miércoles, 19 de marzo de 2025

El quinto invitado de Jenny Knight

Sinopsis:

CINCO AMIGOS, UNA NOCHE Y UN SECRETO MORTAL
La invitación que no querrás recibir
Cinco viejos amigos se reúnen en una idílica casa a orillas del río para celebrar una ¬fiesta en honor a Henry, su antiguo compañero de la universidad, fallecido durante aquellos años. Caro, la anfitriona, es tan perfecta como siempre. Tímida y torpe, Lily es ahora una autora de bestsellers. A George, el rey del deporte, le encanta su nueva faceta como padre. Travis, el chico malo, encuentra una vía de escape en la meditación. Y Elle, la alternativa del grupo, sigue metiéndose en todo. Distanciados durante años, con la ayuda de varios martinis comienzan a recordar los viejos tiempos. Pero en el menú hay algo más... Y es que, a medida que van llegando los platos, se va desvelando la impactante verdad. Todos esconden un oscuro secreto sobre su estancia en Oxford. Todos son culpables de algo. Pero ¿hay alguno culpable de asesinato?

Opinión:

De un tiempo a esta parte, no sé si os pasará a vosotros, pero es entrar en una librería y recibir una sobrecarga sensorial que termina saturándome. Y pensaréis, ¿qué dice esta loca?, las librerías están para estimular nuestros sentidos y que terminemos comprando libros. 
Pues sí, es cierto, pero esa sobreestimulación que me llega no solo desde la mesa de los más vendidos o la de novedades, desde las portadas cargadas de frases grandilocuentes como "el thriller que arrasa en medio mundo", "la historia que no te puedes perder", o simplemente con la explosión de reediciones, ediciones especiales, de lujo, con nuevas cubiertas y cantos tintados, termina abrumándome por mucho que intente procesarlo. 

Y no penséis que de esa saturación literaria echo la culpa a las librerías, porque no es así, ya que esa responsabilidad o imprudencia debe recaer a partes iguales entre editoriales y lectores. 
Las editoriales porque han llegado al punto de publicar todo lo que llega a sus manos, aunque sea bazofia, esté cargada de erratas, de agujeros de guion o situaciones contradictorias. 
Y respecto a nosotros, los lectores, porque nos conformamos con leer cualquier cosa sin pedir un mínimo de calidad. 

Pues bien, todo este rollo precede a la reseña de El quinto invitado, porque es un libro que me ha dado mucho que pensar.
Una historia que me ha parecido muy trillada, predecible y cargada de tópicos y de situaciones que ya hemos visto hasta la saciedad en otras obras. Lo único que cambia es el muerto...

Y sí, hay que reconocer que la sinopsis vende bien, pero es que más allá de ella, no hay nada, al igual que quiero señalar en este comienzo que ni siquiera la portada elegida por la editorial concuerda en tema con el contenido.

Y me alegro por los lectores que hablan maravillas de este thriller o porque la autora ha hecho caja al convertir su libro en un bestseller que ha arrasado en Reino Unido, ¡Bien por todos ellos!, pero hay más emoción en abrir un huevo Kinder que en esta trama.

Para atrapar a los lectores se debe tensar la cuerda desde el comienzo y El quinto invitado tarda demasiado en coger ritmo, además de que hay que decir que los personajes no dan juego, ya que actúan más como lastre que como puntal.
Por otro lado, los saltos al pasado son un ardid muy común que se emplea para generar expectativas, pero aquí tampoco funcionan porque se abren interrogantes que resultan demasiado forzados. Da la impresión que se va construyendo la historia sobre la marcha, sin seguir un guion prefijado. 
Deduzco que la autora intentaba jugar con nuestra mente, crear tanto curiosidad como deseo por saber más, e incluso me arriesgo a decir que con algunas secuencias quería incluso transmitir emociones... pero no lo consigue. 

Y no penséis que acabo aquí, porque he dejado para el final lo mejor. Una metedura de pata monumental. Cuidado si vais a leer el libro porque puede contener algún spoiler.

Al comienzo del capítulo cinco se menciona que Caro, el personaje que organiza la cena se ha puesto un vestido de seda recién comprado, pues bien, unas páginas después el vestido de seda ha mutado y se ha convertido en un mono de terciopelo. De verdad ¿nadie revisa estos detalles antes de publicar?, porque a mí esto me lastra una lectura. 
Creo que hay que prestar más atención a los detalles, y habrá defensores de la novela que dirán que Caro se ha cambiado de ropa, sin mencionarse... pero empezar un capítulo haciendo hincapie en ese dato que no venía a cuenta mencionar, a mí lo que me parece es que es una metedura de pata o lo que se denomina "arma de Chéjov" fallida. ¡Fijaros que curioso!, en este punto y sin querer, la autora sí consiguió captar mi atención.