martes, 9 de febrero de 2016

Manuscrito en el tiempo de Lucía Solaz Frasquet

Manuscrito en el tiempo (Manuscrito en el tiempo 01)
Sinopsis:

En la Inglaterra de mediados del siglo XIX, Claire Gordon trata de aliviar un corazón roto y paliar las limitaciones de su época componiendo una fantasía medieval de príncipes y princesas, magia y misterio. Cuando Andrea, una estudiante española en el Londres actual, encuentra casualmente parte del manuscrito y algunas cartas de Claire, se lanza a una aventura destinada a desentrañar el misterio que rodea a la enigmática escritora y a recuperar el resto de la historia de Kirstiane y Derran. Pero Andrea también tendrá que emprender su propio viaje interior y recomponer su vida en un entorno extraño. En Manuscrito en el tiempo la vida de tres mujeres en épocas bien diferentes se entrelazan en una reflexión sobre la naturaleza del amor, la construcción de la identidad y el lugar que nos corresponde como seres independientes.La investigación de Andrea sobre el misterioso manuscrito continúa en El retorno de los bardos, el siguiente y último libro de la serie. Mientras intenta desentrañar lo que le sucedió a Claire, la joven tendrá que enfrentarse a una sucesión de contratiempos y difíciles decisiones personales al tiempo que la historia de Kirstiane y Derran da un inesperado y angustiante giro.

Opinión: Manuscrito en el tiempo (Manuscrito en el tiempo 01)

La historia de la que hoy os hablo nos llega a través de tres hilos argumentales.
Tres mujeres serán sus protagonistas y las encargadas de hacernos viajar en el tiempo.
En el Londres actual conoceremos a Andrea, una estudiante española de literatura inglesa que encuentra por casualidad un manuscrito.
El segundo hilo es el de Claire, la autora de la obra encontrada y que nos llevará a viajar en el tiempo situando la acción en la segunda mitad del siglo XIX. Conoceremos más detalles sobre este personaje de forma epistolar, ya que Andrea va encontrando unas cartas que nosotros también tendremos oportunidad de leer.
Por último, solo me queda hablaros de Kirstiane. Personaje de ficción y protagonista del manuscrito que nos transportará a una época con reminiscencias de la edad media y de la cultura celta.
Como veis el hilo en común es el manuscrito, por lo tanto es al que yo considero el protagonista principal de toda la novela, al margen de que unos personajes tengan más peso que otros; pero de eso ya hablaremos más adelante.

Esto a grandes rasgos podría ser el argumento, pero supongo que no os conformaréis con tan poco.
Para los que profundizan más en las lecturas y buscan algo más aparte de leerlas, os diré que esta obra  podría catalogarse como metaliteratura; ya que no solo encontraremos un libro entre sus páginas, sino que también tendremos la oportunidad de conocer más sobre el género literario denominado como novela de Inglaterra. Encontrando alusiones constantes a autores y obras de la época, tanto en novela victoriana como en romántica y gótica.

Me gustan las historias que entretejen varias tramas, que nos hacen viajar en el tiempo y saltar entre el mundo real y el de ficción, pero debo decir que en ésta, ningún personaje destaca por ser redondo.
Entiendo por un personaje redondo aquel que sobresale por encima del resto, uno con una personalidad particularmente interesante; pero no he encontrado ninguno, ni tan siquiera a Andrea.
Lo lógico sería que ella destacase sobre los demás, ya que a fin de cuentas es la encargada de presentarnos y guiarnos por la historia. Pero no, todos los personajes son eclipsados por el verdadero protagonista, el manuscrito. Y es que su historia y lo que se esconde tras él, sus descripciones, la parte de fantasía y magia que hay en sus páginas, logran cautivar al lector.
Aun así, hay que reconocer que Claire y Kirstiane, tienen sus pequeños momentos de gloria.
Lucía Solaz aporta intriga en la vida de estos dos personajes y hace que el interés del lector se despierte.
Pero no os dejéis engañar por mis palabras, reconozco que el libro me ha tenido atrapada de principio a fin y los personajes no es que sean malos o estén mal definidos, es que solo son secundarios. Y es que en ese papel de segundones, cumplen su función.
Son los encargados de encarrilar la trama y hacer que la historia sea más real, pero de haber adquirido mayor complejidad habrían competido con lo verdaderamente importante y que vuelve a tomar protagonismo también en mi comentario, el manuscrito.

Los que me seguís sabéis que no siento aversión pero si un poco de rechazo por las novelas que no finalizan. No me importa que los libros dejen algún hilo por atar o alguna puerta abierta, pero esas historias en las que para conocer su verdadero final o el de los personajes, debemos esperar hasta la siguiente entrega no son precisamente de mi agrado; y esa circunstancia se da en esta obra. Solo me consuela saber que la segunda parte ya lleva tiempo a la venta y que no tardaré en ponerme con ella.
Por lo tanto ya sabéis algo más, y es que la intriga parece estar asegurada también para la segunda entrega.
Como habéis podido ver no nos encontramos ante una novela que atrape por el carisma de unos personajes inolvidables ni por un argumento original o novedoso. Es cierto que a todo lector le gustan las historias complejas con tramas enrevesadas que ocultan misterios y suponen un reto.
¿Pero que puedo decir? También nos gustan este tipo de libros, que pese a su simplicidad logran cautivarnos.
Son de esas novelas que enganchan y satisfacen al lector aunque al final leamos Continuará...


