lunes, 7 de agosto de 2017

La huella de una carta de Rosario Raro

Sinopsis:

La apacible vida de Nuria con su marido, un comercial al que no ve lo que quisiera, se altera cuando ella lee en la prensa un enigmático anuncio que le despierta su sueño de dedicarse a la escritura. Sin saber a ciencia cierta de qué se trata, acepta convertirse en la escritora anónima de las respuestas a las cartas que el consultorio radiofónico de Elena Francis recibe. Su labor parece sencilla: encargarse de responder las cartas que no da tiempo a radiar. Pero todo cambia cuando una oyente desesperada le habla de unos niños nacidos con terribles malformaciones. Nuria decide investigar su origen y destapa una trama internacional de corrupción que pondrá en jaque su vida y cambiará su destino para siempre.
Tras el éxito de Volver a Canfranc, Rosario Raro regresa con una novela impactante que cautivará a sus lectores.

Opinión:

Conocí a Rosario Raro con su primera novela, Volver a Canfranc, y la verdad es que me sorprendió gratamente.
Mezclaba ficción y hechos reales de una forma magistral; la linea que separaba un género de otro era inapreciable, y eso daba valor a la narración.
Por otra parte, con los personajes ocurría algo similar, el perfil creado para cada uno de ellos transmitía veracidad a la historia, a pesar de que como es lógico, con unos se empatizase más que con otros.
Otra característica de esta autora, es que sus novelas no nos dejan indiferentes; sabe en que momento pellizcar, tocarnos la fibra sensible y esa incomodidad narrativa es algo positivo para una novela, porque despierta sentimientos y reacciones de todo tipo.

Con esta nueva historia, Rosario vuelve a dar en el clavo.
Crea una historia ficticia y la adorna con hechos reales... o quizás sea más correcto decirlo al contrario... Narra los hechos reales y los adorna con parte de ficción.
Sea como sea, el caso es que el resultado de nuevo ha sido acertado.

El argumento nos sitúa en la España de los años 60.
Tenemos como hilo ambiental de fondo, el famoso consultorio radiofónico de Elena Francis; un programa que durante 36 años dio consejos a las mujeres de la época.
Y sí... se lo que estáis pensado, ¡vaya consejitos que daba! sumisión, aguantar y mirar hacia otro lado, entre otros...
Pero no podemos juzgar con nuestra mentalidad actual el papel que jugaba la mujer en esa época ni en anteriores, porque para ello tendríamos que analizar detenidamente el entorno económico, político, social y religioso, y eso es algo, que por mucho que critiquemos no vamos a cambiar a estas alturas...
Las mujeres, tenemos mucho trabajo pendiente, hay un largo camino aún por andar, y hay que mirar hacia adelante para evitar tropezar y conseguir cambiar o mejorar... así que corramos un largo y tupido velo sobre esto, y sigamos hablando de La huella de una carta.

El caso, es que con el consultorio de Elena Francis y su peculiar sintonía de fondo, conocemos a Nuria, la protagonista. Una mujer muy inteligente que decide contestar a un enigmático anuncio en un periódico.
Se convierte así en una de las elegidas, de esas mujeres que contestaban las cartas que no llegaban a emitirse por la radio.
Básicamente con lo dicho tenemos los cimientos del argumento; una historia que mezcla ficción y realidad con el género epistolar, historia de amor incluida y un ligero toque de novela negra, porque una de las cartas que reciba Nuria, hablará de un medicamento, real, que provoca grandes malformaciones en los niños.
Supongo que sabéis de que os hablo, de la Talidomida, ese veneno disfrazado de fármaco, que fue comercializado durante los años 57 y 63, como sedante y calmante de las náuseas durante los primeros meses del embarazo.
Nuria se verá embarcada en una complicada y peligrosa investigación que nos atrapará a lo largo de 67 capítulos, divididos en cuatro partes y en la que os adelanto que no estará sola.

Esto a grandes rasgos es el argumento, pero hay mucho más.

