lunes, 22 de septiembre de 2014

Carmilla de Joseph Sheridan Le Fanu


Sinopsis:

Relato que había de forjar el arquetipo del vampiro femenino en la literatura universal, Carmilla publicado por primera vez en la revista The Dark Blue en 1871, es sin duda la obra más famosa del irlandés Joseph Sheridan Le Fanu (1814-1873).
Además del diseño que éste imprimió a su figura central, hacen del mismo una pieza maestra el nervio de la acción, el vigor de los personajes y el inquietante clima crepuscular, casi siempre a caballo entre día y noche, entre sueño y vigilia, que impregna la obra. Este precedente y sustrato indudable del «Drácula» de Bram Stoker, obra que aparecería poco menos de treinta años más tarde, figura por derecho propio como apunta Luis Alberto de Cuenca en su presentación en la galería más selecta de las letras fantásticas europeas.
«La historia es protagonizada por una joven que vive con su padre y unos pocos sirvientes en un castillo antiguo que esta localizado en la parte más apartada de Styria. La vida para Laura es muy solitaria y simple, excepto por un recuerdo de su infancia donde ella dormida en los brazos de una joven es despertada por el dolor de sentir dos agujas en su cuello y cuando la encuentran no ven a nadie más que a Laura. La vida sigue normal hasta que un carruaje tiene un gran accidente frente su humilde casa, dicho carruaje era el transporte de una elegante dama y joven hija, la cual queda desmayada y no puede concluir su viaje. Al ver la extraña situación el padre de Laura se compromete a cuidar de la joven hasta que se recupere.»

Opinión:

Nos encontramos ante un clásico del terror gótico que no dudo que os impresionará.
Más que una novela corta yo la consideraría un relato, ya que tiene 64 páginas aproximadamente y es uno de los primeros donde hace aparición la figura del vampiro, con la seducción mortal que arrastra esa figura y la atracción y repulsión que sienten al mismo tiempo sus víctimas.

Destacan la cantidad de descripciones que encontraremos a lo largo de esta breve narración.
Descripciones detalladas, que sirven para hacernos una idea clara del ambiente que rodea a la protagonista, Laura.
La sola lectura ya nos transmite soledad, oscuridad y un desasosiego que va en aumento en el lector, según avanza en la lectura.
Las simples menciones del castillo o del inmenso bosque que lo rodea, del cementerio o la iglesia gótica en ruinas que se encuentran en el pueblo abandonado, las largas distancias que separan a los habitantes del castillo de la civilización más próxima. Todos esos detalles, crean una atmósfera especial que nos infunde nerviosismo, contrastando al mismo tiempo con el gran romanticismo que fluye de las escenas donde las dos jóvenes son protagonistas.

Tras leer esta novela, dejo de tener la opinión de que Drácula de Bram Stoker, era una historia única y original, ya que Stoker se vio influenciado o se basó en Carmilla para su obra cumbre. Y con esto no digo que Drácula sea una copia, porque considero que con sus variantes, es una de las mejores novelas de terror que he leído y aún así, supera a ésta de la que os hablo hoy.

Le Fanu nos introduce en un macabro juego amparándose en la femineidad de Carmilla. El lector confía en esa figura romántica, delicada y sensible, con una gran carga de sensualidad, el estereotipo de una mujer de la alta sociedad de la época. Pero no solo cae bajo su influjo el lector, también lo hacen el resto de personajes que aparecen en la obra.

Stoker al contrario de Le Fanu nos impone una figura masculina en su narración, para de esa forma, transmitir más autoridad y dominio de Drácula sobre el resto de personajes. Los que hayáis leído Drácula habréis comprobado, que el Conde no solo impone respeto con su sola presencia.
Stoker consigue una obra más extensa, más dinámica, dando más protagonismo a todos los personajes, y es en este detalle, en lo que supera a Le Fanu. Básicamente el fallo de Carmilla recae en su brevedad, de haber sido algo más extenso, unas cien páginas habrían bastado para ascenderle desde la categoría de brillante hasta la de "Obra Maestra".