Es de agradecer que la editorial ponga a nuestra disposición la posibilidad de adquirir las novelas por separado o en un único pack.



domingo, 31 de enero de 2016

A sangre fría de Truman Capote

Sinopsis:

El 15 de noviembre de 1959, en un pueblecito de Kansas, los cuatro miembros de la familia Clutter fueron salvajemente asesinados en su casa. Los crímenes eran, aparentemente, inmotivados, y no se encontraron claves que permitieran identificar a los asesinos. Cinco años después, Dick Hickcock y Perry Smith fueron ahorcados como culpables de las muertes. A partir de estos hechos, y tras realizar largas y minuciosas investigaciones con los protagonistas reales de la historia, Truman Capote dio un vuelco a su carrera de narrador y escribió "A sangre fría", la novela que le consagró definitivamente como uno de los grandes de la literatura norteamericana del siglo xx. Capote sigue paso a paso la vida del pequeño pueblecito, esboza retratos de los que serían víctimas de una muerte tan espantosa como insospechada, acompaña a la policía en las pesquisas que condujeron al descubrimiento y detención de Hickcock y Smith y, sobre todo, se concentra en los dos criminales psicópatas hasta construir dos personajes perfectamente perfilados, a los que el lector llegará a conocer íntimamente. "A sangre fría", que fue bautizada, pionera y provocativamente, por Capote como una «non fiction novel», es un libro estremecedor que, desde la fecha misma de su publicación, se convirtió en un clásico.

Opinión:

Ya habéis oído hablar en innumerables ocasiones de Truman Capote.
Periodista y escritor americano conocido por obras como Desayuno en Tiffany's que obtuvo un gran éxito por la versión cinematográfica, Desayuno con diamantes.
Pero realmente la novela que le encumbró y con la que deslumbró, logrando conmover al mundo, fue con ésta, A sangre fría, y de la que ahora en 2016, se cumplen cincuenta años de su publicación.

Un día de mediados de noviembre de 1959, EEUU amanecía con una noticia que acaparaba las portadas de los principales periódicos.

Una familia acomodada de Holcomb, un pueblecito de la Kansas profunda, aparecía brutalmente asesinada.
La inquietante noticia impresionó de tal manera a Truman Capote, que logró convencer al editor de The New Yorker, para que le enviase de inmediato a seguir la noticia en esa localidad de Kansas.
A partir de ese momento comenzó un excelente trabajo de documentación que, años después, vería convertido en novela.
Un gran proyecto que conllevaba un gran riesgo, ya que cuando empezó a recabar datos se desconocía cualquier tipo de información sobre los asesinos.


A sangre fría está considerada como una de las obras más importantes del Siglo XX.
Capote en el prólogo la define como No ficción o Novela testimonio, según dice, la primera de un género inventado por él, aunque después se ha comprobado que ya existían novelas de ese tipo.
Lo que sí es cierto, es que logró narrar hechos reales haciendo uso de los recursos de la ficción y consiguió una novela abrumadora, que según mi punto de vista, casi roza la genialidad por su manejo del realismo.

Desde los primeros compases podemos apreciar que resulta altamente descriptiva y detallista.
El encargado de hacerlo es un narrador omnisciente y llegados a este punto, quiero hacer un breve inciso para comentar algo que me ha llamado mucho la atención, la forma de introducirnos en la trama.
He tenido la sensación de que el narrador me hacía un visita guiada, exclusiva para mí.
El primer paso es comenzar describiendo el pueblo, de esa manera, logramos ubicarnos en el escenario donde se desarrollará la mayor parte de la trama.
Lo siguiente es conocer a los habitantes principales de Holcomb, y de ahí, entramos en contacto con las víctimas, su entorno y relación en la pequeña comunidad.
Todo este proceso tiene una finalidad, conocer en detalle el último día de las víctimas.

Capote maneja con maestría todos los datos y ofrece al lector esa visión única, pero no solo de los escenarios y personajes...
El ambiente que recrea, consigue transmitir al lector la angustia de todo un pueblo que fue víctima del miedo.
Una localidad aparentemente tranquila y pacifica, había cambiado de la noche a la mañana.
Los Clutter representaban el clásico ideal americano. Eran valorados y respetados en esa tranquila y apacible comunidad. Nadie tenía motivos aparentes para haber cometido los asesinatos y la policía se encontraba sin indicios.
Desde ese momento, toda esa comunidad formada por amigos de toda la vida y buenos vecinos, se vio enfrentada con la insólita experiencia de desconfiar unos de otros.
Nadie estaba a salvo ni en la seguridad que ofrecían sus propias casas. Las puertas y ventanas comenzaron a cerrarse y nadie dormía tranquilo pensando... que cualquiera de sus vecinos podría ser el asesino.

Por último solo nos queda conocer a Dick Hickcock y Perry Smith, que se convertirán en los personajes principales y cuyas personalidades son dignas de estudio por parte de expertos en disciplinas que estudian el comportamiento.
A medida que avanza el libro, mediante pequeñas narraciones retrospectivas que les humanizan, conoceremos su pasado y seremos testigos de la evolución que experimentan sus personalidades. La disección que hace de cada uno de ellos consigue despertar profundamente el interés del lector por estos dos individuos, aparentemente y en un principio, sin remordimientos y con una visión particular de su entorno.
Llegando casi al final, Capote logra crear un extraño lazo entre los asesinos y los lectores.
Una relación que no catalogaría como de amor/odio, pero sí, que nos lleva del aborrecimiento de los primeros acontecimientos, a la lástima y a la compasión por todo lo que ha ocurrido en sus vidas y por lo que les depara.
Dos individuos con personalidades muy dispares que terminan compartiendo, lo que ellos creen que será una apasionante aventura y que para nosotros como observadores, únicamente nos parece absurdo.
Y es que lo absurdo... les persigue a lo largo de su vida.

