domingo, 9 de octubre de 2016

Amanecía de Fatou Keïta

Sinopsis:

Los ricos plantaban césped y cercaban los lugares destinados a los transeúntes mientras que, en los barrios populares, las aceras estaban atestadas de vendedores que se disputaban el más mínimo espacio para colocar una mesita o una cesta y poder trapichear. 

Shina lleva una vida de pequeña burguesa en Bahía de los Cocodrilos: hija de un ministro, ha estudiado en los mejores colegios y se puede permitir la rebeldía de trabajar, ser independiente y vivir sola en su precioso chalé. Su encuentro con Éloé, un niño de la calle, le hará darse de bruces con la injusticia social, la corrupción política y la violencia. 
Una historia sobre mundos opuestos que conviven dándose la espalda. Una novela sobre las consecuencias de la desigualdad, los abusos y el odio, en la que se cuelan la esperanza, el amor y la amistad.

Opinión:

Un segmento es la porción de recta limitada por dos puntos, llamados extremos.

Nos encontramos ante un relato extremadamente realista, donde los acontecimientos trágicos no solo son los encargados de impulsar hacia adelante la historia, también son el punto de inicio y el final. Delimitan un fragmento de la vida de la protagonista, el más importante ya que implicará un gran cambio en la percepción de su entorno y que marcará su mundo de ahí hacia adelante.

Al comienzo nos encontramos con Shina, cuando lleva un par de días sin salir de casa.
Como ya he dicho, un suceso trágico es el punto de inflexión que marca el comienzo de esta novela, el medio utilizado para hacernos retroceder junto con sus recuerdos a veinte años atrás.
Haciendo uso de esa narración preactiva, iremos conociendo los momentos más importantes de la vida de este personaje y posteriormente, la relación que se creará entre ella y un niño de la calle, Éloé.
A partir de ese momento, la historia irá avanzando; dando pequeños saltos hacia adelante hasta llegar al presente, al momento en que se inicia el relato.
El momento elegido para finalizar la obra, es un suceso que marcó la vida de todo el mundo.
El 21 de Septiembre de 2001. 
En ese momento Shina se despide de nosotros, contemplando incrédula ante la pantalla del televisor, como dos aviones se estrellan contra las torres gemelas.

Un personaje a lo Emma Woodhouse de Jane Austen.

En el prólogo se nos cuenta con acierto que, Shina, es una especie de Emma Woodhouse, la protagonista de la novela homónima de Jane Austen, pero tropicalizada; curiosa descripción, que más adelante comprobaremos que es totalmente cierta.
Jane Austen dijo en alguna ocasión que su "Emma", era hermosa, lista y rica, pero también mimada; y que la elección del personaje, salvo a ella, no gustaría mucho".

Shina es un buen reflejo de ese personaje de Austen, pero llevado a nuestros días, y la verdad es que no es por llevar la contraria, pero a mí, personalmente me ha encantado.
Es un personaje que cambia a lo largo de la historia.
Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas y eso es lo fundamental para que un personaje resulte creíble.
No basta con crear un personaje, hay que hacerlo crecer, mimar esos detalles que le dan forma y cuidarlos con esmero para que evolucione, de lo contrario, tendríamos un personaje creado en una sola dimensión, completamente plano... y esos personajes aburren, no aportan nada a ojos del lector.

Reflejos de realidad que se esconden tras la ficción.

Me gustan este tipo de relatos que como digo, reflejan la realidad escondidos tras la categoría de ficción.  Detrás de sus páginas, tras las vivencias de otras personas, podemos encontrar siempre alguna moraleja que nos haga reflexionar.
Gracias al personaje de Éloé, Shina aprenderá a ver realmente como es la vida.

