martes, 3 de abril de 2018

La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez

Sinopsis:

Agnes Marti es una arqueóloga en paro que se ha mudado a Londres en busca de una oportunidad laboral. Una tarde, desanimada y triste por su poco éxito profesional, tropieza en el corazón del barrio del Temple con el pomo de una puerta en forma de pluma, el sonido de unas lúgubres campanillas y el hermoso rótulo azul de Moonlight Books. La librería, regentada con encantador ceño fruncido por Edward Livingstone, debe su nombre a un espectacular techo de cristal que permite contemplar la luna y las estrellas en las noches despejadas. Intrigada por la personalidad y el sentido del humor del señor Livingstone, Agnes decide aceptar la oferta de convertirse en ayudante del librero mientras continúa su búsqueda de trabajo. El té de la tarde en el rincón de los románticos, las visitas de Mr. Magoo, las conversaciones con la bella editora de Edward, las cenas junto a la chimenea del Darkness and Shadow y la buena lectura convencerán a Agnes de que la felicidad está en los pequeños detalles cotidianos. Pero aunque Moonlight Books podría parecer un oasis de paz en el acelerado Londres, las extrañas campanillas de su puerta daran paso a los sucesos más inesperados: una noche de tormenta, el inspector John Lockwood...
Una comedia muy feelgood, con un toque Wodehouse irresistible. Un homenaje de la autora a sus libros y escritores favoritos.

Opinión:

"—El mundo sería un lugar mejor si no nos avergonzáramos de tener días entrañables".

Una historia que es pura magia:

Mónica Gutiérrez era para mí, una total desconocida. De hecho lo que me empujó a leer este libro, en un principio, fue la imagen de portada y ese título que me parecía tan sugerente.
Sin necesidad de leer la sinopsis, intuí que esta novela estaba hecha para mí.

La librería del señor Livingstone, y no os asustéis por lo que viene a continuación, es una historia de esas que encuentras muy de tarde en tarde, de las que lamentas cada página que lees porque auguran un final cada vez más próximo.
Con una trama sencilla, sin grandes intrigas, pero con unos protagonistas que en poco tiempo consiguen hacerse un hueco y mantener encendida una pequeña llama en nuestro corazón de lector.
Es un claro y sincero homenaje a los libreros, pero sobre todo, a las historias y personajes que sobreviven en el interior de los libros, esperando en silencio a que alguien los elija y así, pasar a formar parte de nuestra memoria.

¿Y qué es eso de Feelgood?

"—Pero usted me dijo que esta novela era divertida —protestaba la mujer blandiendo un ejemplar de Reina Lucía, de E.F. Benson— y no pasa absolutamente nada.
—Eso es lo divertido.
—No lo es. Si quisiera un libro en el que no se moviese ni una hoja leería a Henry James".

Esta obra se incluye dentro de este género, y viene a significar que tenemos entre manos una historia en la que apenas ocurre nada extraordinario, pero de final feliz, y cuyos protagonistas no son héroes pero nos sirven de guía para hallar una felicidad que se encuentra en los gestos más simples.

Planta baja: Clásicos y libros ilustrados...

"—Shhh —le riñó Agnes al ver que Livingstone se acercaba con la bandeja del té—, él está orgullosísimo de esas escaleras.
—Y yo de mis trajes, querida, pero pasaron de moda en 1956".

Mónica Gutiérrez nos va a sorprender desde el comienzo.
Su narración es sencilla, cuidada, con unas descripciones esmeradas que impactan en el lector y nos transportan al interior de esa librería tan especial, Moonlight Books, con ese olor tan característico a libros; con su rincón de los románticos; con su escalera de caracol modernista que nos lleva hasta la segunda planta, donde podemos contemplar el firmamento a través del majestuoso techo de cristal; incluso habría que decir en este apartado, que la librería dispone de su propio bicho raro, un escritor residente que forma parte del mobiliario de lunes a viernes... en pocas palabras, la autora derrocha cariño e imaginación, en todos y cada uno de los detalles.
Nos invita a entrar en ese lugar tan especial, a formar parte de la trama conviviendo con sus personajes.
Somos un elemento más de la novela porque nos sentimos totalmente integrados dentro de ella; y es que esta librería, es el paraíso donde todos querríamos perdernos indefinidamente, no solo es el alma de esta narración, también es una especie de País de nunca jamás donde las agujas del reloj se detienen, con estanterías cargadas de fantásticas aventuras y donde podemos dejar volar sin miedo, nuestra imaginación.

