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viernes, 6 de abril de 2018

Diez negritos de Agatha Christie

Sinopsis:

Diez personas sin relación alguna entre sí son reunidas en un misterioso islote de la costa inglesa por un tal Sr. Owen, propietario de una lujosa mansión a la par que perfecto desconocido para todos sus invitados. Tras la primera cena, y sin haber conocido aún a su anfitrión, los diez comensales son acusados mediante una grabación de haber cometido un crimen en el pasado.

Uno por uno, a partir de ese momento, son asesinados sin explicación ni motivo aparente. Sólo una vieja canción infantil parece encerrar el misterio de una creciente pesadilla.

Opinión:

Hoy voy a hablaros de una autora que no necesita presentaciones, ya que sus obras continúan leyéndose y reeditándose más de cuarenta años después de su fallecimiento.
Esta escritora, era de la opinión de que el asesinato podría ser arte y valiéndose de esa fórmula, lo reflejaba en las elaboradas tramas de sus novelas, narraciones que lograron conquistar tanto a críticos como a lectores.
Me estoy refiriendo a la gran e inimitable, Agatha Christie.

Diez negritos ha pasado a convertirse en su novela más vendida y también en la novela de misterio más vendida de la historia.
En este relato que fue publicado en 1939, no aparece ninguno de sus personajes más carismáticos; ni el detective belga Hércules Poirot ni la entrometida Miss Marple, pero lo que sí vamos a encontrar, son esos elementos tan característicos y reconocibles de su obra, esos que la hicieron convertirse en la gran dama del misterio y que muchos han tratado de imitar sin mucho éxito.

El patrón que sigue en todos sus relatos, sin apenas aportar variaciones y que seguro que reconoceréis, consiste en coger un elenco de personajes bastante amplio, de lo más dispares, y añadir una muerte en extrañas circunstancias, en un escenario aislado.
Sobre este círculo de sospechosos habría que decir que todos cuentan con una coartada, pero también con un móvil, lo que convierte la narración en un relato lleno de suspense desde el comienzo. Ese suspense se retroalimenta con las elipsis, se cuenta... pero no se cuenta todo, quedan vacíos, frases en el aire, que el lector tratará de completar en su mente.

Decía Christie que el detective debía contar con los mismos datos que los lectores, de esa forma nos ayudaba en la difícil labor de descubrir al culpable y resolver el misterio. Pero con lo que no contamos es con un personaje indispensable en todas sus novelas, que sabrá más que nosotros y que lógicamente se callará detalles desde el principio, eso le lleva a ir un paso siempre por delante en nuestra investigación, y ese personaje es "el asesino".
Para descubrir el misterio y al culpable, sobra decir que solo lo conseguiremos si uno es muy avispado, y reconozco que yo no debo contar con ese don, ya que aunque me acerco no consigo resolverlo.
En mi defensa debo decir que la autora, siempre se reserva un as en la manga y en esta historia en concreto, se vale de una argucia para engañarnos, expone un argumento falso de modo tan hábil que a los simples ojos de un detective con pocas tablas y con el sentido de la deducción un poco atrofiado como es el mío, nos parece verdadero.

Pero os voy a hablar un poquito sobre el género por el que se mueve esta gran escritora.
Esas tramas tan complejas donde debemos descubrir al culpable e ir encajando las piezas como en un rompecabezas, se catalogan dentro del género policíaco o de misterio, y responden al término Whodunit¿Quién lo ha hecho?, y los grandes expertos en el tema fueron la mencionada Agatha, Ellery Queen y Chesterton.
Este género Whodunit, también tiene una variante que se conoce como "misterio del cuarto cerrado", donde el crimen se comete en un lugar aislado y los personajes no tienen posibilidad de contacto con el exterior, algo muy similar a lo que vamos a encontrar en esta obra de diez negritos.
En este caso, la señora Christie no se conformará con agasajarnos con un crimen retorcido y siniestro, sino que que todos los personajes que han sido invitados a la misteriosa isla del negro y que se encuentran totalmente aislados, empezarán a ser asesinados, uno a uno, de forma similar a las circunstancias descritas en una conocida canción infantil.

La narrativa de esta célebre autora es muy especial.
Los relatos nos resultarán muy breves, gracias a la prosa ágil y amena que emplea y a las sorpresas que va diseminando a lo largo de los capítulos. También habría que resaltar que el lenguaje empleado se ajusta a cada uno de los personajes, por lo tanto no hablará igual una señorita de la alta sociedad, que una criada; ni un general del ejército retirado, que un joven cazador de dotes...

En este relato conoceremos a diez personajes que nos son presentados nada más comenzar.
Esto en un principio puede resultarnos lioso, el ubicar a cada uno de ellos con nombres y apellidos y con los datos que aportan, pero esto también es un característica fija en la obra de Agatha Christie que no debe asustarnos, y menos en este caso, en el que veremos como van cayendo, uno a uno, como moscas...

Y poco a poco, casi sin darnos cuenta hemos llegado al final. La forma de resolver este misterio resulta sorprendente, porque como os he adelantado al comienzo, la autora no juega del todo limpio. Gracias a su maestría, eso solo lo descubrimos al llegar y leer la carta final.

Agatha Christie buscó y encontró un estilo propio con el que firmar sus obras.
Era de la opinión de que ningún escritor debería imitar el estilo de otro, por mucho que lo admirase. Decía que en ese momento se perdía la originalidad y la esencia; por ese motivo no entiendo que su bisnieto, James Prichard, presidente desde 2015 de Agatha Christie Limited, haya decidido resucitar al mítico Poirot, protagonista de 33 de sus 80 novelas, para protagonizar "Los crímenes del monograma" y "Ataúd cerrado", empleando para ello la pluma de Sophie Hannah.
Si habéis leído la reseña que hice sobre la primera obra citada, veréis que Hannah no consigue ni imitar malamente la pluma de Christie, ni tan siquiera impregnar el relato con el espíritu inconformista del Gran Poirot.

Por último solo me queda recomendaros la obra de esta autora, alguien que de forma merecidísima se ganó el sobrenombre de Reina de la intriga o gran dama del misterio, entre otros muchos...
Esta como he dicho, es una de sus mejores obras y no aparece ninguno de sus grandes detectives. Si no la habéis leído, aún estáis a tiempo de descubrir si sois un detective sagaz.
¿Os atrevéis a intentar adivinar quién es el asesino?

Curiosidades:
➤El título ha sufrido cambios dependiendo de los países donde era publicado.
Según James Prichard, bisnieto de Agatha Christie eso es a consecuencia de que el lenguaje evoluciona y actualmente el título de "diez negritos" se considera inadmisible. Ahora lleva el título de ¡Y no quedó ninguno! que queda políticamente más correcto.

➤Esta novela lleva unas diez adaptaciones cinematográficas, la primera realizada en 1945.


miércoles, 6 de diciembre de 2017

La caricia de la bestia de Cristina C. Pombo

Sinopsis:

En un bosque solitario, dos adolescentes son brutalmente atacados por un ser de una fuerza sobrenatural. En su declaración, ambos sostienen que el agresor es un zombi.
La inspectora Laura Tébar es encargada de la investigación. Se trata de una profesional de 55 años, brillante, solitaria  y con un carácter temible forjado en un pasado lleno de errores imposibles de remediar. Se la respeta y se la teme a partes iguales. Con Tébar, y a su pesar, comienza a trabajar el subinspector Merino, un joven tan inexperto como intuitivo y motivado.
Los dos no pueden ser más opuestos y no tardan en chocar. A través de la novela, el lector asistirá a un auténtico tour de force entre ambos personajes, que pasarán lo suyo antes de permitirse el mínimo respeto mutuo que les permita colaborar y enfrentarse a unos seres tan misteriosos como violentos, que atacan desde lo más profundo del bosque, parecen invulnerables y desaparecen sin dejar rastro. Cristina C. Pombo trama una intriga originalísima que supone una vuelta de tuerca en el thriller contemporáneo, un género en que parecía que todo estaba inventado y al que, sin embargo, le faltaba traspasar una última frontera que, literalmente, está en el más allá.

Opinión:

Creo que nos encontramos ante una de esas novelas, cuya sinopsis puede actuar como arma de doble filo.
A muchos de vosotros no os atraerá el hecho de encontrar en ella, la palabra zombi, y directamente obviaréis esta lectura, pero en cambio, para otros tipos de lectores, ese término puede ser un buen gancho y despertar la curiosidad lectora.
Por lo tanto, creo que este comentario debería ir dirigido especialmente a ese primer grupo, en el cual me incluyo, que huyen del género de casquería. Os ánimo por tanto a continuar con esta reseña, ya que estoy segura de que al final os va a convencer.