Otras diferencias entre la historia de Le Fanu y de Stoker, es que Carmilla puede vivir perfectamente a la luz del día, aunque se ampare en la noche para atacar a sus víctimas. Se podría decir que el motivo de actuar con nocturnidad, es porque la noche le aporta más intimidad y oculta su verdadera naturaleza.
Tampoco se hace mención en esta historia sobre su repulsión por el ajo, ni a que no pueda alimentarse de la forma habitual en que lo hacemos los humanos.
Otro detalle es que tampoco le hacen efecto los amuletos antivampiro, aunque si se deja entrever en una breve escena de este relato, que en el entorno de Carmilla las cruces no son muy bien recibidas.
Y por último la joven vampiro tampoco se transforma en animales, más bien toma el aspecto de un fantasma.
Para terminar, un dato curioso es que el vampiro en esta narración, está obligado a utilizar siempre su nombre terrenal, con todas las variantes posibles, no puede separarse de él, Carmilla, Mircalla o Millarca son los nombres que ha barajado a lo largo del tiempo y con los que suele presentarse ante sus víctimas. Como si por cambiarse de nombre corriese el riesgo de desaparecer o perdiese la poca humanidad que pueda quedar en ella.

Respecto a los personajes de este relato solo cabe destacar a Carmilla, la cual conoceremos a través del diario de Laura, que es quien nos relatará esta historia acercándonos al personaje de la condesa. Aunque en el personaje de Laura recae el protagonismo, la vampiro es la que cuenta con toda nuestra atención desde que hace su primera aparición.

Poco más me queda por decir, salvo recomendárosla, es un clásico que si no habéis leído os entretendrá. Yo os animo a hacerlo, ya que en una hora escasa lo habréis liquidado y siempre podéis ir haciendo comparaciones con Drácula como yo hice.


jueves, 18 de septiembre de 2014

El segundo asesino de Sarah Pinborough

Sinopsis:

1888:
Los ciudadanos de Londres se hallan conmocionados por los crímenes de Jack el Destripador, pero lo peor está por llegar... Cuando se descubre un torso en el Támesis, el doctor Thomas Bond, cirujano de la policía, comprende que hay un segundo asesino actuando en la ciudad donde, tan solo unos días antes, Jack el Destripador mató a dos mujeres en una sola noche. Pero este crimen ha sido obra de un asesino muy frío, uno que carece del característico ímpetu de Jack. Según avanza la investigación y aumentan las víctimas, el doctor Bond se pregunta: ¿qué clase de monstruo se esconde a plena vista en las calles de Londres?

Opinión:

Un comienzo pésimo...

Cuando decidí aventurarme entre las páginas de este libro, lo hice aún a riesgo de poder equivocarme. No había leído nada sobre su autora ni sobre la obra en concreto y buscando por internet, tampoco encontré ninguna opinión que la hiciese referencia, ni positiva ni negativa.

Este libro tiene un poco de todo. Pero considero que en general, la narración sufre demasiados altibajos. Cuando consigues cogerle el hilo han pasado demasiadas páginas.
Lo que más me llama la atención y que considero un error es el prefacio.
Nada más comenzar, su autora ya nos deja claro que habrá continuidad para esta novela y otro detalle, es que a lo largo de ese párrafo, no deja de justificar el enfoque que le ha dado a su obra.

"Me he ceñido a los hechos reales documentados... pero..."
"Muchos de los personajes que aparecen existieron de verdad... pero me he tomado ciertas libertades con ellos, con su vida privada y personalidad"

Evidentemente, esta aclaración podría habérsela saltado.

Los lectores sabemos que es una novela de ficción y entendemos, que es imposible describir a la perfección a un personaje por muy real que sea, también comprendemos que el incluirlos en narraciones aportan un toque más veraz a las historias.
También podría haber optado por crear personajes ficticios como hacen cientos de autores, aunque sus obras citen algún hecho real, o simplemente limitarse a decir que es una novela de ficción con base histórica...
Considero innecesario fantasear con la vida de personajes reales, como es el protagonista, el Doctor Thomas Bond, cuando ese médico gracias a sus méritos policiales se ha hecho un hueco en la historia. Cabe recordar que Thomas Bond está considerado como uno de los primeros perfiladores criminales.

Y para colmo, nos indica que los asesinatos del Torso del Támesis nunca fueron resueltos...
Con lo cual, el lector sin haber llegado a comenzar la lectura, sopesa si realmente merecerá la pena comenzar con un libro, donde sabemos desde el principio, que no se resolverá la historia y encima nos anuncia que hay secuela, donde obviamente tampoco se resolverá.
Vuelvo a lo mismo, hubiese bastado con enunciar que es una novela donde se mezcla ficción y hechos reales...
Yo opté por leerlo porque desconocía que al mismo tiempo que actuaba Jack el destripador en Londres, también lo hacía este Asesino del Torso. Desconozco el motivo por el que se dio más publicidad al primer asesino, ya que resultaban los dos igual de sanguinarios... pero ya os advierto que esa duda tampoco será resuelta.

