sábado, 10 de junio de 2023

La chica que vive al final del camino de Laird Koenig

Sinopsis:

Rynn acaba de cumplir trece años y lo celebra sola en su casa. Nadie sabe mucho de ella. Solo que se hace la interesante, no habla con nadie, cobra los cheques de viaje de su padre y da esquinazo a las visitas inoportunas. En su casa hace lo que quiere: fuma cigarrillos, se entrega a la poesía de Emily Dickinson y establece una amistad peculiar con un muchacho cojo que dice ser mago. Hace tiempo que su padre no se deja ver por el pueblo, y los vecinos empiezan a hacer preguntas: ¿dónde está su padre? ¿Qué se oculta en esa casa que se alza al final del camino? Laird Koening nos ofrece con esta oscura novela una obra maestra de la literatura gótica americana, que inspiró la película protagonizada por una joven Jodie Foster y por Martin Sheen. Una vuelta de tuerca al género de lo inquietante.

Opinión:

La chica que vivía al final del camino es un clásico del gótico americano de los años setenta, escrito por Laird Koenig en 1973 y que fue publicado inicialmente en español bajo el título de La niña de las tinieblas.
El primer proyecto fue escribir una obra de teatro, pero la editorial lo descartó y aconsejaron al autor plasmar la idea en forma de novela. 
Posteriormente fue llevada al cine en 1976 con Martin Sheen y Jodie Foster como protagonistas. La versión teatral tampoco tardó en llegar viendo que tanto el libro como la película se estaban convirtiendo en obras de culto. 
Este autor apenas cuenta con diez novelas publicadas y lamento decir que de momento no lo estarán en castellano. Próximamente, la editorial Impedimenta, publicará  su ópera prima, The children are Watching, escrita en 1970 y que también fue llevada al cine.  

Lo primero que debo aclarar es que aunque esta obra se cataloga como terror, es un terror psicológico. Aquí no esperéis encontrar un miedo intenso al estilo de Stephen King, con sustos, seres grotescos o imágenes monstruosas, aquí el terror se basa en el comportamiento de los personajes, en lo que ocultan y la tensión e incertidumbre que se genera con ello. Porque precisamente el terror psicológico trata de eso, de jugar con las dudas, con los secretos, las pistas falsas y los giros inesperados.

Laird Koenig nos ofrece una novela oscura e inquietante que explora temas como la amistad, la soledad, la independencia, el acoso, el abuso y la violencia, y que va a tener a una niña de trece años como protagonista. 

El encargado de relatar los hechos será un narrador omnisciente que irá alternando escenas cotidianas con otras de suspense. De ese modo consigue recrear un ambiente de tensión y misterio que irá en aumento en cada capítulo.
A través de su narración, el lector se va a sumergir en la mente de la protagonista y vamos a conocer sus pensamientos más profundos, primer elemento de terror, porque quizás esos sentimientos son demasiado maduros para su edad, y eso, a los lectores, nos puede llegar a incomodar.
Nos vamos a preguntar que se esconde tras la aparente vida solitaria de Rynn, pero lo preocupante llegará después, cuando empecemos a conocer a los adultos con los que se relaciona la niña, que se alejan del papel que se supone que deberían adoptar y que se convierten desde su primera aparición en los antagonistas de Rynn. 
Koenig va a utilizar la vulnerabilidad de los niños y su indefensión, sin olvidar tampoco de dotarlos de un comportamiento perturbador.

Me ha gustado mucho la forma en que el autor retrata la personalidad de Rynn, su inteligencia y su determinación por sobrevivir en un mundo de adultos, sin olvidar su fragilidad. Consigue crear a un personaje carismático que a pesar de lo que representa, de lo que iremos conociendo de ella, generará al mismo tiempo empatía y simpatía en el lector. 

La novela sucede prácticamente en un único escenario, esa casa al final del camino, que aunque implícita en el título, va a compartir protagonismo con Rynn, al tiempo que será testigo de todos los hechos. Esa casa que se encuentra al final del camino, solitaria, que para nosotros aporta el toque misterioso e incluso incómodo por su aislamiento, para Rynn representa la seguridad; una seguridad que se va a ver amenazada por la curiosidad de unos vecinos ni deseados ni esperados.