Cuando leemos o escuchamos la palabra zombi, nuestros pensamientos vuelan sin querer, a esas escenas, un tanto gore, que proliferan últimamente en series de televisión, cómics y/o novelas.
Esas hipnotizantes historias, nos transportan a un futuro cercano, a un escenario apocalíptico, donde los humanos somos diezmados por un virus o bacteria, que convierte a la mayoría de la raza humana, en esos seres, de fuerza sobrenatural y actitud extremadamente violenta, que buscan de forma incesante "alimento humano", y digo alimento humano entre comillas, haciendo un pequeño juego de palabras, no porque su alimentación se base en la tan alabada dieta mediterránea, sino más bien, porque nosotros somos su principal fuente de alimentación...
Y sobre esta premisa, vemos como las historias avanzan, muchas veces sin sentido, mientras que los pocos supervivientes convertidos en una raza en peligro de extinción, se resisten a formar parte del plato principal.

El resumen editorial, como podéis comprobar no puede ser más jugoso, aunque hablando de zombis como detonante de la narración, sería más apropiado sustituir esa palabra por sugerente o intrigante

Nuestra cerebro se activa y empieza a barajar suposiciones.
La primera pista sobre el desarrollo lo encontramos en que en la página de la editorial, se cataloga el libro como novela negra, por lo tanto ya sabemos que nos vamos a enfrentar a una lectura poco corriente y con un argumento inusual.
La segunda es que la trama se sitúa en España, concretamente en Grazalema, en la sierra de Cádiz, y amigos lectores, siendo realistas y esto lo digo en "petit comité",  esas cosas de zombis, no pasan aquí en España. Aquí tenemos fantasmas, almas en pena, pícaros y mucho sinvergüenza, pero zombis, lo que se dice zombis, va a ser que no. Por lo tanto debemos anteponer la razón y recordar dos refranes, que de eso si vamos sobrados por estos lares, "No es oro todo lo que reluce" y "Las apariencias engañan".

Aclarado esto y retomando el hilo, el relato nos lleva hasta Andalucia, y lógicamente tanto los protagonistas principales como los lectores, vamos a intentar encontrar el sentido lógico a esa situación que se narra al inicio y que nos deja, prácticamente sin aliento.

El terror o la angustia que nos atrapa desde las primera páginas, va a dar paso a un thriller con una investigación de fondo, dividiendo el argumento en cuatro partes, con un total de 88 capítulos muy breves, a lo largo de los cuales, os avanzo, que la intriga irá en aumento.
La racionalidad como he dicho intentará imponerse sobre los indicios, y poco a poco sobre hipótesis, se configurará un argumento original pero sobre todo bien urdido.
Y es que, todos los hilos están bien atados, en ningún momento se dejan detalles en manos del azar, y eso es algo muy bueno para un libro y para sus lectores.

Los giros argumentales se convierten también en elementos fijos en esta historia, manejados con acierto.
La autora, juega con nosotros y mayormente con la sorpresa, hasta tal punto, que en algún momento me dejó literalmente con la boca abierta.

La relación entre los dos protagonistas es otro de los puntos fuertes. Una relación, que al comienzo se nos presenta bastante tensa.
Ambos personajes son de fuerte carácter y no acostumbran a ceder, dando juego para que Cristina C. Pombo, configure una serie de diálogos y actuaciones bastante intensas.

"—Vale, vamos a ver—retoma Tébar, volviendo a su hieratismo—, si tú me dijeras que vienes de pescar y acabas de ver, con tus propios ojos y sin lugar a dudas, a un ser en medio del agua, con una potente y brillante cola de pez, unida de forma indisoluble a un tronco de mujer, y que nadaba y se zambullía dejando claro, por los tiempos de inmersión, que el agua era su medio natural, y yo te dijera que eso se llama sirena, ¿quién está loco? ¿El que afirma ver un ser que no existe o el que da la denominación correspondiente?
Cons la mira unos segundos.
—Y entre una persona que intenta buscar una explicación racional a una realidad y otra que, como no entiende dicha realidad, se limita a negarla, ¿quién es el loco?—pregunta él."

Nos ofrece un dúo que al principio se repele y atrae a partes iguales, pero que están destinados a entenderse.
Se supone que el lector ante algunas situaciones debe posicionarse a favor de uno u otro, es a lo que nos tienen acostumbrados la mayoría de autores, al igual que es inevitable que en el lector se despierte un mayor afecto por alguno de ellos; pero en esta historia nos va a resultar imposible elegir.
Yo, al comienzo, no sabía por cual de ellos sentirme más atraída, los dos son de fuerte personalidad, pero también sufren una interesante evolución. Al final terminas adoptando a ambos, adorándolos por igual.

Pero hay otro detalle que no debo olvidarme de mencionar, antes de terminar, y que hace referencia a esa evolución de los personajes que he mencionado en el párrafo anterior.
La autora a pesar de que la investigación no se detiene en ningún momento, dedica un tiempo a cada personaje.
Hay espacio para las relaciones personales, para su pasado, lo que viene a complementar el perfil que ya nos hemos podido crear de ellos y además de entretener, nos distrae del asunto principal.
Los personajes poco a poco van humanizándose ante nuestros ojos, volviéndose reales.
Entramos en contacto íntimamente con la Inspectora Laura Tébar, con una mujer que pasados los cincuenta sigue sintiéndose muy viva, activa y sobre todo válida, pero que siente como tiene que demostrarlo día a día.
El subinspector Merino, llamado Cons, es su complemento ideal aunque le cuesta reconocerlo.
Un chico más joven, con instinto y que no duda en arriesgarse a la menor ocasión.
Ambos personajes tienen algo en común, y es que Merino, a pesar de su aspecto juvenil, también quiere demostrar que es un buen policía, por ese motivo vamos a ser testigos de como intentan robarse el protagonismo a la menor oportunidad.

Y poco más me queda por decir, salvo desearos ¡bon appétit! y tranquilidad a la hora de degustarla...
Supongo que esto último habrá sonado un poco macabro, pero tratándose de muertos vivientes, es lo que hay...



martes, 26 de septiembre de 2017

Caballos de octubre de Teresa Piquet

Caballos de octubre (Un inquisidor en el fin del mundo 01 )
Sinopsis:

Hace dos mil cuarenta y cinco años, a principios de otoño, un hombre apareció muerto en el foso de una fortaleza legionaria romana, no lejos del fin del mundo. Vestía uniforme, pero no era militar. A. M. Sereno Celso, centurión novato, se encontró con que le encargaban llevar adelante las pesquisas para esclarecer las circunstancias del crimen y averiguar la identidad del asesinado. Sus esperanzas de disfrutar de un apacible destino en provincias se desvanecieron como el humo, mientras el recuento de muertos, entre asesinados y falsos accidentados, iba en aumento y se veía envuelto en una investigación frustrante y arriesgada.

Opinión: Caballos de octubre (Un inquisidor en el fin del mundo )

Tras el pequeño receso vacacional, hoy os presento una novela que estoy segura de que os va a llamar la atención, tanto a los amantes de la novela policíaca como a los de novela histórica.

Muchas son las novelas que nos transportan a la Roma republicana o imperial; muchas las que nos hablan de emperadores, legiones, guerras y traiciones, pero la verdad, es que hasta el momento, yo no había tenido entre manos ninguna, en la que un centurión asumiese el papel de investigador o policía, inquisidor o notario, aunque con esto no esté diciendo que no las haya.

Teresa Piquet debuta en el mundo literario con esta novela, Caballos de octubre, que será la primera de una saga que tendrá como protagonista al centurión novato Sereno.
Con Sereno, estableceremos desde el comienzo una estrecha relación, que nos llevará por los primeros pasos de su carrera como centurión en la Legión Décima Gémina. Una legión, destinada como castigo en una provincia muy lejana de Roma y muy cercana para nosotros, una provincia casi en el fin del mundo, la denominada, Hispania Ulterior.
Sereno, como digo, nos relata sus comienzos como notarioinquisidor de la legión, haciendo uso de su memoria y con un sentido del humor, que muchas veces arranca auténticas carcajadas en el lector, por lo cómico de algunas de las situaciones o las expresiones utilizadas por los protagonistas.

Pero lo más fascinante de esta novela, al margen de la gran historia que hay detrás; de los magníficos personajes sobre los que se sustenta; es la técnica que emplea el narrador, nuestro buen amigo Sereno, para introducirnos en la trama y engancharnos a ella.
Y es que nosotros, los lectores, somos parte de esta historia, ya que asumimos desde el comienzo un papel impuesto e importante.
El lector, adopta el papel de un futuro personaje, aunque no participe en la historia de forma directa. Sereno se dirige en todo momento a su sucesor, es decir, a ti o a mí... al encargado de continuar con su trabajo en la legión, ahora que el momento de su retirada se acerca.
Por ese motivo, Sereno, aprovechando que su buena memoria se mantiene intacta, que su vista sigue permitiéndole escribir a la luz de la lámpara y que su pulso sigue firme, procede a poner por escrito todo lo que recuerda sobre algunos casos, particularmente notables, que tuvo que afrontar, para que nos quede como legado, y esos casos, amigos lectores, serán las entregas, los volúmenes que formarán esta saga.