Apreciaciones finales...

1.- Como en Crónica de una muerte anunciada desde el primer párrafo conocemos el futuro que deparará a unos y a otros, pero eso no resta interés al lector.

2.- Capote convirtió esta novela en un análisis casi imparcial de los acontecimientos y de los personajes que fueron testigos de ellos. Y digo casi imparcial, porque al final entabló demasiada amistad con los acusados y eso hace perder objetividad.
Desde ese momento la narración parece que intenta buscar que el lector empatice con los criminales y lo consigue... Capote nos involucra y nos plantea un dilema moral sobre la pena de muerte.
  • En un principio cuatro son las víctimas, una familia destrozada.
  • Más tarde el Estado se toma la revancha... 
  • El balance final de toda esta historia son seis muertos y tres las familias rotas.
Hay algo que no hay que olvidar... Hickcock y Smith se confesaron culpables desde el primer momento y las pruebas, así lo corroboraron aunque el juicio estuvo plagado de irregularidades.
Sobre la pena de muerte, poco hay que decir no hay que entrar en debate, me limito a parafrasear lo que dijo en su día el Papa Francisco.
"Es imposible pensar que los Estados no dispongan de otro medio que no sea la pena de muerte para defender del agresor injusto, la vida de las demás personas"

3.- La nota final...

Le he concedido un ocho, porque los últimos compases de esta historia hacen que la intensidad narrativa decaiga un poco.
Capote da un giro completo en su forma de narrar. Si al principio se muestra muy involucrado y consigue que empaticemos, al final se aprecia cansancio o abandono. Para esta parte final eligió una narración tipo artículo periodístico, y eso bajo mi punto de vista, aunque le aporta agilidad también denota indiferencia o desinterés.
Aún así, la prosa empleada es magnífica y la obra en conjunto casi roza la genialidad.
Curiosidades...

1.- Capote comenzó a redactar la novela en 1959.La primera aparición fue en forma de capítulos que publicó el The New Yorker; el primero saldría a la venta el 25/09/65. Finalmente la novela vería la luz en 1966.

2.- Esta obra se convirtió en toda una obsesión para el escritor; obsesión que le perseguiría hasta el final de sus días.
La exhaustiva investigación que realizó para este caso de homicidio múltiple y los años que tardó en escribirla, le supusieron un gran desgaste emocional del cual, jamás logró recuperarse.
A raíz de la publicación de esta historia, Capote no volvió a escribir ninguna novela más. Únicamente le publicaron cuentos, alguna colección de artículos de viaje y dos novelas póstumas escritas al principio de su carrera.

3.- Capote se desplazó a Holcomb acompañado de la escritora Harper Lee. Debido a la personalidad y actitud del escritor, le costó ganarse la confianza de testigos y habitantes de Holcomb que no eran muy dados a responder preguntas. Por ese motivo, Capote estuvo a punto de abandonar la investigación.
Gracias a Harper Lee, la confianza entre escritor y entrevistados creció, y la obra pudo llegar a finalizarse.
Por lo visto Harper Lee, tras la publicación de la novela, no quedó muy contenta ya que solo aparece mencionada brevemente en los agradecimientos.

4.- El título elegido, A sangre fría, podemos pensar en un principio que se debe a la forma en que los asesinos llevaron a cabo el crimen, pero no es así. Realmente esa descripción o crítica, se refiere a la justicia americana y a la sangre fría que utilizó para ajusticiar a los reos en la horca.
El juicio y las posteriores apelaciones, estuvieron perseguidas por la polémica.
No les fue procurada asistencia legal hasta después de firmar sus confesiones.
Las armas con las que se cometieron los asesinatos fueron halladas en casa de los padres de Hickcock y requisadas, pero sin una orden de allanamiento.
Más tarde, la mala praxis por parte de los abogados defensores o por decirlo de otro modo, la incompetencia de éstos en el proceso, también fue un dato a tener en consideración.

5.- La película, 1967 también resulta un modo excelente de conocer esta historia.
Es bastante fiel a la novela, está rodada en blanco y negro para realzar el dramatismo y los actores elegidos no solo clavaron el papel, sino que además, tenían un gran parecido físico con los asesinos. 
Scott Wilson encarnó a Dick Hickcock y Robert Blake fue Perry Smith.


Como anécdota recordar la larga trayectoría cinematográfica de estos dos actores.
A Scott Wilson le hemos visto haciendo de padre de Catherine Willows en CSI y últimamente en Walking Dead. Por su parte Robert Blake no solo fue el protagonista de la serie Baretta, allá por 1975 sino que también fue el jefe de Wisley Snipes en Asalto al tren del dinero.  


sábado, 16 de enero de 2016

El último adiós de Kate Morton


Sinopsis:

Todas las familias tienen secretos.
Y, para algunas, basta solo un acontecimiento para cambiarlo todo.
Un niño desaparecido...
Junio de 1933: en Loanneth, la mansión en el campo de la familia Edevane, todo está limpio y reluciente, listo para la tan esperada fiesta de solsticio de verano. Alice Edevane, de dieciséis años y escritora en ciernes, está especialmente ilusionada. No solo ha encontrado el giro argumental perfecto para su novela, también se ha enamorado perdidamente de quien no debería. Pero para cuando llegue la media noche y los fuegos artificiales iluminen el cielo estival, la familia Edevane habrá sufrido una pérdida tan grande que tendrá que abandonar Loanneth para siempre...
Una casa abandonada.
Setenta años más tarde: después de un caso especialmente complicado, Sadie Sparrow, investigadora en Scotland Yard, está cumpliendo un permiso forzoso en su trabajo. Refugiada en la casa de su abuelo en Cornualles, pronto comprueba que estar ociosa le resulta complicado. Hasta que un día llega por casualidad a una vieja casa abandonada rodeada de jardines salvajes y espesos bosques y descubre la historia de un niñito desaparecido sin dejar rastro...
Un misterio sin resolver.
Mientras tanto, en el ático de una elegante casa en Hampstead, la formidable Alice Edevane, ya anciana, lleva una vida tan cuidadosamente planeada como las novelas policíacas que escribe. Hasta que una joven detective empieza a hacer preguntas sobre su pasado familiar en un intento por desenterrar la intrincada maraña de secretos de los que Alice ha pasado toda su vida tratando de escapar.

Opinión:

Reflexiones...

Tras finalizar la lectura de Un hijo de Alejandro Palomas, intenté cambiar de género. La obra me había encantado y cuando eso ocurre, siempre me cuesta encontrar otra lectura que llene tanto o esté a la altura.
Tras varios intentos fallidos, o más bien, varias lecturas pospuestas opté por El último adiós.

Lo bueno o lo malo, según se mire, de leer mucho, es que uno ya está de vuelta de todo y llega un momento en que algunas novelas que convencen entusiastamente a una gran mayoría, a ti no te aportan nada y hacen que pierdas el interés, no solo por esa lectura sino que también, por determinado autor.
Esos comentarios tan entusiastas, que generan tan altas y falsas expectativas, hacen que realmente te cuestiones cuál es la realidad que se esconde tras ellos.

Según mi opinión, tras esos comentarios se esconden críticas injustas y demasiado infladas, provenientes de algunos medios que reciben al autor para entrevistar o ejemplares gratis, creyendo que por ello pierden el derecho a decir la verdad sobre lo leído, si es que acaso lo han hecho.

Pero ya sabéis, la literatura es así...
Una lectura siempre genera opiniones, como lectores cada uno tendrá la suya propia, y por supuesto, esas opiniones son controvertibles, pueden ser discutidas o cuestionadas, nadie se encuentra en posesión de la verdad absoluta; por lo tanto, el que una obra guste a unos y a otros no, quiere decir únicamente que para los primeros posee algún tipo de valor.

Lejos del clásico bestseller...

Hay muchas definiciones para la palabra bestseller.
Si preguntáis a los que os rodean os dirán que es una obra dirigida al gran público y que pasa a formar parte de los libros más vendidos.
También,  en ocasiones y erróneamente, pensamos de ellas solo por el hecho de considerarse bestsellers que son de baja calidad, y eso no es cierto.
Hay algunas que son simplemente genialidades, como Los pilares de la tierra que fue considerada así.
Yo considero bestseller, a una novela que dentro de un género se crea un espacio propio y luego es copiada hasta la saciedad. Estas obras, pese a lo que se crea, no tienen por qué tener baja calidad ni ser previsibles.
Por ese motivo no considero que El último adiós sea un bestseller, considero como tal, por ejemplo, El jardín olvidado que fue la que catapultó a la fama a esta autora, aunque no fuese su primera obra... después llegaron los clones o los sucedáneos.

Centrándonos...

Lo principal en un libro, es que entretenga.
En ese aspecto Kate Morton tiene el éxito asegurado, no se lo vamos a negar. Sus novelas se adaptan a ese requisito, pero al menos, yo espero encontrar algo más entre las páginas de un libro.

Cuando leí El jardín olvidado, fue una novela que me encantó y auguré que sería una escritora con una exitosa trayectoria literaria.
Me gustaba el argumento, la estructura y su forma de enganchar al lector con los saltos en el tiempo e incluso la maestría con la que al final encajaban las piezas del misterio.
Lo que no sabía es que, Kate Morton, se estancaría en la forma, pensé que sabría ir evolucionando de una novela a otra, aunque se mantuviese en la misma línea.
En este punto hay que recordar algo que se nos olvida con frecuencia a los lectores. Hoy en día no hay ni un solo autor que no se posicione ante lo que otros han escrito antes que él, y Kate Morton se ha hecho cómoda a un tema y a una estructura.
Ahora, con el paso del tiempo, veo sus obras bajo otra perspectiva, y mi opinión respecto a ella ha cambiado visiblemente. Ha perdido la chispa.

Sus novelas, cinco, las cuales ya iré reseñando con el tiempo, resultan todas iguales.
  • Varios hilos argumentales.
  • Anacronías constantes para alterar el orden cronológico de los acontecimientos, dejando entre salto y salto al lector en vilo.
  • Mujeres como protagonistas principales; una que busca y otra con un secreto familiar. 
  • Personajes masculinos, siempre secundarios.
  • Escenario fijo, Cornualles/Inglaterra. (Esto del escenario fijo está muy bien, Stephen King lo hace y por ahora nadie se ha quejado, centra todas sus historias alrededor de Maine, pero no creo que nadie quiera compararse a estas alturas en trayectoria, con el mago del terror).
  • Un romance de fondo.
y poco más, pero no os preocupéis que profundizaremos más.

