miércoles, 4 de noviembre de 2015

No recuerdo si lo hice de Alice LaPlante

Sinopsis:

La doctora Jennifer White es una cirujana ortopédica retirada que padece alzhéimer. Cuando su amiga y vecina, Amanda, aparece muerta con cuatro dedos de la mano amputados quirúrgicamente, la doctora White se convierte en la principal sospechosa. Pero ella no sabe si lo hizo.
Narrada con el discurso fragmentado y elocuente de la voz de Jennifer, la novela reconstruye la compleja relación que existió entre estas dos amigas de toda la vida, dos mujeres orgullosas y con carácter que, en ocasiones, fueron formidables rivales. A medida que la investigación del asesinato avanza y las relaciones entre Jennifer, su cuidadora y sus dos hijos adultos se intensifican, surge una pregunta escalofriante:
¿La memoria trastornada de Jennifer le impide revelar la verdad o la ayuda a ocultarla?
Opinión:

Ya sabéis que uno de mis géneros preferidos y al que vuelvo con frecuencia es el Thriller.
En este caso, recurro a la definición de los expertos:
Thriller es la obra de suspense o misterio cuya acción genera en el lector emociones como miedo o estremecimiento.
Llegados a este punto confieso que a mí, no me ha generado ni una cosa ni la otra. Quizás, no voy a negarlo, un poco de intriga por saber cual de las dos opciones se tomaba para terminar esta novela.
Y es que la solución es tan simple como sencilla, o bien la protagonista es culpable, o no lo es. Aquí no sirve el... la mate pero solo un poquito...

No recuerdo si lo hice, es un retrato fiel de una enfermedad durísima que no solo la sufren los que la padecen, también los que les rodean. Aquí hay que reconocer que la autora ha hecho un buen trabajo empleando sus propias vivencias, inspirándose en la larga lucha de su madre contra esta devastadora enfermedad.

Alice LaPlante, con esta obra nos presenta a la doctora Jennifer White, una eminente cirujana, de las mejores de su profesión (no para de repetirlo a lo largo de toda la historia), aunque retirada que padece la enfermedad.
Para la narración ha elegido hacer uso de la primera persona, en un vano intento de que el lector empatice con la protagonista.
Y es que, aunque es cierto que empatizamos con los enfermos que padecen Alzheimer, la personalidad de la doctora White, excesivamente arrogante, impide nuestra participación afectiva...
Entonces pensaréis, pues si no empatizamos con la protagonista se puede empatizar con la víctima. Otro error, Amanda, es o era, una manipuladora.

Pero hablemos de la estructura.
La novela consta de cuatro capítulos muy bien definidos, cuatro partes que transportan al lector y a Jennifer cada vez a un sitio y a una situación distinta que la tocará vivir, una estructura bastante lineal.
El uso de capítulos es una buena herramienta para sembrar intriga, para dar giros inesperados en la trama, pero en ésta, ni aun así logramos engancharnos al argumento.  

La autora nos desafía, nos muestra una historia fragmentada a través de los escasos recuerdos que van y vienen; utilizando los saltos en el tiempo, las anotaciones que hay en su cuaderno, sus reflexiones y los acontecimientos actuales que suceden a su alrededor.
Nos reta a que averigüemos si realmente ella es la asesina de su vecina, con la que mantenía una relación tan estrecha como complicada. Una relación que a mi parecer se torna absurda e incoherente a medida que avanzas en la lectura. Todas las pesquisas de la policía y las pruebas que han obtenido, parecen apuntar hacia Jennifer sin embargo los lectores empleamos el método heurístico, de prueba y error, para intentar dilucidar si ella es la culpable.

La obra está escrita haciendo uso de frases muy cortas que proporcionan agilidad a la lectura, hacen que enfoquemos toda nuestra atención en el personaje principal y su entorno.
Lo interesante, es que veremos la evolución que van sufriendo todos los personajes.
Sabemos que Jennifer es la protagonista y el resto de personajes son incidentales, supuestamente no deberían tener mucho peso en la trama, pero en esta ocasión los incidentales juegan el papel clave para que se desarrolle la narración.
Al principio nos creamos una idea de cada uno de ellos, pero a través de los vagos recuerdos y de las situaciones que vive Jennifer, veremos como nada es lo que parece y todas las piezas comienzan a encajar.
Hay que decir que la novela cuenta con muy pocos personajes. Jennifer, sus dos hijos, Amanda, la detective Luton y Magdalena, la persona que la cuida en casa, pese a eso, hay algunos fragmentos que se hacen pesados.

