miércoles, 13 de mayo de 2020

El almirante flotante de Varios autores (Detection Club)

Sinopsis:

Catorce miembros del prestigioso The Detection Club, entre ellos autores de la talla de A. Christie, D. L. Sayers, G. K. Chesterton o R. Knox, recibieron la propuesta de escribir una obra colectiva partiendo del planteamiento inicial de un caso criminal.
Cada colaborador se enfrentó al misterio sin saber qué solución tenían en mente los autores precedentes y entregaron en un sobre cerrado su particular solución al crimen.
Por primera vez en la historia, los creadores de Hercules Poirot, lord Peter Wimsey y el padre Brown aplicaban conjuntamente su pericia al mismo caso. Así nació "El almirante flotante", considerada como una de las novelas clásicas del género policíaco.

Opinión:

Seguro que todos los amantes de la novela enigma o de la policíaca más clásica habéis leído alguna vez una aventura protagonizada por el Padre Brown o, por poner otro ejemplo de investigador famoso de ficción, por Poirot.
Estos personajes, protagonistas de infinidad de relatos policíacos, tienen sus pequeños mundos creados alrededor de ellos. Cada uno reina, por decirlo de algún modo, en esa especie de microcosmos donde demuestran su agudeza e ingenio, y su forma de investigar lleva en todos los casos a resolver el crimen.
Seguro que más de una vez habréis deseado ver su astucia enfrentada en alguna novela, pero eso es del todo imposible, ya que sus autores querrían que su "hijo literario" superase al contrario en su capacidad de razonar y/o de deducir.

Pues bien, como ese enfrentamiento iba a resultar del todo imposible, lo que sí se consiguió fue que sus creadores colaborasen, codo con codo, construyendo un crimen que daría como resultado una novela.
En esa obra trabajaron junto con 12 escritores más, todos ellos expertos en novela policíaca.
Esos catorce escritores eran miembros del prestigioso The Detection Club; un club creado en 1929 con un único fin, unificar las reglas para eliminar de la novela policíaca el juego sucio.
Esas reglas debían cumplirse a la hora de elaborar los argumentos y así lectores y personajes contarían con las mismas posibilidades a la hora de resolver el misterio, porque las pistas estarían visibles para todos.
Dorothy L. Sayers, Gilbert Keith Chesterton o Agatha Christie, son solo tres de esos catorce escritores que participaron en la creación de este libro: "El almirante flotante".
Recibieron la propuesta de elaborar una obra de ficción policial en la cual todos colaborarían; cada uno de ellos realizaría un capítulo siguiendo las normas del club, pero aquí llega lo interesante...
Solo uno de ellos, el encargado de elaborar el capítulo final, conocería la identidad del asesino y los motivos.

El libro está dividido en 12 capítulos, un prólogo y un apéndice.
La importancia de realizar el prólogo recayó sobre el entonces presidente del club, Chesterton, y también es importante señalar que uno de los capítulos es colaborativo, está escrito a cuatro manos por un matrimonio de escritores.
Como podéis ver hoy os traigo al blog un libro que fue el resultado de una especie de juego de genios del crimen.

Reconozco que me ha enganchado menos que una obra de Agatha Christie, pero hay que valorar  otros detalles que convierten su lectura en muy interesante.
Esta historia recoge los ingredientes más representativos de esas normas elaboradas por el Detection Club y más que interesante por el argumento, lo es por ese planteamiento de colaboración entre autores.
El hilo de la historia se focaliza sobre el detective y vamos obteniendo las posibles pistas a través de él. La historia está llena de giros inesperados, en parte algo lógico, ya que cada autor, en cada capítulo, intentaba reconducir la trama hacia su terreno...

Algo que me ha parecido muy curioso es que la obra, en general, difiere mucho de las novelas a las que nos tenía acostumbrados Agatha Christie. En ellas, todos los personajes pasaban a ocupar el lugar de sospechosos porque habían estado presentes durante el crimen, aquí no ocurre así.
En esta novela nos encontramos con un asesinato en un pueblecito apacible; en ese escenario los protagonistas se mueven sin restricciones.
Todos son personajes incidentales y sin motivaciones; no son sospechosos porque su forma de actuar no lo indica así. Solo al llegar al capítulo final, momento en que se recompone el crimen, conoceremos al culpable y los motivos.