Favorable vs Negativo

1. Está claro y no hay que desmerecer, que Kate Morton, ha encontrado la fórmula secreta del éxito con todo lo que he enumerado y por supuesto la explota, respaldándola las buenas cifras y críticas, aunque a mí me aburra tanta repetición.

Pensaréis entonces...
¿Y para que cambiar la fórmula si todas sus novelas se convierten en superventas?
Pues sencillamente para no quemarse a sí misma, como ya ha pasado con otros autores y encasillarse en un mismo modelo de novela, empleando siempre el mismo esquema repetitivo.
Lees una obra, o dos de ella y te gustan, pero las siguientes las terminas encontrando reiterativas.
Está claro que sus libros se venden y mucho, pero también pienso que como lectores no deberíamos conformarnos siempre con lo mismo y siempre llegando de parte del mismo autor, que es donde radica el error.

2. Hace un uso excelente de las anacronías (*) en todas sus obras, ese recurso que utiliza para llevar la narración hacia atrás y hacia adelante en el tiempo, narrando sucesos.
Y es que tiene especial pericia en su manejo y logra mantener el interés del lector, aunque ya conozcamos parte del desenlace.
Lo negativo que encuentro en el uso de esa técnica, es que los saltos terminan siendo excesivos y hacen que la historia, al tiempo que se complica, se alargue demasiado.

He señalado en malva a lo largo de toda la reseña, lo que hace referencia a las anacronías, a los saltos en el tiempo, para que podáis comprobar por vosotros mismos, que se cumple lo que comentaba... los saltos son excesivos.

3. La prosa y el estilo tampoco son para tirar cohetes únicamente sirven para que la lectura sea sencilla.

4. Hablemos del argumento...
La novela sigue varios hilos argumentativos que sitúan la acción en dos líneas temporales.
Cada hilo argumental cuenta con una protagonista femenina, todas importantes para el desarrollo de la trama, unas lógicamente, con más peso que otras.
Alice, la detective Sparrow y Eleanor.
4.1 Personajes y líneas temporales.
  • 2003. En la actualidad
Sadie Sparrow
En este hilo conoceremos a la detective.
Tras un permiso forzoso, hace una visita a su abuelo en Cornualles. En uno de sus paseos descubre por casualidad una mansión abandonada, e inmediatamente se siente atraída por el misterio que parece esconderse tras sus paredes.

Nunca es sencillo unir a la perfección pasado y presente, y el problema que veo en este hilo es que la historia de Sparrow es floja, no resulta tan interesante frente a la de Alice.
También hay que analizar a la detective...
La autora nos pinta a un personaje fuera de serie, que destaca en su profesión sobre el resto de compañeros. Según vayamos leyendo comprobaremos que algo falla en la narración, el estereotipo creado no se ajusta a la descripción, sus análisis sobre el caso Edevane no son ejemplares y cambia con frecuencia de opinión según la investigación va aportando nuevas pruebas.
Conclusión...
La detective no es infalible, falla más que una escopeta de feria.

Alice Edevane
También en este periodo, aparece el hilo de Alice. Una escritora de novela policíaca de mucho éxito y que vivió en la mansión hasta 1933, ya que pertenecía a su familia.
Las apariciones de este personaje, en esta etapa, serán de menor importancia que cuando la veamos en los años 30.

Sparrow será la encargada de enlazar presente y pasado.
Alice será la testigo principal y la ficha que contiene las claves para reconstruir un puzzle que se irá creando alrededor de la desaparición de su hermano pequeño, Thomas, en 1933.

La línea argumental de Sadie Sparrow relata los acontecimientos de forma lineal, según los va descubriendo; en cambio la de Alice que en un principio parece seguir la misma estrategia, nos sorprenderá al llegar a la mitad de la novela, donde empezará a intercalar recuerdos.

  • Años 30
Alice Edevane 
Retrocedemos en el tiempo y nos encontramos de nuevo con Alice, pero esta vez adolescente, aquí es donde toma mayor relevancia este personaje, corre el año 1933.
El eje central sobre el que se teje toda esta novela, es como he dicho, la desaparición de Thomas, pero para que entendamos mejor los motivos, habrá momentos en que la historia nos harán retroceder a los meses previos al suceso, llegando hasta 1932.

Esta es la línea argumental con un orden cronológico más alterado, los saltos hacia adelante y hacia atrás son constantes. 

Eleanor 
También en esta época hace acto de presencia la tercera de nuestras protagonistas, la madre de Alice y Thomas.
Eleanor y su trama nos harán retroceder aún más, al momento en que conoce a Anthony su marido, más o menos alrededor de 1911. Desde ese momento, la trama avanzará rápidamente y casi de forma lineal, haciendo una incursión por los principales acontecimientos de su vida, aunque también de vez en cuando, la narración saltará hasta situarse de nuevo en 1933, en los días posteriores a la desaparición del pequeño y un poco más hacia adelante, en plena II Guerra Mundial, justo en el momento de los bombardeos alemanes en Londres.


4.2. Giros argumentales y final.

Los giros que da la trama son constantes y suceden al tiempo que Sadie Sparrow va encauzando la investigación (de esto ya hemos hablado), pero a lo que iba, a pesar de todos estos cambios el final resulta totalmente previsible y forzado.
Como es lógico, finalmente, las piezas de este gigante puzzle terminan encajando, aunque dejando que la historia dependa demasiado de las casualidades.

