sábado, 16 de enero de 2016

El último adiós de Kate Morton


Sinopsis:

Todas las familias tienen secretos.
Y, para algunas, basta solo un acontecimiento para cambiarlo todo.
Un niño desaparecido...
Junio de 1933: en Loanneth, la mansión en el campo de la familia Edevane, todo está limpio y reluciente, listo para la tan esperada fiesta de solsticio de verano. Alice Edevane, de dieciséis años y escritora en ciernes, está especialmente ilusionada. No solo ha encontrado el giro argumental perfecto para su novela, también se ha enamorado perdidamente de quien no debería. Pero para cuando llegue la media noche y los fuegos artificiales iluminen el cielo estival, la familia Edevane habrá sufrido una pérdida tan grande que tendrá que abandonar Loanneth para siempre...
Una casa abandonada.
Setenta años más tarde: después de un caso especialmente complicado, Sadie Sparrow, investigadora en Scotland Yard, está cumpliendo un permiso forzoso en su trabajo. Refugiada en la casa de su abuelo en Cornualles, pronto comprueba que estar ociosa le resulta complicado. Hasta que un día llega por casualidad a una vieja casa abandonada rodeada de jardines salvajes y espesos bosques y descubre la historia de un niñito desaparecido sin dejar rastro...
Un misterio sin resolver.
Mientras tanto, en el ático de una elegante casa en Hampstead, la formidable Alice Edevane, ya anciana, lleva una vida tan cuidadosamente planeada como las novelas policíacas que escribe. Hasta que una joven detective empieza a hacer preguntas sobre su pasado familiar en un intento por desenterrar la intrincada maraña de secretos de los que Alice ha pasado toda su vida tratando de escapar.

Opinión:

Reflexiones...

Tras finalizar la lectura de Un hijo de Alejandro Palomas, intenté cambiar de género. La obra me había encantado y cuando eso ocurre, siempre me cuesta encontrar otra lectura que llene tanto o esté a la altura.
Tras varios intentos fallidos, o más bien, varias lecturas pospuestas opté por El último adiós.

Lo bueno o lo malo, según se mire, de leer mucho, es que uno ya está de vuelta de todo y llega un momento en que algunas novelas que convencen entusiastamente a una gran mayoría, a ti no te aportan nada y hacen que pierdas el interés, no solo por esa lectura sino que también, por determinado autor.
Esos comentarios tan entusiastas, que generan tan altas y falsas expectativas, hacen que realmente te cuestiones cuál es la realidad que se esconde tras ellos.

Según mi opinión, tras esos comentarios se esconden críticas injustas y demasiado infladas, provenientes de algunos medios que reciben al autor para entrevistar o ejemplares gratis, creyendo que por ello pierden el derecho a decir la verdad sobre lo leído, si es que acaso lo han hecho.

Pero ya sabéis, la literatura es así...
Una lectura siempre genera opiniones, como lectores cada uno tendrá la suya propia, y por supuesto, esas opiniones son controvertibles, pueden ser discutidas o cuestionadas, nadie se encuentra en posesión de la verdad absoluta; por lo tanto, el que una obra guste a unos y a otros no, quiere decir únicamente que para los primeros posee algún tipo de valor.

Lejos del clásico bestseller...

Hay muchas definiciones para la palabra bestseller.
Si preguntáis a los que os rodean os dirán que es una obra dirigida al gran público y que pasa a formar parte de los libros más vendidos.
También,  en ocasiones y erróneamente, pensamos de ellas solo por el hecho de considerarse bestsellers que son de baja calidad, y eso no es cierto.
Hay algunas que son simplemente genialidades, como Los pilares de la tierra que fue considerada así.
Yo considero bestseller, a una novela que dentro de un género se crea un espacio propio y luego es copiada hasta la saciedad. Estas obras, pese a lo que se crea, no tienen por qué tener baja calidad ni ser previsibles.
Por ese motivo no considero que El último adiós sea un bestseller, considero como tal, por ejemplo, El jardín olvidado que fue la que catapultó a la fama a esta autora, aunque no fuese su primera obra... después llegaron los clones o los sucedáneos.