Por otro lado, la Reina del crimen presenta a todos los personajes en los primeros capítulos y los mantiene bajo sospecha. Aunque no llega a profundizar en ellos, nos deja una idea bastante clara de como son.
En el almirante flotante aparecen muy pocos personajes, algunos no han tenido relación aparente con el muerto, tampoco tienen ningún rasgo especial que los haga interesantes y por eso no les prestamos demasiada atención. Desviamos nuestra mirada hacia otros, hacia el cebo, colocado con mucho acierto. también debo indicaros que los personajes van entrando en escena poco a poco, lo que hace que el desarrollo de la trama y el ritmo narrativo sea más lento.

Centrándonos de nuevo en esta obra colaborativa debo contaros algunos detalles que pueden influir en los lectores de forma negativa, por ejemplo se aprecian los cambios de narrador. Los autores no demostraban la misma técnica ni calidad y por lo tanto el estilo es bastante desigual, del mismo modo ocurre con la extensión de los capítulos, hay algunos muy breves y otros que en comparación pueden resultar demasiado extensos.

Ya para terminar os hablo sobre el apéndice final
En él aparecen las soluciones finales que algunos de los escritores entregaron a modo de resolución del caso.
Ese apéndice resulta muy interesante porque vemos la forma de argumentar de cada uno de ellos, nos encontramos con planteamientos muy notables y observamos el desarrollo de alguna situaciones que no aparecen en el libro.


martes, 5 de mayo de 2020

Mujeres y criados de Lope de Vega

Sinopsis:

Su tema principal son las relaciones amorosas que se establecen entre miembros de distintas capas sociales en una sociedad estamental como la de las primeras décadas del siglo XVII, y cómo los celos surgidos dentro de estas relaciones hacen avanzar una trama, en la que las mujeres llevan la iniciativa, y cuyas artificiosas invenciones producen situaciones de gran comicidad.

El palacio de un noble, la casa de un hombre económicamente acomodado y un espacio campestre dentro de la propia ciudad, conforman el entorno urbano en el que se desarrolla la obra, un Madrid vivo del que se dan referencias concretas: la calle del Pez, el Prado y la calle Mayor.

Opinión:

A comienzos de 2014 saltó la noticia del descubrimiento de una obra inédita de Lope de Vega. El profesor Alejandro García-Reidy en 2010 encontró por casualidad en un manuscrito la mención del título de una obra que era atribuida al gran Lope, se tenía conocimiento de ella pero no había podido encontrarse ningún ejemplar.
La investigación del profesor le llevó a consultar los catálogos y de ahí a la Biblioteca Nacional de Madrid donde fue hallado un manuscrito firmado como "Belardo", uno de los seudónimos utilizado por el Fénix de los ingenios; se trataba de una copia realizada por el director de una famosa compañía de teatro del siglo XVII.
La investigación no se detuvo ahí, y el siguiente pasó fue analizar el texto y compararlo con otras obras de Lope con las que se encontraron semejanzas.
No había duda, había aparecido una copia de la obra de teatro "Mujeres y criados".
Esta comedia que se creía perdida, fue escrita entre 1612 y 1613 y esa serendipia permite que ahora los amantes del teatro barroco puedan disfrutar de este nuevo hallazgo.

Luciana y Violante son dos jóvenes casaderas en el Madrid del siglo XVII. Dos caballeros adinerados las pretenden, contando con el beneplácito del padre de las jóvenes; con lo que no cuenta es con el romance que ellas mantienen, a su vez, con dos jóvenes de clase inferior.
La comedia está asegurada, porque Luciana y Violante harán todo lo que esté en su mano para deshacerse de sus pretendientes.