La chica que vivía al final del camino es un libro que combina el suspense, el terror psicológico y el drama con unos personajes bien construidos y una trama original, pero sobre todo impredecible. Una historia que sorprende porque con tan solo 272 páginas y un puñado de personajes tan reducido, que pueden contarse con una sola mano, consigue poner al lector en un estado de constante desasosiego.


martes, 6 de junio de 2023

Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena

Sinopsis:

Una novela emocionante, un testimonio único, un libro para siempre. 
Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. 
En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido. 
La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicológico.

Opinión:

Los renglones torcidos de Dios es un thriller psicológico de corte policíaco de Torcuato Luca de Tena publicado en 1979. 
Para documentarse sobre la realidad que vivían los pacientes y el personal médico, el autor ingresó de forma voluntaria en una institución psiquiátrica. 
También he leído por ahí que la publicación de este libro sirvió para sacar a la luz los abusos que se cometían en ese centro y que culminó con una investigación a la institución por mala praxis.

Ese es el primer punto a favor que encuentro desde el comienzo, que el autor nos ofrece un retrato fidedigno de cómo era la vida en un sanatorio mental, ya que la inspiración le llega desde un lugar que conoció personalmente.

La novela narra la historia de Alice Gould, una supuesta detective que ingresa en un hospital psiquiátrico con el fin de resolver un crimen. 

La personalidad cautivadora del personaje, sumada a su extremada inteligencia, llegará a confundir a los médicos de tal manera que se cuestionarán la cordura de la protagonista, y os puedo adelantar que a los lectores nos va a suceder lo mismo de principio a fin.
La narración nos mantiene en vilo hasta el párrafo final, ya que el autor juega con la ambigüedad del personaje principal y no olvida incluir algunos giros inesperados. Realmente la historia va a resultar como un rompecabezas en el que debes ir encontrando la pieza correcta y ver de qué modo encaja, dando como resultado una historia narrada de forma ágil, con un argumento muy original, en el que se combina el suspense, el drama y la crítica social, y que nos plantea un misterio psicológico y moral.

Luca de Tena nos va a transportar hasta un sanatorio reformado, acorde a los nuevos tiempos, regido con nuevas normas, donde los internos gozan de relativa libertad, al tiempo que muestra un amplio abanico de complejos personajes, cada uno de ellos con una dolencia psíquica distinta. 
Esos pacientes arrastran su propia historia y eso también va a enriquecer la narración porque dará lugar a un compendio de pequeños relatos que irán complementando la trama principal.

Tampoco hay que olvidar que el autor hace un retrato brillante, con sus luces y sombras, de la mente humana, lo que ha llevado a que este libro se convierta en una obra de referencia dentro de la literatura española. 

Y ahora ha llegado el momento de mencionar un par de detalles que me han hecho la lectura algo incómoda. 
El primero: las expresiones crueles que emplean algunos médicos y los apodos que pone Alice para referirse a algunos residentes. 
El otro: la mismísima Alice Gould, un personaje que debo decir que es complejísimo, pero que se me atragantó desde las primeras páginas, porque hacía gala de un narcisismo exagerado.
Mediante los diálogos, el autor nos muestra su personalidad. Es soberbia, vanidosa y manipuladora, y esa idea nos la vamos a formar a través de lo que dice, de cómo lo dice y del efecto que tiene en los demás. 
Esos diálogos también nos van a aportar datos sobre su pasado, al mismo tiempo que nos mostrarán sus traumas y conflictos internos y/o externos.
Pero esto es solo en lo que se refiere a la construcción del personaje a través de los diálogos, pero qué decir sobre las descripciones del personaje... Luca de Tena no omite ningún dato a la hora de describirla física y psicológicamente, usando detalles significativos que la caracterizan y que al mismo tiempo la van a diferenciar de los demás, reflejando desde su estado de ánimo a su actitud frente a la vida.

Sobre el resto de personajes os puedo decir que también hay alguno que sobresale por su profundidad psicológica como es Ignacio Urquieta.

En resumidas cuentas... todo lo mencionado hasta ahora, sumado a la perfecta ambientación y que el relato está magníficamente hilvanado hacen que este libro se cuele entre mis recomendaciones.  