La trama, la estructura, los personajes, ni el final elegido, han logrado aportarme nada nuevo ni que me entusiasme. Las reseñas leídas en internet hablaban de una novela maravillosa, conmovedora, con una protagonista con la que lograbas empatizar, un thriller psicológico a tener en cuenta....
Puede que sea una lectora muy exigente, pero lamentablemente no he encontrado nada de eso.


lunes, 2 de noviembre de 2015

El ángel y el infierno de Lena Svensson

El ángel y el infierno (Greta Lindberg 03)
Sinopsis:

En medio de la luminosa noche estival sueca, un auto cae de la carretera hacia el precipicio. Su conductor arde en un infierno particular. Casi de inmediato, se descarta que haya sido un accidente; las huellas de otro vehículo señalan que el coche fue empujado antes de caer al vacío. Sin embargo, en la vida intachable de la víctima, el afamado obstetra y ginecólogo Malte Metzgen, no hay lugar para sospechosos. Pero todos lo son: el hermano ensombrecido por la figura del doctor, la cuñada mantenida, la mujer despechada, la secretaria eternamente enamorada. En un escenario en el que nadie es quien dice ser, Greta será la encargada de correr los velos de cada uno. Fiel a su estilo, convencerá al teniente Stevic de las teorías más descabelladas; actuará a espaldas de su padre, el inspector Lindberg; y encontrará tiempo para llevar adelante su librería especializada en novelas policiales y el renombrado Club de Lectura. Lena Svensson nos trae otra trama perfecta para Greta Lindberg: sagaz, irreverente, llena de guiños a otros autores de misterio. Una trama que transita el sutil borde entre la serenidad de un ángel y la eclosión del infierno.

Opinión: El ángel y el infierno (Greta Lindberg 03)

En esta ocasión voy a ser muy breve, porque creo que poco más puede añadirse a lo que ya dije en su momento cuando reseñé los dos primeros volúmenes de esta saga.

Es una novela bastante buena, que atrapa desde el principio y que logra mantener el suspense hasta el final.
Si el análisis fuese sobre la saga en general, diría que no sufre altibajos y que después de meditarlo mucho, considero que es mucho mejor que la serie de Dave Gurney.
El motivo para opinar así es muy sencillo.

Cuando elijo una novela policíaca lo que quiero es que entretenga, esta claro que otro aliciente es no identificar al asesino en la primera frase, pero sobre todo a lo que no quiero asistir es a una clase avanzada de física cuántica.
No busco tramas complejas, ni asesinos múltiples con grandes dotes de estratega, donde al final el protagonista tenga que explicar paso por paso la solución del caso y como ha llegado hasta ella demostrando ser un superpoli.

Quiero historias creíbles, con personajes normales y corrientes, situaciones que no sean demasiado rebuscadas y en esta saga la autora es lo que nos ofrece.

Un detalle interesante, es que la autora complementa la trama con anécdotas y referencias sobre Agatha Christie y su obra, de la que la protagonista es fan número uno.

Y ahora viene la parte negativa.

Me reitero en lo que dije en mi anterior reseña sobre esta saga.
La traducción es pésima.
Me sorprende que una editorial publique algo sin revisar, con una traducción tan mal hecha y con construcciones gramaticales de este tipo:
  • Greta estaba pendiente de Anne-Lise que, de a poco, comenzaba a reaccionar.
  • De todos modos, paraba bien la oreja para no perderse nada de lo que sucedía alrededor.
Y esto es sólo una pequeña muestra de lo que podemos encontrar, ya que está plagada de giros que no son habituales en castellano.
Salvo que la traducción no esté dirigida hacia el mercado Español, cosa que sería un tremendo error bajo mi punto de vista.

Si sois de los que leéis todo lo que cae en vuestras manos, no os desaniméis y lanzaros a leer esta saga porque la autora de verdad promete.
No tiene nada que envidiar a otros autores que han destacado dentro del género policíaco, donde parece que los autores Nórdicos se han hecho un hueco últimamente.

La novela se lee bien a pesar de esto que acabo de indicaros y es adictiva, os prometo que devoraréis lo que llevamos de saga en menos de una semana.

Podéis leer el resto de reseñas pertenecientes a la saga, pinchando en la pestaña superior de "Sagas", o accediendo a través del autor.


jueves, 29 de octubre de 2015

Los perales tienen la flor blanca de Gerbrand Bakker

Sinopsis:

Los gemelos Klaas y Kees y su hermano menor Gerson juegan a menudo a «Negro», cuya principal regla es no abrir los ojos.
Un día Gerson, en un accidente de coche,  pierde la visión y se verá obligado a jugar a «Negro» el resto de su vida.
¿Será Gerson capaz de adaptarse a su nueva vida con la ayuda de su perro?
La vida también ha cambiado considerablemente para su padre y sus hermanos. Pero lo que nunca va a cambiar es la calidez de la familia.
Esta conmovedora historia es contada a través de tres perspectivas diferentes, la de los gemelos, Gerson y el perro.
Del ganador del Premio Llibreter 2012, Premio IMPAC 2010 y del Independent Foreign Fiction Prize 2013

Opinión:

Los perales tienen la flor blanca, es un excelente relato dramático que no dudo en recomendar desde el principio.
Los que me leéis con asiduidad ya conocéis mi gusto por los libros que aportan una estructura rara o no muy habitual, valoro eso por encima de un buen argumento.
En este caso, se trata de un relato breve que se lee en apenas una tarde y cuyo argumento no dejará indiferente a nadie.
Pocas páginas pero con un gran contenido.