Teresa Piquet, en este primer libro da en el clavo; consigue construir unos personajes totalmente creíbles, interesantes, amenos, pero cuya característica más importante quizás sea, que son capaces de soportar el peso de la trama.
Sereno, Cornificio, Galo, Plácido... son algunos de esos personajes, que pasarán a formar parte de nuestra vida... Pero no os vayáis a pensar, que los personajes ficticios serán los únicos que aparecerán en esta historia; acapararán nuestra atención, serán los más cercanos, es cierto, pero también habrá otros que aparecerán de forma puntual, como Agripa, y sobre ellos recaerá una gran misión...
Serán los encargados de emborronar con su paso, la delgada linea o límite, que existe entre ficción y realidad.
Y quién sabe... quizás en alguna de esas visitas o viajes, Marco Vipsanio Agripa, lugarteniente de Augusto, entre calzada y calzada, proyectará una de nuestras joyas más preciosas y que se mantiene aún en pie, nuestro Teatro romano de Mérida...

Pues bien, ya tenéis algún dato más... una novela que se mueve entre ficción y realidad; entre novela histórica y policíaca; con excelentes personajes y un buen argumento, pero hablemos un poco más de esto.

Sereno llega a una Hispania todavía en formación, en las últimas décadas del siglo I a.c, y sin apenas haber tenido tiempo de tomar asiento para disfrutar de un apacible destino, se ve envuelto en una investigación muy complicada, donde los muertos empiezan a acumularse...
La trama esta muy bien urdida, no deja ningún detalle en manos del azar; mantiene el ritmo constante hasta el final, apoyándose en varios elementos: en la intriga, en el humor y en unos diálogos que ocupan la mayor parte del libro, eso hace que esta novela se convierta en una lectura ágil, a la par que interesante y amena.

El final está completamente a la altura de todos estos detalles, es el idóneo, y lo único que provoca en nosotros son ganas de continuar con las aventuras. Saber cuál será el próximo caso de Sereno; si Cornificio y Galo continuarán con sus constantes piques; si la sombra del divino Julio César seguirá siendo un personaje omnipresente o si Augusto, terminará dando la orden de avanzar, a la conquista de nuevos territorios, al ritmo de sones de guerra...


martes, 15 de agosto de 2017

La cajita de rapé de Javier Alonso García-Pozuelo

Sinopsis:

España, 1861. Tras un cuarto de siglo como policía, José María Benítez, al frente de la comisaría de La Latina, ve al alcance de su mano el prestigioso puesto de inspector jefe de Madrid. Sin embargo, sus ambiciones personales quedan relegadas cuando en la casa de los Ribalter, una adinerada familia de su distrito, aparece muerta una criada. El crimen, que en un principio parece explicarse por un móvil económico, se complica cuando, en el transcurso de la investigación, comienzan a aflorar secretos familiares que vienen de muy lejos, de la isla de Cuba, donde el señor Ribalter amasó su fortuna.
Mientras José María Benítez y Ortega, su nuevo ayudante, un joven abogado malagueño sin experiencia policial, tratan de esclarecer este caso, que se complica a pasos agigantados, Madrid vive expectante la inminente apertura de Cortes. La ilusión de unidad con la que se ha combatido al imperio marroquí se ha desvanecido y en la Unión Liberal, liderada por el general O'Donnell, comienzan a sonar las primeras voces disidentes a raíz de la conducta del Gobierno con los campesinos andaluces condenados por la sublevación de Loja.
Benítez tendrá que enfrentarse a sus demonios personales y poner a prueba su integridad ante la cara más miserable del poder.

Opinión:

La cajita de rapé, es la primera novela de Javier Alonso García-Pozuelo, y debo decir desde estas primeras lineas, que ha sido un soberbio comienzo para él y un gran descubrimiento para mí.
Todos los que me seguís con regularidad, sabéis que soy reacia a dar las máximas puntuaciones, y creo que esta historia, sinceramente lo merece.

Javier Alonso nos transporta al Madrid decimonónico de manos del inspector José María Benítez, encargado de la comisaría de La Latina, donde debe resolver un crimen en apariencia sencillo, y aquí es donde este escritor empieza a deslumbrarnos...

La ambientación... es perfecta, ese es un requisito indispensable para que una novela histórica resulte creíble y cuaje en el lector; el lenguaje de los personajes se adecua a su estatus social; las descripciones de la ciudad, de las costumbres, resultan soberbias; y el lector se ve inmerso en una historia que le absorbe y le transmite desasosiego e incertidumbre, al sentirse un personaje más de la trama, un observador que masca el ambiente enrarecido, causado por una situación política y social complicada.
Este autor, nos sumerge en una época muy poco conocida o quizás eclipsada por los duros acontecimientos que ocurrirían en breve; son los años previos al denominado Sexenio Democrático que llegaría tras la revolución de 1868 y que obligaría a Isabel II a abandonar España, exiliándose en Francia. Más tarde llegarían otros momentos delicados para la sociedad española, como el asesinato de Prim, en la calle del Turco en 1870, una época como digo, marcada por una atmósfera política muy convulsa, donde las conspiraciones se cocían a fuego lento en las tertulias y cafés de la capital.

Debo decir que es una lectura compleja y completa al mismo tiempo, de las que suponen todo un reto para el lector; de las que se saborean y nos hacen disfrutar con un argumento enrevesado, donde no encuentras pistas que delaten al asesino. Una novela histórica como ya habéis podido comprobar, costumbrista y con tintes de novela policíaca o de misterio.

Los personajes... son otro de los detalles a tener en cuenta y que complementan la exhaustiva documentación.
Apreciamos un lenguaje formal e informal, como ya he indicado al comienzo, y cada personaje adapta su forma de expresarse a la situación en la que se halla o bien, al tipo de personaje que representa.
Hay personajes protagonistas que ejercen de guía a lo largo de la historia, como el inspector Benítez; secundarios, como Ortega o Fonseca; ambientales, como el mismísimo general O'Donnell e incidentales, que entran y salen de escena aportando el toque necesario de realismo...

Todos ellos, están perfectamente construidos, se funden con el entorno al tiempo que se mimetizan en la perfecta ambientación, sustentando y complementando con sus diálogos y actuaciones, el argumento, y con ello al personaje principal, Benítez.
Un personaje del cual me declaro fan incondicional, y cuya espléndida carrera espero que no acabe con esta obra, a ver si con un poco de suerte, podemos disfrutar de su buen hacer en otras historias y si no es pedir mucho, que coincida en algún momento con otro coetáneo suyo y que cito un poco más abajo y que dice así en sus memorias...

“Escapándome de las cátedras, ganduleaba por las calles, plazas y callejuelas, gozando en observar la vida bulliciosa de esta ingente y abigarrada capital. Mi vocación literaria se iniciaba con el prurito dramático, y si mis días se me iban en "flanear" por las calles, invertía parte de las noches en emborronar dramas y comedias. Frecuentaba el Teatro Real y un café de la Puerta del Sol, donde se reunía buen golpe de mis paisanos.”

Pues sí, lo habéis averiguado, me estoy refiriendo al gran Pérez Galdós, y este párrafo en cuestión pertenece a Memorias de un desmemoriadocap II. 
Y es que, el reconocimiento a nuestra "Literatura" con mayúsculas, es otro elemento que también encontraréis en esta novela, constantes menciones hacia el gran Lope, Cervantes o Larra.

La historia también cuenta con un narrador en tercera persona, omnisciente, que me hubiese encantado que respondiese al nombre del escritor anteriormente citado, Galdós, de esa forma, no solo habríamos contando con un cronista de excepción, experto en plasmar historias y describir personajes de forma única, sino que habríamos podido disfrutar, más aún si cabe, de un paseo costumbrista por las calles de la villa y corte, en época de Isabel II, de manos de uno de los mejores retratistas, que relataba la realidad sin escatimar en detalles; ¡pero claro!, mi querido Galdós, no llegaría a Madrid hasta un año después, en 1862 para supuestamente estudiar derecho...
Aún así, yo que tengo tendencia a dejar volar mi imaginación, creo ver un homenaje, quizás oculto, a este escritor en el nombre del inspector, Jose máría Benítez Galcedo, no se que opinaréis vosotros, quizás es rizar demasiado el rizo...

Decían en la reseña de este libro, en el blog amigo de Sifuesemoslibros, que esta novela es perfecta para los talleres de lectura, y estoy completamente de acuerdo con él.
El libro gana mucho, mejora su lectura, enriqueciéndola con comentarios y observaciones ajenas. Es una historia perfecta para compartir, comentar, desgranar y completar con búsquedas de información sobre esa etapa de nuestra Historia.

¿Os he convencido para leerla...?


martes, 25 de julio de 2017

La dama del lago de Raymond Chandler

Sinopsis:

La dama del lago (1943), cuarta novela publicada por Raymond Chandler (1888-1959), fue una de sus obras de mayor éxito de público.
Situada de forma estrictamente contemporánea, durante la Segunda Guerra Mundial, la acción, que desencadena la desaparición de una mujer, se desarrolla a caballo entre Los Ángeles y las montañas próximas a la ciudad. A diferencia de lo que ocurre en otras novelas de Chandler, como El sueño eterno o Adiós muñeca, en esta ocasión Marlowe no se ve mezclado con millonarios, mujeres explosivas o individuos de ocupaciones sospechosas, sino con personajes corrientes cuya condición, sin embargo, no los exime de la sujeción a las pasiones, la corrupción y el crimen.

