martes, 14 de febrero de 2023

La hija ejemplar de Federico Axat

Sinopsis:

"Ahora sé que la maldad se esconde donde menos lo esperas, y que los sitios donde te creías más segura pueden resultar los más peligrosos."

Esto es lo último que escribió Sophia en su diario, casi un año atrás. Desde entonces nadie sabe nada de ella, aunque las pruebas apuntan a que se quitó la vida arrojándose de un puente y que el hecho está relacionado con un vídeo escabroso que se viralizó en el instituto. Sus padres se niegan a creerlo. Su hija no es la clase de persona que haría algo así. 
Cuando meses después el chico que lo grabó aparece muerto de un martillazo en la cabeza, hay quienes se atreven a pensar que quizá Sophia está viva y que su desaparición forma parte de un plan que ella misma ha puesto en marcha.
Camila Jones, una celebridad del periodismo de investigación temporalmente retirada, recibe la inesperada visita de un periodista local que quiere que se involucre en el caso. Ella no tiene ninguna intención de acceder, pero la revelación de que Sophia está ligada a un hecho de su pasado que nadie conoce la lleva a aceptar la propuesta y a buscar la verdad a cualquier precio.

Opinión:

Federico Axat es un autor que a mí nunca me falla y que, tras la lectura de cada una de sus obras, siempre deja una sensación de trabajo bien hecho, por eso es tan difícil resistirme cuando sé que ha publicado una obra nueva.

La clave de este autor es que, al igual que ocurre con Stephen King, construye sus historias a partir de hechos cotidianos; esa normalidad con la que tiñe sus obras es lo que provoca ansiedad, porque no hay nada que de más miedo que poner al lector ante el dilema de enfrentarse a una situación tan común que le podría suceder a cualquiera.

Pero vamos al argumento porque hay alguna cosilla en la sinopsis que nos puede distraer o confundir. 
Sophia desaparece. La policía encuentra un trozo de su vestido en el río con lo que cobra fuerza la hipótesis de su suicidio.
Lógicamente, los que conocen bien a Sophia sostienen que es imposible que haya tomado esa decisión.
Meses después Dylan Garrett, el matón del colegio aparece muerto. Sobre esta idea se construye la historia, pero esos hechos son solo dos de los eslabones de lo que terminará convirtiéndose en una compleja cadena.

La novela se divide en dos partes, cada una de ellas ronda los cincuenta capítulos, pero son de muy corta extensión.
La primera parte está dedicada íntegramente a presentarnos a los personajes y plantear el conflicto, lo que deja toda la segunda parte a su resolución.
Esta primera parte tiene un par de hilos argumentales. En uno de ellos se nos presenta a Camila, la periodista que se encargará de cubrir la noticia de la desaparición de Sophia; el otro hace retroceder la trama cinco meses, centrándose en la pandilla de Sophia.
Ambas tramas se irán alternando al tiempo que avanzan de forma lineal hasta llegar a converger en la fecha actual.
La segunda parte también está compuesta por dos líneas argumentales. Volvemos a tener a Camila como protagonista principal en una de ella y veremos como avanza su investigación. La otra línea corresponde íntegramente a Sophia.
Los capítulos son muy breves y como las historias de los personajes se van solapando, Axat lo aprovecha para incluir en ellos un recurso literario muy potente que genera tensión dramática, ya intuiréis que os estoy hablando del Cliffhanger que deja una escena interrumpida para saltar al otro hilo argumental y retomar esa escena más tarde generando intriga.

Es una novela de la que no se puede decir mucho porque corremos el riesgo de dar alguna pista y tirar por tierra la lectura, lo que sí os puedo decir es que es una trama muy dinámica y que el autor sabe como atraparnos en ella, porque es un maestro generando tensión. 