"—Eres el niño más descarado del hemisferio norte, Oliver Twist.
—Soy el único niño que conoce en todo el planeta Tierra.
—Se debe a que siempre dejo para después conocer a los niños. Es un asunto trabajoso que lo voy postergando y postergando, tanto que cuando me decido a conocerles ya se han convertido en adultos".

En el anterior apartado os he dicho que Moonlight Books es el alma de este libro, pero también es cierto que la historia no existiría sin los personajes, sin ese elenco de actores que hace crujir sus suelos de madera al caminar y que buscan aventuras escondidas entre las altas estanterías.

Esta escritora consigue el combinado perfecto de personajes y literatura.
Rinde así homenaje a sus autores preferidos y de paso a nosotros nos sirve, de recuerdo o de incentivo para leer esas novelas, porque de lo que estoy completamente segura, es que la lectura de esta obra nos llevará a leer otras de las que aquí se citan.
Dota a los personajes de un poder único para integrar en los diálogos fragmentos extraídos de libros clásicos, con lo cual no debe resultar extraño encontrarnos al señor Livingstone enarbolando frases de la obra de Shakespeare, como si se tratase de un personaje de Hamlet o Macbeth, haciendo un excelente ejercicio metaliterario.

"Donde ahora estamos son dagas las sonrisas de los hombres [...]".
(Acto II, escena IV, Macbeth, William Shakespeare).

Es una novela totalmente recomendable para los amantes de la literatura, donde los clásicos ocupan un lugar privilegiado pero dejando, eso sí, espacio a otras obras contemporáneas.
De esa forma recordaremos pasajes de sueños de un noche de verano, el mercader de Venecia, Oliver Twist, Ana Karenina, Romeo y Julieta, la tempestad o Peter Pan y Frankenstein, que aparecerán citados junto con El señor de los anillos... entre otras muchas.
Algunas frases y diálogos son totalmente brillantes y arrancan la carcajada espontanea en el lector. A lo largo de esta reseña, como ya habéis podido observar, os voy dejando algunas pequeñas muestras.

Todos los personajes, sin excepción, y aquí incluyo también a los secundarios, son perfectos y entrañables. No hay ninguna nota discordante.
Todos se complementan y parecen escapados de los libros. Tenemos a nuestro querido señor Livingstone, un personaje imposible de olvidar; al pequeño e inteligente Oliver Twist, un geniecillo rubio experto en astronomía; a Agatha Dresden, una lectora incansable, o al señor Caldecott, un sastre que parece un clon de Mr. Magoo, poseedor de un encanto especial que él asegura haber perdido tiempo atrás... y muchos, muchos más personajes memorables, que nos arrastrarán a esta aventura literaria. 

Conclusión: Yo creo en las hadas... 

"—Disculpe —se dirigió muy educado al señor Livingstone—, necesito leer Alicia, de Lewis Carroll.
—¿En el país de las maravillas o A través del espejo?
—En mi casa, por favor".

Pues sí, Mónica Gutiérrez es una especie de hada, que utiliza las palabras como Campanilla el polvo que hace volar a Peter Pan.
Palabra a palabra nos transporta hasta el corazón del barrio del Temple, en pleno Londres. Nos hace cruzar esa puerta mágica que tiene un pomo en forma de pluma, oímos las campanillas y en ese preciso momento, el tiempo se detiene. Vemos pasar las hojas con una sonrisa perpetua alojada en nuestra cara, y nos sentimos bien, felices.
Es una historia que activa los químicos de la felicidad, no necesitamos nada más...

martes, 27 de marzo de 2018

Salem's Lot de Stephen King

Sinopsis:

Nueva edición ilustrada de la segunda novela de Stephen King. Un imprescindible clásico del terror.
Recién enviudado, el autor de éxito Ben Mears decide volver a su ciudad natal de Salem's Lot. Allí escribirá un libro sobre Marsten House, una mansión antiguamente habitada por un asesino de niños, donde vivió una terrorífica experiencia cuando era joven.
Dos hombres de negocios han adquirido la casa abandonada y, misteriosamente, ya ha muerto un niño y desaparecido su hermano.
Una pesadilla indescriptible está a punto de desatarse en la apacible ciudad de Maine.

  Opinión:

Con motivo del reto mensual de marzo, propuesto por el blog Si fuésemos libros, del que ya os he hablado hace un par de semanas, me comprometí a leer la novela de King, "El resplandor", y resultó que al final no fue solo una la leída, sino dos, y lo cierto es que volví a disfrutar con ellas, redescubriendo esa pasión que sentí por el género hace muchos años.