Opinión:

Para hablar sobre este escritor, creo que lo primero sería indicar que detalles son los que más me han llamado la atención, detalles que considero que convierten sus novelas en lecturas con el éxito asegurado.

Las descripciones, son el punto fuerte en la escritura de Raymond Chandler.
Escenas, ambientes, escenarios y personajes, logran transmitir al lector hasta el más mínimo de los detalles.
Con ellas nos transporta a la época, concretamente a 1943, a un momento cargado de pesimismo, de decadencia maquillada y con la II Guerra mundial como telón de fondo.

Respecto a las descripciones de los personajes, debo decir que resultan soberbias, no solo nos muestran su aspecto, su exterior, sino que consiguen captar su profundidad psicológica, lo que los convierte en personajes totalmente reales y convincentes, elementos la mayor parte de ellos, de una sociedad corrupta.

Los diálogos, son otro elemento a tener en cuenta y que complementa las completas descripciones.
Son contundentes, espontáneos, y con un lenguaje que se adapta a las situaciones y a cada uno de los personajes, e incluso en muchas ocasiones dotan a la escena de un sobresaliente sarcasmo o humor negro.

"El botones era alto, delgado y amarillento; no era muy joven; su frialdad era tanta que parecía un trozo de pollo en gelatina"

La novela la componen cuarenta capítulos, bastante breves.
Philip Marlow, es el encargado de introducirnos en la historia, el será el protagonista y al mismo tiempo el narrador, que haciendo uso de la primera persona, nos irá detallando todos los avances del caso para el que ha sido contratado.

Al comienzo sabemos que el detective se encuentra ante un caso de desaparición, algo sencillo a simple vista, pero que irá complicándose según se vayan descubriendo detalles y añadiendo personajes a la trama.
Todos los personajes, se caracterizan por estar demasiado estereotipados; oscuros, con pasados poco claros, porque hay que decir que desconocemos todo dato del pasado hasta del propio Marlowe.
Las mujeres tienen un aire de Femme Fatale que las persigue; los policías son corruptos y violentos, aunque siempre aparece alguno que rompe esa regla por su honestidad; detalles, todos estos muy importantes, porque sin ellos no tendríamos ese toque decadente y peligroso en el ambiente que rodea al detective.

Marlowe es un personaje duro aunque de actitud serena y paciente, no suele perder los nervios y prefiere hacer uso del lenguaje irónico antes que de la violencia.
Es fumador, consumidor habitual de Whisky y admirador de las mujeres bellas, y ese es otro punto fuerte de esta historia; porque los personajes femeninos, aunque Marlowe sea el protagonista indiscutible, son las que llevan el peso de todo el argumento.
Ya os he hecho en el párrafo anterior una breve descripción de ellas, pero he omitido a propósito que son la clave en la historia, suponen un desafío para todos los personajes masculinos que aparecen, incluido el duro de Marlowe.

Creo que es una excelente novela, autoconclusiva, cortita, entretenida, cargada de giros inesperados y sobre todo, indispensable para los amantes del género negro, y de los argumentos, donde nada termina siendo lo que parece...

También mencionaros que hay una película del mismo título estrenada en 1947, dirigida y protagonizada por  Robert Montgomery, teniendo como partener a Audrey Totter.

El film se basa en el libro, pero existen bastantes diferencias con él, y aunque no ha sido totalmente de mi agrado, sí hay que decir que tiene detalles muy interesantes para los amantes del cine.
Es la primera película grabada con la técnica de la cámara subjetiva, algo que actualmente estamos muy acostumbrados a ver por los videojuegos. ¿Y qué es? pues simplemente un ilusionismo, donde parece que los espectadores somos el protagonista, Marlowe.
El efecto consiste en grabar la película como si nosotros llevásemos la cámara colgada. Solo oiremos la voz de Marlowe y veremos sus manos, salvo claro está, que le veamos reflejado en un espejo como en la imagen.

Otro detalle que no podemos perdernos es la sobreactuación de los personajes, algo lógico, ya que nosotros somos Marlowe y toda nuestra atención recae sobre los gestos del resto del reparto.


viernes, 30 de junio de 2017

Matar al heredero de Carlos Laredo

Matar al heredero (Cabo Holmes 05)
Sinopsis:

El cabo José Souto,Holmes, lleva casi un año sin conseguir resolver el caso de asesinato de un joven aristócrata local, que ha conmocionado a la localidad de Corcubión, en la Costa de la Muerte gallega. La llegada de su amigo Julio César Santos, el caprichoso y millonario detective madrileño, y su oferta de ayuda estimulan su amor propio y lo obligan a replantearse la investigación. Entre ambos, cada uno con sus particulares métodos, descubrirán que hasta las mejores familias tienen sus secretos y sombras, y cuán poderosos y dañinos pueden ser el amor, el odio y la venganza, aunque no siempre de la forma más evidente. Una vez más, el cabo Holmes tendrá que hacer acopio de todas sus capacidades deductivas para, con algo de ayuda de su amigo Santos y sus no tan ortodoxos procedimientos, en los que casi siempre interviene alguna mujer, poner fin a una investigación de complejas conexiones e inesperado desenlace.

Opinión: Matar al heredero (Cabo Holmes 05)

La quinta entrega de esta saga, que tiene por protagonista a ese cabo, al que todos apodan Holmes, por esa agudeza tan inusual, comienza con sorpresas.
Y es que varias cosas han cambiado, en la vida del cabo Souto, desde la última vez que tuvimos noticias suyas.
La primera, es que por fin se casa con Lolita, su novia de toda la vida; la otra es que el sargento Vilariño, jefe del puesto de la Guardia Civil de Corcubión, se ha jubilado, lo que sitúa a Souto aunque de manera provisional, como jefe del puesto; y la tercera y quizás más importante, es que Holmes se encuentra en una etapa en blanco. Tiene un caso abierto por asesinato, aparcado sobre su mesa desde hace un año y no consigue hacerlo avanzar.
En este punto entra en escena de nuevo el detective madrileño Santos.

Como ya avance en las anteriores reseñas de esta saga, Holmes y Santos, esta pareja tan distinta entre sí, forman un tandem perfecto, cuyas investigaciones se solapan y complementan a la perfección.
Matar al heredero comienza de forma bastante pausada, más relajada que las anteriores.
Podemos incluso pensar, que en esta nueva aventura, se va a dar más protagonismo a la parte personal que a la profesional. Parece que Holmes ha perdido un poco de fuelle, esa chispa que le hacía parecer infalible y que se basaba en argumentos incuestionables.

Santos, esta vez, será el que adquiera mayor protagonismo, y quien por simple curiosidad y/o aburrimiento, marcará el ritmo de la novela, al tiempo que retoma una nueva línea de investigación, en este caso que se encuentra estancado, en un callejón sin salida.

Sobre el argumento puedo deciros, que el joven asesinado es hijo de un médico adinerado de la zona y que según va avanzando la investigación, iremos viendo como no era el hijo perfecto que todos pensaban y escondía bastantes secretos.
Esos secretos son precisamente los que empujan y alimentan el interés de Santos por el caso y que harán que la trama vaya aumentando en intensidad.

Cada pista, cada descubrimiento, aportan un nuevo giro argumental a la trama, que nos mantendrá pegados a sus páginas.

Carlos Laredo vuelve a sorprendernos al tiempo que nos deleita con jugosas descripciones que muestran la belleza de las tierras gallegas.
He notado una evolución en su escritura e incluso puedo decir, que este libro, me ha gustado bastante más que los anteriores.
Los motivos son varios y paso a razonarlos:
El primero es que el argumento, dentro de su complejidad, resulta más normal, alejado de grandes complots, organizaciones delictivas y multinacionales con mucho que ocultar.
El segundo, es que hasta el momento en todas las investigaciones, Holmes y Santos nos marcaban el ritmo a los lectores. Nos indicaban con sus averiguaciones por donde iba la trama.
El lector tenía poco margen para elucubrar, las investigaciones de Santos y Holmes fluían, se solapaban, y al final, resolvían el caso casi sin titubear.
Los casos eran complejos y ellos infalibles.

En esta nueva aventura, eso ha cambiado. Holmes está literalmente perdido, tanto es así, que sin pedírselo, Santos decide investigar por su cuenta.
Los lectores en esta ocasión disponemos de más tiempo, más páginas y de las mismas pistas que ellos para intentar resolver el caso.
En esta parte he podido interactuar más, visualizar los hechos al tiempo que los protagonistas, he tenido la posibilidad de detectar posibles pistas ocultas, mientras que las anteriores novelas, me limitaba a leer y a pasar el rato.
También he visto a un Holmes más humano, por el que ha pasado irremediablemente el tiempo, pero que creo que aún tiene mucho que dar y que seguro que en un futuro muy próximo volverá a deleitarnos con grandes sorpresas.

