sábado, 14 de abril de 2012

La importancia de las cosas de Marta Rivera de la Cruz


Sinopsis:

La pacífica existencia de Mario Menkell, un tímido profesor universitario autor de una única y exitosa novela, cambia de golpe cuando tiene que hacerse cargo de los efectos personales de su inquilino, Fernando Montalvo, que acaba de suicidarse. El atribulado Menkell descubrirá que el piso del que es propietario está abarrotado de los objetos más variopintos: una colección de vitolas de puros, un lote de gramolas antiguas, porcelanas, miniaturas, huchas de cerámica, soldados de plomo... Tras el desconcierto inicial, Menkell entenderá que las cosas de Montalvo pueden ser un generoso guiño del destino, que por una vez parece haberse puesto de su parte. Ayudado por Beatriz, la mujer a la que ama en secreto desde hace años, Mario Menkell será capaz de reconstruir la misteriosa existencia de Fernando Montalvo y encontrará así una historia excepcional que puede brindarle la gran oportunidad de su vida.

Opinión:

Y como siempre Marta Rivera consigue atraparme...
Creo que es una de las mejores escritoras que he leído y este libro en concreto, hasta ahora, me parece que sobresale de entre los suyos.
Lo que me sorprende muchísimo es el concepto que tengo y tenemos muchos lectores sobre la forma de escribir de Marta.
Creemos, como he dicho anteriormente que es una magnífica escritora... y en cambio la crítica que apareció en el Cultural del Mundo sobre este libro, hará mas o menos dos años, fue devastadora.
La persona encargada de hacer la correspondiente crítica dejó claro, que no le gustaba el libro y el resto que había leído de ella, tampoco.
Por suerte para los amantes de los libros de Marta Rivera, eso no la hundió y ha seguido deleitándonos con su maravillosa forma de escribir.

Lo que voy a decir, es algo que digo siempre cuando hablo de Marta Rivera, una escritora que me apasiona.
Marta utiliza un estilo sencillo que atrapa con facilidad al lector desde las primeras páginas. Siempre terminas identificándote con algún personaje o con alguna de las situaciones que recrea.
Ésta en concreto, es una novela muy interesante, con una trama bien urdida y con unos personajes fascinantes.

Mario Menkell, el protagonista, es un hombre sencillo con una gran dosis de inseguridad y que ha terminado acostumbrándose o resignándose a una existencia monótona y solitaria, a pesar de los elogios recibidos por la publicación de su única novela.
Fernando Montalvo, es otro de sus personajes dignos de mención. Logra restar protagonismo a Mario según vamos descubriendo los entresijos de su vida.
Una vida que vamos reconstruyendo poco a poco, a través de los objetos que deja en la casa tras su suicidio.
En la historia van interviniendo otros personajes mas como Beatriz, el rector de la universidad, algunos estudiantes que pertenecen al entorno de Mario y personajes que se cruzaron en algún momento en la vida de Fernando Montalvo.
Cada uno tiene una historia y esa historia termina apareciendo cuando se cruzan los personajes principales con ellos...

Los que os habéis leído el libro diréis... no menciona nada importante sobre Mario Menkell, sobre beatriz... pero de esta forma obligo a leer el libro a los que no lo han hecho. Solo puedo deciros que hay una bonita historia.


Para no enrollarme más diré que es un libro altamente recomendable, con un poquito de intriga, unas historias de amor preciosas, con personajes entrañables y alguno que otro mezquino...
Real como la vida misma.


domingo, 1 de abril de 2012

Libertad de Jonathan Franzen


Sinopsis:

El retrato minucioso de una familia del Medio Oeste americano a lo largo de varias décadas adquiere en la prosa maestra de Jonathan Franzen un carácter universal. Ahondando en la vida íntima de unos personajes tan cercanos como identificables, la novela es una incisiva radiografía de nuestro tiempo que ha suscitado la admiración unánime de la crítica y los lectores de todos los países donde se ha publicado hasta la fecha.





Opinión:


Siempre digo que hay un libro para cada momento, y para ponerte con este libro tienes que estar muy seguro de querer leerlo, porque desde su comienzo, no resulta una lectura sencilla.
Yo, no soy una experta en crítica literaria, ni tan siquiera me lo he planteado nunca, tan solo soy una lectora que se deja guiar por las sensaciones que generan en ella sus lecturas, y con los autores norteamericanos siempre me termina pasando lo mismo.

Sus obras cruzan el charco avaladas por la gran totalidad de la crítica de su país, con innumerables premios a sus espaldas, convertidos en fenómenos de ventas y diciendo de sus autores que son la diferencia entre la alta y baja literatura.
Esa actitud, por supuesto, termina contagiándose también a nuestros críticos y expertos, que terminan calificándolas de igual manera, porque obviamente nosotros no vamos a ser la nota discordante que diga que eso tan bueno, en realidad no lo es. Parece, sinceramente, que tenemos complejo de inferioridad y no somos capaces de decir que una obra Maestra, se aleja mucho de serlo.
¡Con la Gran Literatura que existe en nuestro país y ha existido desde siempre! deberíamos estar de vuelta de todo esto, y no considerar siempre mejor todo lo que viene de fuera.

Dicho esto, no lo consideréis una diatriba en contra de los autores norteamericanos, es simplemente que a mí me ocurre algo especial con ellos, o más bien con su literatura.

Noto en sus obras que su narrativa se aleja bastante de la nuestra o de lo que estamos acostumbrados a leer, quizás se deba a la diferencia cultural, que en ocasiones nos parece inexistente, pero que realmente está ahí.
Profundizan más en los sentimientos, su escritura es más seria, lenta e incluso sombría. Apuestan por que la familia sea el tema principal sobre el que construyen sus novelas y el psicoanalista pasa a ser casi un personaje fijo e imprescindible en todas ellas, tanto o más, como los grandes conflictos personales con los que inundan las páginas de sus obras.
Es complicado hablar de un libro al que se le considera la mejor novela norteamericana, pero es que como ocurre con Murakami, o te gusta o no, aquí no sirven las medias tintas. Y creo que tampoco hay que considerar este libro como una obra maestra, aunque sí es cierto, que resulta interesante y positiva su lectura.

Al principio cuesta que la trama enganche, es una lectura compleja e incluso puede resultar algo densa.
Nos encontramos desde el comienzo con demasiados personajes e historias que se entrelazan... aunque también sería justo decir, que según te vas acostumbrando a la forma de narrar, tanto la prosa como la trama, se vuelven más fluidas.
El argumento da un giro completo y termina enganchándote, aunque hay algún trozo que también se hace insufrible.
Por eso, como siempre digo, el lector es el que tiene razón, y aquí sois vosotros los que debéis decidir si os arriesgáis a leer este libro.