domingo, 30 de diciembre de 2018

Mis mejores libros 2018

Como cada año por estas fechas, os dejo tras estas lineas "Mis lecturas recomendadas".
Una pequeña selección de las obras que más me han marcado o impresionado, por uno u otro motivo, y que han sido leídas a lo largo de este año 2018.
Debo dejar claro antes de empezar, que esta lista, una más entre un millón, se basa en mis impresiones, y como tal será subjetiva.
Se que la relación que suelo presentaros cada final de año, dista mucho del resto de listados que podréis encontrar en otros blogs o revistas culturales y se debe a varios motivos.

El primero es que sabéis que aunque leo novedades, no lo hago con la misma frecuencia que lo hacen otros blogs.

Y el otro detalle no menos importante, es que a mí me gusta pasear por las bibliotecas, impregnarme de ese ambiente tan especial que se respira allí; me gusta curiosear entre las estanterías; aceptar recomendaciones de todo tipo, y también me gusta tener un espacio amplio, muy especial dedicado a los Clásicos, que quizás otros blogs no consideran necesario tener o leer...

Esas obras Clásicas son para mí imprescindibles, porque a pesar del tiempo que ha pasado por ellas, siguen despertando emociones, al menos en mí, hasta tal punto que no me importa recurrir a ellas cuando me acosa la desidia lectora y releerlas.

Esta lista, "mi lista" como digo, no es ni mejor ni peor que otras, es simplemente una lista más... un retrato o reflejo de gustos lectores, que espero que os inviten a leer o consideréis apropiados para recomendar o regalar a otros.

Dicho esto, solo me queda desearos una Feliz Navidad y Próspero año nuevo.
Espero que el año próximo sigáis acompañándome en este emocionante viaje literario.
¡¡Felices Lecturas!!



La Regenta de Leopoldo Alas Clarín: Lectura obligada

El cuento de la criada de Margaret Atwood: Muy recomendable

Frankenstein o el moderno prometeo de Mary Shelley: Lectura obligada

La tienda de los suicidas de Jean Teulé: Muy recomendable

Diez negritos de Agatha Christie: Muy recomendable

La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez: Muy recomendable

Cumbres borrascosas de Emily Brontë: Muy recomendable

La novela de Genji de Murasaki Shikibu: Muy recomendable

La letra escarlata de Nathaniel Hawthorne: Muy recomendable

Estimado señor. M de Herman Koch: Muy recomendable

Canción de Sangre y Oro de Jorge Molist: Muy recomendable

Drácula de Bram Stoker: Lectura obligada

El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde: Muy recomendable

El pantano de las mariposas de Federico Axat: Muy recomendable

Miedo de Stefan Zweig: Muy recomendable

El fantasma de la Ópera de Gastón Leroux: Muy recomendable

La isla de las últimas voces de Mikel Santiago: Muy recomendable

Damas ilustres en la historia de España de Vicenta Márquez de la Plata: Muy recomendable

Calígula de Simon Turney: Muy recomendable

Drácula. El origen de J. D. Baker y Dacre Stoker: Muy recomendable

Notre Dame de París de Victor Hugo: Muy recomendable

lunes, 24 de diciembre de 2018

Drácula. El origen J.D. Barker y Dacre Stoker

Sinopsis:

Bram Stoker es un niño enfermizo que apenas sale de su casa.
Una noche, la fiebre que le asalta casi a diario lo lleva a las puertas de la muerte. Su niñera, Ellen Crone, echa a todo el mundo de la habitación del pequeño y lo salva por medios que nadie conoce. Tras este episodio Bram se recupera, y crece su fascinación por Ellen. Él y su hermana Matilda descubren cosas muy extrañas de la niñera y antes de que puedan hablar con ella, ésta desaparece de sus vidas… Obsesionado con ella, quince años más tarde los hermanos vuelven a reunirse para encontrarla y sus caminos se cruzan con el del Conde Drácula...
Inspirada por notas y textos escritos por el propio Stoker, la precuela de Drácula revela no sólo el origen de Drácula y el de Bram Stoker, sino la historia de la enigmática mujer que les conecta.