Es una historia que cuestiona dónde esta el límite entre la locura y la razón, y que nos recuerda, como se menciona en el libro que "a veces Dios escribe derecho con renglones torcidos".

Esta novela ha sido adaptada al cine en varias ocasiones, la última en 2022, lo que provocó una nueva reedición de este clásico. 

Y ya para terminar...

He leído algún comentario sobre que el final del libro siembra una duda razonable sobre la verdadera personalidad de Alice Gould. Yo creo que el final está bastante claro y definido, y no deja lugar para la confusión, pero para saber de qué estoy hablando tendréis primero que leer el libro.

miércoles, 31 de mayo de 2023

El informe de Brodeck de Philippe Claudel

Sinopsis:

Apenas ha transcurrido un año desde el final de la guerra cuando una muerte rompe la tranquilidad de un pequeño pueblo perdido en las montañas. El único extranjero del lugar, a quien llaman Der Anderer -el Otro, en alemán-, ha sido asesinado y todos los hombres de la localidad se confiesan autores del crimen. Todos menos Brodeck, el encargado de redactar un informe sobre lo sucedido «para que quienes lo lean puedan comprender y perdonar».
Así pues, Brodeck entrevista a los hombres más importantes del pueblo: el cura, el dueño de la fonda, el alcalde... Y cuando este último le advierte de que «no busque lo que no existe, o lo que existió, pero ya no existe», Brodeck comprende que no le conviene saber demasiado. Sin embargo, la redacción del informe lo obliga a interrogar y a interrogarse, lo que a la postre puede suponer una amenaza para él y su familia.

Opinión:

Hace apenas unas semanas os hable de Almas grises de Philippe Claudel, un autor que llegó a mí a través de una recomendación y que ya os comenté que me había sorprendido gratamente.
Tras esta segunda incursión en su obra vuelvo a insistiros, es un autor que no hay que dejar pasar; que sorprende porque parece que presenta una cosa en sus novelas y termina ofreciendo otra totalmente distinta que no dejará indiferente al lector.
 
“Pensé en lo que acababan de hacer aquellos hombres a quienes conocía desde hacía años. No eran monstruos, sino campesinos, artesanos, peones de granja, guardabosques, humildes empleados...
En definitiva, hombres como ustedes y yo”.

En el informe de Brodeck, Claudel vuelve a sorprender con una historia inquietante y perturbadora. Ya habréis leído la sinopsis: Der Anderer, al que se conoce como el Otro, es asesinado y todos los hombres de un pequeño pueblo perdido en las montañas se confiesan autores del crimen. Brodeck, el único que no ha tenido nada que ver, será el que reciba el encargo de redactar un informe sobre lo sucedido.

En la sinopsis ya nos muestran todo lo relevante de la historia, eso sí, como ya os he advertido al comienzo, nada resultará como parece.
A simple vista podemos pensar que nos encontramos ante una obra al estilo de Fuenteovejuna, del fénix de los ingenios, en la que se relata la unión del pueblo contra la opresión, pero según vayamos avanzando veremos que poco o nada tiene en común este pueblo, sus gentes y sus motivaciones con el descrito en la obra del Siglo de Oro.

Vamos a tener dos personajes principales sobre los que va a girar la trama. 
Uno es Brodeck, nuestro protagonista y narrador, alguien que se irá definiendo, tomando forma a través del relato. Un personaje con una vida miserable que le cuesta remontar por todo lo que carga sobre sus espaldas, mientras que el otro personaje, Anderer, es alguien misterioso, del que apenas conoceremos datos, pero que será capaz de captar el alma humana, y eso a los del pueblo les genera mucho miedo. Ya sabemos que la estupidez y el miedo son malas combinaciones; mientras que el individuo es listo, la protección que genera el grupo convierte a la masa en algo muy peligroso.

Ambos personajes forman una perfecta dicotomía, dos seres en apariencia opuestos, pero que en realidad se complementan y que tienen más cosas en común que diferencias.

Brodeck tendrá que investigar para redactar un informe que terminará reflejando sus dudas, pero también sus miedos, porque esa investigación, para nada sencilla, esconde una amenaza velada.

“No busques lo que no existe, o lo que existió, pero ya no existe.

