Todos los monstruos tienen una historia. "La casa al final de Needless Street" es la historia de una niña que desapareció once años atrás en una excursión a un lago.
De su hermana, Dee, una mujer vulnerable que sigue buscándola y rastreando a los sospechosos, después de que la tragedia destruyera a su familia.
De Ted, que siempre fue un muchacho extraño y podría haber sido responsable de la desaparición de la niña.
Ted vive ahora aislado con su hija y una gata en una casa decrépita y ha tapiado todas las ventanas, por las que solo penetran fragmentos de luz. Ted conoce muy bien el bosque que hay junto a su casa. Allí ha buscado refugio muchas veces y está enterrada parte de su pasado.
Opinión:
Hace tiempo que quería hablaros de La casa al final de Needless Street. Un libro con un título y una portada muy sugerentes que está dando mucho que hablar por las redes y que me llegó recomendado desde varios blogs.
Tras comprobar su valoración en Goodreads me sorprendió encontrarme con aproximadamente 10.000 calificaciones que le daban un promedio de 4 sobre 5, dando a entender, y en esto no creo que se confundan tantos lectores, que me encontraba ante una buena historia o al menos atípica.
Ese es el motivo de que esta reseña sea tan breve.
Nos encontramos ante una obra muy buena para mi gusto, donde cada lector debe sacar sus propias impresiones. Catriona Ward, la autora, juega con nosotros hasta límites insospechados y estoy segura de que logrará sorprenderos tanto como a mí.
Si habéis leído la sinopsis ya tendréis una imagen más o menos clara del argumento, así que me ahorro el trabajo de haceros un resumen y a vosotros el tiempo de releer lo ya contado.
Algo a destacar es que a lo largo de la narración nos encontraremos con 4 narradores:
Ted y Olivia que narran en primera persona, Dee que hace uso de la tercera y llegando a la mitad a Lauren, un personaje al que conocemos por el resto y que también utilizará la primera persona para hacernos llegar parte de la historia.
Sobre los narradores que emplean la primera persona poco hay que decir que no sepáis ya, la autora les concede esa prioridad a la hora de relatar y con ello ya sabemos que tendrán un mayor protagonismo.
Una de las ventajas de utilizar este tipo de narradores es que se muestran más cercanos al lector y eso puede llegar a confundirnos.
Esa cercanía hace que el lector confíe en lo que nos cuentan y olvidamos que muestran únicamente la opinión y/o la visión del narrador que puede guiarnos a una realidad distorsionada o manipulada.
El uso de esta técnica narrativa hace que estemos atentos a la lectura y más en este caso concreto en el que notamos desde el principio que hay detalles que no terminan de encajar.
Sobre Dee solo puedo contaros que aunque en la sinopsis parece que cuenta con bastante protagonismo a mí no me lo ha parecido. El principal motivo ya lo he mencionado de pasada, su historia nos llega desde un narrador externo. Creo que ella solo es un personaje incidental, alguien secundario que con su presencia crea dudas, alimenta la trama y la imaginación en momentos puntuales.
Nos encontramos ante una historia de mentiras, soledad, maltrato y supervivencia. Un thriller psicológico cargado de incógnitas, con una atmósfera angustiosa y opresiva que termina absorbiendo incluso al lector.
Solo llegando a las últimas cien páginas los enigmas empezarán a resolverse. Los giros argumentales se acumulan mientras que la autora se reserva para las páginas finales una sorpresa que desbaratará todo el rompecabezas que ya teníamos armado.
Catriona Ward retuerce el argumento hasta tal punto que el lector, sin saberlo, cae en una red de engaños tejida a conciencia.
Un libro que sin duda os recomiendo.