Centrándonos...

Lo principal en un libro, es que entretenga.
En ese aspecto Kate Morton tiene el éxito asegurado, no se lo vamos a negar. Sus novelas se adaptan a ese requisito, pero al menos, yo espero encontrar algo más entre las páginas de un libro.

Cuando leí El jardín olvidado, fue una novela que me encantó y auguré que sería una escritora con una exitosa trayectoria literaria.
Me gustaba el argumento, la estructura y su forma de enganchar al lector con los saltos en el tiempo e incluso la maestría con la que al final encajaban las piezas del misterio.
Lo que no sabía es que, Kate Morton, se estancaría en la forma, pensé que sabría ir evolucionando de una novela a otra, aunque se mantuviese en la misma línea.
En este punto hay que recordar algo que se nos olvida con frecuencia a los lectores. Hoy en día no hay ni un solo autor que no se posicione ante lo que otros han escrito antes que él, y Kate Morton se ha hecho cómoda a un tema y a una estructura.
Ahora, con el paso del tiempo, veo sus obras bajo otra perspectiva, y mi opinión respecto a ella ha cambiado visiblemente. Ha perdido la chispa.

Sus novelas, cinco, las cuales ya iré reseñando con el tiempo, resultan todas iguales.
  • Varios hilos argumentales.
  • Anacronías constantes para alterar el orden cronológico de los acontecimientos, dejando entre salto y salto al lector en vilo.
  • Mujeres como protagonistas principales; una que busca y otra con un secreto familiar. 
  • Personajes masculinos, siempre secundarios.
  • Escenario fijo, Cornualles/Inglaterra. (Esto del escenario fijo está muy bien, Stephen King lo hace y por ahora nadie se ha quejado, centra todas sus historias alrededor de Maine, pero no creo que nadie quiera compararse a estas alturas en trayectoria, con el mago del terror).
  • Un romance de fondo.
y poco más, pero no os preocupéis que profundizaremos más.

Favorable vs Negativo

1. Está claro y no hay que desmerecer, que Kate Morton, ha encontrado la fórmula secreta del éxito con todo lo que he enumerado y por supuesto la explota, respaldándola las buenas cifras y críticas, aunque a mí me aburra tanta repetición.

Pensaréis entonces...
¿Y para que cambiar la fórmula si todas sus novelas se convierten en superventas?
Pues sencillamente para no quemarse a sí misma, como ya ha pasado con otros autores y encasillarse en un mismo modelo de novela, empleando siempre el mismo esquema repetitivo.
Lees una obra, o dos de ella y te gustan, pero las siguientes las terminas encontrando reiterativas.
Está claro que sus libros se venden y mucho, pero también pienso que como lectores no deberíamos conformarnos siempre con lo mismo y siempre llegando de parte del mismo autor, que es donde radica el error.

2. Hace un uso excelente de las anacronías (*) en todas sus obras, ese recurso que utiliza para llevar la narración hacia atrás y hacia adelante en el tiempo, narrando sucesos.
Y es que tiene especial pericia en su manejo y logra mantener el interés del lector, aunque ya conozcamos parte del desenlace.
Lo negativo que encuentro en el uso de esa técnica, es que los saltos terminan siendo excesivos y hacen que la historia, al tiempo que se complica, se alargue demasiado.

He señalado en malva a lo largo de toda la reseña, lo que hace referencia a las anacronías, a los saltos en el tiempo, para que podáis comprobar por vosotros mismos, que se cumple lo que comentaba... los saltos son excesivos.

3. La prosa y el estilo tampoco son para tirar cohetes únicamente sirven para que la lectura sea sencilla.

4. Hablemos del argumento...
La novela sigue varios hilos argumentativos que sitúan la acción en dos líneas temporales.
Cada hilo argumental cuenta con una protagonista femenina, todas importantes para el desarrollo de la trama, unas lógicamente, con más peso que otras.
Alice, la detective Sparrow y Eleanor.
4.1 Personajes y líneas temporales.
  • 2003. En la actualidad
Sadie Sparrow
En este hilo conoceremos a la detective.
Tras un permiso forzoso, hace una visita a su abuelo en Cornualles. En uno de sus paseos descubre por casualidad una mansión abandonada, e inmediatamente se siente atraída por el misterio que parece esconderse tras sus paredes.