Lope renovó las fórmulas del teatro español alejándose de los preceptos de la tradición clásica aristotélica, y ese cambio puede apreciarse en todas sus obras teatrales, incluida esta que se cataloga dentro del género caballeresco aunque también podemos ver que tiene características de las comedias de enredo.
"El monstruo de la naturaleza" tal y como lo definió Cervantes, adoptó una norma: ceñirse a la realidad mezclando lo trágico con lo cómico y al mismo tiempo incorporando a la trama todo tipo de personajes.
Las historias podían rebasar también la unidad de tiempo, el límite clásico de las veinticuatro horas y también el de lugar o espacio, sucediendo las escenas en distintos escenarios siempre que el desarrollo de los acontecimientos así lo pidieran.

En esta obra vamos a encontrar los clásicos enredos y los triángulos amorosos de manos de muy pocos personajes, seis o siete, y es que no se necesitaban más para entretener al pueblo llano.
Se dará un protagonismo especial a las mujeres, que son los personajes sobre los que gira el argumento, viendo el papel que ocupaban en la sociedad, siempre tuteladas por el padre o el marido. Pero Lope va más allá y en ese protagonismo las concede también una picardía que las lleva a conseguir su fin. Si alguno de vosotros ha leído "La dama boba" veréis que ambos argumentos tienen detalles en común.
Para terminar debo decir que no es la obra de Lope que más me ha gustado; y es que cuesta mucho desbancar a "Fuente ovejunta", aun así os diré que se lee bien y es cortita y como habéis podido comprobar el argumento es muy interesante.

martes, 28 de abril de 2020

La casa de las cruces de David Chevalier

Sinopsis:

Tras la muerte de su madre, Robert Carson vuelve a casa diecisiete años después, dispuesto a recuperar lo que dejó atrás. Cansado de una existencia inestable y repleta de excesos, se propone enmendar su vida, encauzarla de una vez por todas regresando al único lugar que alguna vez sintió como seguro: Salmo, su pueblo natal. Allí se reencontrará con su pasado, con su hermana Carol y su viejo amigo Johnny, pero también con los terrores y supersticiones de la infancia.
¿Qué fue del resto del grupo de amigos? ¿Qué ocultan realmente las paredes de la Casa de las Cruces? Robert sabe que ese siniestro lugar, con el que todos ellos estuvieron involucrados tiempo atrás, parece proyectar una ancestral y oscura maldición sobre todos los habitantes de Salmo. Incluido él mismo. Después de su deslumbrante opera prima, la inquietante Tide Haven, David Chevalier regresa con una extraordinaria novela, cuya trama y personajes harán las delicias del lector ávido de emociones fuertes e imborrables.

Opinión:

Ya sabéis de mi gran pasión por los libros de terror, un género que para muchos es de segunda pero que a mí me proporciona largas horas de disfrute.
Esta novela la tenía en formato digital desde hace mucho tiempo y fruto de la casualidad leí un comentario en twitter sobre ella. El mensaje era de @yoleoNovela, otro blog amigo que os invito a visitar y con el que coincido en algunas lecturas conjuntas.
Su comentario hizo que la lectura pasase a estar de las primeras en mi lista de pendientes y hoy ha llegado el momento de que os hable de ella.

Para esta reseña voy a centrarme tan solo en un par de detalles, quizás los más sugerentes.
Voy a empezar mencionando algunas cosillas sobre el argumento y después me centraré en la estructura y en la relevancia de los personajes; esos detalles son los que han convertido una lectura elegida para evadirme, sin pretensiones, en una lectura curiosa e incluso interesante.

Tras 17 años el protagonista vuelve al pueblo que le vio crecer y deberá enfrentarse a antiguos miedos y a su pasado; a una antigua casa que ejerce una extraña atracción sobre él y al terror que llegará haciéndonos dudar de lo que leemos, enfrentando la realidad a lo onírico y a las supersticiones de la zona.
Lo primero que vamos a encontrar los lectores son frecuentes guiños a los años ochenta y un gran homenaje a Drácula de Bram Stoker, junto a todos esos libros que surgieron alrededor del mito del vampiro.
Los que hayan leído a Stephen King también reconocerán en David Chevalier un estilo muy similar al empleado por el gran autor de terror y ficción sobrenatural, e incluso en "La casa de las cruces", como ya habéis podido comprobar por el breve resumen que he hecho, hay en momentos en que podemos encontrar reminiscencias de "El misterio de Salem's Lot".