En la hija ejemplar vamos a tener elementos que ya hemos visto en otras obras de Axat, por ejemplo, la protagonista principal es una adolescente; hay una pandilla; una desaparición como tema central; pero sobre todo, lo que cala en los lectores es que al final nada es lo que parece, el autor aprovecha el factor sorpresa que provocan lo giros argumentales y termina teniendo tanta importancia el inicio de la historia como el final.
Hay una frase que aparece en esta novela y que resume también, a la perfección, otro de esos detalles tan comunes que vamos a encontrar en esta novela:
"La verdad es valiosa, por eso aquí la dosificamos"
Y eso es precisamente lo que hace Federico Axat durante el desarrollo del argumento. La verdad se nos administra en pequeñas dosis, lo que sucede es que esa dosificación de datos termina convirtiendo las verdades a medias en mentiras. 
Ya sabéis que una verdad a medias es una falacia en la que se presenta algo creíble y nos hace creer que el resto de la información es cierta, algo que termina llevándonos por el mal camino de la especulación. Porque como se suele decir, una verdad a medias será tarde o temprano una mentira completa.

Para terminar os diré que el autor incorpora en la trama un guiño a su primera novela, Benjamín, ya que un personaje acaba de terminar de leer precisamente ese libro.

Como os he dicho al comienzo, Axat no decepciona, así que en La hija ejemplar tenéis otro excelente thriller que os hará pensar.

martes, 7 de febrero de 2023

Trilby de George du Maurier

Sinopsis:

La ingenua, bellísima y algo ligera de cascos Trilby O’Ferrall, lavandera y musa de unos bohemios pintores ingleses del legendario París de mediados del siglo XIX, se convierte en la mejor cantante lírica del mundo, rompiendo los corazones de media Europa. Pero ¿cómo puede cantar tan bien con un oído tan malo para la música? La respuesta la oculta el malvado músico Svengali, que la ha hipnotizado para aprovecharse de ella y alcanzar la fama. Considerada el primer best seller de la era moderna, Trilby es sin duda la gran novela de culto victoriana. Causó una auténtica conmoción cuando se publicó en 1894 y generó una verdadera «Trilbymanía» a ambos lados del Atlántico. Un éxito que torturó a Henry James, pues su amigo Du Maurier le había ofrecido el argumento de esta novela y no pudo evitar los celos cuando constató con estupor cómo su colega cosechaba un fantástico éxito de crítica y de ventas con la trama que había rechazado.

Opinión:

George du Maurier fue novelista e ilustrador. Su pasión por la pintura le llevó a París y después a Amberes donde prosiguió con su formación artística. 
En Londres colaboró como dibujante y escritor satírico para Harper's Magazine y para la revista de humor Punch. Todo esto os lo cuento porque tiene relación directa con esta novela, ya que en la edición que yo he leído se incluyen los 130 dibujos originales que el autor realizó para la primera edición de 1894, publicada en Nueva York por Harper & Brothers.

Los grandes críticos y expertos hablan de que esta obra tiene un marcado estilo gótico y que inspiró a Gastón Leroux para su célebre El fantasma de la ópera
Dejadme que tome aire y cuente hasta diez antes de continuar porque los comentarios de los grandes expertos ya claman al cielo.
Una obra puede tener varias características que hagan dudar a la hora de catalogarla; en ese caso, siempre se opta por situarla dentro del género del que tiene más elementos. 
Trilby, de principio a fin, se muestra como una historia costumbrista en la que se describe al detalle la vida bohemia en París.
Sobre las características góticas o el ligero toque de misterio que encontramos al leer la reseña, para mí han sido tan solo un engaño. 
Esos hechos que se citan en la reseña se limitan exclusivamente a la séptima parte, cuando el libro está estructurado en ocho más un capítulo final. Esto me lleva a decir que es algo ligero argumentar que una novela es gótica centrándonos en unos sucesos que ocupan solo un capítulo y dejando sin examinar el resto de características. Es más, antes que encuadrarla como gótica yo me atrevería a hacerlo como Sensation novel porque se ponen en entredicho los principios morales victorianos cruzando la raya roja de lo que consideraban la decencia al uso.