Nunca es sencillo unir a la perfección pasado y presente, y el problema que veo en este hilo es que la historia de Sparrow es floja, no resulta tan interesante frente a la de Alice.
También hay que analizar a la detective...
La autora nos pinta a un personaje fuera de serie, que destaca en su profesión sobre el resto de compañeros. Según vayamos leyendo comprobaremos que algo falla en la narración, el estereotipo creado no se ajusta a la descripción, sus análisis sobre el caso Edevane no son ejemplares y cambia con frecuencia de opinión según la investigación va aportando nuevas pruebas.
Conclusión...
La detective no es infalible, falla más que una escopeta de feria.

Alice Edevane
También en este periodo, aparece el hilo de Alice. Una escritora de novela policíaca de mucho éxito y que vivió en la mansión hasta 1933, ya que pertenecía a su familia.
Las apariciones de este personaje, en esta etapa, serán de menor importancia que cuando la veamos en los años 30.

Sparrow será la encargada de enlazar presente y pasado.
Alice será la testigo principal y la ficha que contiene las claves para reconstruir un puzzle que se irá creando alrededor de la desaparición de su hermano pequeño, Thomas, en 1933.

La línea argumental de Sadie Sparrow relata los acontecimientos de forma lineal, según los va descubriendo; en cambio la de Alice que en un principio parece seguir la misma estrategia, nos sorprenderá al llegar a la mitad de la novela, donde empezará a intercalar recuerdos.

  • Años 30
Alice Edevane 
Retrocedemos en el tiempo y nos encontramos de nuevo con Alice, pero esta vez adolescente, aquí es donde toma mayor relevancia este personaje, corre el año 1933.
El eje central sobre el que se teje toda esta novela, es como he dicho, la desaparición de Thomas, pero para que entendamos mejor los motivos, habrá momentos en que la historia nos harán retroceder a los meses previos al suceso, llegando hasta 1932.

Esta es la línea argumental con un orden cronológico más alterado, los saltos hacia adelante y hacia atrás son constantes. 

Eleanor 
También en esta época hace acto de presencia la tercera de nuestras protagonistas, la madre de Alice y Thomas.
Eleanor y su trama nos harán retroceder aún más, al momento en que conoce a Anthony su marido, más o menos alrededor de 1911. Desde ese momento, la trama avanzará rápidamente y casi de forma lineal, haciendo una incursión por los principales acontecimientos de su vida, aunque también de vez en cuando, la narración saltará hasta situarse de nuevo en 1933, en los días posteriores a la desaparición del pequeño y un poco más hacia adelante, en plena II Guerra Mundial, justo en el momento de los bombardeos alemanes en Londres.


4.2. Giros argumentales y final.

Los giros que da la trama son constantes y suceden al tiempo que Sadie Sparrow va encauzando la investigación (de esto ya hemos hablado), pero a lo que iba, a pesar de todos estos cambios el final resulta totalmente previsible y forzado.
Como es lógico, finalmente, las piezas de este gigante puzzle terminan encajando, aunque dejando que la historia dependa demasiado de las casualidades.

5. Otro detalle...
El cambiar el título original de la obra, La casa del lago, es algo que tampoco entiendo.
Kate Morton en alguna entrevista ha comentado que le gusta más la opción elegida por la editorial española, El último adiós; para gustos están los colores, yo me quedaría con la primera versión, ya que creo que es la que mejor se adapta al argumento de la novela.


Diferencias entre obras...

El encargado de narrar toda la historia, no podía ser más que un narrador omnisciente, conocedor de hasta el más mínimo detalle describiendo a todo lujo cada escena. Esa es la única diferencia, claramente visible, entre ésta y anteriores obras... resulta mucho más descriptiva.