La estructura divide la obra en tres partes bien diferenciadas.
En la primera nos vamos a encontrar con un narrador que es a la vez personaje y que nos va contando los acontecimientos de forma lineal, es decir, según van sucediendo.
En la segunda parte encontramos un cambio, el narrador será otro testigo, otro personaje al que ya hemos conocido y sobre el cual recaerá la función de relatar la historia desde sus comienzos, recurriendo al pasado y rellenando todos los vacíos que puedan haber surgido.
Este tipo de narración es un racconto, un relato que retrocede al pasado y que conforme vaya pasando el tiempo irá progresando de forma lineal, hasta alcanzar el momento actual.

Tras esa narración preactiva, nuestro primer narrador/testigo vuelve a tomar el mando y continuará relatando los hechos hasta el final, incluyendo unas secuencias que nos llevarán a dar un salto hacia adelante, relatando sucesos de dos años después que son los que nos transportan hasta el final de la novela y nos mostrarán que todos los hilos quedan atados.

Debo decir que la primera parte me pareció buenísima.
El autor logró conectar con ese amante del género de terror que se esconde en mí, lo que ocurre es que al llegar a la mitad del libro, David Chevalier recurre a una historia utilizada en demasiadas ocasiones, y que puede llegar a pecar de falta de originalidad... La historia la conocemos todos y ya ha sido mencionada en el primer párrafo.
Es cierto que muchos autores basan sus argumentos en los mitos vampíricos, pero no hace falta recordarlos de forma tan explícita, no creo que quede alguien que no haya oído hablar del personaje que gobernó Transilvania de forma cruel, de la historia real y de la leyenda negra que surgió en torno a él.
Ese es quizás, no voy a decir el pequeño fallo de la novela, pero sí lo que menos me ha gustado a mí.
También debo aclarar que esa especie de recordatorio, es una parte muy pequeña que no llega a desmerecer al resto del argumento.
La narración, en conjunto, sorprende y mantiene el suspense hasta el final, incluyendo pasajes escalofriantes que consiguen una atmósfera que transmite inquietud y angustia al lector.
A pesar de esa repetición que ya he comentado, David Chevalier consigue bajo mi punto de vista salir airoso y, en conjunto, logra una historia que funciona bien, con sus pros y sus contras como acabáis de ver.
Pero no quiero terminar esta reseña sin mencionar algo que considero importante y que puede hacer cambiar la opinión de un lector sobre una obra, me refiero a esos detallitos curiosos que encontramos diseminados de vez en cuando y que consiguen captar nuestra atención. Habrá algún lector que lo considere spoiler, pero entonces es que no ha leído el título del libro.

Muchos de vosotros pensaréis que los personajes, esos elementos que intervienen en la acción son indispensables en una obra, y en parte es así.
Digo en parte, porque la mayoría de las obras, no solo literarias, se construyen sobre o girando alrededor de ellos, pero no tienen que ser necesariamente protagonistas; el autor puede prescindir totalmente de ellos...
Hay obras que relatan un hecho, se centran en un suceso, o bien narran acontecimientos en torno a un lugar, y esos sujetos que nos guían acercándonos a la trama, son solo componentes ambientales o incidentales, ninguno de ellos cuenta con un protagonismo único que destaque por encima de los demás.
En este libro predominan los personajes secundarios, los que sirven para ambientar, y aunque hay uno central, Robert, su actuación no deja de estar supeditada a la que es la verdadera protagonista: La casa de las cruces.
La actuación de Robert siempre va a estar limitada alrededor de lo que acontece en la extraña mansión; puede parecernos a simple vista que es el protagonista absoluto, pero pensándolo fríamente, vemos que no es así. Tan solo es un medio para hacernos llegar hasta la verdadera historia.
¿Cuál es el truco para saber si es un verdadero protagonista? muy sencillo, simplemente debemos hacernos una pregunta. ¿Existiría esta historia, su trama o argumento sin la casa de las cruces? Yo creo que no...
Y aquí lo dejo, planteándoos esta cuestión.