Esta obra publicada en 1975, es su segunda novela y aquí en España nos llegó por primera vez bajo el título de El misterio de Salem's Lot.
Esta edición que hoy reseño, es una edición limitada que incluye fotografías en blanco y negro, dos cuentos inéditos y más de cincuenta páginas que fueron eliminadas en ediciones anteriores, así como una nueva introducción del escritor.

La imaginación de este autor, como ya sabréis los amantes del género, es asombrosa.
Tiene una capacidad única para elaborar tramas; en una obra puede centrarse en el mito vampírico y en otras en el de las casas encantadas, en los coches que cobran vida o simplemente, hablarnos de la obsesión de una lectora por su ídolo literario. Toca cualquier tema cotidiano y lo convierte en una obra espeluznante, manteniéndonos expectantes hasta el final.

En esta novela, el gran maestro, comienza haciéndonos una breve presentación de dos de los personajes, mostrándonos como es su vida tras los extraños sucesos ocurridos en la localidad de Salem's Lot.
A continuación nos hace retroceder en el tiempo para relatar la historia desde el inicio. Una narración lineal que mantiene el suspense y la tensión hasta el punto final.

El ambiente de la obra, está marcado completamente por la presencia omnipresente y dominante de la casa Marsten.
Una mansión que arrastra una trágica historia, y que domina el pueblo desde la colina, como una especie de ídolo sombrío, que parece cobrar consciencia y que resulta visible desde cualquier punto del pueblo.
Un escenario que parece vigilar y acechar cada uno de los movimientos de los habitantes de la pequeña localidad de Jerusalem's Lot.

Para incrementar el suspense, King se vale de dos personajes ajenos a esa población que entran en escena prácticamente al mismo tiempo.
Uno, es el escritor Ben Mears, obsesionado desde niño con la mansión de la colina, y el otro, Richard Straker, un anticuario que ha abierto una tienda en el pueblo y comprado la citada mansión junto con su jefe, el siempre ausente, Kurt Barlow. Sobra decir que nadie, con dos dedos de frente compraría la casa Marsten para vivir, y ellos lo hacen sin mostrar ningún reparo, así que no es difícil averiguar que Barlow y su secuaz Straker serán el elemento oscuro de la narración.

El comienzo es algo lento.
Nos encontraremos con una descripción minuciosa de cómo es esa pequeña y tranquila localidad, y quiénes son sus habitantes; eso sí, aprovecho para haceros una pequeña advertencia, una vez que la narración tome "vidilla" y los colmillos se afilen, las conversiones se sucederán en forma de progresión geométrica y ya no se concederá ninguna pausa al lector, ni tan siquiera para que recobre el aliento.

Stephen King, se mueve de forma magistral en este género de terror tan elástico, un género que le permite infundirnos un miedo casi infantil, onírico; hacia una casa que nos vigila, hacia los secretos que se esconden en su sótano y que nuestra imaginación convierte y distorsiona, haciéndonos saltar del miedo al terror.

Las curiosidades:

El título:
El primero elegido para la versión en inglés fue Second Coming (Segunda venida) pero luego se optó por Jerusalem's Lot. Los editores aún así, no estaban muy conformes con la elección ya que pensaban que sonaba demasiado religiosa y al final lo cortaron por Salem's Lot.

En España los títulos también sufrieron variaciones, la primera versión se publicó bajo el título de La hora del vampiro y después se cambió por El misterio de Salem's Lot. 
La nueva versión ilustrada que yo he leído, tampoco es tan reciente de 2007 y se optó por publicarla con el título de la versión inglesa, Salem's Lot.

Los personajes: 
La curiosidad reside en que varios de los personajes que encontraremos en esta historia también aparecerán en otras más adelante, por ejemplo: el sacerdote católico Donald Callahan reaparecerá en algunos tomos de "La torre oscura" y Clyde Corliss en "El ciclo del hombre lobo"

Adaptaciones:
En 1979 se hizo una pequeña miniserie, titulada El misterio de Salem's Lot y que tenía como protagonistas a David Soul y a James Manson, entre otros muchos.
En esta miniserie, Barlow el vampiro, tenía el aspecto de Nosferatu, mientras que en el libro Barlow, tiene un aspecto aparentemente normal y humano.
En 2004 se hizo un remake de la anterior miniserie que tengo pendiente de ver y esta vez fue protagonizada por Rob Lowe.


martes, 20 de marzo de 2018

Intuición de Elisabeth Norebäck

Sinopsis:

¿Si secuestraran a tu hijo, lo reconocerías veinte años más tarde?