Resumiendo...

No voy a negar que la base del argumento es buena, la autora tiene imaginación y la historia entretiene.
¿Pero está equilibrada? Si examinamos con atención estas ventajas frente a todos los inconvenientes citados ¿Os convence rotundamente?
A mí, no.
Quizás, si se hubiese permitido, (en un alarde de libertad y respetando su género habitual), estructurar la novela de forma distinta, respetando argumento y narrador omnisciente pero desarrollando la trama de forma lineal, sin saturar con tantos saltos.  
Esa pequeña variación, aportaría un matiz distinto y transmitiría energía nueva a sus obras.
Sobra decir, que la historia que encontré en El jardín olvidado era mucho mejor, tenía esa chispa, llamémosla novedad, que le falta a ésta.
La autora creo que se ha acomodado y es una verdadera pena, porque escribe muy bien y no sabe sacarle beneficio. Aunque también cabe la posibilidad que ese encasillamiento no sea culpa de ella, esto es lo que vende y es lo que queremos...

Para finalizar...

Y no puedo decir más, porque no hay más...

Habrá lectores que alaben la simpleza de este tipo de novelas refugiándose en el tan socorrido... solo busco desconectar.
Me parece perfecto, están en su derecho.
Cada uno emplea su tiempo, lee y opina después, lo que quiere sobre una lectura; pero también habrá otros que si no lo han hecho ya, abran los ojos y se den cuenta que los tan valorados número uno y esas curiosas listas de superventas que nos persiguen allá donde vamos, pueden llegar a resultar algo engañosas y esconden mucho detrás.
Esas listas crean altas expectativas que luego no llegan a convencer del todo.


domingo, 3 de enero de 2016

Un hijo de Alejandro Palomas

Sinopsis:

Guille es un niño introvertido con una sonrisa permanente, y es un lector empedernido con mucha imaginación. Solo tiene una amiga.
Hasta aquí, todo en orden. Pero tras esta máscara de tranquilidad se esconde un mundo fragilísimo, como un castillo de naipes, con un misterio por resolver. El rompecabezas lo configuran un padre en crisis, una madre ausente, una profesora intrigada y una psicóloga que intenta armar el puzle que está en el fondo. Una novela coral que respira sentimiento, ternura, vacíos, palabras no pronunciadas y un misterio sobrecogedor.



Opinión:

Como ávidos lectores ya sabéis, que hay libros que son un amor a primera vista y autores que son un acierto seguro. Se podría hacer una reseña muy breve para describir esta obra, pero sinceramente, eso no sería justo para nadie.
Y es que esta obra es:
 Impresionante...
Con Un hijo me ocurrió igual que con su predecesora Una madre.
Ambas tienen una prosa muy fresca que no entorpece la lectura y hace que nos centremos en el argumento.
La forma de expresar los sentimientos nos llega de forma cálida y envolvente, y es que Alejandro Palomas sabe conmover y emocionar.
Nos hace reír y llorar a partes iguales, y esos sentimientos perduran en el recuerdo. Ese es el motivo por el que sus obras no se olvidan con facilidad.
Nos sorprende con cada nueva historia y convence a los lectores de forma aplastante.
Trata temas en apariencia sencillos pero de una gran profundidad emocional. Cuando dejamos reposar sus lecturas, los sentimientos afloran de nuevo con más fuerza y remueven nuestro interior.
Son novelas escritas con un derroche de sencillez y sensibilidad, para meditar, saborearlas lentamente y recordarlas, y si tenéis mala memoria... para repetir lectura en un futuro.
Podría parar aquí, diciendo que en sus libros encuentro lo que busco como lectora, que me satisfacen plenamente y bla, bla, bla... pero es que yo no me conformo con facilidad, por lo que aún me queda algo más por decir...