Las escenas retrospectivas van a ser un elemento fijo en la narración, ya que para reconstruir los hechos nuestro narrador deberá retroceder en el tiempo, relatando desde la llegada al pueblo de Anderer
Esta búsqueda hará que el protagonista enlace el relato con escenas de su propio pasado, lo que romperá la secuencia cronológica. 
Este detalle es quizás lo que menos me ha gustado o, mejor dicho, con lo que más me costó hacerme al comienzo de la lectura; esa alternancia narrativa que en ocasiones me parecía algo caótica y que da como resultado pequeñas historias que van entrelazando, presente y pasado, con la trama principal. 

Hay un par de detalles que, sumados al misterio que genera el personaje de Anderer, aportan bastante suspense a la narración.
Uno es la ubicación de los sucesos. 
Sabemos que es un pueblecito perdido en las montañas. Claudel oculta su localización a conciencia, pero algunos detalles me llevaron a pensar que podría ser la zona de Alsacia, donde Francia limita con Alemania y Suiza, y donde además del francés se habla una lengua dialéctica de origen germánico.

Otro detalle que el autor oculta es la época en la que suceden los hechos. 
Sabemos que hace un mes que ha finalizado la guerra y algunas referencias evocan claramente a la II Guerra Mundial, además de que Brodeck incluye en su relato algunos sucesos anteriores que, aunque cambiados de nombre, nos pueden recordar a las revueltas callejeras que hubo en Alemania antes del estallido de la guerra e incluso otras que se asemejan a la noche de los cristales rotos. También, y aunque sobra decirlo, se habla en algunos momentos de la persecución que sufrirán algunos grupos de la sociedad, de su traslado a campos y de lo que allí padecerán. 
Todo esto lo aclaro porque documentándome sobre la obra, he leído por ahí que no hay referencias en el libro que puedan indicar a qué guerra se refiere esta historia... 
Es cierto que el autor cambia los nombres de algunos sucesos, él no quiere hablar de la guerra ni de lo que supuso para vencedores o perdedores, sus historias dan prioridad a otros temas quizás más profundos. 
Como siempre digo, cada uno es muy libre de dar su opinión sobre lo que lee y también las ganas de investigar dependen de cada uno, lo que sí os puedo decir es que cada vez me sorprendo más de gente que dice haber leído un libro y luego demuestran no haberlo hecho.

Corriendo un tupido velo y ya para terminar, vuelvo a insistir como ya lo hice con Almas grises, esta no es una novela que describa los horrores de la guerra ni tampoco es un thriller en el que se reconstruya un crimen, aunque pueda parecerlo a simple vista. 
Es una novela en la que su autor vuelve a profundizar, a través de la ruindad de los personajes, en el alma humana. Una historia en la que nadie es del todo inocente y en la que los fantasmas que arrastra cada uno de los personajes, pueden en ocasiones, estar más presentes que los vivos.

miércoles, 24 de mayo de 2023

Los ojos de Galdós de Carolina Molina

Sinopsis:

Pobre, enfermo y casi ciego. Así vivió sus últimos años Benito Pérez Galdós, el genio que llenó de gloria la literatura de su tiempo. Pese a todo, no le faltó el cariño de sus amigos, familia y ciudadanos. Y, cuando sus ojos necesitaron ampararse en otros más jóvenes para continuar su labor literaria y, así, subsistir, ella, Carmela Cid, estará a su lado. Ella será sus ojos. Y también su voz. Junto a él recorrerá los escenarios de su vida, desde que llegara a Madrid, como estudiante de Derecho, hasta convertirse en un periodista de peso y un escritor consagrado. Y, a su vez, descubrirá el carácter benevolente y seductor de un hombre a la par inteligente y humilde del que se enamoraron muchas de las más ilustres mujeres de su tiempo, entre ellas, por ejemplo, Emilia Pardo Bazán.
Pensada por y para Galdós, con un estilo delicado y una prosa fluida, en la línea de sus novelas anteriores, Carolina Molina nos ofrece un retrato entrañable y desconocido del escritor que mejor supo reflejar la España del siglo XIX. 