El veredicto final en este tipo de novelas recae como siempre sobre vuestros gustos, y sobre lo que vosotros consideréis repetitivo o no.
También creo que el último apunte sobre el protagonismo da ese toque especial que convierte en interesante a una lectura; aporta ese detallito curioso que puede influir favorablemente sobre la opinión de un lector. Detalles que nos hacen seguir pensando en el argumento, mucho más allá de haberlo terminado...

martes, 21 de abril de 2020

Extramuros de Jesús Fernández Santos

 Sinopsis:

Publicada por primera vez en 1978 y galardonada con el Premio Nacional de Literatura, Extramuros es una de las obras más destacadas de la narrativa española contemporánea. La historia de la apasionada relación de dos monjas en el interior de un convento, hoy convertida en clásico de nuestra literatura, fue llevada a la pantalla con un reparto encabezado por Aurora Bautista, Carmen Maura, Mercedes Sampietro y Assumpta Serna, bajo la dirección de Miguel Picazo.
En el ambiente empobrecido y alucinante de un convento, en la España mellada que siguió a la muerte de Felipe II, se entrecruzan sutilmente, con oculta violencia, la sexualidad sofrenada y el misticismo, en una confrontación de caracteres servida por una prosa de sostenida y admirable tensión expresiva.

Opinión:

Hace muy poco leí un artículo en que decían que, con este tema del Covid-19 y el encierro que conlleva, se habían disparado las lecturas de novelas que tenían como tema central una epidemia. Entre esos títulos se encontraban "La peste" de Camus, "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago o "Apocalipsis" de Stephen King.
Para que este blog no se convirtiese en uno más, yo propuse como lectura para el taller de abril, Extramuros, porque aunque el tema central no gira exclusivamente sobre la peste u otra epidemia, la trama sí se construye alrededor de sus consecuencias.
Una gran hambruna, fruto de una gran sequía, traerá consigo la enfermedad y con ello el despertar, por decirlo de algún modo, del ingenio de unas monjas que se sienten abandonadas de la mano de Dios y de los hombres.
Esta obra fue escrita en 1977 y obtuvo el Premio Nacional de Literatura. Con el paso del tiempo ha llegado a ser considerada como una de las obras más destacadas de la narrativa española contemporánea y con ello todo un clásico, y es por ese motivo por el que también pensé en releerla e incorporarla al reto de lectura "Clásicos grandes y pequeños 2020", podéis leer en qué consiste pinchando en el enlace.

La película, como habéis podido ver en la sinopsis, estuvo protagonizada por grandes actrices españolas, pero quizás lo que más sorprendió fue la polémica que rodeo a su estreno, porque algunos cines se negaron a proyectarla por su contenido.

La historia nos llega a través de un narrador protagonista, con un relato hecho de forma cronológica.
Cansadas de rezar y esperar, sin que Dios responda a sus plegarias, las dos protagonistas deciden urdir una pequeña mentira con la que engañar a la Orden, a la ciudad y al mundo.
Saben que es un pecado grave, pero también lo es el abandono que sufre la comunidad, sin nada que llevarse a la boca; viendo como día a día nuevas hermanas fallecen por la peste y la hambruna, entre unos muros que se vienen abajo.
Así que lo hacen, fingen unas falsas llagas que harán al convento ganar fama por el bien de toda la congregación.

Alrededor de ese montaje, de esa farsa, surgen temas muy interesantes.
No se concreta exactamente en el momento exacto en que ocurren los hechos, pero sabemos por la sinopsis que es tras la muerte de Felipe II. Hay otros detalles referenciales que se desprenden de la lectura y nos hacen pensar que el argumento desarrollado en el siglo XVII debe acercarse a los últimos años de la dinastía de los Austria.