El relato sigue la clásica estructura de Introducción-Nudo-Desenlace, y aquí, debo hacer una breve observación.
La introducción a pesar de su brevedad logra enganchar al lector inmediatamente, y es que como ya he comentado alguna otra vez,  al menos en los libros, los comienzos son importantes.
Un buen comienzo puede marcar de por vida una obra y por supuesto también a sus lectores.
Este libro comienza con una pregunta formulada casi al azar. Una pregunta sin demasiada trascendencia y que en cambio será el desencadenante de una preciosa y emotiva historia, que os aseguro, no dejará indiferente a nadie.
La pregunta es muy simple y a todos nos la han hecho alguna vez.
¿Qué quieres ser de mayor?
Sonia, una maestra de niños de nueve años, formula esta pregunta a sus alumnos, sin sospechar lo que desencadenará.
Como es lógico las respuestas no se hacen esperar y son de lo más variopinto.
Princesas, jugadores de fútbol, presidentes de gobierno, millonarios, veterinarios, médicos e incluso alguno hay que quiere ser como Rafa Nadal.
Pero hay un niño que aspira a mucho más... ese niño es nuestro protagonista, Guille.
A mí... a mí me gustaría ser Mary Poppins...

Una respuesta que nos debería parecer del todo normal pero que en cambio esconde mucho tras ella. Porque no es lo mismo querer ser como/que querer ser, pero bueno eso ya lo veréis si leéis el libro.

Como podéis observar ya desde las primeras páginas, el lector queda atrapado a esta fascinante historia, y es que Guille es un niño muy especial; tan inteligente como introvertido, sensible, un gran amante de la literatura infantil de fantasía que sorprende al lector por sus reacciones y lógica que emplea para explicar algunas cosas que a los adultos se nos escapan.
Un personaje redondo como existen pocos y que logra conmovernos.

El relato lineal de los acontecimientos nos llega de mano de varios narradores que se irán sucediendo. Son personajes, testigos de primera mano que conviven con nuestro pequeño protagonista y que nos darán su punto de vista con una narración en primera persona. A pesar de ser relatos subjetivos, ya que cada uno narrará lo que ve, resultan reales y cercanos, creando una atmósfera perfecta que nos ayuda a conocer en profundidad a Guille.
Los personajes principales son:
Sonia, la maestra; Manuel Antúnez, el padre; María, la orientadora y por supuesto Guille.
Aquí es cuando hay que añadir, que Alejandro Palomas se supera en cada nueva obra, porque una novela no es solo un argumento.
La caracterización de los personajes es inmejorable.
Son dinámicos, evolucionan y no solo lo hacen ellos, a través de sus palabras aportan información que enriquece y complementa la narración del resto de personajes,se equilibran.
Es una novela que parece cobrar vida y crecer con los nuevos datos que van aportando.

Hay algo que no quiero olvidar mencionaros y que me parece importante...
En esta obra predomina el diálogo y eso, que a simple vista podría parecer un dato insignificante, es un recurso poderoso si se sabe emplear.
Los diálogos NO cuentan, muestran, y eso que en un principio parecería ser lo mismo, no lo es. No es igual contar que mostrar.
Los diálogos nos muestran como es un personaje, le conocemos por lo que dice o por como actúa...
¿Qué quiero decir? Pues que los diálogos son el medio para conocer, saber como sienten o como es la relación entre ellos, y crearnos un retrato bastante real...
Los diálogos también aportan ritmo a la narración y hacen que la lectura avance de forma más fluida.

Si os gustó El curioso incidente del perro a medianoche de Mark Haddon o memorias de un amigo imaginario de Matthew Dicks, seguro que ésta será una excelente lectura y lo bueno es que es una historia recomendada a partir de 12 años.
Una última mención para dos personajes.
La orientadora y la maestra juegan un papel muy importante y profesional, son todo un ejemplo y creo que muchos docentes de hoy en día, deberían emplear las enseñanzas que se esconden tras estas páginas y ponerlas en práctica.
Como se suele decir, hay de todo como en botica.
Conozco a grandes profesionales que están alerta y saben reaccionar ante determinadas situaciones, haciéndolo de forma magistral... pero también conocemos casos que, quizás por desidia, indican totalmente lo contrario.