Opinión:

Hace tiempo que quería hablaros de Los ojos de Galdós, una novela histórica que es en sí todo un homenaje hacia el hijo adoptivo más querido de Madrid. 
Poco se puede decir sobre D. Benito Pérez Galdós que no se haya dicho ya, sus obras contarán con adeptos y detractores, al igual que lo harán sus ideas políticas, pero sin duda, lo que sí se puede decir sobre él y no me quedo corta, es que fue el mejor cronista de Madrid, el que mejor supo observar y reflejar la vida de los madrileños.

Carolina Molina nos ofrece un retrato entrañable e inolvidable sobre este genio de las letras y para hacerlo da el protagonismo central a una mujer, Carmela Cid, un personaje ficticio que adoptará también el papel de narradora y que nos mostrará los momentos más importantes en la vida del autor. Una vida en la que las mujeres contarán con un papel muy importante, y no solo en sus libros.


—Verá, querida niña. Llevo escribiendo desde los veintiún años. Tengo las manos callosas de coger la pluma y los ojos gastados de leer las dichosas galeradas. Muchos se han enriquecido a mi costa, pero mis bolsillos están vacíos. Cierto es que he dilapidado algunos pequeños ahorros con personas a las que amé o creí amar, pero... aún no he conocido al escritor que se haya hecho rico escribiendo en este país.

Con lo primero que nos vamos a encontrar es con una narración in extremis, es decir, la acción se sitúa en un punto muy cercano al final, de esa forma vamos a conocer a Galdós en el tramo final de su vida; una narración intimista y detallada a través de la que conoceremos no solo al gran narrador del Realismo español, sino también al hombre que hay detrás.

Corre el año 1915, como telón de fondo tenemos a una España dolorida y triste que intenta salir de su letargo. Galdós ha perdido la vista y la revista La Esfera le pide que escriba sus memorias. A partir de este momento y con ayuda de Carmela, que se convertirá en los ojos del autor, la historia retrocederá hasta su llegada a Madrid en 1862.

Galdós fue un gran observador y ese método le dio la experiencia para crear a sus personajes. Curioseaba las vidas de las clases humildes madrileñas: castañeras, manolas, mozos de cordel, planchadoras... todo lo que recogían sus ojos se veía plasmado en sus novelas. No hacía crónicas de Madrid para el resto españoles, no, él escribía de Madrid para los madrileños, con una narrativa ágil y descriptiva que no ha conocido igual. 
Paseaba por la capital, describía acontecimientos, y dotaba a sus personajes de una humanidad, que aunque copiada o impostada, les llevó a convertirse en héroes de la literatura.

Carolina Molina, la autora, nos va a llevar de la mano de Galdós no solo a pasear por la Puerta del Sol, la Red de San Luis, El prado o La Montera, también por la Cava Baja, por los solares y los cafés, por lo que va a ser frecuente encontrarnos a nuestro protagonista mezclado con personajes históricos de calado como Doña Emilia Pardo Bazán, toda la Generación del 98 al completo, Carmen de Burgos, Isabel II, Alfonso XIII, Antonio Maura o Canalejas, entre otros muchos, todos ellos y debo decirlo llegados a este punto, descritos con elegancia y sin caer en lo tonto de los prejuicios, porque es muy complicado ser testigo del pasado y describir hechos o personajes históricos sin incurrir en ello.

Galdós fue un autor que apostó por la independencia del sexo femenino, en todas sus obras se refleja, pero también fue consciente del duro trabajo que aún quedaba por hacer. Doña Emilia le recriminaba que diese alas a las protagonistas de sus historias y que en cambio, al final se las cortase, pero era lo que exigían los tiempos y sus lectores. 
Carmela Cid, nuestra narradora, va a enfrentarse exactamente a los mismo problemas que sufren las mujeres Galdosianas, por lo que ya os avanzo que la ambientación y la historia que acompañará a la protagonista será fantástica.  

También quiero añadir, ya llegando al final, que aunque me he centrado en hablar en esta reseña de Galdós, al que considero con permiso de Carmela Cid el gran protagonista de este libro, la novela también va a servir como crónica de acontecimientos de una época sometida por las desigualdades económicas. 

Sin duda, una novela fascinante para los amantes de Galdós.

