aunque hay que puntualizar que es cine mudo. 

El huésped no es una novela policíaca, lo único que tiene en común con el género es que la historia gira alrededor de una serie de crímenes que nos llegan en todo momento de oídas; aquí los policías e investigadores cumplen solo con una función ambiental y aparecen en contadas ocasiones. 
Los lectores no vamos a ser testigos presenciales de ningún crimen y la investigación policial queda relegada a un segundo término, por lo tanto es más bien una obra de suspense.

Tampoco esperéis encontrar una historia construida sobre el tan socorrido quién, cómo y por qué, porque no lo vais a encontrar. 
Aquí lo importante es ver a la autora cómo maneja el suspense recreándose en describir la atmósfera y los ambientes y en cómo construye el perfil psicológico de los personajes, sin olvidar en profundizar en las dudas que crecen en y sobre ellos.

Con las descripciones consigue que los lectores nos sintamos incómodos paseando de noche por las calles de Londres; unas calles cubiertas por una niebla espesa que consigue engullir todo a su paso, aportando ese toque misterioso y terrorífico al mismo tiempo que el asesino se abalanza sobre sus víctimas.

Los personajes son muy pocos, podríamos decir que la plantilla se reduce a cinco, aunque los tres principales sobre los que va a girar toda la trama van a ser el matrimonio Bunting y su huésped, Mr. Sleuth.

Los Bunting regentan una casa de huéspedes que pasa por dificultades. En el momento en que sobrevuela sobre ellos la quiebra aparece un extraño personaje, Mr. Sleuth. 
Este último se presenta a sí mismo como el huésped perfecto. Da poco trabajo y no se declara muy exigente aunque viene acompañado de unas manías que le hacen parecer excéntrico y obsesivo.
Los Bunting ven en él su salvación, pero poco a poco las excentricidades del personaje y los asesinatos que ocurren cerca de su propiedad van a hacer que la sospecha se asiente sobre ellos.

A esta situación, de por sí tensa, se suma la actuación del narrador equisciente que va a ser una pieza clave a la hora de generar tensión y de crear el perfil psicológico de los protagonistas.
Este narrador demuestra que tiene unas carencias. Se centra principalmente en el personaje de Ellen, la Sra. Bunting, pero perdemos la visión global del conflicto.
Sabe lo que pasa por su cabeza, nos muestra sus miedos, sus angustias, pero ignora totalmente o no quiere aportar detalles sobre lo que ocurre en torno a Mr. Sleuth, de ese modo consigue generar más suspense alrededor de este personaje.
Este tipo de narrador nos pone a los lectores en la misma casilla en la que están los personajes, asediándonos las mismas dudas y temores que a ellos. 
Ellen es perseguida no solo por el miedo a convivir con un asesino sino que al mismo tiempo teme acudir a la policía, ya que si su familia se viese mezclada públicamente en un asunto tan horroroso podría significar la ruina definitiva del negocio. 

Y aquí radica la gracia de esta novela, en la tensión y en las dudas basadas en meras sospechas; en el curioso manejo de los datos que hace el narrador, porque esta autora se caracteriza por el desarrollo psicológico de sus personajes, profundizando en las respuestas emocionales de los mismos y de los lectores ante situaciones que se escapan de su control.

Sorprende ver como con un número tan reducido de personajes, apoyándose en las descripciones psicológicas de estos, en su comportamiento y en las elipsis, se puede conseguir una historia tan atractiva.