La trama nos sitúa en un país ficticio de ese continente, a veces tan olvidado, África.
El país aparece bajo el nombre de "Bahía de los cocodrilos", y su capital es "Transville", o como algunos la llaman la perla de las ciudades africanas o el pequeño París.
Shina ha nacido en el seno de una familia acomodada, su padre es miembro del gobierno; un gobierno que no destaca precisamente por su honorabilidad.
Esa clase favorecida a la que pertenece nuestra protagonista, ha ido creciendo y afianzándose gracias a la falta de escrúpulos.
Shina vive instaurada en su posición, ajena al malestar que crece a su alrededor, en una sociedad donde el odio va en aumento.
Los elegidos, la clase triunfadora, viven en la opulencia sin cuestionarse nada, en ese momento entra Éloé, en su vida; y gracias al niño, consigue quitarse el pañuelo que tapaba sus ojos comenzando a ver la realidad tal y como es...
Pero como siempre digo, hay que saber alejarse de los extremos, tan malos resultan unos como otros...
La desigualdad que se vive en la sociedad, hace que la violencia crezca día a día en las calles y esa tendencia lleva a que las ideas se radicalicen.
El radicalismo o esos que se ocultan tras la denominación de liberales, intentan instaurar su sistema de pensamiento único y terror, llevando al país a una crisis donde prima la intolerancia.

Una narrativa sorprendente.

Lo que destaco por encima de otras cosas en este libro, es la prosa arriesgada y valiente de su autora.
No se si es una definición acertada o aceptada, pero es sencillamente lo que me sugiere.
Esa osadía literaria, aún en día y en determinados lugares, puede propiciar animadversión, rechazo o displicencia de algunos grupos o sectores...
Y es que la autora NO narra sucesos inocentes. Relata hechos reales o muy cercanos a la realidad.
He dicho al empezar el comentario, que la trama nos sitúa en un país ficticio, pero hay que ser realistas, leer entre líneas y reconocer, que esos acontecimientos suceden también con frecuencia en otros puntos del globo.

Otro detalle que también habría que destacar, es la capacidad de esta escritora para despertar las ideas y las emociones en los lectores.
Con cada palabra, con cada frase, hace una crítica hacia esos gobiernos tiranos y despóticos que se venden al resto de países como democráticos.
Con cada historia que nos relata, Fatou Keïta, va derrumbando los discursos de esos grupos que intentan imponer unos ideales vacíos, basando sus argumentos en sentimientos como el odio y la violencia.

Reconozco que es una novela que me ha sorprendido gratamente


lunes, 3 de octubre de 2016

Fiebre al amanecer de Péter Gárdos

Sinopsis:

Miklós, un superviviente húngaro de Belsen, llega a un campamento de enfermos en Suecia. Aquejado de tuberculosis pulmonar, los médicos aseguran que le quedan pocos meses de vida. Pero él tiene otros planes: confecciona una lista de ciento diecisiete jóvenes húngaras convalecientes en distintos hospitales de campaña por toda Suecia, y escribe obsesivamente a cada una de ellas a la sombra de un árbol. Tiene la certeza de que una de esas mujeres se convertirá en su esposa. A cientos de kilómetros de allí, Lili lee su carta, decide contestarle, y tras una intensa correspondencia deciden encontrarse. Solo tienen tres días por delante. Tres días en los que confirman que están enamorados. Pero deberán enfrentarse a aquellos que piensan que no pueden estar juntos. Péter Gárdos ha escrito esta inolvidable novela basándose en las cartas intercambiadas por sus padres. Una historia verídica asombrosa sobre cómo el amor puede burlar a la muerte.

Opinión:

El acontecimiento elegido para dar comienzo a esta apasionante novela, es la llegada de Miklós a Suecia, a un campamento de refugiados, tras haber sido liberado del campo de concentración Bergen-Belsen, situado en la baja Sajonia.
Péter Gárdos nos presenta una narración inolvidable, basada aunque con ligeras modificaciones, en las cartas que sus padres se escribieron tras finalizar la II Guerra Mundial.


  • Lo que más puede llamarnos la atención es encontrarnos con un narrador un tanto peculiar... 