Y no quiero extenderme mucho más... Puede que Trilby inspirase El fantasma de la ópera, sobre eso habría que preguntar a Gastón Leroux, algo complicado a estas alturas, pero solo encuentro un minúsculo elemento en común entre ellas que no merece la pena ni mencionar.

Trilby

Dejando de lado este tema, que me ha llevado más de la cuenta, paso a hablaros de la obra en sí.
Esta lectura la propuse para el taller del blog de enero y febrero. A ella se unieron Inés, de la huella en los libros, y Anabel Samani, pues bien, al final ellas terminaron abandonando. 
¿Por qué cuento esto?, pues, simplemente, porque la forma de narrar de este autor se convirtió en algo insufrible y comparto con ellas la opinión de que la lectura siempre debe ser sinónimo de disfrute. 
Yo alego en mi defensa, aunque la tortura no tiene nada de defendible y menos aún cuando te la infliges a ti mismo, que tras leer seis partes me resistí a abandonar solo por cabezonería. 
Ahora entiendo perfectamente el sentimiento de Mark Twain cuando dijo de Jane Austen:
"Cada vez que leo Orgullo y prejuicio me entran ganas de desenterrarla y golpearla en el cráneo con su propia tibia"
.
Y no es que yo coincida en su opinión sobre Orgullo y prejuicio, pero se despertaron en mí los mismos instintos agresivos, con esta historia.

Dicen que Trilby está considerado como el primer bestseller de la era moderna, y que se convirtió en la gran novela de culto victoriana, causando una auténtica conmoción cuando se publicó en 1894. Leyendo esto pienso que tanta gente no puede estar equivocada al juzgar una obra; quiero pensar que esa moralidad victoriana tan asfixiante que marcaba sus vidas les empujó a buscar el morbo en una trama que, a simple vista, se presentaba como trasgresora, pero no descarto que también el problema sea nuestro, que no conectamos con la forma o el método de narrar de este autor. 
Y en esto último me voy a centrar...

Con lo primero que nos encontramos es con un narrador en tercera persona, demasiado meticuloso y observador, y que de vez en cuando se incluye en el relato como personaje testigo. 
Este narrador tiene tendencia a irse por las ramas, apartándose del tema central y dando tumbos por asuntos que no tienen ninguna relación. Lo peor de estas digresiones es que hasta el propio autor reconoce en mitad de la lectura que no vienen al caso, he aquí unas muestras:
"Esta digresión no viene demasiado a cuento, y no sé por qué me he apartado de mi camino."

"Y entonces, como llevado por el raudal de su elocuencia (pues nunca se había sentido tan inspirado ni había tenido tan buen auditorio) apostrofó al perro, que se estaba cansando de prestar atención —como acaso le pase al lector— "

o esta última que resume todo lo dicho:

"No tema el lector. Renuncio a describirlo. No sabría dónde empezar ni cuándo dejarlo." 

Una consecuencia de esa tendencia a irse por las ramas es que también los personajes terminan perdidos en reflexiones y pesados monólogos.

Creo que un narrador, y aquí incluyo también al escritor, no debería contar nada que pueda desviar la atención del lector de lo fundamental. Tal y como decía Chéjov: 

"Todo lo innecesario debe ser descartado."

Pero la cosa no termina aquí...

Otra característica de este narrador es que se toma demasiado tiempo para describir y presentar a los personajes; a grosso modo os puedo decir que en esa cuestión se van dos tercios de la obra.
Las descripciones constituyen el soporte escénico de la historia pero al ser tan extensas ralentizan la lectura y provocan que la narración sufra demasiados altibajos. 
Reconozco que siempre se agradecen los detalles a la hora de crear el perfil psicológico y/o físico de los personajes, pero insisto, todo el abuso cansa, se trata de estimular la mente de los lectores, pero también hay que dejar algo en manos de nuestra imaginación.