Stella y Daniel eran adolescentes cuando tuvieron a Alice. Un año más tarde, durante las vacaciones de verano, Alice desaparece y, tras una intensiva y larga búsqueda, el caso queda cerrado y la familia destrozada para siempre. Años más tarde, Stella ha rehecho su vida: trabaja como psicoterapeuta, se ha casado y tiene un hijo adolescente. Todo cambia cuando aparece en su consulta una joven que se parece mucho a Alice. ¿Es posible que su hija desaparecida esté viva?
Intuición trata sobre dos de nuestros mayores miedos: perder a un hijo y perder la cabeza.

Opinión:

Desde hace unos años, no es extraño encontrarnos una gran parte de los stands de novedades ocupados por novelas que comparten un rasgo en común, el de hacer hincapié en la psicología de los personajes y en sus estados emocionales, me estoy refiriendo a lo que denominamos como thriller psicológico.
Este subgénero, que deriva del de suspense, incorpora como elementos fijos, algunos extraídos de la novela policíaca o de la negra. No son novelas profundas, y tampoco permanecen durante mucho tiempo en las listas de los más vendidos; pero estos libros, que todos buscamos en más de una ocasión y por los que yo me siento inevitablemente atraída, nos aportan no solo una lectura sencilla, sin complicaciones, sino que también nos entretienen y atrapan desde las primeras páginas.

Hace ya unos meses os dije en otra reseña, en la de "Escrito en el agua", que del thriller psicológico alguien se había sacado otro subgénero, el domestic noir, y que tenía como requisito indispensable que la investigación, en la cual no intervenía ni policía ni detectives de forma directa, corría a cuenta del protagonista principal, una mujer.
Pues bien, en este caso, no tenemos una protagonista femenina, sino tres, así que habrá quien lo encuadre dentro de ese subgénero que a mi me cuesta emplear, porque no encuentro lógica a lo de crear una categoría literaria, o subgénero, destinada a un sector predominantemente femenino.

Elisabeth Norebäck nos muestra como una historia de suspense también puede ser rica en emociones profundas y dramas personales, que precisamente en este caso, son los que dan la profundidad psicológica a las protagonistas.

En esta novela no vamos a encontrar grandes personajes, líderes naturales que marquen al lector con sus fuertes personalidades; aquí lo que tenemos son tres personajes totalmente reales, que nos muestras sus conflictos personales y sobre todo sus defectos.

Nos encontramos con una narración a tres voces, tres historias que nos ofrecen su relato en primera persona.
Las protagonistas son Stella, Isabelle y Kerstin, y entre su forma de narrar no vamos a encontrar grandes diferencias, salvo que Stella en su hilo argumental, incorpora algunos pasajes breves que rememoran el pasado.
La trama, por lo tanto nos llegará a través de estos tres personajes y de una forma muy pausada, al menos en el comienzo. Un suspense sostenido que se retroalimentará con los aportes emocionales de cada una de ellas.
Llegando a la mitad de la novela, la intriga se intensifica al tiempo que los acontecimientos se aceleran.

¿Cómo intensifica esta autora el suspense?
La nota más característica es la brevedad de los capítulos que no solo aporta agilidad a la lectura, sino que obliga a saltar de un narrador a otro, generando intriga al dejar algunas escenas de tensión dramática, interrumpidas.

También hace uso de algunos giros argumentales, que crean desconcierto en el pequeño puzzle que va construyendo el lector en su cabeza.
Cada personaje nos muestra su peculiar punto de vista sobre los hechos, profundizamos en su perfil psicológico y nosotros que intentamos descodificar sus relatos, comparando para encontrar alguna pequeña discordancia, empezamos a desconfiar de todas las versiones por igual, preguntándonos quién de las tres cuenta la verdad, porque lo cierto es que todas ellas son parcas a la hora de dar detalles... y nosotros, terminamos especulando con lo que va a ocurrir en las siguientes escenas.

La personalidad compleja de cada una de ellas también nos impide ver lo que realmente esconden y esa es la baza más importante por la que apuesta la autora, juega con nuestra cordura y con la de los personajes.
Ahora bien, aunque es un buen elemento a tener en cuenta, también puede convertirse en un arma de doble filo, porque en mí caso, la desconfianza en los personajes, ha sido el mayor obstáculo a la hora de empatizar con ellas.