Lo que menos me ha gustado, ya lo comenté con anterioridad. son los personajes femeninos.
Creo que Lolita tiene poca visibilidad en esta saga y debería tener más protagonismo y abandonar ese papel arcaico de "ángel del hogar".
Holmes y Lolita, son una pareja joven, y cuando uno en su casa tiene invitados, las funciones y labores se comparten. Las copas y los aperitivos se toman todos juntos, y no queda muy bien, que Lolita esté en la cocina, mientras ellos hablan de cosas de chicos...

Por otra parte el personaje de Marimar, es según mi opinión, totalmente prescindible. El carácter fuerte de una mujer, el temperamento, no se demuestra con un lenguaje soez ni barriobajero.

Podéis leer el resto de reseñas pertenecientes a la saga, pinchando en la pestaña superior de "Sagas" , o accediendo a través del autor. 



domingo, 23 de abril de 2017

Misterio en blanco de J. Jefferson Farjeon

Sinopsis:

En la velada del día de Nochebuena, una gran nevada obliga al tren de las 11:37 procedente de la estación londinense de St. Pancras a detenerse en las proximidades de Hemmersby. Decididos a no pasar la noche en el vagón, un ecléctico grupo de seis pasajeros decide desafiar las inclemencias del tiempo e intentar llegar al cercano pueblo. A mitad de camino, se ven obligados a refugiarse en una solitaria casa de campo que, a pesar del fuego encendido en la chimenea, el té para tres dispuesto sobre la mesa y el agua de la tetera todavía hirviendo, parece estar desierta. Atrapados por las circunstancias en ese reducido espacio, los viajeros intentarán desentrañar el enigma de la vivienda deshabitada y, cuando la tormenta finalmente amaine, de las cuatro personas que han sido asesinadas…
La recuperación de esta espléndida novela de intriga de ambiente navideño, desaparecida de las librerías desde hace más de setenta años, se ha convertido en un festivo e inesperado éxito editorial en el Reino Unido, resucitando así el interés de la crítica y los lectores por un escritor que Dorothy L. Sayers no dudó en calificar como «un insuperable maestro en el marco de las aventuras de misterio».

Opinión:

Misterio en blanco, es una obra de J. Jefferson Farjeon, que inicialmente fue publicada en 1937 y presentada con un cuento de navidad. Ahora, ha reaparecido más de setenta años después, convirtiéndose en un inesperado éxito editorial en Reino Unido.
Esta novela en concreto, es una de las más leídas de este autor, aunque en su larga y prolífica carrera escribió más de setenta obras; curiosamente Alfred Hitchcock adaptó una de ellas para la gran pantalla, la pieza teatral titulada "El número 17".
Esta historia tiene un marcado estilo británico, incluso podríamos encontrar en ella un homenaje a otros autores de novela policíaca, como Arthur Conan Doyle o Agatha Christie, célebres por sus exhaustivos detectives.

Pero hagamos una breve presentación de los personajes para después poder centrarnos en el argumento...
Tenemos a Jessie Noyes, una joven y bonita corista; a los hermanos Carrington, Lydia y David; a un triste y soñador oficinista, el joven Thomson (sin P); a Edward Maltby, un anciano perteneciente a la Real Sociedad de Psicología, (quizás otro guiño hacia Conan Doyle) y al señor Hopkins (el pelmazo del grupo).

Todo comienza con una inmensa nevada que obliga a los protagonistas a abandonar el tren en el que viajan. Piensan que cualquier alternativa es mejor que permanecer encerrados en él, esperando a que vengan a rescatarlos o a que las vías vuelvan a estar operativas para llegar por fin, a sus ciudades de destino.
Tras una breve presentación de los personajes, estos se lanzan sin pensárselo mucho al exterior, enfrentándose a las duras inclemencias del tiempo y arrastrándonos inevitablemente con ellos.

El señor Matlby es el primero en bajar del tren, y rápidamente desaparece en la inmensa cortina de nieve que cae.
El resto del grupo salvo Hopkins, deciden seguir sus pasos... pero la nieve ha cubierto rápidamente sus huellas, y los cuatro jóvenes quedan abandonados a su suerte, en medio del fuerte temporal.
Como ya habéis comprobado en la sinopsis, el recorrido de estos aventureros será breve aunque cargado de contratiempos, pero por suerte para ellos, pronto encuentran en su camino una solitaria casa de campo donde resguardarse.
El silencio reina en la casa mientras el fuego de las chimeneas caldea las habitaciones, una tetera hierve el agua sobre el fogón de la cocina y el servicio de té espera en el salón.
En ese momento, una pregunta rasga el cargado ambiente, ¿dónde están los habitantes de la casa?

De esta forma comienza una novela que nos transporta al pasado.
Es una novela intemporal, en la que parece que el tiempo se detiene y aunque tendremos a lo largo del argumento, algunas referencias que la sitúan en 1937, el comportamiento de sus personajes, la trama e incluso la forma de narrar, en ocasiones, nos hace pensar en otra época, la de Dickens.
El autor nos ofrece una historia de misterio de corte clásico donde veremos como el narrador sabe más aparentemente de lo que cuenta.
La cadencia narrativa es lo que transmite intriga al relato.
El ritmo es pausado, Farjeon impone su propio tono y su propio tempo, se toma con mucha calma el introducir algo de acción, haciendo gala más bien de una tensión sostenida, y acelerando únicamente la trama al final, con un desenlace quizás para mi gusto, demasiado abrupto.

Os he mencionado al grupo de personajes que forma parte de la avanzadilla, pero a ellos pronto se les unirán, tres, cuatro, incluso seis personajes más...
Un grupo singular en extrañas circunstancias, la necesidad les empuja hacia la casa y al final la necesidad les retiene allí.
Desde el comienzo empiezan a ocurrir cosas extrañas, los personajes de actitud sospechosa, aparecen al mismo tiempo que abandonan los escenarios, y esa situación, hace que la casa empiece a parecerse al famoso camarote de los hermanos Marx.

La novela parece una función teatral, con amplios y surrealistas diálogos.
Los personajes llegan a rozar el absurdo en muchas ocasiones, hablan y hablan entre ellos, sin llegar a decir nada coherente o que tenga lógica para nosotros. Ese detalle, obliga al lector a permanecer atento, ya que cualquier dato mencionado de forma ingenua, puede ser de vital importancia para no perdernos una pista trascendental para la resolución del misterio.

Como digo, es una novela perfecta para representar en el teatro, ya que podemos definir claramente los actos, con cambios mínimos de escenario.
Las escenas y las conversaciones se superponen unas a otras en distintas habitaciones, al tiempo que la trama avanza.
Esta obra es un compendio de géneros.
Tiene mucho de folletín; coincidencias, situaciones poco verosímiles y exageradas, y todo ello, adornado con un fino sentido de humor inglés.
Los diálogos de los que ya os he hablado, se alargan muchas veces sin sentido y los acontecimientos se dosifican con ironía.
A su vez, también podemos encontrar registros de novela de misterio y policíaca, e incluso de las comedias de enredo, porque como veréis es una historia sencilla que se va complicando a pasos agigantados.

Una obra atrevida y en ocasiones alocada que reconozco que se ha convertido en otra excelente lectura compartida con los blogs de Si fuésemos libros, Un libro junto al fuego y No solo leo.


martes, 18 de abril de 2017

Y yo a ti más de Lisa Gardner

Y yo a ti más (Tessa Leoni 01)
Sinopsis:

Una pregunta, una decisión rápida y Brian Darby yace muerto en el suelo de la cocina. Su mujer, Tessa Leoni, agente de la policía estatal, declara haberlo matado en defensa propia y tiene heridas que lo confirman. Para la veterana detective D.D. Warren debería ser un caso fácil, pero ¿dónde está la hija de seis años?
Mientras la investigación entra en una búsqueda frenética de la niña desaparecida, la detective Warren ha de compartir caso con su antiguo novio, Bobby Dodge, para conseguir desentrañar los entresijos del cuerpo de policía estatal de Boston y de paso desenterrar algunos secretos familiares. ¿De verdad dispararía una agente bien entrenada a su propio marido? ¿Haría daño una madre a su propia hija?
Pero para Tessa Leoni lo peor no ha llegado aún. Sin vuelta atrás. Sin nadie en quien confiar. Tiene un único objetivo y usará toda su energía y sus conocimientos para hacer lo que ha de hacer. Ningún sacrificio es demasiado grande, nada es inconcebible. Una madre sabe a quién ama. Y todos los demás van a pagar.

Opinión: Y yo a ti más (Tessa Leoni 01)

Después de tanta novela del Siglo XIX, como he estado leyendo últimamente, me apetecía cambiar de registro, necesitaba un cambio brusco, algo totalmente diferente que aportase una pequeña descarga de adrenalina.
Este thriller lo clasificaban como trepidante, inquietante y extremo, y la verdad, es que ha cumplido bastante bien con las expectativas depositadas en él.