Al comienzo de la novela nos encontramos con una escena turbia y desconcertante, estamos en agosto de 1962, en Düsseldorf, y dos hombres encuentran a una mujer tendida en el suelo. A continuación la historia salta a Barcelona, a mayo de 1962 y comienza a relatarnos la historia de Nuria.
Debo decir que el inicio de la novela, ese comienzo que nos sitúa en esa ciudad alemana, me desconcertó un poco, no sabía como enhebrar o como enlazaría posteriormente con la historia, y curiosamente, tras conocer a Nuria, logré olvidarme por completo de esa escena. La historia de la protagonista me absorbió...

Al llegar a la tercera parte del libro nos encontramos de nuevo con esa escena ya olvidada, y descubrimos su motivo.
Las dos primeras partes corresponden a un racconto bastante extenso, una narración retrospectiva y detallada, que irá avanzando de forma lineal hasta llegar al acontecimiento narrado nada más empezar.
Ese juego en el que nos introduce la autora, sirve para mostrar las consecuencias de la investigación que inicia nuestra protagonista, pero sobre todo, para conocer hasta donde se extendían los largos y dañinos hilos que movía la corporación encargada de suministrar ese veneno.

La huella de una carta, es una historia emotiva e inquietante, tratada con respeto, donde todos los personajes que aparecen están interrelacionados.
Una historia que refleja de fondo la sociedad española de los años 60, una crítica o denuncia hacia unos hechos que no deberían haber ocurrido jamás, y que lamentablemente, forman parte de nuestra Historia más reciente.
Siempre decimos que "Spain is different", yo diría más bien que algunas situaciones aquí son surrealistas y dignas del mejor cine de Buñuel, y es que España es así, llegamos hasta tal punto, que incluso los afectados por ese veneno perdieron el juicio contra la famacéutica. así que mejor o más correcto, sería decir que Spain is indifferent.

Rosario Raro, al final de la novela nos ofrece un final alternativo, con esto no digo que podamos elegir entre uno u otro, sino que ella nos ofrece el final que habría sido justo, el correcto, y no el engaño al que los españoles y más en concreto los afectados y sus familias, se vieron arrastrados...

Es una novela a la que deberíais dar una oportunidad, habréis apreciado que he prescindido de hablar del resto de personajes, de la estructura, de la ambientación... porque creo que el argumento, la trama y la historia real, es lo realmente importante y eclipsaría o convertiría en superfluos al resto de elementos que componen esta novela.


martes, 25 de julio de 2017

La dama del lago de Raymond Chandler

Sinopsis:

La dama del lago (1943), cuarta novela publicada por Raymond Chandler (1888-1959), fue una de sus obras de mayor éxito de público.
Situada de forma estrictamente contemporánea, durante la Segunda Guerra Mundial, la acción, que desencadena la desaparición de una mujer, se desarrolla a caballo entre Los Ángeles y las montañas próximas a la ciudad. A diferencia de lo que ocurre en otras novelas de Chandler, como El sueño eterno o Adiós muñeca, en esta ocasión Marlowe no se ve mezclado con millonarios, mujeres explosivas o individuos de ocupaciones sospechosas, sino con personajes corrientes cuya condición, sin embargo, no los exime de la sujeción a las pasiones, la corrupción y el crimen.

Opinión:

Para hablar sobre este escritor, creo que lo primero sería indicar que detalles son los que más me han llamado la atención, detalles que considero que convierten sus novelas en lecturas con el éxito asegurado.

Las descripciones, son el punto fuerte en la escritura de Raymond Chandler.
Escenas, ambientes, escenarios y personajes, logran transmitir al lector hasta el más mínimo de los detalles.
Con ellas nos transporta a la época, concretamente a 1943, a un momento cargado de pesimismo, de decadencia maquillada y con la II Guerra mundial como telón de fondo.

Respecto a las descripciones de los personajes, debo decir que resultan soberbias, no solo nos muestran su aspecto, su exterior, sino que consiguen captar su profundidad psicológica, lo que los convierte en personajes totalmente reales y convincentes, elementos la mayor parte de ellos, de una sociedad corrupta.

Los diálogos, son otro elemento a tener en cuenta y que complementa las completas descripciones.
Son contundentes, espontáneos, y con un lenguaje que se adapta a las situaciones y a cada uno de los personajes, e incluso en muchas ocasiones dotan a la escena de un sobresaliente sarcasmo o humor negro.