5. Otro detalle...
El cambiar el título original de la obra, La casa del lago, es algo que tampoco entiendo.
Kate Morton en alguna entrevista ha comentado que le gusta más la opción elegida por la editorial española, El último adiós; para gustos están los colores, yo me quedaría con la primera versión, ya que creo que es la que mejor se adapta al argumento de la novela.


Diferencias entre obras...

El encargado de narrar toda la historia, no podía ser más que un narrador omnisciente, conocedor de hasta el más mínimo detalle describiendo a todo lujo cada escena. Esa es la única diferencia, claramente visible, entre ésta y anteriores obras... resulta mucho más descriptiva.

Resumiendo...

No voy a negar que la base del argumento es buena, la autora tiene imaginación y la historia entretiene.
¿Pero está equilibrada? Si examinamos con atención estas ventajas frente a todos los inconvenientes citados ¿Os convence rotundamente?
A mí, no.
Quizás, si se hubiese permitido, (en un alarde de libertad y respetando su género habitual), estructurar la novela de forma distinta, respetando argumento y narrador omnisciente pero desarrollando la trama de forma lineal, sin saturar con tantos saltos.  
Esa pequeña variación, aportaría un matiz distinto y transmitiría energía nueva a sus obras.
Sobra decir, que la historia que encontré en El jardín olvidado era mucho mejor, tenía esa chispa, llamémosla novedad, que le falta a ésta.
La autora creo que se ha acomodado y es una verdadera pena, porque escribe muy bien y no sabe sacarle beneficio. Aunque también cabe la posibilidad que ese encasillamiento no sea culpa de ella, esto es lo que vende y es lo que queremos...

Para finalizar...

Y no puedo decir más, porque no hay más...

Habrá lectores que alaben la simpleza de este tipo de novelas refugiándose en el tan socorrido... solo busco desconectar.
Me parece perfecto, están en su derecho.
Cada uno emplea su tiempo, lee y opina después, lo que quiere sobre una lectura; pero también habrá otros que si no lo han hecho ya, abran los ojos y se den cuenta que los tan valorados número uno y esas curiosas listas de superventas que nos persiguen allá donde vamos, pueden llegar a resultar algo engañosas y esconden mucho detrás.
Esas listas crean altas expectativas que luego no llegan a convencer del todo.


domingo, 3 de enero de 2016

Un hijo de Alejandro Palomas

Sinopsis:

Guille es un niño introvertido con una sonrisa permanente, y es un lector empedernido con mucha imaginación. Solo tiene una amiga.
Hasta aquí, todo en orden. Pero tras esta máscara de tranquilidad se esconde un mundo fragilísimo, como un castillo de naipes, con un misterio por resolver. El rompecabezas lo configuran un padre en crisis, una madre ausente, una profesora intrigada y una psicóloga que intenta armar el puzle que está en el fondo. Una novela coral que respira sentimiento, ternura, vacíos, palabras no pronunciadas y un misterio sobrecogedor.



Opinión:

Como ávidos lectores ya sabéis, que hay libros que son un amor a primera vista y autores que son un acierto seguro. Se podría hacer una reseña muy breve para describir esta obra, pero sinceramente, eso no sería justo para nadie.
Y es que esta obra es:
 Impresionante...
Con Un hijo me ocurrió igual que con su predecesora Una madre.
Ambas tienen una prosa muy fresca que no entorpece la lectura y hace que nos centremos en el argumento.
La forma de expresar los sentimientos nos llega de forma cálida y envolvente, y es que Alejandro Palomas sabe conmover y emocionar.
Nos hace reír y llorar a partes iguales, y esos sentimientos perduran en el recuerdo. Ese es el motivo por el que sus obras no se olvidan con facilidad.
Nos sorprende con cada nueva historia y convence a los lectores de forma aplastante.
Trata temas en apariencia sencillos pero de una gran profundidad emocional. Cuando dejamos reposar sus lecturas, los sentimientos afloran de nuevo con más fuerza y remueven nuestro interior.
Son novelas escritas con un derroche de sencillez y sensibilidad, para meditar, saborearlas lentamente y recordarlas, y si tenéis mala memoria... para repetir lectura en un futuro.
Podría parar aquí, diciendo que en sus libros encuentro lo que busco como lectora, que me satisfacen plenamente y bla, bla, bla... pero es que yo no me conformo con facilidad, por lo que aún me queda algo más por decir...

El relato sigue la clásica estructura de Introducción-Nudo-Desenlace, y aquí, debo hacer una breve observación.
La introducción a pesar de su brevedad logra enganchar al lector inmediatamente, y es que como ya he comentado alguna otra vez,  al menos en los libros, los comienzos son importantes.
Un buen comienzo puede marcar de por vida una obra y por supuesto también a sus lectores.
Este libro comienza con una pregunta formulada casi al azar. Una pregunta sin demasiada trascendencia y que en cambio será el desencadenante de una preciosa y emotiva historia, que os aseguro, no dejará indiferente a nadie.
La pregunta es muy simple y a todos nos la han hecho alguna vez.
¿Qué quieres ser de mayor?
Sonia, una maestra de niños de nueve años, formula esta pregunta a sus alumnos, sin sospechar lo que desencadenará.
Como es lógico las respuestas no se hacen esperar y son de lo más variopinto.
Princesas, jugadores de fútbol, presidentes de gobierno, millonarios, veterinarios, médicos e incluso alguno hay que quiere ser como Rafa Nadal.
Pero hay un niño que aspira a mucho más... ese niño es nuestro protagonista, Guille.
A mí... a mí me gustaría ser Mary Poppins...