El comienzo de la novela resulta algo confuso.
Tras un breve prólogo nos encontramos con dos personajes en una situación límite.
La agente Tessa Leoni se enfrenta a alguien que le obliga a tomar una decisión rápida tras formularle una pregunta sencilla:
¿A quién quieres?
A continuación solo sabemos que su hija ha desaparecido y que su marido yace muerto en el suelo de la cocina con tres balazos en el pecho.
Se ha abierto la veda y la caza del criminal está en marcha.
Tessa emprende una búsqueda contrarreloj, la de su hija, mientras que toda la policía de la ciudad, al mando de la detective D.D. Warren, se vuelcan en darle caza a ella.

Lo primero que nos llama la atención es encontrarnos con dos tipos de narrador que se alternan a lo largo de toda la obra.
En primera persona tenemos la versión de la agente Tessa Leoni, protagonista de la saga, que nos ofrecerá la historia más personal.
Esa historia, pronto empezamos a ver que no coincide mucho con la realidad. Los flashback son constantes y comienzan a surgir secretos del pasado, mientras que vemos que la versión contada sobre los hechos, empieza a desmoronarse.

En tercera persona conocemos los detalles de la investigación; a la sargento detective D.D Warren, la encargada de llevar el caso y a su compañero, Bobby Dodge.

Según vayamos avanzando, iremos conociendo tanto detalles de la vida de los personajes, como sobre los lentos avances de la investigación, y aquí surge uno de los puntos curiosos, porque la investigación realmente no avanza gracias a la brillantez del equipo de investigadores, sino a las aportaciones de otros personajes secundarios, que contribuyen o colaboran facilitando información.

La autora domina muy bien el género y logra mantener una tensión constante gracias a la incorporación de giros argumentales.
Teje una red de mentiras a nuestro alrededor y los lectores nos lanzamos de cabeza a la lectura, quedando atrapados en una tela de araña que a cada paso nos va envolviendo más.
En una tela de araña los ejes principales parten de un punto central y ese punto de partida nosotros ya lo conocemos, la sospechosa muerte del marido de Tessa, Brian Darby.
A continuación pensamos que la pequeña Sophie, será el elemento sobre el que se centrará la búsqueda, encontrarla sería lógicamente la prioridad, pero nos equivocamos.
Tessa Leoni, sí centra su búsqueda en ella, pero para la Detective Warren, la prioridad es dar caza a Tessa y desde ahí encontrar a Sophie, viva o muerta, algo incongruente, porque según sus palabras el único fin es encontrar a la niña.
Pero los lectores vemos como el tiempo pasa y la investigación no parece avanzar en ningún punto.
¿El motivo? D.D

Toda la acción recae sobre los dos personajes femeninos, y sobre ellas, sobre esos personajes que derrochan una fuerte personalidad, centramos nuestra mirada.

Tessa es un personaje extremo, vemos en esta entrega, como es capaz de sobrepasar sus propios límites con el único fin de salvar a su hija. Creo que esta novela es un comienzo prometedor para la saga.
He visto una gran evolución en la protagonista, a través de todos los datos que se facilitan, tanto del presente como del pasado, y creo que será alguien que no dejará de sorprendernos.

La agente D.D. Warren, creo que es el elemento negativo de esta historia, al menos para mí, y es que este personaje o más bien su actitud, ha llegado a saturarme en exceso.
D.D está embarazada y podríamos pensar que ese sentido de protección sobre su bebé, se vuelca sobre la niña desaparecida, la sensibiliza convirtiéndola en una perseguidora insaciable sobre quién ella considera categóricamente como culpable de TODO.
Pero no, no seamos sexistas, el comportamiento de D.D se debe a que ella es así, es cansina y parece carecer de empatía.
Tessa, en un principio se nos presenta como una mujer presa de la violencia doméstica, aún así, la inspectora no le concede ni el más leve beneficio de la duda.
Se obceca en su persecución, quiere detenerla sea como sea, y termina convirtiendo el desarrollo de la investigación en un tema casi personal.
Tessa en vez de encontrar una aliada en ese mundo de hombres, solo consigue un adversario con un extremado sentido de la competitividad.
La detective convierte el hecho de que la sospechosa es guapa y vulnerable en un lema que repite incansablemente, y tantas repeticiones sobre lo mismo solo producen ruido.
Parece que sus principios están algo trastocados, ya que olvida el lema principal, nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario.
Es un personaje demasiado cuadriculado, que llega a obsesionarse con todo.

Da vueltas y más vueltas entorno a la culpabilidad y ni baraja ni acepta ninguna otra posibilidad. Lógicamente una mente tan estrecha solo supone una traba para la investigación.

Esperaba encontrar en la historia a un antagonista a la altura de Tessa Leoni, competitiva, por supuesto, pero también más razonable.
Ambos personajes son obstinados, perseverantes, pero resultan como el día y la noche.
Me sorprende que hasta el momento, en todas las reseñas leídas, nadie cuestione la personalidad de este personaje, y la tachen de inspectora brillante.
Supongo que todo se reduce a lo mismo de siempre, cuestión de gustos, pero yo en una situación comprometida, preferiría que dejasen mi caso en manos de Tessa que en alguien como D.D.

Aún así, hay que reconocer, que es una forma brillante de presentarnos y entregarle el protagonismo de la serie a la joven agente, ya que conocemos desde el primer tomo de la saga, las dos caras de este personaje, sabemos que no existen límites para ella.
Y quizás, el personaje de D.D sea la forma empleada para que los lectores participemos más y tejamos nuestras propias teorías, porque en esta novela, nada es lo que parece.
La narración y los diálogos conviven en buena armonía, y el final elegido, tras atar meticulosamente todos los cabos, pues bueno, se ajusta a lo que todos deseábamos, aunque en algún momento nos parezca cogido por los pelos. Lo que más me sorprende es que alguien tan meticulosa o quisquillosa como D.D, se conforme con algunas de las explicaciones finales.

Y llegados a este punto, poco más puedo decir, solo recomendaros esta novela que estoy segura de que no os dejará indiferentes...


martes, 4 de abril de 2017

El misterio del carruaje de Fergus Hume

Sinopsis:

Cuando un hombre es hallado muerto en el interior de un carruaje de alquiler, uno de los más distinguidos ciudadanos de Melbourne es acusado de asesinato. El ilustre joven proclama su inocencia, pero se niega a dar una coartada. Pronto se descubre la identidad de la víctima: un caballero recién llegado a la ciudad, muy bien relacionado con las altas esferas de la sociedad, y que pretendía en matrimonio a la hija de un rico hacendado, Madge Frettlby, que a su vez está enamorada de Brian Fitzgerald, un apuesto irlandés instalado en Melbourne para hacer fortuna.
Desentrañar el misterio será tarea de un eminente abogado y dos intrépidos detectives que llevarán al lector desde los más distinguidos salones de la alta sociedad, al submundo más miserable de los bajos fondos.

Opinión:

Ya sabéis lo mucho que me gusta la novela del siglo XIX.
En esta ocasión os hablo de la primera novela policíaca que logró convertirse en un bestseller.
Fue publicada en 1886, y a la muerte de su autor en 1932, se habían vendido más de 750.000 ejemplares, la mitad de ellos en los seis primeros meses tras su publicación, convirtiéndose en la novela más vendida del siglo XIX y principios del siglo XX.

Fergus Hume y el teatro.

El mayor sueño de este autor era llegar a ser un gran dramaturgo, y esa vocación se ve plasmada en esta historia, donde encontramos claras influencias del género.
El argumento parece dividido en actos, que son los que marcan de forma brusca los cambios o giros en la historia.
En el primer acto conoceremos en que consiste el misterio, y va desde el asesinato hasta la detención del joven Fitgerald.
En el segundo, nos encontramos con el juicio en su totalidad y es aquí, donde encuentro las mayores semejanzas con una obra de teatro.
La estructura de los diálogos, que son el método empleado en la ronda de declaraciones de los testigos, utilizan un estilo muy directo, haciendo uso de expresiones muy cortas que agilizan las escenas, y dando alternancia al discurso de los personajes que intervienen en esa escena.
El tercer acto se corresponde con el desenlace de la obra y conlleva una serie de revelaciones que desentrañaran el misterio que rodea al asesinato del carruaje.
En esa parte los acontecimientos se desencadenan de forma rápida y muestran de forma lineal, paso a paso la historia tal y como sucedió.
Por otro lado, no hay un gran número de personajes y en cada escena intervienen un número muy limitado de ellos. Algunos incluso desaparecen tras su corta aparición.

Un homenaje a los autores victorianos.

El libro lo componen 35 capítulos no muy extensos, y en ellos encontramos constantes alusiones a novelas y autores de la época.
Entre los referenciados podemos encontrar a Wilkie Collins, Edgar Allan Poe , Émile Gaboriau o Arthur Conan Doyle, entre muchos otros, pero quizás lo que más sorprende, son las constantes citas a escritoras, en un momento de la historia donde las mujeres, nos centraremos solo en este gremio, no estaban muy valoradas, y muchas de ellas optaban por publicar sus obras bajo seudónimo. Por eso resulta extraño a la vez que admirable, que Fergus las haga un hueco en su obra y sobre todo que de los constantes comentarios se desprenda la gran admiración y respeto que sentía por las obras de Mary Elizabeth Braddon y Anna Katherine Green, por cierto reseñadas en este blog.