"El botones era alto, delgado y amarillento; no era muy joven; su frialdad era tanta que parecía un trozo de pollo en gelatina"

La novela la componen cuarenta capítulos, bastante breves.
Philip Marlow, es el encargado de introducirnos en la historia, el será el protagonista y al mismo tiempo el narrador, que haciendo uso de la primera persona, nos irá detallando todos los avances del caso para el que ha sido contratado.

Al comienzo sabemos que el detective se encuentra ante un caso de desaparición, algo sencillo a simple vista, pero que irá complicándose según se vayan descubriendo detalles y añadiendo personajes a la trama.
Todos los personajes, se caracterizan por estar demasiado estereotipados; oscuros, con pasados poco claros, porque hay que decir que desconocemos todo dato del pasado hasta del propio Marlowe.
Las mujeres tienen un aire de Femme Fatale que las persigue; los policías son corruptos y violentos, aunque siempre aparece alguno que rompe esa regla por su honestidad; detalles, todos estos muy importantes, porque sin ellos no tendríamos ese toque decadente y peligroso en el ambiente que rodea al detective.

Marlowe es un personaje duro aunque de actitud serena y paciente, no suele perder los nervios y prefiere hacer uso del lenguaje irónico antes que de la violencia.
Es fumador, consumidor habitual de Whisky y admirador de las mujeres bellas, y ese es otro punto fuerte de esta historia; porque los personajes femeninos, aunque Marlowe sea el protagonista indiscutible, son las que llevan el peso de todo el argumento.
Ya os he hecho en el párrafo anterior una breve descripción de ellas, pero he omitido a propósito que son la clave en la historia, suponen un desafío para todos los personajes masculinos que aparecen, incluido el duro de Marlowe.

Creo que es una excelente novela, autoconclusiva, cortita, entretenida, cargada de giros inesperados y sobre todo, indispensable para los amantes del género negro, y de los argumentos, donde nada termina siendo lo que parece...

También mencionaros que hay una película del mismo título estrenada en 1947, dirigida y protagonizada por  Robert Montgomery, teniendo como partener a Audrey Totter.

El film se basa en el libro, pero existen bastantes diferencias con él, y aunque no ha sido totalmente de mi agrado, sí hay que decir que tiene detalles muy interesantes para los amantes del cine.
Es la primera película grabada con la técnica de la cámara subjetiva, algo que actualmente estamos muy acostumbrados a ver por los videojuegos. ¿Y qué es? pues simplemente un ilusionismo, donde parece que los espectadores somos el protagonista, Marlowe.
El efecto consiste en grabar la película como si nosotros llevásemos la cámara colgada. Solo oiremos la voz de Marlowe y veremos sus manos, salvo claro está, que le veamos reflejado en un espejo como en la imagen.

Otro detalle que no podemos perdernos es la sobreactuación de los personajes, algo lógico, ya que nosotros somos Marlowe y toda nuestra atención recae sobre los gestos del resto del reparto.


lunes, 17 de julio de 2017

No volveré a tener miedo de Pablo Rivero

Sinopsis:

La madrugada del 9 de abril de 1994 una familia es asesinada mientras duerme. El crimen conmociona a la sociedad española por la brutalidad de los hechos y porque es cometido a sangre fría por uno de sus miembros. Estos son sus últimos siete días de vida.
Tras una fuerte discusión, el padre abandona la casa familiar. Laura, la madre, arrepentida de haber sacado a la luz los secretos que con tanto esmero se esforzaban en esconder, tendrá que lidiar con los dos hijos que nunca quiso mientras encuentra la manera de hacerle volver. Raúl, el hijo mayor, obsesionado con el cine de terror, intenta huir de sus oscuras tentaciones a ritmo de canciones de Nirvana. Mientras que Mario, el pequeño, encuentra en la historia que le contó su hermano sobre un hombre que espera cada noche frente a su ventana, las claves para entender la ausencia paterna.
Pero, ¿qué tiene que ver ese hombre con el crimen que ocurrirá tan sólo siete días después? ¿Y con la desaparición del joven Jonathan García, acaecida hace un año en el mismo barrio?
Siete días en que cualquiera puede ser víctima o verdugo y en los que el miedo desaparecerá para siempre...