Opinión:

Debo deciros que desde el mismo instante en que tuve conocimiento de la publicación de esta obra, supe que este libro sería uno de los imprescindibles en mi estantería, y que ocuparía un lugar preferente situado junto a su hermano mayor, Drácula.
Pero hubo más detalles que actuaron como acicate; uno fue la curiosidad, saber que su argumento se construía sobre notas y textos inéditos de Bram Stoker, y el otro, en lo personal, la atracción que siento sobre las historias tejidas alrededor de esas criaturas, los vampiros, que se pasean arrogantes ante la muerte, desafiando al paso del tiempo, pero que en cambio aparecen cargados de nostalgia.

Drácula, la obra original escrita en 1897, ha sido siempre para mí una historia a la que volver cuando me llegaba la desidia lectora.
Una novela con la que siempre he disfrutado, porque cada vez que la releo encuentro en ella nuevos detalles, matices que la primera vez no supe ver o que no aparecían en las distintas ediciones leídas, y es que parece que este clásico atemporal muta ligeramente ante mis ojos, ofreciéndome cada vez una lectura diferente.
Me enfrentaba por lo tanto a este libro con uno de los grandes miedos de los lectores, el que supone leer la precuela de un clásico que considero de obligada lectura.
Sentía emoción y algo de reticencia a partes iguales por saber si habrían conseguido darle ese toque especial, esa pátina decimonónica, inconfundible, con la que cuentan las obras de hace más de un siglo, y debo deciros que tras el primer capítulo esas sensaciones, algo incómodas, desaparecieron por completo, dando paso a una de las mejores novelas de terror del género vampírico que he leído.

El tandem de J. D. Baker y Dacre Stoker, ha conseguido una historia a la altura de su predecesora, más dinámica, e incluso me arriesgo a decir que con un terror mucho más logrado, más hostil, que consigue ponernos la piel de gallina.
Este dúo de constructores del horror, consiguen una historia coherente, magníficamente enlazada con la que ya conocemos, y donde se explican y rellenan algunos vacíos que podíamos tener de la obra original.
La lograda ambientación, la técnica narrativa que imita a la de Stoker y el manejo que hacen los autores del suspense y del terror, consiguen el resultado deseado, revivir el mito haciendo que Drácula parezca ahora más vivo que nunca.

Pero hablemos de esa perfecta ambientación.
Entre 1845 y 1849, Europa sufrió una gran plaga que arrasó los cultivos de patata.
En Irlanda, escenario de esta novela, las consecuencias fueron mayores, más devastadoras aun que en el continente; allí más de un tercio de la población dependía de su cultivo y eso obligó a más de un millón de personas a huir de las zonas rurales a las ciudades en busca de sustento, y otro millón murieron a causa de la hambruna.
En ese periodo, justo en 1847, nace el creador de Drácula y protagonista de esta precuela, cuya familia a pesar de ser acomodada también sufrirá los estragos de la famosa hambruna irlandesa.
El marco narrativo es ese, y lógicamente lo encontramos al principio de la novela cumpliendo, en este caso, con una función múltiple.
Sirve para presentarnos a los personajes que protagonizarán la historia, al tiempo que va plantando la semilla argumental de la que se convertiría en una de las obras más representativas del género gótico. No podemos olvidar volver a mencionar que es utilizada para lograr ese ambiente perfecto que ayudará a que los lectores nos mimeticemos con el entorno, entendiendo los difíciles momentos que vivía la sociedad, y  ante los cuales los personajes no pueden permanecer ajenos. 