Para su debut literario, el autor elige a un narrador que se excede de sus propias limitaciones, moviéndose entre el narrador omnisciente y el testigo.
Relata en orden los sucesos principales seleccionando las anécdotas, al tiempo que también se permite la licencia de dirigirse a nosotros, no duda a la hora de hacernos revelaciones o incluso alguna que otra confidencia y eso convierte el relato en una narración más personal.
Una de las características principales de un narrador testigo, es que conoce los acontecimientos al tiempo que los lectores, relata lo que ve, pero como ya os he dicho, aquí Gárdos juega con ventaja al adquirir también las habilidades y los conocimientos de un narrador omnisciente. De esta forma, sabe de antemano los hechos que va a contar, eso sí, sin la frialdad narrativa tan característica de este tipo de narrador.


  • Otro dato que puede sorprender, es que no nos encontramos ante la clásica novela epistolar. 


 Y aquí llegamos al primer punto positivo para esta novela.
Lo más frecuente en ellas, es encontrar extensos fragmentos de cartas que llegados el momento, pueden resultar tediosos para los lectores.
Péter Gárdos prescinde prácticamente de ese recurso y para no saturarnos, elige incorporar pequeños fragmentos, seleccionando solamente de esas cartas, los datos fundamentales para guiarnos por la trama.
Y de esa forma, sobre pequeños retazos de una memoria olvidada adrede, construye su propia historia y la comparte con nosotros.
Según cuenta el autor, hasta los diez años no descubrió que era judío y hasta después de la muerte de su padre, en 1998, no conoció los hechos que aquí se narran.
Su familia se aisló, intento bloquear los amargos y dolorosos recuerdos, y la verdad es que lo consiguieron, porque en toda la narración no se detecta ni una pequeña gota de resentimiento. Pero de esto ya hablaremos un poquito más abajo...


  • Huyendo de las historias de amor...


Pues sí, los que me seguís con asiduidad, ya sabéis que no soy muy dada a leer historias de amor...
No me gustan las poses, los encasillamientos, los argumentos artificiales ni manidos siempre dramáticos y/o el papel que le toca representar siempre a la mujer en la gran mayoría de esas novelas. ¡Es cuestión de gustos! y lo digo desde el mayor de los respetos.

Con esta historia me enfrentaba a algo distinto, intuía desde mucho antes de leerla, que más allá de la clasificación que le daban los titulares de prensa de "Historia de amor" se escondía algo distinto.

Desde las primeras páginas descubrí que no me había equivocado. Los titulares no hacían justicia a lo que se escondía en el interior.
No nos encontramos solo ante una novela romántica, es cierto que la base es esa, pero también aborda otras cuestiones que para mí, resultan de mayor importancia.
La historia habla de esperanza, del amor por vivir y paradójicamente de un sentimiento de culpa e incluso de vergüenza que persigue a los personajes. 
Precisamente, esas ganas de vivir, son las que alientan a nuestros protagonistas, ayudándoles a cerrar la puerta a los recuerdos de ese pasado tan traumático que arrastran.
De esta forma conocemos a los protagonistas,Miklós y Lili.
Al comienzo poco sabemos de sus vidas, pero cuando las cartas empiezan a cruzarse, obtenemos detalles de ellas.
Comienzan con conversaciones vacías, se dan algunos datos, pero ambos evitan abordar esos asuntos que aún duelen.
No solo sus cuerpos están heridos; en Suecia les han acogido en campamentos de refugiados para intentar curar sus dolencias, pero lo principal, la enfermedad que daña sus mentes y sus corazones, el recuerdo, el sufrimiento, la incertidumbre, es algo que retrasa su sanación y que dejará profundas cicatrices. A pesar de todo esto que intuye el lector, la novela sorprende por el tono amable en que está escrita.
Se aleja de lo que estamos acostumbrados a leer o a ver; de ese ingrediente casi constante en las historias que hablan sobre el Holocausto.
No se recrea en el rencor, es una historia positiva, que anima a mirar Siempre hacia adelante.


  • Un bonito homenaje y una cura interior... 