Una respuesta que nos debería parecer del todo normal pero que en cambio esconde mucho tras ella. Porque no es lo mismo querer ser como/que querer ser, pero bueno eso ya lo veréis si leéis el libro.

Como podéis observar ya desde las primeras páginas, el lector queda atrapado a esta fascinante historia, y es que Guille es un niño muy especial; tan inteligente como introvertido, sensible, un gran amante de la literatura infantil de fantasía que sorprende al lector por sus reacciones y lógica que emplea para explicar algunas cosas que a los adultos se nos escapan.
Un personaje redondo como existen pocos y que logra conmovernos.

El relato lineal de los acontecimientos nos llega de mano de varios narradores que se irán sucediendo. Son personajes, testigos de primera mano que conviven con nuestro pequeño protagonista y que nos darán su punto de vista con una narración en primera persona. A pesar de ser relatos subjetivos, ya que cada uno narrará lo que ve, resultan reales y cercanos, creando una atmósfera perfecta que nos ayuda a conocer en profundidad a Guille.
Los personajes principales son:
Sonia, la maestra; Manuel Antúnez, el padre; María, la orientadora y por supuesto Guille.
Aquí es cuando hay que añadir, que Alejandro Palomas se supera en cada nueva obra, porque una novela no es solo un argumento.
La caracterización de los personajes es inmejorable.
Son dinámicos, evolucionan y no solo lo hacen ellos, a través de sus palabras aportan información que enriquece y complementa la narración del resto de personajes,se equilibran.
Es una novela que parece cobrar vida y crecer con los nuevos datos que van aportando.

Hay algo que no quiero olvidar mencionaros y que me parece importante...
En esta obra predomina el diálogo y eso, que a simple vista podría parecer un dato insignificante, es un recurso poderoso si se sabe emplear.
Los diálogos NO cuentan, muestran, y eso que en un principio parecería ser lo mismo, no lo es. No es igual contar que mostrar.
Los diálogos nos muestran como es un personaje, le conocemos por lo que dice o por como actúa...
¿Qué quiero decir? Pues que los diálogos son el medio para conocer, saber como sienten o como es la relación entre ellos, y crearnos un retrato bastante real...
Los diálogos también aportan ritmo a la narración y hacen que la lectura avance de forma más fluida.

Si os gustó El curioso incidente del perro a medianoche de Mark Haddon o memorias de un amigo imaginario de Matthew Dicks, seguro que ésta será una excelente lectura y lo bueno es que es una historia recomendada a partir de 12 años.
Una última mención para dos personajes.
La orientadora y la maestra juegan un papel muy importante y profesional, son todo un ejemplo y creo que muchos docentes de hoy en día, deberían emplear las enseñanzas que se esconden tras estas páginas y ponerlas en práctica.
Como se suele decir, hay de todo como en botica.
Conozco a grandes profesionales que están alerta y saben reaccionar ante determinadas situaciones, haciéndolo de forma magistral... pero también conocemos casos que, quizás por desidia, indican totalmente lo contrario.

Creo que esta novela se reduce a una palabra... Sensibilidad, sensibilidad, sensibilidad....


lunes, 28 de diciembre de 2015

Como si no hubiera un mañana de Nieves Herrero

Sinopsis:

Primavera de 1953 en Madrid.
No sabía quién era ese hombre que centraba todas las miradas. Ahora que lo veía de frente, comprobó que poseía un gran atractivo. Parecía muy delgado, con unos ojos llenos de vida y una sonrisa tremendamente magnética. Le examinaba a poca distancia cuando él paró de hablar al sentirse observado. Todos se giraron para saber el motivo de su silencio y descubrieron a Ava. El corrillo se abrió para que ella se fuera acercando poco a poco hacia aquel hombre. No tenía ni idea de quién se trataba pero sabía que acabarían juntos… Se dijo a sí misma que no se iría de España sin estar a solas con él. Le tendió su mano y el torero se la llevó a la boca para besarla suavemente. Clavó sus ojos marrones en los suyos verdes. Fueron segundos. Los suficientes para descubrirse y comprender que la atracción que sentían era mutua.

Opinión:

Esta semana retrocedemos en el tiempo y con un pequeño salto nos situamos en la España de la década de los cincuenta.
Sobra decir lo que nos vamos a encontrar y que actúa de argumento de fondo y escenario por el que tendrán que moverse los personajes de esta historia.

Una nación que hasta hace muy poco aparecía dividida y ahora, ahogada en la desigualdad y bajo promesas de prosperidad, intenta olvidar; tirar hacia adelante para como mínimo sobrevivir, mientras de fondo suenan ligeros y engañosos compases de Bienvenido Mister Marshall.

Y es que esos rasgos nuestros tan especiales, tan propios; la particular idiosincrasia de esta vieja nación que es España, lo que algunos se empeñan en denominar typical spanish; tapas, paellas, palmas y taconeo, plazas de toros, mucho vino y no menos fiesta, estaba muy bien considerado y hacia aquí apuntaban sus miradas las estrellas más famosas del momento.
Algo irónico, precisamente cuando los de aquí miraban,  con más miedo que disimulo,  hacia afuera.