Vamos a encontrarnos en esta obra con elementos propios del Romanticismo y del Gótico, dos géneros que están directamente vinculados porque no solo comparten características, sino que se alimentan de la misma raíz, huir del uso de la razón, dejando espacio al misterio y a la superstición,  elementos que ya vimos reflejados en la obra de Drácula.
También volveremos a tener muy presente el concepto de la naturaleza y la muerte, tal y como lo entendían los autores románticos, con ese toque de dulzura almibarada que se debate entre la pasión, el desamor, lo exótico y por último, la tragedia. Esto nos llevará de la mano a recrear algunos ambientes y escenarios como los páramos y los bosques cerrados; los castillos, abadías en ruinas y cementerios; la noche, momento en que transcurre la gran parte del argumento y donde acontecen siempre los sucesos más extraños.
Pero también vamos a encontrar otros elementos que recordaremos del Drácula original, y que consiguen impregnar de esa esencia victoriana tan especial a esta nueva historia, el género epistolar.
Vamos a ver fragmentos de diarios, de cuadernos de notas, cartas y artículos periodísticos.

Y bueno, os he hablado de género, características en común con Drácula, del marco narrativo, sin citar nada del argumento o de los personajes, y creo que ya ha llegado el momento de hablar sobre ellos, aunque sea ligeramente.

El protagonista va a ser Bram Stoker, eso ya lo sabéis, pero lo que desconocéis, es que ese personaje va a servir de instrumento para que de él surjan dos tramas argumentales que se irán alternando.
Tenemos una en pasado, que nos acercará a la infancia del escritor y a los hechos que darán origen al mito de Drácula; y otra linea argumental que nos llevará hacia adelante, cuando Stoker cuenta con 21 años, y será donde ocurra el desenlace de la novela.
El resto de personajes son secundarios, aunque hay que decir que algunos de ellos brillan con luz propia, como Matilda o Ellen Crone. Personajes que consiguen hipnotizarnos, desde luego quién dijo que un secundario era un personaje menor, viendo a estos dos, se demuestra que incurría en un gran error.
Y de esta forma, casi que voy a terminar, porque no quiero destripar nada importante, tan solo os intentaré enganchar citando algún detalle del primer capítulo.
Desde la primera escena, este libro va a conseguir robarnos literalmente el aliento. Vamos a conocer a Bram Stoker en un momento muy delicado. Se encuentra solo en una habitación, luchando contra lo que se esconde al otro lado de una puerta, y esa narración tan intensa nos impide saber si intenta evitar que algo entre o algo salga.

Os advierto que es una lectura absorbente, que nos hará preguntarnos, dónde empieza la ficción y dónde la realidad, pero sobre todo es una historia que consigue encogernos.
Los lectores terminamos mirando por encima del hombro mientras leemos, porque algunas de sus escenas contienen condensadas, grandes dosis de tensión, y el lector no puede evitar sentir un escalofrío que le recorre la espalda frente a los hechos que se narran y a la forma de hacerlo.
Tenéis el entretenimiento asegurado.
Yo como recomendación, aconsejo empezar por el final, por las notas de los autores, porque os aseguro que no tienen desperdicio.


martes, 18 de diciembre de 2018

Damas ilustres en la historia de España de Vicenta Márquez de la Plata

Sinopsis:

Las biografías de las principales mujeres que han intervenido, de un modo u otro, en la historia de España. Mujeres que se esforzaron en ser ellas mismas y en desarrollar sus capacidades en un mundo de hombres, en una época en que sólo se las reconocía como individuos en el ámbito del hogar como esposas, madres y educadoras.

Más de 50 historias que recogen, entre otras, a pintoras, escritoras, soldados, almirantes, aventureras, monjas, místicas, damas ilustradas, mecenas, pensadoras, precursoras del feminismo y gobernadoras.

Un libro de historia, una crónica en clave femenina, un decálogo de damas que inspiran con sus logros y su protagonismo en un mundo gobernado por el hombre.

Opinión:

Si consultamos manuales de historia o de literatura, por pone algún ejemplo, siempre veremos que las mujeres han sido relegadas a un segundo término; y ya, si nos remontamos a antes del siglo XVII, habría que rebuscar mucho para encontrar a una mujer que fuese realmente visible.