Llegados a este punto quiero mencionar algo que he estado posponiendo.
Anteriormente he dicho que Miklós y Lili eran los personajes principales... pero entre ellos notamos una pequeña diferencia.
El personaje de Miklós es sin duda el que soporta mayor peso de la trama, es el protagonista por antonomasia. Puede que me equivoque, pero al darle un mayor protagonismo, identifico un claro homenaje póstumo hacia la figura paterna. Una forma de decirle lo que en su día no pudo por desconocimiento...

Gracias a tu fuerza y a tu perseverancia; yo, mis hijos y nietos estamos aquí...

Hace tiempo leí Un saco de canicas de Joseph Joffo, curiosamente una obra que tiene en común con ésta de la que hoy os hablo, el tono amable, sin resentimiento, en que está escrita.
En el prólogo de su novela, la historia donde relataba los hechos que el había vivido cuando tan solo era un niño, intentaba responder a una pregunta que muchas veces le habían formulado.
¿Por qué? ¿por qué escribió este libro?
Joseph Joffo, sorprendía con su respuesta...
A modo de cura, para no olvidar...


Curiosamente a Péter Gárdos también le han formulado muchas veces la misma pregunta, e incluso me arriesgo a decir que se la habrá planteado a sí mismo, en infinidad de ocasiones.
Hace poco, en la presentación de su libro la respondía.
Es un tratamiento de psicoterapia...

Para terminar os diré que los títulos, en general, son una de las partes del libro que más tengo en cuenta cuando leo.
Me entretiene especular sobre su origen y sobre todo, me alegra descubrir cuando el autor introduce un dato que hace referencia a ellos, en algún momento de la historia.
Éste en concreto, tiene mucha relación con Miklós, pero no os voy a decir mucho más... os animo a que indaguéis sobre ello.

Esta novela comenzó siendo un guion de película y ha sido traducida a 36 idiomas. En Hungría, en 2015, fue estrenada la película.



jueves, 29 de septiembre de 2016

Libros encadenados.


He sido invitada a esta iniciativa o reto, como queráis denominarlo, desde "El blog de Juan Carlos". Desde aquí te agradezco el bonito gesto y que hayas pensado en mí para proseguir con este juego de libros encadenados.

Esta iniciativa, básicamente consiste en leer y reseñar un libro, cuyo título comience por la última sílaba del libro que leyó quien te nominó.
De esta forma, Juan Carlos ha elegido leer "Gran Cabaret" de David Grossman y a sus nominados nos toca elegir lectura que comience por la sílaba "Ret"
Como es una sílaba bastante complicada a la hora de seleccionar títulos, nos ha permitido que nuestras lecturas comiencen con la sílaba "Re".

Mi elección ha sido Rebeca de Daphne Du Maurier, publicada en 1938. Este libro ya lo leí hace muchos años, pero creo que este reto es una buena oportunidad para Recuperarlo, Releerlo y Reseñarlo.

De esta forma, los blogs a los que yo reto deberán leer una novela que comience por "Ca", No os podéis quejar porque os lo he puesto bastante sencillito.

Mis nominados son:


Atalanta del blog Un libro junto al fuego
Lecturina del blog No solo leo
Natália del blog Perdida entre libros
Marina del blog Mis lecturas
Rocio del blog Cerca de Shibuya
Y a las chicas del blog La morada del Búho lector


Las reglas para esta iniciativa son las siguientes:

  • Subir un post como éste sobre la iniciativa.
  • Agradecer la nominación y seguir a quien te nominó.
  • Añadir el logo en tu post, o en cualquier parte del blog.
  • Nominar a seis blogueros.
  • Avisarles en su entrada más reciente o de alguna otra manera de que han sido nominados.
  • Tras leer el libro publicar en tu blog una reseña sobre el mismo. Esto último sin ninguna prisa.


En caso de tener problemas para encontrar un título se permite:
  • Ignorar el artículo del título en la búsqueda, es decir, si buscamos un titulo que comience  por "Prin", vale El Principito. 
  • Ignorar la H, es la otra opción que se permite. Si buscamos un libro que comience por la sílaba "Hi", podemos obviar la H y elegir un libro que comience por I.