Dentro de esas descripciones que mencionaba, lo que llama la atención es que están cargadas de clichés sobre los ingleses, franceses, españoles o judíos, pero sobre todo destaca la saturación en el empleo de adjetivos. Todas las frases están sobresaturadas de ellos, algo que provoca empacho y desata esas ganas locas de torturar al autor que ya comenté más arriba...
"Podía cantar alto, bajo, fuerte y suave. Los frívolos quedaron fascinados como era de esperar; y aun los más serios quedaron sorprendidos, transportados, pasmados, enternecidos, excitados, perturbados, atormentados, exasperados, seducidos, desmoralizados, degradados y corrompidos de tanta naturalidad, sin poder contener ni disimular su entusiasmo."

Entiendo que el autor intenta con esa muestra del uso del lenguaje embellecer la narración, pero el abuso consigue el efecto contrario; intentar ampliar el significado o intensificar la expresión de esta forma, aburre hasta a los muertos. Y lo mismo sucede con la gran cantidad de citas, poemas y canciones, tanto en inglés como en francés con las que siembra el texto y que deduzco que los lectores terminamos saltándonos.

Ya para terminar...

Las bases del argumento pueden resultar interesantes, lo vemos en esa sinopsis engañosa, pero de verdad que la ejecución, para mi gusto, no lo es. Necesita demasiadas páginas para contextualizar y luego emplea muy pocas en desarrollar la idea fundamental. 

He leído en algunas páginas que la lectura fluye, que es ligera... como podéis ver a mí me ha parecido todo lo contrario, fluye, sí, pero como las aguas del Estigia hacia una ciénaga.

Y ahora me entrarán los ofendiditos y grandes expertos a decir que no he entendido nada de este libro, pero creo que he argumentado y mostrado pruebas más que de sobra. Todo lo citado termina alterando el ritmo narrativo y sacando al lector del relato. 
Insisto, en toda valoración crítica, por muy objetiva que intente ser, siempre hay un alto grado de subjetividad que depende directamente de nuestros gustos... pero lo subjetivo, al menos yo lo intento, está argumentado y puede ser de la misma respetabilidad que lo objetivo. También debo añadir que no hay que tener miedo a decir que un libro no gusta por muy clásico que lo consideren, porque clásico no es sinónimo de intocable, algo que en algunos blogs parecen olvidar.

Creo que es la primera vez que doy una valoración tan baja a una obra clásica, pero es que no creo que haya algo que falle, creo que son muchos los detalles que me han sacado de una lectura que en un principio pensé que sería prometedora.

Como última curiosidad... George du Maurier también es conocido por ser el abuelo de la escritora Daphne du Maurier, autora de títulos tan conocidos como Rebeca o La posada de Jamaica.


viernes, 3 de febrero de 2023

Duma key de Stephen King

Sinopsis:

Unas pinturas de sorprendente fuerza y maestría podrán estar inspiradas en una terrible maldición...
 
Tras sufrir un grave accidente, la vida del constructor millonario Edgard Fremantle cambia radicalmente. Ha perdido un brazo, se separa de su mujer y decide trasladarse a Duma Key para dedicarse a pintar.
El paisaje de este cayo en Florida, con viejas casonas y una vegetación tropical, y la extraña propietaria de la isla desatan en Edgar una fiebre creadora sobrenatural: los paisajes surrealistas, los mares embravecidos y las muñecas que dibuja parecen formar parte de un aterrador mensaje de advertencia...

Opinión:

Ya sabéis, los que me seguís desde hace tiempo que considero a Stephen King el gran autor de terror contemporáneo.
Lo más curioso de esta novela, Duma Key, es que no había oído hablar de ella, a pesar de haber sido publicada en 2008 y haber alcanzado el número uno en la lista de superventas del New York Times.

Es una novela de 736 páginas, pero no se hace larga en ningún momento porque King dosifica el suspense.
Su arranque es lento, es cierto, pero considero que es totalmente necesario para generar la atmósfera propicia que conseguirá que, al final, encajen todas las piezas a la perfección, tal y como King nos tiene acostumbrados.