Es cierto que siempre hubo mujeres que destacaron, que lograron romper las reglas impuestas y que con el paso del tiempo, aunque muchas de ellas fueron omitidas en los libros, resultó imposible silenciarlas de la historia.
Así, hemos conseguido rescatar del olvido los escritos de Enheduanna (s. XXIII a.C. Mesopotamia), de Safo de Lesbos (s.VII a.C, Grecia) o de Hildegarda de Bingen y/o de Murasaki Shikibu en el s. XI d.C en Alemania y Japón, respectivamente.
Pero si nos centramos en el estudio de mujeres españolas, lo cierto es que la cosa comienza a complicarse.
Podemos encontrar a Egeria (s. IV d.C) o a María de Zayas (s. XVI d.C), por citar a un par, pero hay que hacer una puntualización, todas las mujeres que he citado tanto españolas como extranjeras, tienen algo en común, son escritoras.
La mujer accedió a ese arte antes que a otras actividades, el motivo es sencillo, para escribir la mujer no necesitaba de ningún título académico ni de conocimientos especializados, bastaba con plasmar sobre el papel sus incómodas opiniones, luego lo de sacarlas a la luz era otro cantar.

Y ahora llega la gran pregunta...
¿Qué ocurrió con el resto de mujeres que intentaban sobresalir en otras facetas?
Pues simplemente que o fueron ignoradas o aparecieron como manchas difusas siempre a la sombra de un varón.
Eramos consideradas débiles, influenciables e irracionales, por lo tanto nuestra opinión no era tenida en consideración, estábamos sometidas a la eterna custodia masculina, lo que nos convertía en perpetuas menores de edad.

Por suerte como he dicho, hubo mujeres que osaron romper esos estereotipos impuestos, y este libro del que hoy os hablo, narra la vida de algunas de esas valientes.
Otra matización, es que la gran mayoría de esas biografías, no os sorprenderá, pertenecen a mujeres de clase noble, con lo cual también acertamos al decir que incluso dentro del género femenino, hubo algunas que disfrutaron de mayores privilegios.

En esta obra, vamos a conocer a algunas de esas mujeres creadoras, místicas, damas ilustradas y mujeres de acción; todas ellas forman parte de la historia de España, y estoy segura que algunos detalles de sus vidas os sorprenderán.
Tal y como se explica en la introducción, se ha prescindido pero no olvidado, de muchas mujeres cuyas vidas son de sobra muy conocidas, como Santa Teresa de Jesús, y en cambio se ha optado por dar prioridad a otras cuyas biografías pueden resultar menos accesibles pero igual de relevantes.

De esta forma, vamos a pasearnos, por sus páginas, de la mano de mujeres como:
Doña Leonor López de Córdoba que terminó, por avatares del destino, con el reino en sus manos, ya que fue la primera mujer con el cargo de Valida y también consiguió escribir sus memorias, las primeras en lengua española.

La condesa de Bureta, María de la Consolación Azlor, ilustrada audaz en cuyas tertulias literarias se forjó el levantamiento de la ciudad de Zaragoza en 1808, contra los franceses.

Doña Catalina Erauso, más conocida como la monja alférez.

La condesa de Vilches, cuyo cuadro adorna la portada de este libro, retrato pintado por Madrazo y que puede contemplarse en el Museo del Prado.

La duquesa de Osuna, una de las principales mecenas de Goya y que mantuvo uno de los salones literarios más importantes de Madrid.

La doctora de Alcalá, primera mujer con el título de Doctor y la dignidad de académico de la lengua, que en una época en que las mujeres tenían prohibida su entrada en las universidades, logró examinarse en 1785, gracias a una Real Orden de Carlos III.

Emilia Pardo Bazán, Concepción Arenal, Gertrudis Gómez de Avellaneda... son otras de las que también harán acto de aparición.