Opinión:

Vísteme despacio que tengo mucha prisa...

No volveré a tener miedo, es la ópera prima de Pablo Rivero, seguramente habréis oído hablar de él por su faceta de actor...
En lo que se refiere a esta novela, pues la verdad es que hay de todo, desde cosas buenas a algunos fallos que se habrían solventado de haber hecho una revisión sin prisas.


El argumento...

Nos transporta a la década de los noventa y las alusiones a ese periodo como videojuegos, cintas VHS, programas de televisión y películas, serán compañeros inseparables que respaldarán y crearán la ambientación adecuada para la trama.

Hay que decir, que el autor siembra la intriga desde el comienzo a pesar de que sabemos lo que va a ocurrir, pero en esa cuenta atrás, los lectores intentaremos averiguar un dato fundamental, quién será el autor de los hechos.

El ambiente es oscuro, depresivo e incluso en algunos momentos claustrofóbico, se masca la tragedia desde los primeros compases, y a ello contribuye la personalidad llevada al extremo de los protagonistas.
Todos ellos esconden algo, parecen sospechosos mostrando su lado más obsesivo y siniestro, obsesiones que terminan controlando o descontrolando sus vidas, según se mire.
En este punto hay que decir que el lector intenta ir por delante, beneficiarse de la ventaja que supone conocer de antemano el final. Eso le lleva a analizar detenidamente hasta el más ínfimo de los detalles, en un vano intento de averiguar quién será el asesino y quiénes las víctimas, porque reconozco que yo no fui capaz de reconocer al culpable.

Los personajes.

Así que comenzamos a analizar detalles y lo primero con lo que nos encontramos, es con una familia compuesta por cuatro miembros.
De puertas a fuera, son la familia perfecta, pero otra realidad es la que se esconde tras los muros de esa vivienda unifamiliar.
La violencia, los malos tratos, los abusos, las mentiras, son elementos fijos que consiguen incomodar al más frío de los lectores.

El padre, es al que menos conocemos; abandona la historia nada más empezar.
Es un personaje ausente y omnipresente al mismo tiempo, que deja su impronta en todos los personajes y rincones de esa burda imitación de hogar.

Laura, la madre, la cogí manía nada más comenzar.
Es una mujer que vive de las apariencias; tóxica y egoísta, una histérica que culpa a los demás de sus propios errores. Dependiente de su marido, odia a sus hijos hasta la extenuación, haciéndoles responsables de todo cuanto sucede a su alrededor, desde truncar su inexistente carrera como actriz a acaparar la atención del padre alejándolo de ella.

Raúl, es un adolescente solitario y asocial, con las hormonas en plena ebullición y obsesionado con la misteriosa desaparición de su amigo Jonathan, hace apenas un año. Este personaje tampoco me ha gustado, no he podido empatizar con él y me ha parecido al igual que la madre demasiado repetitivo...

Y por último llegamos a Mario, el elemento más débil de esta historia. Un niño de doce años carente de afecto que busca incesantemente un gesto de cariño y/o de atención.

Contenido.

La historia se divide en siete capítulos, los últimos siete días de esa familia, que como ya os he adelantado es una perturbadora cuenta atrás.
La prosa es ágil y sencilla, y el encargado de guiarnos por ella un narrador omnisciente que calla más de lo que cuenta.
La obra tiene un buen comienzo y la intriga se mantiene hasta el final, gracias a algunos elementos que Pablo Rivero va incorporando a la trama. La verdad es que la novela engancha y el final resulta inesperado, al menos para mí, aunque también hay algún detalle que se menciona a lo largo de la novela y queda suelto al concluir, sin concretar, creando un ligero vacío argumental al final.

Pero como mencioné también hay algunos fallos que deberían haberse revisado antes de lanzarse a publicar...

A la novela le hace falta una buena revisión en general, desde faltas de ortografía a un error en las fechas, donde bailan el asesinato de día.
No me parece serio encontrar un número tan elevado de errores en una novela, detalle que achaco a la editorial no al autor.
Quitando esto último, y tras una exhaustiva limpieza por parte de la editorial el argumento, podría pareceros entretenido...