No es el género literario que habitúo a leer.
Aunque me gustan las biografías noveladas, no me atraen mucho las novelas con historias románticas.
Aun así, cuando la editorial me ofreció esta lectura no pude negarme. El personaje principal sabía que sería Ava Gardner y la curiosidad me devoraba.
Desde hace mucho tiempo, su película Mogambo se encuentra entre una de mis clásicas preferidas y no es por quitar mérito al resto del elenco protagonista, Clark Gable o Grace Kelly, pero es que la Gardner, incluso representando un papel secundario como en el caso de esta película, lograba eclipsar a todos...
Además, en un arrebato de sinceridad debo decir, que la que luego sería princesa de Mónaco nunca ha sido una actriz de mi agrado.
Y es que Ava tenía esa peculiaridad, allá donde aparecía con su sencillez, acaparaba todas las miradas.

Pero retomemos la reseña y situémonos en el año 1953, tras el rodaje en África de la mencionada película.

Conoceremos a una Ava que vivía la vida Como si no hubiera un mañana. Quizás algo ligera, alocada y malhablada para la mentalidad de la sociedad española de la época. Pero ya se sabe... incluso la mayor de las extravagancias si venía de parte de una estrella, estaba bien vista.

La historia la componen datos históricos, periodísticos y testimonios personales de personajes de la época.
He descubierto datos que no conocía y secretos que sinceramente, no me esperaba...
Si a esto le sumamos una parte de ficción, aunque sea mínima, obtenemos un relato ameno, un retrato social bastante fiel y eficiente de lo que se vivía por aquí.
Y es que las costuras entre ficción o biografía en esta obra son sutiles, por lo tanto crean una narración muy real. Pero esto último quiero aclararlo.

Estas obras, por lo general, suelen clasificarse como biografías noveladas.
Aunque he dicho que la novela está bien documentada, en este tipo de libros siempre existe parte de ficción, por lo que creo que lo más acertado es clasificar la obra como ficción biográfica.
No podemos ser totalmente literales con lo que leemos y creernos todo al pie de la letra, puesto que los autores se permiten pequeñas licencias.
Algunas situaciones descritas puede que no sean totalmente exactas, que sean aproximadas; que cumplan la función de nexo entre escenas, entre hechos relevantes.
También está el tema de los diálogos...
Algunos serán relleno para crear un orden lógico en los acontecimientos narrados y no digo que no sean ciertos, lo que sugiero es que aunque esos sucesos hayan sido relatados por testigos presenciales, nadie es capaz de reproducir una conversación tan al detalle. El testigo más fiable, siempre puede cometer errores al relatar, salpicando su testimonio de recuerdos confusos, suposiciones u/y opiniones en lugar de hechos. Y es que hay algo que no debemos olvidar; el tiempo distorsiona los recuerdos e incluso la interpretación de un mismo hecho por varias personas, puede variar.
Cuando leemos este tipo de libros desconocemos donde termina la realidad y comienza la ficción; donde empieza la persona y donde el mito, porque como dice la mismísima Ava, ni ella misma se reconoce dentro del monstruo que ha creado Hollywood. La han cambiado totalmente, no queda de ella ni los andares...

Hay que reconocer el mérito que tiene Nieves Herrero, y es que sabe capturar al lector y meterle en la trama.
La lectura resulta sencilla, prescindiendo de florituras y las constantes anécdotas contribuyen a que la lectura sea muy ágil y amena.

Sobre los personajes podrían escribirse páginas y páginas.
No son personajes de ficción, por lo tanto a los lectores solo nos queda observar sus acciones e intentar juzgarlas de la forma más objetiva posible; intentar ser consecuentes con la mentalidad de la época y la situación que se vivía en el país.
Está claro que en algunas ocasiones el lector se sorprenderá, no estará de acuerdo con la forma de actuar, e incluso podría llegar a escandalizarse en algún momento. No os aseguro que la imagen que tenéis sobre estos personajes no salga perjudicada, o quién sabe, quizás ocurra todo lo contrario y salga reforzada.

Lo que no se puede negar es que Ava Gardner tuvo una vida apasionada y apasionante y me centro principalmente en ella en esta reseña porque destaca sobre la figura de Luis Miguel Dominguín, aunque en la obra, lógicamente, compartan protagonismo.
Además, como dijo Elena Poniatowska:
Escribo sobre mujeres porque son las grandes olvidadas

Otro detalle a destacar, es que tanto el mundo profesional como personal de ambos personajes, dos mundos totalmente dispares, quedan muy bien retratados en este libro.
El lector se hace una idea muy clara de como era el mundo del cine, como era la vida de la actriz tanto dentro como fuera del rodaje. Vemos su lucha interior, esa lucha que la impedía ser feliz al cien por cien.
Y lo mismo ocurre con el entorno de Luis Miguel Dominguín. No es un personaje que me haya llamado nunca la atención, quizás porque no me gustan los toros, pero reconozco que tras leer este libro la imagen que tenía de él ha cambiado totalmente.

Lana Turner, Frank Sinatra, Ernest Hemingway, Picasso, Jean Cocteau, Orson Welles, son otras de las estrellas que también aparecerán en algunas páginas de esta novela, pero eso sí, sin lograr brillar como lo hace el verdadero protagonista, lo que da vida y sobre lo que gira esta historia, el romance que existió entre Ava Gardner y el torero Luis Miguel Dominguín.
Nieves Herrero recrea su historia de amor al tiempo que relata de fondo los constantes encuentros y desencuentros con su todavía marido, Fran Sinatra.

Como he mencionado, la sociedad intentaba olvidar y Ava Gardner con su presencia contribuía a ello, algo que se demuestra en su primera aparición en esta novela, tenía la capacidad de eclipsar todas las miradas, hacía olvidar y parecía que detenía el tiempo a su alrededor.