Elisabeth Norebäck crea una historia de suspense al mismo tiempo que profundiza en un amplio abanico de temas más complejos, como el dolor por la pérdida o desaparición de un hijo, los remordimientos, la culpa y las dudas, o las mentiras y obsesiones; elementos que combinados con acierto consiguen atraparnos y hacernos desconfiar de todo lo que leamos, elemento primordial en un buen thriller.

El "pero" llega en el final, con un desenlace que a mí me hace rechinar un poco los dientes.
Me resulta demasiado acelerado y previsible; es de esas escenas que el lector ve venir, replicadas una y otra vez en la literatura y el cine; ¡qué funcionan, sí! pero ¿por qué conformarnos con el típico final para una historia que prometía?, eso sin contar con algunos detallitos que dan la sensación de estar cogidos por los pelos.
Y es que ya sabéis lo que dicen de las prisas, que hacen que algunas piezas no encajen del todo bien...

A la escena final, a ese momento en que los autores devuelven la tranquilidad a sus protagonistas y que parece una parte imprescindible para que los lectores nos quedemos conformes; a esa escena que cumple la función de epílogo, la autora podía haberle dedicado un poco más de tiempo, haberse extendido más.
En cambio, parece optar por dejar el futuro de una de las protagonistas en nuestras manos o en manos de nuestra imaginación, algo que a mí en particular, no me gusta en los libros.
Si me das una historia, finalízala, arriésgate; no hagas como Víctor Frankenstein, crear una criatura y luego dejarla en manos del destino.

A pesar de esto último, creo que es una novela a tener en cuenta, bastante interesante.
Las diez páginas finales no tienen por qué hacer luz de gas a lo interesante que hemos encontrado en las otras quinientas... así que, si sois de los que no se dejan frenar por un final clásico, deberíais darle un voto de confianza a esta nueva autora y a su ópera prima.


martes, 13 de marzo de 2018

El resplandor de Stephen King

Sinopsis:

REDRUM.
Esa es la palabra que Danny había visto en el espejo. Y aunque no sabía leer, entendió que era un mensaje de horror.
Danny tenía cinco años. Y a esa edad pocos niños saben que los espejos invierten las imágenes y menos aún saben diferenciar entre realidad y fantasía. Pero Danny tenía pruebas de que sus fantasías relacionadas con el resplandor del espejo acabarían cumpliéndose: REDRUM… MURDER, asesinato. Pero su padre necesitaba aquel trabajo en el hotel. Danny sabía que su madre pensaba en el divorcio y que su padre se obsesionaba con algo muy malo, tan malo como la muerte y el suicidio.
Sí, su padre necesitaba aceptar la propuesta de cuidar de aquel hotel de lujo de más de cien habitaciones, aislado por la nieve durante seis meses. Hasta el deshielo iban a estar solos.

Opinión:

Dicen que un libro muchas veces lleva hasta otro, y es cierto al menos en este caso.
Tras leer El reloj de sol de Shirley Jackson, me lancé al nuevo reto mensual propuesto por el blog amigo de Sifuésemoslibros.
El reto, consistía en leer un libro del gran mago del terror, Stephen King; daba igual el que fuese, y ya que en la portada de El reloj de sol se indicaba que esa obra había inspirado a King para escribir El resplandor, me propuse que sería mi próxima lectura.
También, no hay que olvidar mencionar, que esta novela tiene influencias de otras obras célebres como The haunting of hill house (La maldición de Hill House), de la ya citada Shirley Jackson y la titulada como La máscara de la muerte roja de Edgar Allan Poe, obra esta última de la que encontraremos fragmentos a lo largo del texto.

Siempre digo, que solo una mente retorcida puede crear algo así, una obra de terror fantasmal tan perfecta; y es que el gran genio de este género, sin lugar a dudas, es King, y creo que a pesar de esa etapa oscura que vivió, de ese bloqueo literario que le llevó a producir algunas obras que considero de escasa calidad, en la literatura de terror aún no ha encontrado un sucesor a su altura.

Supongo que ya conocéis su narrativa, pero para los que no habéis leído nada de él os diré, que es fluida y adictiva, cargada muchas veces de metáforas; pero lo que más destaca es lo bien urdidas que están las tramas y que el ritmo no decae, al menos en sus primeras obras.
Leyendo sus libros nos damos cuenta de que el universo, no es ese lugar tan cuerdo que nos han querido vender...

La novela la forman cinco partes.
La primera es básicamente una introducción, momento en que siembra la semilla para crear una perfecta ambientación, y donde iremos conociendo a los personajes y sus conflictos. Una narración que profundizará en algunos temas delicados, como el alcoholismo, la violencia familiar y las difíciles relaciones entre padres e hijos.