¿Realismo o Naturalismo?

Las clásicas novelas victorianas se caracterizaban porque reflejaban de forma muy real la vida social de la época, en concreto sobre la aristocracia y la clase media emergente.
Pero esta historia, que muchos incluyen dentro del género del Realismo, tiene unos rasgos pronunciados que a mi me parece que pertenecen más bien al Naturalismo, ya que la trama, aunque habla de la aristocracia, profundiza bastante más en la vida callejera, adentrándose en los suburbios más marginales. Hace especial hincapié en la diferencia de clases, refleja la parte más dura y oscura de la condición humana y las taras sociales como la prostitución, las bandas callejeras o el alcoholismo.
Vemos una amplia critica social, aderezada con buenas dosis de ironía. La clase alta se resguarda tras un velo de hipocresía, tras falsas apariencias que serán un elemento fundamental en el desarrollo del argumento.

Una historia policial un tanto inusual.

No nos encontramos ante una historia policial al uso. Pensamos que al tratarse de una novela policíaca, el responsable de llevar a cabo la investigación será un detective, y eso no es del todo cierto.
Samuel Gorby es un detective que al comienzo parece que será el encargado de desentrañar el misterio, pensamos que su intervención será constante, pero poco a poco, según avanza la trama, vemos como este personaje empieza a perder fuelle y termina haciendo, como se diría en teatro, Mutis por el foro, es decir, saliendo de escena...

En ese momento, hacen acto de aparición dos personajes con bastante relevancia para el argumento. Un nuevo detective, Kilsip, con bastante más fuerza y personalidad que el anterior y Ducan Calton, el abogado defensor.
Pero tanto Gorby como Kilsip, son detectives imperfectos, con modos poco convencionales y mientras ellos se discuten el aplauso del público, Calton toma el mando de esta investigación y será finalmente quien, con su sagacidad, desentrañe la mayor parte del misterio.
Calton es un personaje muy bien definido y con el que el lector logra empatizar. Para mí, es el mejor personaje de toda la historia con diferencia.

Arquetipos

Sobre el resto de personajes no hay mucho que decir.
Podríamos hablar de Brian Fitgerald, el joven que es acusado desde el comienzo, y que desempeña uno de los papeles principales, pero no llega a cuajar.
Aunque el personaje está muy bien definido, a mí no deja de parecerme un peón, aunque necesario para el desarrollo de la trama, pero solo un peón.
Madge Frettlby, su enamorada, hija de un rico hacendado de Melbourne, tampoco me llega a convencer, y el motivo es que ambos personajes, al igual que el resto que aparecen en este relato, están demasiado estereotipados.

Las mujeres parecen tiernas flores de invernadero, demasiado ingenuas, con muy poco que decir o más bien nada, ya que su conversación resulta completamente vacía, ajustándose al canon de la época.
Los hombres, virtuosos y en apariencia inteligentes, portadores del fino sentido del humor inglés.
La clase humilde, además de tener que cargar con el lastre de la falta de cultura, aparecen cargados de defectos, faltas que no dudan en utilizar los de la clase snob para mofarse de ellos.
Entre medias de estas clases surge otra, la correspondiente a los dos detectives y que parecen mantenerse al margen de todas estas características.

Detalles

La novela incluye en la narración, cartas, fragmentos de los periódicos, transcripciones del juicio, lo que aporta un cambio en la estructura que convierte en amena la lectura.

Al final de la obra encontramos un posfacio donde Fergus Hume, nos cuenta no solo como surgió la idea de la novela, sino todas los problemas que tuvo que solventar antes y después de su publicación.

Por último, recomiendo dejar la lectura de la introducción, para el final. Creo que en ella se dan demasiadas pistas sobre el desarrollo de la trama, que en algún momento pueden llegar a destripar parte del argumento.


martes, 20 de diciembre de 2016

La linea divisoria de Carlos Laredo

La línea divisoria (Cabo Holmes 04)
Sinopsis:

Un pescador acude al puesto de la Guardia de Civil de Corcubión afirmando haber visto cómo alguien había sido arrojado al mar desde un lujoso yate. Tras la aparición de un hombre ahogado en la misma zona, el cabo primero José Souto, conocido como el cabo Holmes por su afición a la novela negra y la minuciosidad de sus investigaciones, se encarga del caso, que tiene todo el aspecto de tratarse de un asesinato. No lo tendrá nada fácil, ya que el yate pertenece a un importante empresario gallego muy bien relacionado en las altas esferas y cuyos abogados y empleados no están precisamente dispuestos a colaborar. La aparición de Julio César Santos, el detective madrileño, que casualmente busca información sobre el mismo empresario, aporta a la investigación un toque extra de tensión y suspense, que llevará a los dos protagonistas hasta una resolución tan peligrosa como inesperada.

Opinión: La línea divisoria (Cabo Holmes 04)

Los géneros de novela policíaca y/o negra, en los últimos años se han reinventado.
De un tiempo a esta parte, han experimentado una notable evolución, eso ya lo he mencionado con anterioridad, lo que creo no haber dicho, es que de ese movimiento de progreso se ha beneficiado especialmente la novela española.
Parece que en los últimos años hemos logrado desbancar a los autores nórdicos, que en la última década se habían posicionado en los primeros puestos del ranking internacional, negándose a abandonarlos.
Ahora, nuestros autores están haciendo resurgir estos géneros con fuerza y no solo en nuestro país, siempre gracias a su buen hacer, a una imaginación desbordante y a la diversidad de argumentos y escenarios.
De la mano de escritores como Mikel Santiago, Dolores Redondo, César Pérez Gellida, Alicia Giménez Bartlett, Lorenzo Silva, Víctor del Árbol, Domingo Villar o Carlos Laredo, por citar solo a algunos (porque haber hay muchos más y la lista se haría interminable), estamos conquistando el resto de mercados.

Tras esta breve introducción y tratándose de la cuarta novela de una saga que no sufre altibajos (uno de los puntos positivos para leerla completa), voy a intentar sintetizar de la forma más breve posible las ideas principales, añadiendo por supuesto mis impresiones sobre la nueva lectura.
Lo principal ya ha sido mencionado, así que voy a continuar indicando otras señas de identidad que caracterizan a esta saga.

Los títulos elegidos siempre están estrechamente relacionados con el caso que le tocará desentrañar al cabo Souto. Por lo tanto, nosotros ya hallaremos las primeras pistas sobre la investigación que se desarrollará en el interior.

Los elementos básicos de una trama...
Salvo en la primera entrega donde el ritmo narrativo disminuía ligeramente tras el comienzo, en el resto de libros se mantiene constante, generando intriga y aumentando nuestro interés por el argumento.

En un principio la trama nos llega desde dos hilos argumentales, el de Santos y el de Holmes que se van sucediendo, hasta llegar a un punto donde ambas historias terminan fundiéndose en una única. Se consigue así, respetar el orden cronológico lineal en que suceden los acontecimientos.

Los escenarios elegidos para desarrollar el argumento siguen siendo entorno a los idílicos parajes que componen la Costa da Morte gallega. Indudablemente en este apartado no podía olvidar mencionar las descripciones, aunque en este último libro hayan resultado más escasas o breves que en los anteriores.

En resumidas cuentas, es una saga entretenida, bastante fiel a la realidad, y eso al fin y al cabo es lo que buscamos los lectores.

Tampoco podemos olvidar hablar de los personajes.
En este caso me centraré solamente en el cabo Souto (Holmes) y en el detective César Santos.
Son personajes dinámicos, otro detalle que es importante para el desarrollo de la saga.
Individualmente, van progresando de una novela a otra, se ve como maduran, como evolucionan y aquí he de decir que de forma muy acertada, Carlos Laredo, ha recuperado al personaje del detective madrileño que estuvo ausente en el anterior caso, el secreto de las abejas.
Y es que Santos y Holmes forman un equipo que aún en la distancia, resulta inmejorable.

He hablado de que individualmente son personajes que crecen de una novela a otra, pero lo mismo ocurre en la relación de amistad/cooperación que ha surgido entre ellos.
En un principio no me convenció, pero reconozco que ha ido ganando en credibilidad.
Ahora esa relación que ha nacido entre ellos y que se ha afianzado con el paso del tiempo, hace que un personaje se complemente con el otro, todo ello aderezado con unos diálogos inteligentes y bastante simpáticos, porque ambos personajes son para darles de comer a parte, e intentan en más de una ocasión ir de sobrados saliendo al final trasquilados.
Para suerte para los lectores, estos dos personajes no pueden permanecer mucho tiempo separados y terminan recurriendo el uno al otro para solucionar sus casos.

Otro detalle que llama la atención, es que son dos personajes que logran intrigar bastante al lector,  nunca llegamos a conocerlos del todo ni se hace excesivo hincapié en su vida anterior, creando un halo de misterio entorno a los personajes.