La historia comienza con tono distendido, narrando acontecimientos cotidianos de la vida de nuestros jóvenes personajes, los gemelos Klaas y Kees y Gerson su hermano menor.
Todo parece funcionar correctamente hasta que un día, esa tranquilidad desaparece y todo cambia a su alrededor.
Los acontecimientos se precipitan y la vida sencilla se convierte en un drama, que afecta a toda la unidad familiar.

Una novela no es solo un argumento ni personajes inventados, es algo más. Con ella, el autor crea un diálogo con los lectores. El texto actúa como estímulo sobre nosotros y donde mejor pueden observarse esas reacciones, que nos afectan en mayor o menor medida, es dentro del género dramático.
No os voy a engañar, en esta obra predomina el dramatismo.
Su autor tiene la capacidad de emocionar y conmover al lector, y eso que algunos hechos los conocemos de antemano por la sinopsis y otros, como el final, los intuimos.
Aun así, también hay que señalar que el autor no hace demasiado hincapié en el dolor, no se ensaña. Llena el texto de zonas en blanco, de elipsis que el lector sabe de sobra rellenar.

Desde los primeros compases ya vemos que será una novela tan compleja como realista.

La gran parte de ella está narrada en primera persona del plural, nosotros, deduciendo que el narrador es uno de los hermanos gemelos...
Aunque también aparecerán más narradores. Gerson será el encargado de relatar algunos capítulos en primera persona, e incluso el perro Daan, hará sus pinitos como cronista.
A esto me refería al principio, al hablar de una estructura no muy habitual. Es lo que se denomina Polifonía textual o literaria, varios narradores que se suceden a lo largo de un libro.

El narrar en primera persona de singular, como hace Gerson empleando el Yo, es algo frecuente; pero el uso del nosotros es algo curioso e inusual.
¿Qué aporta a la narración?
Para empezar sabemos que es un narrador interno, que participa en la historia.
Nos ofrece una narración más cercana, en eso coinciden el uso del Yo y el Nosotros, intentando que empaticemos con los hechos; pero si os decidís a leerlo veréis como en algunos momentos da la sensación de que intentase desvincularse, de parecer ajeno a los acontecimientos.
Como he dicho sabemos que es uno de los personajes, pero con el uso del nosotros nos aporta además misterio, anonimato, reserva en lo que se refiere a su persona.
Podría tratarse de un único narrador, siempre del mismo; de cualquiera de los dos hermanos gemelos que se van alternando al narrar o incluso podría ser una narración siempre colectiva... Complejo ¿no?

El hacer uso de la polifonía textual contribuye a que estemos más atentos a la narración, al tiempo que nos mantiene en un constante suspense, nos obliga a plantearnos preguntas como la del anterior párrafo... ¿Quién narra ahora?
Pero cuidado, porque un exceso de cambios de narrador o un cambio en el momento inadecuado puede cansarnos y/o aburrirnos y acabar de un plumazo con la originalidad conseguida hasta el momento.

Pero Gerbrand Bakker nos ofrece más aportaciones técnicas para dejar claro que no nos encontramos ante un librito más del montón, me estoy refiriendo al multiperspectivismo, la gran aportación que hizo el escritor Henry James a la literatura. Donde veremos como cada uno de los narradores también nos ofrecerá su punto de vista sobre el mismo hecho, el accidente que deja sin vista a Gerson.

Ya sé que no estoy diciendo gran cosa, no he hablado sobre el desarrollo del argumento, sobre los personajes, ambientación o escenarios, pero es que es una novela para disfrutarla leyendo y el interés por esas cosas variará según el lector.
Yo os he mostrado lo que más me ha llamado la atención, lo que más ha destacado, y no es que el argumento no me convenza, ni que los personajes no resulten de mi agrado, simplemente esas cosas en mi lista de prioridades han sido relegadas a un segundo término desde el primer párrafo.
Hago una valoración en general y sin duda, el hecho de que el texto nos llegue haciendo uso de una persona gramatical tan poco frecuente, de que cada personaje nos ofrezca su visión, la convierte para mí en una obra muy interesante no solo para leerla, también para analizarla. La historia no funcionaría igual de bien de haberse optado por prescindir de estos detalles, es más, leerla y no hacer caso de ellos la convertiría en una más del montón.
En eso consiste la genialidad, en saber destacar entre la mayoría y tener la capacidad de crear algo nuevo e imaginativo, y aunque no sea nuevo, si que sea una rara avis, algo especial dentro de su género.

¿Qué más podría decir?

Aunque está destinada a todos los públicos, sería una lectura ideal para adolescentes, para ponerla como lectura en los colegios o institutos. Por su brevedad; porque resulta fácil de leer, su autor huye de una prosa recargada, utilizando frases cortas: los personajes principales son chicos de su edad y la historia es actual.