Pero también debo decir, que he echado de menos a otras mujeres cuyas vidas, a mí personalmente, me parecen muy interesantes y no estaría de más recordarlas, como:

Beatriz Galindo, más conocida como La latina, que no solo dio nombre a un barrio de Madrid, sino que ejerció de preceptora de los hijos de los reyes Católicos, o su contemporánea Luisa de Medrano (s. XV), que llegó a impartir clases en la universidad de Salamanca, sustituyendo al catedrático Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática castellana.
María de Zayas, una de las primeras feministas o a otro personaje que no puedo olvidar mencionar, aunque es muy poco conocido, María Rafols Bruna, más conocida como la madre Rafols, una monja que se convirtió en heroína de los sitios de Zaragoza.

Esto solo indica una cosa...
que son todas las que están, pero no están todas las que son, y tenemos que seguir trabajando para rescatarlas del olvido y que ocupen el lugar en la historia que las corresponde.

Creo que esta obra es muy interesante, recoge las biografías breves de grandes damas de nuestro pasado, una sorprendente colección de historias que deberíamos conocer.
Mujeres que consiguieron sobresalir en un mundo de hombres, sin hacer alarde de su femineidad, ni presumiendo de sus capacidades.
La forma de narrar me ha parecido muy amena y didáctica, resaltando solamente los datos más significativos de esas vidas, y por su brevedad también destaco que su lectura se vuelve muy dinámica.

Para terminar os diré que la historia de las mujeres ha sido la historia de la invisibilidad, y es una pena que nos hayamos perdido la oportunidad de leer, ver las obras o conocer los hechos que se esconden detrás de mujeres valientes que desaparecieron de las crónicas, y cuyas vidas no hemos tenido la oportunidad de conocer.
Mujeres que han sido borradas de la esfera pública.
Muchas de ellas tuvieron que aprender a convivir con ese ostracismo al que se veían empujadas y otras en cambio, se vieron obligadas a adoptar modelos masculinos, para sobrevivir, perdiendo parte de su identidad.
Eso hay que cambiarlo, nos queda mucho por hacer, esas mujeres tan solo son como gotas de agua de un inmenso mar, y suponen un buen modelo a seguir, porque demuestran que incluso ante la adversidad contaron con un criterio propio.


viernes, 14 de diciembre de 2018

Calígula de Simon Turney

Sinopsis:

Cuando el moribundo Tiberius confía en la familia de Calígula la sucesión del imperio con el fin de restaurar el orden, el destino de Roma cambia y aparece uno de los tiranos más infames de la historia, Calígula.
Pero ¿era Calígula realmente un monstruo?
Olvídate de todo lo que crees saber y deja que sea Livilla, la hermana pequeña y confidente del emperador, quien te cuente qué es lo que realmente pasó: cómo su querido hermano se convirtió en el hombre más poderoso de la tierra y cómo, con mentiras, asesinatos y traiciones, Roma cambió para siempre… El primer volumen de una nueva serie sobre los emperadores malditos de Roma, aquellos que fueron borrados de la historia.
Una novela magistral que muestra a Calígula como nunca te lo habían contado.

Opinión:

Todos hemos oído hablar en más de una ocasión de Calígula, un emperador que dejó su huella en la historia por la maldad e irracionalidad con la que sembró su corto gobierno.
Por eso me ha resultado interesante esta novela, porque según se nos indica en la sinopsis, Calígula marcó un antes y un después en el Imperio Romano y se supone que esta obra rellena los vacíos que podemos tener sobre ese personaje.
Simon Turney nos ofrece una nueva visión sobre la figura de Cayo, a través de la narración de la que se convertiría en su mayor confidente, su hermana Julia Livila. 

Este autor hace gala de una excelente prosa, la narración es muy amena y dinámica, hace que las páginas vuelen literalmente en nuestras manos.
Siembra el relato de tensión, gracias a las anécdotas y curiosidades que se relatan, eso sí, sin dejar de lado los datos históricos, donde podremos apreciar las largas horas empleadas en documentarse.