La novela está dividida en tres partes (45 capítulos), más un epílogo brevísimo, de un párrafo más o menos, que corresponde al titular de un periódico.
Está compuesta por varios hilos argumentales con sus correspondientes personajes y entre el relevo de uno y otro, podremos leer titulares de los principales periódicos de la época.

En la Primera parte, aparece el hilo del Dr. Bond, que será nuestro protagonista y narrado en primera persona.
El del Inspector Moore encargado de la investigación y el de un personaje muy extraño, Aaron Kosminski que me tuvo desconcertada toda la primera parte de la novela.
Estos dos últimos personajes contarán la historia a través de un narrador, que parece no saber mucho más de la trama que los propios personajes.
El hilo del Dr. Bond y del Inspector Moore, corren de forma paralela, ya que comparten la investigación cada uno en su especialidad y los descubrimientos de un personaje, se complementarán con los del otro.
En este momento quiero hacer una aclaración, los tres personajes citados son reales.

La historia mejora... aunque lamentablemente tarde.

Ahora bien, aquí llegamos a la Segunda parte:
Hasta ahora no cabía destacar nada importante, aunque no era aburrida y se dejaba leer, no me aportaba nada nuevo y tampoco lograba captar por completo mi interés.
Llegados a este punto reconozco que la trama mejora. Pero debo deciros, que nos encontramos ya en el capítulo veinte, lo que supone tener leído un 40% del libro.

En esta segunda parte aparecen nuevos personajes con sus hilos propios.
De esta forma podremos leer el diario íntimo de James Harrington, que como no podría ser de otra forma aparece narrado en primera persona.
Este personaje aparece citado en algunas ocasiones en la primera parte, pero sin ninguna actuación de relevancia. Parece un personaje ambiental, pero según avancemos comprobaremos nuestro error.
James, inicia su narración del diario en 1885, como veis años antes de que comiencen los sucesos en Londres (1888). Este hilo irá dando pequeños saltos hacia adelante, hasta alcanzar al resto de personajes en la narración y mezclarse con ellos.
Un personaje que adquiere intensidad según avanzan las páginas de esta obra y que llegado el momento, parecerá que intenta ocupar el lugar de protagonista, arrebatándoselo al Dr. Bond.
Las piezas en este momento comenzarán a encajar e irán descubriendo ante los ojos del lector una narración que termina por enganchar, aunque la lectura está ya muy avanzada cuando esto sucede.
En uno de esos saltos nos posicionaremos en el París de 1886 y comprenderemos por fin, el significado del primer capítulo que se había quedado un poco descolgado en la trama y alejado por completo de la historia principal.

También hará aparición otro personaje Elizabeth Jackson.
Un personaje al cual se le da una importancia asignándole un hilo propio y del cual se podría haber prescindido totalmente, porque no aporta absolutamente nada a la trama.
Cuando Elizabeth hace aparición en esta segunda parte, los personajes comenzaran a moverse alrededor de su historia y podrían haberlo hecho de igual manera sin darle un protagonismo inmerecido.

En esta parte, algunos pasajes hacen recordar a Drácula de Bram Stoker y no solo por la ambientación Victoriana, también por la forma de narrar y algunos perfiles de los personajes.

En la Tercera parte, el protagonismo recae por completo sobre Dr. Bond y de esta forma llegamos al final.

Como he dicho mejora desde la mitad pero tampoco es para tirar cohetes.
La mezcla de ficción con los asesinatos de Jack el destripador y del asesino del Torso no la convierten en una novela única, es tan solo una obra más de ficción entre muchas y sinceramente, no se de donde va a sacar para hacer su anunciada secuela.
Todos los hilos quedan cerrados en lo que a ficción se refiere, obviamente, al no encontrarse jamás al asesino, al igual que ocurrió con Jack el destripador, la leyenda creada alrededor de esos personajes da para mucho y ya sabemos, que la imaginación de los escritores es inagotable.
En lo que a ficción se refiere, hay un detalle en uno de los personajes que sí podría dar para continuar en otro libro. Pero, eso también sería sacar demasiada punta al lápiz.
De todas formas, para ver como se resuelve este enigma creado alrededor de la secuela tendremos que esperar a que sea publicada en castellano y no estoy muy segura de si me pondría a leer la continuación. Aunque sí me pica la curiosidad por saber que derroteros tomará la nueva entrega tampoco me ha enganchado tanto como para no poder vivir sin leerla.