Creo que esta novela se reduce a una palabra... Sensibilidad, sensibilidad, sensibilidad....


lunes, 28 de diciembre de 2015

Como si no hubiera un mañana de Nieves Herrero

Sinopsis:

Primavera de 1953 en Madrid.
No sabía quién era ese hombre que centraba todas las miradas. Ahora que lo veía de frente, comprobó que poseía un gran atractivo. Parecía muy delgado, con unos ojos llenos de vida y una sonrisa tremendamente magnética. Le examinaba a poca distancia cuando él paró de hablar al sentirse observado. Todos se giraron para saber el motivo de su silencio y descubrieron a Ava. El corrillo se abrió para que ella se fuera acercando poco a poco hacia aquel hombre. No tenía ni idea de quién se trataba pero sabía que acabarían juntos… Se dijo a sí misma que no se iría de España sin estar a solas con él. Le tendió su mano y el torero se la llevó a la boca para besarla suavemente. Clavó sus ojos marrones en los suyos verdes. Fueron segundos. Los suficientes para descubrirse y comprender que la atracción que sentían era mutua.

Opinión:

Esta semana retrocedemos en el tiempo y con un pequeño salto nos situamos en la España de la década de los cincuenta.
Sobra decir lo que nos vamos a encontrar y que actúa de argumento de fondo y escenario por el que tendrán que moverse los personajes de esta historia.

Una nación que hasta hace muy poco aparecía dividida y ahora, ahogada en la desigualdad y bajo promesas de prosperidad, intenta olvidar; tirar hacia adelante para como mínimo sobrevivir, mientras de fondo suenan ligeros y engañosos compases de Bienvenido Mister Marshall.

Y es que esos rasgos nuestros tan especiales, tan propios; la particular idiosincrasia de esta vieja nación que es España, lo que algunos se empeñan en denominar typical spanish; tapas, paellas, palmas y taconeo, plazas de toros, mucho vino y no menos fiesta, estaba muy bien considerado y hacia aquí apuntaban sus miradas las estrellas más famosas del momento.
Algo irónico, precisamente cuando los de aquí miraban,  con más miedo que disimulo,  hacia afuera.

No es el género literario que habitúo a leer.
Aunque me gustan las biografías noveladas, no me atraen mucho las novelas con historias románticas.
Aun así, cuando la editorial me ofreció esta lectura no pude negarme. El personaje principal sabía que sería Ava Gardner y la curiosidad me devoraba.
Desde hace mucho tiempo, su película Mogambo se encuentra entre una de mis clásicas preferidas y no es por quitar mérito al resto del elenco protagonista, Clark Gable o Grace Kelly, pero es que la Gardner, incluso representando un papel secundario como en el caso de esta película, lograba eclipsar a todos...
Además, en un arrebato de sinceridad debo decir, que la que luego sería princesa de Mónaco nunca ha sido una actriz de mi agrado.
Y es que Ava tenía esa peculiaridad, allá donde aparecía con su sencillez, acaparaba todas las miradas.

Pero retomemos la reseña y situémonos en el año 1953, tras el rodaje en África de la mencionada película.

Conoceremos a una Ava que vivía la vida Como si no hubiera un mañana. Quizás algo ligera, alocada y malhablada para la mentalidad de la sociedad española de la época. Pero ya se sabe... incluso la mayor de las extravagancias si venía de parte de una estrella, estaba bien vista.

La historia la componen datos históricos, periodísticos y testimonios personales de personajes de la época.
He descubierto datos que no conocía y secretos que sinceramente, no me esperaba...
Si a esto le sumamos una parte de ficción, aunque sea mínima, obtenemos un relato ameno, un retrato social bastante fiel y eficiente de lo que se vivía por aquí.
Y es que las costuras entre ficción o biografía en esta obra son sutiles, por lo tanto crean una narración muy real. Pero esto último quiero aclararlo.