Damnatio Memoriae o Abolitio Nominis

Este libro es el primero de una serie sobre los emperadores malditos de roma, aquellos que serían borrados de la historia mediante una práctica que consistía en condenar el recuerdo del que consideraban enemigo del Estado.
Esa práctica, adoptada de los griegos y que hoy conocemos como Damnatio Memoriae, en época del Imperio era conocida por otro nombre, Abolitio Nominis, y consistía en borrar el nombre e imágenes de cualquier inscripción pública que la tuviese, incluida la moneda.
De esa forma se negaba al emperador su ascenso al cielo, en otras palabras... se le negaba la divinidad, al tiempo que se le borraba de la historia.
Lo cierto es que solo tres emperadores sufrieron el Damnatio Memoriae de modo oficial, es decir, por aclamación popular y aprobación del Senado.
Esos tres emperadores fueron Domiciano, Publio Septimio Geta y Maximiliano; Calígula, nuestro protagonista, la sufrió de una forma más leve, ya que aunque obtuvo la aprobación oficial por aclamación popular unánime, no la obtuvo del Senado.

Pero hagamos memoria...

Nos encontramos en la primera fase de la época imperial, cuando el poder político de Roma recaía en las manos de una única persona, el emperador. Esa etapa denominada como Alto imperio se había iniciado con el gobierno del primer emperador, Augusto y ve continuidad en sus herederos, que le irán sucediendo en el poder. De esta forma vamos a entrar en contacto, en mayor o menor grado, con Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, aunque estos dos últimos, lo harán solo siendo mencionados al final.
Calígula, será quien tome el relevo de Tiberio, y se convierte no solo en el protagonista de esta novela, sino también en el hombre más poderoso de la tierra, eso sí, sosteniendo su Imperio sobre mentiras y asesinatos, y es que según el relato que nos hace llegar Livila, Calígula se caracterizará por ser un hombre de genio vivo y emociones intensas.

Narradora. Rompiendo los esquemas de una sociedad patriarcal.

El narrador como ya he mencionado en los primeros párrafos es Julia Livila, hija de Germánico y hermana de Calígula.
Ella va a ser quien nos guíe a lo largo de ese mandato de terror que tomó el relevo a otro no mucho mejor, el de Tiberio.
Livila nos relatará desde su papel de narrador testigo, los hechos en primera persona y de forma lineal, e intentará ofrecernos una imagen nueva, más humana y poco conocida de su hermano Cayo.

Aun así, hay que mencionar los pros y contras de esta cronista...
Livila nos va a ofrecer en todo momento su punto de vista, que sumado al grado de parentesco, a la proximidad de los dos personajes, hace que dudemos en algunos momentos de la fiabilidad del relato.

El lado bueno de este narrador, es que siempre será más neutral la versión de Livila que la del propio Calígula, si él fuese el encargado de guiarnos por su propia historia, ya que seguramente omitiría, de forma consciente, su comportamiento errático.
Lo otro que me ha gustado de esta elección, en la que coinciden el autor y Calígula, es dar más derechos a Livila.
Turney la dota de voz propia a la hora de narrar, nos muestra que es una mujer culta y prudente, digna de desempeñar ese papel, aunque ella no logre alcanzar el papel de protagonista absoluta ya que Calígula será el personaje omnipresente a lo largo de la obra.
Y en lo que respecta a Calígula, no solo decidió convertir a su hermana en consejera y confidente, rompiendo los esquemas de una sociedad patriarcal, sino que también concedió más libertad y derechos a las mujeres de la familia imperial. De esta forma ellas fueron las primeras en poder asistir a las reuniones del Senado e incluso sentarse junto a él, en el palco imperial. Algo que hasta el momento, ninguna mujer habría pensado.

Elenco protagonista.

Al principio puede parecernos una lectura un poco compleja, pero más que por el número de personajes es por la relación o parentesco existente entre ellos; ese ligero inconveniente se solventa de forma rápida ya que el autor adjunta un árbol genealógico en las primeras páginas.