Duma Key es una isla ficticia ubicada cerca de la costa oeste de Florida, lugar en el que el protagonista decide alquilar una casa en la playa, debo decir en este punto que esta novela es la primera de King ambientada en esa zona, y en ese escenario se desarrollará el grueso de la acción. 

Esa isla ficticia, como ya habéis visto, da título a la obra, pero se convierte en algo más, en un personaje omnipresente que marca toda la trama y que parece convertir en marionetas a todos los que habitan allí. Y es que como indica parte de su nombre, en Duma Key se encuentra la clave, la llave de esa fiebre creadora sobrenatural que despierta en todos los que habitan o han habitado Big Pink, la casa rosada.

No es una novela en la que el terror esté constantemente presente, es más bien un terror psicológico que acompaña la atmósfera misteriosa recreada y que nos acecha en momentos puntuales, alcanzando el punto álgido casi llegando al final.

Edgar, el protagonista, tras sufrir un grave accidente se muda a Duma Key. 
Al llegar allí sufre una fiebre creadora sobrenatural que da como resultado extraños paisajes que parecen arrastran un mensaje de advertencia.
Esas obras surgen de su subconsciente de forma automática y se mueven entre lo irracional y lo onírico, lo que ocurre es que tras esa extraña facultad que da como resultado lo que otros juzgan como grandes obras maestras, se esconde algo más... una extraña fuerza sobrenatural que le permite cambiar la realidad.
Solo con las descripciones de esas obras, con el modo en que entra en trance o con la vulnerabilidad que conllevan esos periodos, consigue predisponer al lector y crearnos una continua incomodidad.

Los personajes protagonistas son muy pocos, pero King se saca de la manga un pequeño elenco secundario que sirve para crear ambiente y suspense.

En esta historia el autor vuelve a utilizar algunos elementos que ya hemos visto en otras obras y que le han funcionado a las mil maravillas:
Personajes atormentados; lugares apartados de la civilización que incrementan la soledad que ya acompaña de por sí el protagonista; una lucha final entre el bien y el mal, y no me olvido de ese escenario, la casa, una protagonista imposible de eclipsar.
Por supuesto otro elemento característico del maestro que vamos a encontrar en Duma Key es el toque de normalidad que persigue a los personajes y a las situaciones por las que se mueven.

Y poco más me queda por decir...
A pesar de no ser una de las obras de Stephen King más conocidas a mí no me ha decepcionado. La sitúo entre las mejores, entre esas historias en las que parece que no sucede nada y en cambio no paran de ocurrir cosas.

lunes, 30 de enero de 2023

Timandra de Theodor Kallifatides

Sinopsis:

Timandra es una de las figuras femeninas más fascinantes de la antigüedad griega. Mujer de una belleza excepcional, supo congregar en su casa a las mejores mentes de su tiempo, desde Sócrates a Eurípides. Pero sobre todo trascendió por, como dicen las fuentes históricas, ser 'el éter espléndido que convivió con el héroe Alcibíades y recogió sus cenizas'. 
En esta novela de Theodor Kallifatides, considerada por su autor como quizá la mejor de ellas, es Timandra quien nos cuenta en primera persona su vida y la Atenas de su tiempo, en plena Guerra del Peloponeso contra Esparta. Figuras, lugares, tiempos, la Atenas del Ágora y puertos, gimnasios y campos de batalla: todo es real. Pero Timandra es mucho más que una novela histórica. El centro de gravedad es el amor: explorado, debatido, codificado -como era costumbre entre los griegos de la época-, aceptado siempre como regalo y condena, entre risas y lágrimas, en un simposio, un rito misterioso, a un minuto de la muerte.

Opinión:

“Mi nombre es Timandra y soy hetera".