Estas obras, por lo general, suelen clasificarse como biografías noveladas.
Aunque he dicho que la novela está bien documentada, en este tipo de libros siempre existe parte de ficción, por lo que creo que lo más acertado es clasificar la obra como ficción biográfica.
No podemos ser totalmente literales con lo que leemos y creernos todo al pie de la letra, puesto que los autores se permiten pequeñas licencias.
Algunas situaciones descritas puede que no sean totalmente exactas, que sean aproximadas; que cumplan la función de nexo entre escenas, entre hechos relevantes.
También está el tema de los diálogos...
Algunos serán relleno para crear un orden lógico en los acontecimientos narrados y no digo que no sean ciertos, lo que sugiero es que aunque esos sucesos hayan sido relatados por testigos presenciales, nadie es capaz de reproducir una conversación tan al detalle. El testigo más fiable, siempre puede cometer errores al relatar, salpicando su testimonio de recuerdos confusos, suposiciones u/y opiniones en lugar de hechos. Y es que hay algo que no debemos olvidar; el tiempo distorsiona los recuerdos e incluso la interpretación de un mismo hecho por varias personas, puede variar.
Cuando leemos este tipo de libros desconocemos donde termina la realidad y comienza la ficción; donde empieza la persona y donde el mito, porque como dice la mismísima Ava, ni ella misma se reconoce dentro del monstruo que ha creado Hollywood. La han cambiado totalmente, no queda de ella ni los andares...

Hay que reconocer el mérito que tiene Nieves Herrero, y es que sabe capturar al lector y meterle en la trama.
La lectura resulta sencilla, prescindiendo de florituras y las constantes anécdotas contribuyen a que la lectura sea muy ágil y amena.

Sobre los personajes podrían escribirse páginas y páginas.
No son personajes de ficción, por lo tanto a los lectores solo nos queda observar sus acciones e intentar juzgarlas de la forma más objetiva posible; intentar ser consecuentes con la mentalidad de la época y la situación que se vivía en el país.
Está claro que en algunas ocasiones el lector se sorprenderá, no estará de acuerdo con la forma de actuar, e incluso podría llegar a escandalizarse en algún momento. No os aseguro que la imagen que tenéis sobre estos personajes no salga perjudicada, o quién sabe, quizás ocurra todo lo contrario y salga reforzada.

Lo que no se puede negar es que Ava Gardner tuvo una vida apasionada y apasionante y me centro principalmente en ella en esta reseña porque destaca sobre la figura de Luis Miguel Dominguín, aunque en la obra, lógicamente, compartan protagonismo.
Además, como dijo Elena Poniatowska:
Escribo sobre mujeres porque son las grandes olvidadas

Otro detalle a destacar, es que tanto el mundo profesional como personal de ambos personajes, dos mundos totalmente dispares, quedan muy bien retratados en este libro.
El lector se hace una idea muy clara de como era el mundo del cine, como era la vida de la actriz tanto dentro como fuera del rodaje. Vemos su lucha interior, esa lucha que la impedía ser feliz al cien por cien.
Y lo mismo ocurre con el entorno de Luis Miguel Dominguín. No es un personaje que me haya llamado nunca la atención, quizás porque no me gustan los toros, pero reconozco que tras leer este libro la imagen que tenía de él ha cambiado totalmente.

Lana Turner, Frank Sinatra, Ernest Hemingway, Picasso, Jean Cocteau, Orson Welles, son otras de las estrellas que también aparecerán en algunas páginas de esta novela, pero eso sí, sin lograr brillar como lo hace el verdadero protagonista, lo que da vida y sobre lo que gira esta historia, el romance que existió entre Ava Gardner y el torero Luis Miguel Dominguín.
Nieves Herrero recrea su historia de amor al tiempo que relata de fondo los constantes encuentros y desencuentros con su todavía marido, Fran Sinatra.

Como he mencionado, la sociedad intentaba olvidar y Ava Gardner con su presencia contribuía a ello, algo que se demuestra en su primera aparición en esta novela, tenía la capacidad de eclipsar todas las miradas, hacía olvidar y parecía que detenía el tiempo a su alrededor.