—No he de hablar de nuestro Galdós como patriarca de las letras, sino como madrileño y madrileñista. Nadie como él describió la calle de Toledo y nadie como él ha amado tanto al pueblo de Madrid.
Luis Garrido Juaristi. 
Alcalde de Madrid 1918-1920


miércoles, 10 de mayo de 2023

Almas grises de Philippe Claudel

Sinopsis:

Diciembre de 1917. En un pequeño pueblo del norte de Francia, el cuerpo sin vida de una hermosa niña aparece flotando en el canal. La crónica de los hechos, escrita veinte años después del suceso por el policía a cargo de la investigación, invita al lector a descubrir una realidad inesperada. En su implacable relato, donde la emoción aparece contenida por el pudor del narrador, nadie es inocente, y los culpables, de una forma u otra, son también víctimas. El gris es el tono dominante, pero no el gris de la muerte, ni el del duro clima invernal, ni siquiera el de la cobardía, sino el gris en que se desenvuelve la condición humana: la ausencia de certezas absolutas, las sombras, los claroscuros, en suma, el peso rotundo de la duda.

Opinión:

Hoy quiero hablaros de Almas grises de Philippe Claudel, un autor que para mí ha sido todo un descubrimiento. Es cierto que había oído hablar de él por obras como "La nieta del señor Linh" o "El archipiélago del perro", pero había algo en ellas que no terminaba de llamarme la atención.
Hace poco me recomendaron "Almas grises" y "El informe de Brodeck", dos obras que se mueven entre la novela negra y el thriller, y os puedo decir que al menos esta me ha fascinado.

La trama sucede en 1917 en un pequeño pueblecito del norte de Francia. 
El marco histórico va a ser la Gran Guerra, un buen pilar para sostener la trama y que sirve para que nos hagamos una idea de lo que está sucediendo a escasos kilómetros. Con solo ese dato el lector ya puede imaginarse a los hombres arrastrándose en las trincheras bajo el incesante tronar de los cañones y con el acre olor a pólvora en la boca.
Pues bien, a corta distancia de ese triste escenario va a aparecer el cuerpo sin vida de una niña de diez años. 

Lo primero que vamos a ver es que no es una lectura lineal. 
La crónica de los hechos va a ser escrita veinte años después por el que será nuestro narrador, un policía del que desconoceremos su identidad y que intentará rehacer la historia, rellenando los huecos de un caso cargado de irregularidades. 

En el primer capítulo van a ser presentados los personajes principales, pero para poder facilitarnos más datos sobre ellos y crearnos un perfil más completo, el autor nos hará retroceder hasta 1914, en vísperas del inicio de la guerra.
Lo que sí quiero dejar claro es que aunque vamos a tener de fondo la Primera Guerra Mundial, esta no es una obra que se centre en ella, y vamos a pasar por su lado de puntillas. Los personajes van a convivir con la contienda como con un mal sueño o un recuerdo amargo, algo que no les atañe de forma directa y que ven desde lejos.

Almas grises, la quinta novela de Philippe Claudel, es una historia sencilla en la que los sentimientos y las emociones terminan imponiéndose a los hechos objetivos del caso. Una obra dominada por una amplia escala de grises que lo impregna todo con un ambiente nostálgico, desde los escenarios a los personajes que aparecen descritos a la perfección con el título elegido. 
La única nota de color que vamos a tener llegará de manos de Belle de jour, la niña asesinada, y de Lysia Verhareine, la maestra del pueblo, dos personajes incidentales que aportan la sensación de que el mundo no es tan feo como se nos describe.

Os puedo asegurar que nos encontramos ante una novela muy buena, recubierta con un halo de misterio que nos hace dudar de todos los personajes, algo que se agrava porque el narrador juega también un poco al despiste. Un rural noir que nos muestra la hipocresía y la maldad de unos personajes tan canallas como cobardes.

Y poco más quiero contaros, porque es una historia muy cortita y que hay que saborear individualmente. El ejemplar que he leído solo tiene 222 páginas y está compuesta por capítulos muy breves, algo que aporta ritmo a la narración. 

Os aseguro que os va a gustar porque Philippe Claudel me ha demostrado con esta novela que es un gran narrador reproduciendo los caracteres humanos; plasma a la perfección los defectos y las virtudes, las pasiones y las debilidades, demostrando que el pensamiento dicotómico de todo es blanco o es negro no es real y que puede haber entre ellos toda una gama de grises.