Ese es el modo en que el personaje se nos presenta. 
Ella es hetera, prostituta, meretriz o cualquier otro de los eufemismos que suelen utilizarse para sustituir una palabra que se considera grosera o de mal gusto, aunque yo prefiero quedarme con el término de hetaira o compañera...y más en esta época en la que tenemos la piel tan finita que para que no se nos ofendan las momias cambiamos el término por persona momificada...

Timandra, en esos primeros compases de la narración, nos informa que la profesión de hetera no es tan antigua como pensamos y que hubo algunas mujeres célebres como Nicó de Samos, Calistrata de Lesbos o Aspasía de Mileto, esposa de Pericles, que transformaron la esclavitud en profesión.

Theodor Kallifatides nos presenta a una mujer, según dice, una de las figuras femeninas más fascinantes de la antigüedad griega.
Ahora, tras esta lectura sé que fue la amante de Alcibíades, para unos héroe griego, para otros, traidor, según el bando, y lo cierto es que queda un poco feo decir que solo se ha hecho famosa por compartir la cama con él, así que voy a intentar contaros un poquito más de ella y confesaros desde estas primeras líneas que me he sentido un poco engañada.

Si de verdad, como se dice en la sinopsis, fuese una de las figuras femeninas más fascinantes de la antigüedad griega, creo que esta historia sería la suya y no la del general ateniense, Alcibíades.

Timandra vivió en el siglo V a.C., en plena guerra entre atenienses y espartanos, y fue coetánea de Pericles, Sócrates o Eurípides, entre otros muchos.
Su nombre da título a esta obra histórica, pero hasta el propio autor se vale de él para contarnos otra historia. 
Ella es nuestra narradora, sí, pero solo eso, una simple herramienta. 
Relata en primera persona su vida, pero poco a poco esa idea se va difuminando para terminar contándonos la de Alcibíades, así que me da la impresión de que los lectores terminamos siendo manipulados por el autor, ya que todo lo narrado termina girando en torno al personaje masculino. La novela comienza cuando le ve por primera vez, y termina cuando él muere... Vosotros juzgáis.

Y no es que yo interprete así lo leído y vea al personaje perder poder narrativo al tiempo que se convierte en alguien secundario que va perdiendo peso en la trama al tiempo que se enumeran las hazañas de Alcibíades, ¡no!, es que hasta ella lo dice:  
"La Historia se olvidará de mí, pero a él lo recordará". 

Por ese motivo, ante el temor de que solo sea recordado como quieren los vencedores, que al fin y al cabo son los que escriben la historia, nos narra la vida de su amante; lo bueno y lo malo; las luces y las sombras de un hombre que dirigió miles de soldados y escuadras de cientos de barcos, un gran estratega con una idea fija en la mente, la de borrar a todos los grandes hombres del recuerdo colectivo y pasar a la historia como único héroe. 
En definitiva, un hombre con un ego tan grande como su capacidad para granjearse poderosos enemigos.

La obra comienza en una pequeña cabaña de Frigia, en la que será la última noche de Alcibíades. A partir de ese momento Timandra nos hace retroceder en el tiempo para comenzar un relato, más o menos lineal, pero con un marco histórico excepcional. Esa historia que ocurre de fondo, que irá avanzando al tiempo que la narración, es la guerra entre Atenas y Esparta, una contienda que duró 28 años. 

En esta historia vamos a tener grandes dosis de filosofía, para qué voy a engañaros. filósofos, poetas y oradores se pasearán por las páginas de esta historia novelada, debatiendo sobre el amor y sus secuelas, porque básicamente esta novela va de eso, del amor y de las distintas formas de entenderlo. Lógicamente al venir de boca de una hetaira el amor irá unido al erotismo y al sexo.