La segunda parte nos ofrece la presentación del gran personaje antagonista, el hotel Overlook.

En la tercera retomamos el seguimiento a la familia Torrance, y comprobamos como cada día que pasa, según avanza el frío, a medida que se van quedando aislados, el hotel empieza a ejercer más presión sobre ellos.
La presencia del Overlook se vuelve más amenazante, al tiempo que estrecha su cerco. Su actuación se convierte en lo más parecido al juego del gato y el ratón...
Jack empieza a aislarse y se deteriora su comportamiento, desatando sus obsesiones y renaciendo su lado más violento.

En la cuarta parte el Overlook logra hacerse con el personaje de Jack y envuelve a los lectores en un halo entre realidad y fantasía oscura. Jack camina al borde de la locura y el desenlace se aproxima.

La quinta parte lógicamente corresponde a ese desenlace. Un final inteligente, acorde al desarrollo de la historia...
Pero no adelantemos acontecimientos y hablemos de...

Los personajes.
Básicamente los principales son tres: El matrimonio Torrance, formado por Jack y Wendy, y el pequeño Danny. Una familia, que atraviesa por momentos delicados.
Aunque si bien es cierto que en este apartado de personajes, habría que hacer hueco para otro, esta vez inanimado, aunque este adjetivo no sea del todo cierto si nos referimos al hotel Overlook, ya que como podremos ver guarda mucha vida en su interior.
Para mí, sin lugar a dudas, los grandes protagonistas son Danny y este último mencionado, el Overlook y por lo tanto me centraré en hablar sobre ellos.

➤Danny, nuestro joven protagonista, es un niño muy especial.
Desde muy pequeño muestra signos de clarividencia. Es un niño sensible, vulnerable, y King utiliza esa vulnerabilidad para tocar la fibra sensible del lector, creándonos desasosiego, generando o despertando emociones.

Ahora os pongo un fragmento para hablar del otro gran protagonista, el hotel, y para que veáis como hasta su presencia se impone en el paisaje...

“Pudo ver el camino que subía por el costado de aquella aguja pétrea, girando sobre sí mismo sin perder la dirección hacia el noroeste, en un ángulo menos escarpado. Más arriba, engastados en la pendiente misma, vio cómo los pinos hoscamente aferrados a la roca se abrían para dejar lugar a un amplio rectángulo de césped verde, en medio del cual, dominando todo el panorama, se alzaba el hotel Overlook...”

➤el Overlook, cumple una doble función en esta historia; la primera como personaje y la segunda como escenario; un hotel que ha sido testigo a lo largo de los años de numerosos y violentos asesinatos.
Un edificio con personalidad propia que ejerce una maléfica influencia sobre los personajes de carne y hueso.
El hotel, ese paraíso de descanso construido entre 1907 y 1909 y que permanece aislado desde octubre a noviembre, va ganando protagonismo según avanzan las paginas, por las historias negras que se esconden tras su fachada.
Una de esas historias, quizás la más reciente e impactante, es la que sucedió en el invierno de 1970-71, durante ese periodo en que el hotel permanece cerrado y aislado.
En esa etapa, un desdichado de nombre Delbert Grady, fue contratado como guardia del hotel, asesinando a su esposa e hijas, según dijeron, a consecuencia de la llamada "fiebre del encierro", un tipo de claustrofobia que puede darse cuando varias personas se encuentran encerradas durante un tiempo prolongado. La sensación de claustrofobia se exterioriza como aversión hacia la gente con quien uno convive encerrado. En casos extremos dando como resultado alucinaciones y violencia...

Stephen King y su juego de incomodar.
King juega con nosotros, nos utiliza provocándonos, sembrando el texto con incómodas escenas, con extrañas y terroríficas apariciones que se manifiestan de manera devastadora a lo largo de la narración.
También incorpora juegos de palabras como Redrum, término que utiliza para crearnos angustia, ya que conocemos su significado y sabemos que las imágenes en el espejo aparecen invertidas; pone a Danny en una peligrosa situación ante nuestros ojos, ya que el pequeño no sabe leer e ignora las advertencias. De esta forma crea incomodidad, porque somos conscientes del mal que acecha al pequeño.

Otro momento parecido es cuando Wendy se acerca a la máquina de escribir y descubre que Jack no ha escrito nada de su novela, y se ha limitado a repetir siempre la misma frase durante semanas, detalle que nos permite comprobar, hasta que punto llega su obsesión.