Siguiendo con los personajes... sabemos que el protagonista indiscutible es Calígula y en segundo término Livila; el resto son incidentales, no van a contar con una presencia permanente en el relato. Irán entrando y saliendo de escena, aunque eso sí, algunos haciendo bastante ruido.

Toda historia bien contada suscita una controversia.

Creo que este apartado es bastante importante y no podía olvidarme de mencionarlo.
Esta versión que nos ofrece Simon Turney, difiere, a la hora de narrar algunos hechos, con la que nos han ofrecido hasta el momento otros historiadores.
Rompiendo una lanza en su favor hay que decir, que esas otras versiones, muchas veces proceden de crónicas o textos que se hicieron en la antigüedad, por individuos con ideas contrarias a Calígula, e incluso por personajes que vivieron siglos después, y que lógicamente no pudieron estar presentes en el momento de los hechos.
El boca a boca e incluso las malas lenguas, que ya existían en la época clásica, actuaban de la misma forma que las actuales fake news.
Como en toda historia, siempre existen dos versiones, la de los vencedores y la de los vencidos, lo que ocurre es que la mayoría de las veces, por no decir todas, la voz de estos últimos siempre queda eclipsada o silenciada.
El autor de este libro nos ofrece una de esas versiones, la que él considera que se ajusta más a la realidad; lo cierto es que el estudio de la historia antigua, solo puede realizarse sobre los restos arqueológicos y epigráficos, y claro está, en los documentos que se conserven de los testigos de la época, aunque como he citado hace un momento, esos testigos puedan estar condicionados o bien encantados de manipular la verdad.
Esto que acabo de citar, la imposibilidad de conocer los hechos de forma fehaciente, es quizás el único pero que podemos ponerle a la novela.

Terminando...

A mí esta novela me ha servido, como nos avisan en la sinopsis, para observar la figura de Calígula desde otra perspectiva.
Nadie va a negar a estas alturas que este emperador fue un monstruo, pero los acontecimientos que le persiguieron desde su infancia nos hacen verlo de una forma más amable.
Quizás, si su vida no hubiese estado marcada por hechos tan funestos, solo habría sigo alguien de mal carácter, desconfiado, mordaz y de comportamiento impredecible.
Creo que la muerte que le persiguió desde niño, le marcó y le empujó a convertirse en ese monstruo, quizás en eso consista el instinto de supervivencia.
El problema de Calígula fue que hizo un mal uso del poder, no encontró el límite en sus actos, y en el momento en que ese instinto de supervivencia daba el primer aviso, Calígula cortaba el asunto de raíz, quitando de en medio al sujeto molesto.
En resumidas cuentas, cada vez que le hervía la sangre, derramaba la de otros.

Y así, poco a poco hemos llegado al final de este comentario...
Todos conocemos el fin de Calígula:
Adoptó a su hermana como consejera, pero en su última etapa de gobierno prescindió de su racionalidad y se dejó confundir... eso me lleva a parafrasear a Mary Beard, una gran especialista en estudios clásicos, que en su día dijo:

“Si los romanos hubiesen tenido más en consideración a las mujeres, aún conservarían su imperio”.

Se puede decir más alto, pero no más claro.



martes, 11 de diciembre de 2018

La mujer de mi marido de Jane Corry

Sinopsis:

Cuando la abogada Lily se casa con Ed, está dispuesta a empezar de nuevo, a dejar los secretos de su pasado atrás. Pero en su primer caso criminal empieza a sentir cosas por su cliente, un hombre que ha sido acusado de asesinato, un hombre por el que pronto estará dispuesta a arriesgarlo todo.
Pero ¿es realmente inocente?
Un thriller con tantos giros que no podrás dejar de leer.
Un guilty pleasure que hará que te pases de parada.