Theodor Kallifatides dice que esta es quizás una de sus mejores novelas. Lo cierto es que no puedo juzgar porque es la única que he leído de él; solo puedo deciros que narra bien. Me gusta su estilo, como te envuelve y sumerge en la historia, pero como habéis visto, esperaba algo más.
¿Lo recomiendo?, pues sí, es bastante interesante y el libro es cortito, pero insisto. 
No es oro todo lo que reluce.

martes, 24 de enero de 2023

La joya de las siete estrellas de Bram Stoker

Sinopsis:

Si el comienzo de La Joya de las Siete Estrellas parece plantear una intriga, su atmósfera se ve rápidamente dominada por la omnipresencia de Tera, la reina y hechicera egipcia que desde hace milenios prepara su regreso al mundo de los vivos en un cuerpo mortal, y la novela se desliza hacia la fantasía y el terror. 

La lúgubre y casi irrespirable atmósfera que domina la mansión londinense del egiptólogo Trelawny se trasladará después, aunque amplificada por un aura digna de H. P. Lovecraft, al de la solitaria casa de Cornualles donde aquel sabio y sus compañeros de aventura intentarán, mediante la mágica Joya de las Siete Estrellas, resucitar a la momia de la antigua reina.

Opinión:

Hoy voy a hablaros de La joya de las siete estrellas, una obra que fue publicada en 1904, años después de que Drácula, su obra cumbre, viese la luz.

Lo primero que quiero deciros es que La joya de las siete estrellas no es una obra de terror, aunque las editoriales se empeñen en catalogarla así, y que tampoco resulta tan interesante como Drácula, a pesar de que Stoker tenía estilo más que de sobra para recrear atmósferas propicias para el misterio. 
Aun así, no consiguió llegar a la intensidad de la obra por la que realmente es recordado, además de que en el último tercio del libro parece que la trama pierde fuelle y termina yéndose por las ramas en busca de una salida respetable para sus personajes. Este último detalle que he mencionado le llevó a escribir un final alternativo. 
En el ejemplar que yo he leído solo se opta por mostrar uno, quizás el más realista y acorde con una novela de misterio, pero sé que hay otras versiones que ofrecen la lectura de los dos finales.

El origen del mito

El origen del mito de la momia, muchos expertos lo ubican en la campaña de Napoleón a Egipto que tuvo lugar en 1798. Tras ese hecho la arqueología despertó el interés de muchos estudiosos y con ello la imaginación de muchos autores, entre ellos Stoker o Agatha Christie, que se entusiasmaron con las posibilidades imaginativas que escondía la egiptología, con el tema de la transmigración de las almas o, simplemente, con el enfrentamiento cultural que suponía el misterioso y Viejo Egipto frente el mundo occidental, tan racional y empírico.
En esta novela, el autor actúa un poco como visionario. La obra fue escrita en 1904, pero en ella encontramos la esencia del mito de la momia que más tarde se vería confirmado, en 1922, con el descubrimiento de la tumba del faraón Tutankhamon y la posterior muerte de más de veinte personas relacionadas con la expedición arqueológica.

La joya de las siete estrellas.

La novela comienza sin preámbulos, es lo que se conoce como una narración in media res, es decir, la narración empieza con una escena impactante, en mitad de la historia, y para llenar el vacío argumental que provoca ese comienzo abrupto los personajes deberán narrar, llegado el momento, los sucesos anteriores mediante retrospecciones.

En ese comienzo destaca la gran calidad descriptiva e imaginativa de Stoker, que en esos primeros compases nos ofrece un clásico misterio de cuarto cerrado, incluyendo un ataque cruel y brutal que se produce en plena noche. 
No existe indicio de que los asaltantes hayan huido, no hay huellas ni desorden, tampoco ventanas abiertas. En el interior solo se encuentra la víctima, el señor Trelawny, y lo más interesante del caso y que engancha al lector es que a la noche siguiente se produce una nueva agresión estando la casa llena de gente sin que nadie detecte movimiento alguno del agresor.

Como podéis ver se nos plantea un caso muy complejo y extraño en el que cada descubrimiento irá añadiendo más suspense e intriga a la trama.