También nos persigue, nos acosa con esa inquietante presencia, que lo ve todo y que es como he mencionado ya, el hotel deshabitado; con sus largos pasillos enmoquetados, sus habitaciones vacías y esa decoración que parece cobrar vida, causando verdaderos escalofríos en el lector.

King y el terror.
Stephen King, nos ofrece una visión particular del terror, no solo del que nos rodea, sino también del que habita en el interior de cada uno de nosotros.
En esta historia, al margen de los fantasmas que vagan por el hotel, también hay otros temores, los personales que persiguen a los personajes.
En el Overlook todos esos fantasmas se desatan, se magnifican y terminan eliminando la línea que separa el mundo real del sobrenatural. De esa forma hace estremecerse al lector, le crea inquietud y los escalofríos pasan a ser acompañantes constantes de la lectura; porque hay que reconocer que nadie, salvo algunos autores románticos de finales del XVIII y comienzos del XIX, han logrado crear relatos de terror o de fantasmas tan escalofriantes.

Para los que hayáis leído esta obra o visto su versión cinematográfica, esa que hizo Stanley Kubric en 1980 y que tuvo a Jack Nicholson como actor principal, con una interpretación más que brillante; sabréis que solo hay una forma de sobrevivir al Overlook, y es manteniendo la calma dentro de lo posible y aferrándose a los hilos de la realidad.
Estaréis conmigo en que este último detalle, es algo casi imposible para los cuerdos; porque mientras fuera la nieve cae cada vez con más fuerza, aislándonos del exterior, el hotel va haciéndose más fuerte, cobrando vida y debilitando con ello a sus habitantes...
Para los que no habéis leído esta fantástica novela... ¿seréis capaces de sobrevivir a un invierno en el Overlook? os reto a averiguarlo...

Algunas curiosidades para terminar.
Los que habéis leído otras historias de Stephen King sabéis que un elemento fijo en ellas, es situarlas en el estado de Maine. ¡Bien! pues esta novela ante la que nos encontramos, puede que sea de las pocas, que no desarrolla el grueso de los acontecimiento allí; aunque sí es cierto, que al final King no puede ignorar su llamada y menciona el estado, creo recordar que en el epílogo final.

En septiembre del 2013 se publicó una secuela de esta historia, titulada Doctor sueño.

Otra curiosidad es respecto a la película de Stanley Kubric y a esa frase repetida por Jack, en lo que se supone que es el manuscrito de su novela y que descubre Wendy:
Kubric la hizo rodar en varios idiomas: inglés, español, italiano, francés y alemán; sabía que esa frase era de vital importancia para sobresaltar al espectador, porque la frase original "All work and no play makes Jack a dull boy", en otros idiomas quizás no cobrase mucho sentido, así que en castellano, lo que Jack escribe es: "No por mucho madrugar amanece más temprano". Una frase que nos demuestra que Jack ya no pertenece al mundo de los cuerdos...


martes, 6 de marzo de 2018

El libro de los secretos de Boubacar Boris Diop

Sinopsis:

"Como todo cuentista que se precia, habría preferido contártelo de viva voz para embalar tu corazón y ponerte a prueba con mis desconcertantes enigmas. Las señales estarían entonces sumergidas en las profundidades oceánicas y necesitarías tener paciencia durante noches enteras para entender su misterio. Te escribo a falta de otra cosa porque, de no ser así, me daría igual estar vivo que muerto". 
El anciano Nguirane Faye siente cercana su muerte y escribe a su nieto Badou Tall, que hace tiempo emigró a algún país lejano y del que no ha vuelto a tener noticias. Sabe que no volverán a encontrarse y decide contarle el día a día de Niarela, barrio de Dakar, en siete cuadernos que esperarán su regreso enterrados bajo el mango del patio familiar. Esta crónica cotidiana se convierte, poco a poco, en un viaje por los recuerdos del anciano y en balance de su vida. Fábula política, diario íntimo, reivindicación de la cultura e historia senegalesas a través de un juego de espejos que denuncian las relaciones con los colonizadores e invitan a la búsqueda de la propia identidad. Novela ambiciosa y compleja en la que se mezclan realidad, ficción, locura, amor y deber de memoria.

Opinión:

Los que me seguís con asiduidad sabéis, que de vez en cuando me sumerjo en lecturas que podríamos considerar como poco habituales.
Este libro del que hoy voy a hablaros, me llamó la atención por varios motivos.
El primero es que en la reseña de su editorial, 2709 books, se indicaba que era una edición bilingüe español-wolof.
El segundo es que tras indagar un poco por la red, descubrí que en Senegal también se vendió en forma de audio, quizás buscando esa tradición oral, que echa en falta el protagonista y que se menciona en el fragmento de la sinopsis, y por supuesto, buscando llegar a la población no alfabetizada.