Esta historia va a venir acompañada de elegantes descripciones que nos sumergen en la España decadente, en el falso misticismo, en el ambiente opresivo que prevalece a lo largo de la narración y que acompaña al amor prohibido que surge entre las dos protagonistas.
Pero no os penséis que cuando hablo de amor me refiero solo al carnal, porque también viene acompañado de una alta dosis de espiritualidad. Otros temas que vamos a encontrar y que se relacionan directamente con los citados son el miedo y la soledad.

El lenguaje, el tono narrativo y la forma de emplearlos sorprenden.
Es la segunda vez que leo este libro y sigue dejando un poso en el lector que perdura en el tiempo.
La primera vez que lo leí, más que dejarme seducir por la trama lo hice por la calidad de su prosa, y su lirismo. Subrayé párrafos enteros disfrutando del lenguaje empleado, párrafos en los que iba marcando infinidad de figuras retóricas.
Anáforas, aliteraciones, antítesis etc... me absorbían por completo, y eso es quizás lo que me ha vuelto a animar con una segunda lectura. ¡Ya no se escribe tan bonito!
Lo qué más me marcó fue el comienzo, creo que el inicio de ese primer capítulo es uno de los mejores de la literatura española.
En ese comienzo hay una descripción habilísima que te transporta en el tiempo, cargada de adjetivos sí, y por mucho que les pese a los que huyen de su uso, esa descripción y el tono empleado, no solo envuelve al lector, sino que también recuerda a tiempos lejanos.

Solo llegando casi al final, vamos a encontrarnos con un cambio de narrador. Será en un par de momentos puntuales y empleado solo para trasladarnos a los lectores unos hechos que suceden en ausencia de las dos protagonistas. La encargada de esa sustitución narrativa recaerá en la voz de la hermana motilona, otro personaje que tendrá parte activa en el desarrollo del argumento.

Os recomiendo la lectura de esta obra, sé que no es una lectura ligera, pero sí os puedo asegurar que se trata de una novela enriquecedora, que saciará a todos aquellos que buscáis algo más que un simple entretenerse.


miércoles, 15 de abril de 2020

Las malditas de Stacey Halls

Sinopsis:

En un tiempo de miedo y sospechas ser mujer es el mayor de los riesgos.
Solo ellas saben la verdad. Solo ellas pueden salvarse la una a la otra.
Fleetwood Shuttleworth tiene diecisiete años, está casada y embarazada por cuarta vez. Como señora de Gawthorpe Hall, en el condado de Lancaster, todavía no ha conseguido traer al mundo un bebé que sobreviva al parto y su esposo Richard es eso precisamente lo que más ansía: un heredero. Cuando Fleetwood descubre una carta oculta del médico que la atendió en su último embarazo, sabe que es ella quien no sobrevivirá esta vez.
Pero entonces su camino se cruza con el de Alice Gray, una jovencísima partera y curandera que le promete que le la ayudará a dar a luz a un bebé sano, el heredero que todos esperan y que convertirá a Fleetwood, por fin, en auténtica señora de su la mansión y sus las tierras.
Sin embargo, el rey Jacobo I, consciente de que el condado de Lancaster se ha convertido en un nido de conspiradores, sabe que una buena manera de instaurar el orden es infundir miedo y temor entre sus habitantes. Y así arranca la caza de brujas más terrible de la historia de Inglaterra, una caza en la que cualquier joven con conocimientos médicos se vuelve sospechosa.
Conforme el juicio de las brujas de Pendle se acerca, Fleetwood y Alice saben que se necesitan la una a la otra para sobrevivir.