Opinión:

Ya sabéis que hay novelas que nos captan totalmente por su resumen, aunque también he mencionado en más de una ocasión, que otras veces nos aventurarnos en su lectura un poco engañados por ellas.
De esta sinopsis en especial, me llamaron la atención dos detalles...
El primero es que en el resumen editorial nos mencionan que Lily, la protagonista, en su primer caso importante, comenzará a sentir algo por sus cliente y que llegado el momento, estará dispuesta a arriesgarlo todo...
Esa premisa me resultó bastante seductora, parecía que le daba un toque muy "negro". Creí leer entre líneas, que un personaje induciría a otro a cometer actos cuestionables, pero ese supuesto que vemos reflejado en el resumen editorial, o que yo malinterpreté, no se ajusta a la realidad del argumento.
Esto que acabo de mencionar, a simple vista, podría parecer que es algo negativo, pero no es así, ya que para mí ha actuado como una especie de Macguffin, una excusa argumental para motivarme a seguir leyendo, aunque luego resultase que tiene poca relevancia en la historia o no se ajusta a la realidad.

El segundo detalle que me intrigó era el término, guilty pleasure. La traducción sería algo así como "placer culpable", y es un término que he oído mucho últimamente, refiriéndose a música o como en este caso a libros.
Yo lo interpreto como que esta novela o los hechos que se narran en ella, me harán sentir bochorno, remordimientos o culpabilidad por disfrutar con el argumento...
Lo cierto, es que al tiempo que las primeras expectativas se desmoronaban, otras fueron surgiendo con fuerza y convirtiendo la historia en bastante interesante, pero nada que se asemeje a sentir culpabilidad o a avergonzarme, ni tan siquiera a sentir placer, porque la novela aunque es un buen thriller, tampoco es para tirar cohetes...
Supongo que esto es como todo, cuestión de gustos, y ese término de placer culpable habrá lectores que sí lo experimenten con este tipo de novelas, al igual que yo lo siento cuando leo algo del género de terror, con esas lecturas que me aportan un subidón de adrenalina pero que luego me arrepiento de haber leído porque me incomodan e incluso impiden conciliar el sueño...

Dicho esto, y tras este comienzo de la reseña un tanto abrupto, paso a mencionaros lo más destacable...

Como ya os he dicho, no nos encontramos ante una novela negra, pero sí con un thriller psicológico construido sobre muchas mentiras y secretos.
Una novela con mujeres como protagonistas, que bien podría estar catalogada dentro de ese nuevo género del domestic noir.

En esta novela no solo vamos a tener una trama, sino que varias subtramas irán dando forma y complementando la historia principal, con lo cual tenemos asegurado un montón de giros argumentales, y al mismo tiempo, cada una de ellas tendrá su tema oculto, como la infidelidad, la manipulación, las obsesiones, o los secretos y las mentiras... esto que para unos puede resultarnos interesante, entiendo que para otros pueda parecer que la autora intenta abarcar demasiados temas.

Nos vamos a encontrar por lo tanto con dos tramas argumentales principales que se irán solapando y varias subtramas incluidas dentro de ellas.
En la principal, conocemos a Lily, y será su voz en primera persona quien nos irá relatando los acontecimientos.
En la segunda trama entraremos en contacto con Carla, pero a diferencia del hilo principal, éste estará relatado por un narrador omnisciente.

El comienzo me resultó un poco lento y confuso, aunque reconozco que tras llegar a la página cuarenta, aproximadamente, me absorbió por completo.
Me olvidé de narradores, de la técnica, incluso de la introspección que al comienzo no me había llegado a convencer en el hilo principal..
Los personajes que al comienzo no me decían mucho, pasaron a parecerme interesantes, algunos de ellos resultan misteriosos y dotados con una psicología bastante compleja que torna imprevisibles sus siguientes pasos. Aquí habría que señalar que esta obra no cuenta con demasiados personajes, un detalle que facilita enormemente la lectura.

Lo cierto es que la novela sufre de algunos altibajos en el ritmo, pero como he dicho, los giros argumentales me hacen valorarla de forma más positiva. Es un thriller bastante interesante y a tener en cuenta si sois amantes de las novelas construidas sobre secretos y mentiras.