Os he mencionado que para rellenar el vacío argumental del comienzo los personajes narrarán sucesos anteriores con lo que el autor nos ofrece un relato que contiene otro en su interior y en el cual nos mostrará cómo fue el descubrimiento de la tumba de Tera, la momia, y de los tesoros allí encontrados, con lo que sin querer, los lectores somos testigos de un acto muy frecuente en la época, el expolio del patrimonio arqueológico.

También debo añadir que tras la resolución de ese primer misterio de cuarto cerrado el escenario cambiará y los personajes se enfrentarán a un segundo misterio, y es aquí donde Stoker se embrolla y empieza a complicar el argumento con disertaciones científicas e incluyendo algunos datos erróneos que helarían la sangre al mismísimo Zahi Hawass.

Drácula y la joya...

Llegados a este punto no me queda más remedio que  hablaros de las similitudes que he encontrado entre Drácula y La joya de las siete estrellas y que como veréis proporcionará más datos interesantes y complementará los ya dados sobre esta lectura.

He leído en algún sitio que no existen similitudes entre estas dos obras y que por lo tanto es absurdo hacer comparaciones... 
Esto es algo de lo que discrepo totalmente, porque creo que el hacer comparaciones es algo inherente a los lectores, ya que forma parte de nuestra naturaleza. 
También debo añadir que desde el principio de esta lectura no he parado de detectar semejanzas, y no solo respecto a la estructura, al origen del argumento, descripciones y/o modo de narrar, sino también a la hora de configurar el perfil de los personajes, por lo que a mí sí que me parece absurdo negar lo que resulta más que evidente. 
Aun así, como no me creo en posesión de la verdad absoluta, os pongo a continuación algunas cosillas para que vosotros podáis comparar y decidir.

Lo primero que vamos a ver y que ya he mencionado de pasada es que estas narraciones tienen de base un mito o leyenda que arrastra una maldición.
En Drácula el argumento se construye sobre el mito del vampiro y aquí sobre el de las momias. El miedo al muerto que vuelve a la vida, la hostilidad que despierta en la sociedad, en definitiva, el miedo a lo desconocido, son los cimientos de estos libros, además de otro elemento que no podemos obviar y que es la gran dosis de romanticismo e incluso de sexualidad que se incluyeron en ambas. 

Otro detalle en común es que ya sabemos que Drácula incluyó en su estructura un aspecto que la convirtió en una novela totalmente novedosa; ese hecho fue el estar escrita totalmente en forma de diario, incluyendo cartas y telegramas, lo que evitaba emplear un narrador en tercera persona, algo que era común en ese momento. 
Pues bien, en esta obra todos esos detalles mencionados los vamos a encontrar a simple vista.
En la joya de las siete estrellas Stoker emplea una narración en primera persona y el encargado principal de hacernos llegar la historia será uno de los personajes.

Para resolver el misterio los elegidos serán un grupo bastante ecléctico, entre los que habrá un abogado, un médico y un gran experto en el mito en cuestión. 
Tampoco voy a olvidar a la damisela en peligro que en algunos momentos se encontrará sumida en un estado de abstracción, similar a la que experimenta Mina. Estos personajes son comunes en las dos novelas. Debo añadir en este punto que los personajes están muy bien perfilados a pesar de que Stoker se centra en relatar en mayor profundidad todos los datos alrededor del mito.

En resumidas cuentas y tomando de base el argumento...
La momia regresa de nuevo, decide morir siendo aún joven con la intención de resucitar en otra época tras un sueño larguísimo, emergiendo de la tumba con todo el esplendor y magnificencia de su juventud y su poder. ¿De verdad que nadie ve las semejanzas aquí?
En fin, que estas son solo un breve ejemplo de las semejanzas que podéis encontrar, me hace gracia lo ya mencionado, que haya quién no las ve, porque me hace pensar o que no se han leído el libro o que no hemos leído la misma obra.

Ahora en vuestras manos está el decidir si leéis o no este relato. Para mí, analizada en conjunto, ha resultado una lectura interesante.