Opinión:

Cuando hablamos de brujas o hechiceras, siempre vienen a nuestra cabeza las imágenes de aquelarres donde estas mujeres danzan desnudas alrededor de hogueras, se convierten en gatos negros o bien sobrevuelan las casas de sus religiosos y atemorizados vecinos montadas sobre una escoba.
Pero lo cierto es que detrás de todas esas leyendas y falsos relatos se esconde mucho más y nada que podamos pensar relacionado con el maligno...
Ya habéis oído hablar de las muchas persecuciones en las que se vieron envueltas. Quizás los juicios más famosos son los de Salem en el siglo XVII, procesos judiciales que buscaban castigar los llamados actos de brujería.
Pero todas esas historias quedan muy lejos por ocurrir en la entonces colonia inglesa de Massachusetts, EE.UU, y lo cierto es que no hace falta irnos tan lejos, porque nosotros también pasamos por esa época oscura, aunque hay que aclarar que esa fobia, esa histeria popular que llevó a la hoguera a miles de mujeres, tuvo un impacto menor aquí en España y la mayoría de los juicios no terminaron con la pena de muerte.

La trama de esta novela nos lleva hasta Inglaterra, al periodo que se encuentra bajo el reinado de Jacobo I.
En ese periodo el rey inició varios procesos judiciales contra la brujería siendo uno de los más conocidos el que tuvo lugar en Pendle, condado de Lancashire. Un proceso basado, como otros muchos, en la superstición, en la psicosis colectiva y en las falsas acusaciones alimentadas por el miedo que nacen de la envidia y de las viejas rencillas.

Ahora vuelvo al comienzo de esta reseña para retomar la cuestión que allí os planteaba, esas historias que se esconden detrás de las leyendas sobre brujas...
En toda Europa las mujeres sufrieron la misma situación.
El poder eclesiástico y político había desarrollado un modelo social masculino. Las mujeres eramos un bien material; no podíamos estudiar y menos aún tener conocimientos médicos que pudieran poner en tela de juicio un diagnóstico procedente de un hombre.
La curación y el conocimiento, o el estudio del cuerpo humano quedaba limitado a físicos o médicos, y nosotras eramos una vez más desplazadas; únicamente podíamos ejercer como comadronas. Los conocimientos sobre herboristería pasaron a estar vigilados, y de ahí a perseguidos solo hay un paso muy pequeño.
De esa forma, las curanderas, antaño tan apreciadas por la sociedad, empezaron a ser consideradas brujas, ya que la imagen de una mujer con conocimientos en esa materia era impensable, esa sabiduría solo podían proceder de pactos con el demonio.

Dicho esto vuelvo al argumento de la novela.
La vida de nuestra protagonista, Fleetwood Shuttleworth, corre peligro. Las mujeres estamos relegadas a ser meros objetos de adorno y llegado el momento vasijas que mantengan la sucesión. Pero en Fleetwood ninguno de los embarazos ha tenido un final feliz.
Por encima de ese miedo que siente a perder la vida impera la presión social, y esa presión por no dar un heredero la empuja a una situación extrema, a entrar en contacto con una joven curandera.

No os voy a decir que sea una gran novela, que nos vaya a revelar datos que no conozcamos, porque esta narración puede recordarnos en algunos aspectos a la obra de William Harrison Ainsworth, "Las brujas de Lancanshire", escrita en 1849 inspirada a su vez en el proceso real que tuvo lugar en 1612. Tampoco os diré que tenga grandes personajes que marquen al lector, pero sí es una narración que entretiene y cuya trama está muy bien hilvanada.
Está narrado con un estilo sencillo y quizás la mejor parte son las descripciones que te llevan a imaginar con facilidad escenarios y diferentes ambientes, sin olvidar, por supuesto, la descripción que hace sobre el papel de la mujer.
Según avanza la trama la tensión aumenta y nos acerca a un final que quizás pueda resultar demasiado previsible, pero no es un detalle que enturbie el desarrollo de la historia. Lo que menos me ha gustado de ese final es la rapidez a la hora de terminar.
Los personajes no tienen un gran desarrollo, pero sí es cierto que las dos protagonistas evolucionan y muestran un cambio que el lector aplaude, llegando a anular el comportamiento del resto de personajes, entre los que se incluyen los masculinos, y es que precisamente de eso se trata, de convertir en heroínas a las siempre ninguneadas.

Dicho todo esto, es un libro que recomiendo, porque lo importante es disfrutar y desconectar. "Las malditas" es la primera novela de Stacey Halls y lo cierto es que augura un futuro bastante prometedor.