Tras finalizar esta lectura debo deciros que pocos escritores alcanzan la habilidad de Boubacar Boris Diop, para combinar desolación y esperanza en un mismo texto, y hacer que al lector solo le llegue la parte positiva y amable del relato.

El anciano Nguirane Faye, siente cercana la muerte a sus ochenta años.
Ha llevado un peso sobre su alma demasiado tiempo, y ahora es el momento de ponerlo por escrito, porque es más fácil confesarse en un diario, que hacerlo verbalmente.
De esa forma, sentado en el umbral de su casa, en el barrio senegalés de Niarela, tirando de memoria, procede a escribir siete cuadernos.
Siete diarios destinados a su nieto favorito, Badou Tall que se encuentra muy lejos, quizás en algún lugar de Europa, y del que hace mucho tiempo no reciben noticias.

Nguirane, haciendo uso de una sabiduría que ha adquirido con el paso de los años, nos relatará como los ancianos apenas cuentan más que un recién nacido, y eso que a nosotros nos puede parecer duro de leer, a él en cambio le parece de lo más natural, permitiéndole observar sin ser visto y aguzar el oído más allá de donde se encuentra.
Esos cuadernos comenzarán siendo una especie de crónica de la cotidianidad de Niarela, donde se nos mostrará la crudeza que ha experimentado la sociedad de Dakar a lo largo de la Historia, pero sin darse cuenta, frase a frase, pasarán a retratar la historia de su propia familia; siendo la vida y muerte del padre de Badou, la historia que cohesionará los siete cuadernos.

Viajaremos del presente al pasado, conociendo su vida, pero sobre todo tiñendo la narración con el gran amor que siente por su nieto ausente, que pasa a convertirse prácticamente en un personaje más, a pesar de no aparecer en ningún momento durante la narración.

Nguirane, hará uso de la primera persona para acercarnos a su historia, un pasado difícil y atormentado con algunos secretos dolorosos, todo ello haciendo uso de un lenguaje cercano y sencillo.
Como escritor principiante, y como él mismo nos cuenta, le resultará imposible no añadir a su diario, acontecimientos importantes que vayan sucediendo a su alrededor y que aporrearán sus sentidos hasta colarse en el relato.
De esa forma, el diario se convertirá en un relato nostálgico, costumbrista e intimista al mismo tiempo, donde la muerte y las despedidas ocuparán un lugar prioritario; y es que esos dos temas tan delicados, que siempre han sido complicados de tratar por la literatura, en manos de este autor se convierten en un homenaje a la vida.

Este narrador de excepción, también dejará una advertencia a su nieto sobre uno de los diarios. El libro de los secretos que reconocerá fácilmente por su tapa roja, revela cosas que solo ellos dos deben conocer.
De esta forma Boubacar aporta una pequeña dosis de intriga a ese relato íntimo, que profundizará en el interior del ser humano, mostrando muchas veces lo peor: el odio, la envidia, la mentira y la gran corrupción que acecha con infectar a esa sociedad senegalesa.

Nguirane, muchas veces divaga, es un anciano cargado de preguntas, a las que a pesar del tiempo no ha logrado dar respuesta, y supone que esas mismas dudas rondarán por la cabeza de Badou. El anciano, es un personaje con el que simpatizas desde el comienzo, pero hay determinados momentos, donde su relato se mezcla con tintes de fábula o con retazos de realismo mágico, intentando mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y/o común. En esos momentos no he conectado con él.
Por otra parte, es un libro que se lee con bastante facilidad, precisamente por la curiosidad que despierta en el lector.

Boubacar Boris Diop, crea una novela realista pero al tiempo cargada de fábulas, de críticas a la política, pero sobre todo, es una reivindicación de la cultura senegalesa. Un grito para llamar la atención, de todos aquellos que por fuerza mayor, se ven obligados a partir en busca de un futuro algo mejor. Una llamada para que no olviden sus orígenes ni sus costumbres.
Este autor senegalés demuestra como una historia sencilla puede contener una gran riqueza de emociones profundas.

Lo que menos me ha gustado, es la estructura del libro. El orden con el que Nguirane escribe los distintos sucesos en los diarios, huyendo de un relato lineal y obligándonos a saltar del pasado al presente constantemente, y obligando al lector a que intente averiguar qué parte de la narración es real y cuál fruto de la imaginación del anciano.