Para terminar quiero decir, que a pesar de no haber subido la valoración y mantener la nota en un 8, esta novela me ha resultado hasta el momento, la mejor de la saga.
Esa evolución que aparece reflejada en los personajes, esa mejora, también está presente en la prosa de Carlos Laredo, se nota más madurez en su escritura, el argumento me ha resultado más calculado, más complejo, y al final todo hay que decirlo... termina casando a la perfección.

En la anterior reseña di un pequeño tirón de orejas al autor, cariñoso eso sí, y ahora visto lo visto o mejor dicho leído lo leído, lo justo es decir que ha mejorado con creces y que para futuras entregas, sabiendo lo exigentes que somos los lectores y lo ávidos que estamos de nuevas aventuras de Holmes, no nos conformaremos con un Progresa adecuadamente sino con un Supera con creces las espectativas  y dicho esto me despido con un...
Hasta la próxima lectura.

Podéis leer el resto de reseñas pertenecientes a esta saga, pinchando en la pestaña superior de "Sagas", o accediendo a través del autor.


miércoles, 19 de octubre de 2016

Rebeca de Daphne du Maurier

Sinopsis:

"Anoche soñé que volvía a Manderley..."

Nadie que conozca la película basada en esta novela podrá olvidar la voz en off que recita la frase inicial de la obra más lograda de Daphe du Maurier: REBECA.
Así comienzan los recuerdos de la segunda señora de De Winter, que la transportan de nuevo a la aislada y gris mansión situada en la húmeda y ventosa costa de Cornish.
Con un marido al que apenas conoce, la joven esposa llega a este inmenso predio para ser inexorablemente ahogada por la fantasmal presencia de la primera señora Winter.

Opinión:

Esta novela de la que hoy os hablo y que fue escrita  por la famosa novelista inglesa Daphne du Maurier en 1938, está considerada como una de las mejores novelas policíacas. Por ese motivo, cuando desde el blog de Juan Carlos se me invitó a participar en el reto de Libros encadenados, vi la oportunidad perfecta para releer esta historia y de paso, aportar un nuevo libro a la pestaña de El rincón de los clásicos.

La forma de narrar tan completa y detallada, con un ritmo pausado y cadencioso, sumado a ese comienzo elegido que nos da la bienvenida a sus páginas y al suspense que se esconde tras ellas, creo que forman un pequeño conjunto de elementos que son los que le dan la nota brillante a esta novela.

"Anoche soñé que había vuelto a Manderley. Me encontraba ante la verja del parque, pero durante algunos momentos no pude entrar. La puerta estaba cerrada con candado y cadena. Llamé en sueños al guarda, pero nadie me contestó, y cuando miré detenidamente a través de los barrotes mohosos de la verja, vi que la caseta estaba abandonada".


La novela está narrada en primera persona por la segunda mujer de Maximilian de Winter, desde un presente que intenta parecer feliz pero donde pesan demasiado los acontecimientos del pasado.
La nueva Sra. de Winter, nos hace retroceder en el tiempo para empezar a narrar la historia desde el momento en que conoce a Maxim.
Y con esto llega el primer aporte de misterio. En ningún momento de la obra se menciona el nombre de la joven... pero de esto ya hablaremos un poquito más abajo, porque antes quiero que conozcáis a los dos personajes que acapararán toda nuestra atención,

En esta historia existen dos protagonistas omnipresentes, que se encargan de marcar los pasos de todos los personajes y de sus acciones.
Uno, como bien indica el título es Rebeca. Un personaje que no aparece físicamente, pero cuya presencia parece acechar en todas las esquinas, como un fantasma, calando profundamente, acaparando todas las atenciones y eclipsando con su sola presencia.
El otro personaje ubicuo, es la mansión, Manderley.
Aquí es donde el lector cae rendido ante la prosa tan descriptiva que emplea Daphne du Maurier. Consigue crear una atmósfera arrebatadora.
La gran mansión, construida sobre una hondonada y rodeada de una enorme pradera, aparece como por arte de magia ante nosotros, imponente, envuelta en brumas y flanqueada por bosques, con el mar como tapiz al fondo. Un espectáculo sobrecogededor... porque en esta historia, los escenarios poseen una fuerza sobrenatural que también se plasma en el argumento.
El interior, con sus habitaciones, la amplia escalinata de la entrada, el eco de las pisadas por los corredores, son elementos que crean el ambiente necesario para aportar más intriga al argumento.


Quizás el comienzo de la lectura, puede parecer algo lento para algunos lectores, pero tan solo son 30 páginas que se leen en un suspiro y que nos invitan a conocer un poco como serán los personajes.
Y ahora sí, ha llegado el momento de hablar de los personajes. pero no de todos.
Curiosamente, los personajes femeninos son los que consiguen cautivar e hipnotizar al lector. Todo el peso de la trama recae sobre ellos y de forma brillante salen airosos del encargo. Por ese motivo no voy a entrar en detalles sobre los personajes masculinos.

La nueva esposa, hay que reconocer que no está a la altura y no solo porque ella lo repita de forma constante.
El personaje sufre una ligera evolución, pero no experimenta un cambio lo suficientemente pronunciado para que me haya convencido. No he logrado conectar con ella.
En ocasiones tiene un comportamiento y unas reacciones infantiles que llegan a rozar el absurdo. No me gustan los personajes de este tipo, tan lastimosos que se pasan la vida justificándose y justificando a terceros, que sin llegar a considerarse el centro del mundo, piensan que todos andan pendientes de sus acciones para juzgar u opinar después sobre ellos. Me parecen algo paranoicos y al final ven fantasmas donde realmente no los hay.

La duda sobre la extraña muerte de Rebeca empieza a planear por su cabeza, a obsesionarla y los celos aparecen en un personaje que como ella misma se define, y como nosotros podremos observar a lo largo de toda la novela, es débil, insegura, impresionable e inmadura.
La falta de nombre que he mencionado con anterioridad, es significativa y acrecienta lo insustancial del personaje. Solo sabemos lo que dice Maxim al respecto:

"Tiene un nombre poco corriente y encantador..."

En algunas culturas se cree que los nombre no sirven únicamente para llamarnos, sino que contienen la esencia misma de la persona. No vamos a exagerar hasta tal punto, pero el quitarle ese derecho a este personaje hace que aparezca ante nosotros como un ser insignificante, totalmente manejable frente al gran personaje de Rebeca, a la que se le da mayor importancia o relevancia y que domina totalmente el argumento.
Lo mejor es ver la lucha de esta joven contra el fantasma inexistente de Rebeca,

Rebeca o más bien su sombra permanece de forma constante en la mansión, de ello se encarga la Sra. Danvers, el ama de llaves. Un personaje extraño, escalofriante, que sentía una adoración enfermiza por Rebeca y que ha terminado convirtiéndose en obsesión. Sin duda el personaje redondo de esta novela.
Y esto me lleva a otro punto importante que puede llevarme a "justificar" el comportamiento infantil del que acuso a la joven Sra. de Winter.
La diferencia social y/o cultural creo que es el causante de crear, ese gran contraste que existe entre todos los personajes femeninos.
La Sra. Danvers, como ama de llaves, es una mujer instruida; Rebeca y su cuñada Beatriz pertenecen a la clase alta, más liberal y la única que no encaja en ese mundo, al que ha llegado de rebote, es la nueva esposa. Como podéis apreciar, quizá su forma de actuar, tímida en ocasiones e incluso demasiado servil y asustadizo en otras, se deba precisamente a su status social y/o a la educación recibida.

Como podéis observar, Maximilian de Winter y el resto de personajes masculinos, son meramente secundarios. Personajes ambientales que sirven de adorno para la excelente trama.

Al principio de esta reseña os hablaba de que el comienzo era magnifico, y ahora ha llegado el momento de hablar del final.
La opción elegida para terminar esta novela está totalmente a la altura. Cargada de silencios deja al lector completamente intrigado, nos invita a imaginar o más bien a elucubrar sobre el futuro de los personajes y sobre todo de Manderley.

Curiosidades...
La obra de Daphne du Maurier, en general, ha sido una fuente de constante inspiración y creatividad en muchos aspectos.

  • Los cineastas se rifaban sus obras para llevarlas al cine, entre ellos y por poner un ejemplo, estaba Alfred Hitchcock, que hizo las adaptaciones cinematográficas de varias de sus obras, no solo de Rebeca, también de La posada de Jamaica y de la archiconocida, Los pájaros
  • De la misma forma, han sido publicados varios libros que dan continuidad a esta historia de Rebeca. Unos escritos con mayor acierto que otros, como La Sra de Winter de Susan Hill, que reseñaré en breve.
  • Según el Diccionario de la Real Academia Española; en castellano, se denomina rebeca al tipo de chaqueta que curiosamente llevaba la protagonista de la película, Joan Fontaine.
  • Y en Psicología, se conoce como El síndrome de Rebeca, a los celos patológicos hacia la ex-pareja de la pareja, cuando son sin fundamento y llegan a afectar al comportamiento normal de quien los sufre.