martes, 15 de agosto de 2017

La cajita de rapé de Javier Alonso García-Pozuelo

Sinopsis:

España, 1861. Tras un cuarto de siglo como policía, José María Benítez, al frente de la comisaría de La Latina, ve al alcance de su mano el prestigioso puesto de inspector jefe de Madrid. Sin embargo, sus ambiciones personales quedan relegadas cuando en la casa de los Ribalter, una adinerada familia de su distrito, aparece muerta una criada. El crimen, que en un principio parece explicarse por un móvil económico, se complica cuando, en el transcurso de la investigación, comienzan a aflorar secretos familiares que vienen de muy lejos, de la isla de Cuba, donde el señor Ribalter amasó su fortuna.
Mientras José María Benítez y Ortega, su nuevo ayudante, un joven abogado malagueño sin experiencia policial, tratan de esclarecer este caso, que se complica a pasos agigantados, Madrid vive expectante la inminente apertura de Cortes. La ilusión de unidad con la que se ha combatido al imperio marroquí se ha desvanecido y en la Unión Liberal, liderada por el general O'Donnell, comienzan a sonar las primeras voces disidentes a raíz de la conducta del Gobierno con los campesinos andaluces condenados por la sublevación de Loja.
Benítez tendrá que enfrentarse a sus demonios personales y poner a prueba su integridad ante la cara más miserable del poder.

Opinión:

La cajita de rapé, es la primera novela de Javier Alonso García-Pozuelo, y debo decir desde estas primeras lineas, que ha sido un soberbio comienzo para él y un gran descubrimiento para mí.
Todos los que me seguís con regularidad, sabéis que soy reacia a dar las máximas puntuaciones, y creo que esta historia, sinceramente lo merece.

Javier Alonso nos transporta al Madrid decimonónico de manos del inspector José María Benítez, encargado de la comisaría de La Latina, donde debe resolver un crimen en apariencia sencillo, y aquí es donde este escritor empieza a deslumbrarnos...

La ambientación... es perfecta, ese es un requisito indispensable para que una novela histórica resulte creíble y cuaje en el lector; el lenguaje de los personajes se adecua a su estatus social; las descripciones de la ciudad, de las costumbres, resultan soberbias; y el lector se ve inmerso en una historia que le absorbe y le transmite desasosiego e incertidumbre, al sentirse un personaje más de la trama, un observador que masca el ambiente enrarecido, causado por una situación política y social complicada.
Este autor, nos sumerge en una época muy poco conocida o quizás eclipsada por los duros acontecimientos que ocurrirían en breve; son los años previos al denominado Sexenio Democrático que llegaría tras la revolución de 1868 y que obligaría a Isabel II a abandonar España, exiliándose en Francia. Más tarde llegarían otros momentos delicados para la sociedad española, como el asesinato de Prim, en la calle del Turco en 1870, una época como digo, marcada por una atmósfera política muy convulsa, donde las conspiraciones se cocían a fuego lento en las tertulias y cafés de la capital.

Debo decir que es una lectura compleja y completa al mismo tiempo, de las que suponen todo un reto para el lector; de las que se saborean y nos hacen disfrutar con un argumento enrevesado, donde no encuentras pistas que delaten al asesino. Una novela histórica como ya habéis podido comprobar, costumbrista y con tintes de novela policíaca o de misterio.

Los personajes... son otro de los detalles a tener en cuenta y que complementan la exhaustiva documentación.
Apreciamos un lenguaje formal e informal, como ya he indicado al comienzo, y cada personaje adapta su forma de expresarse a la situación en la que se halla o bien, al tipo de personaje que representa.
Hay personajes protagonistas que ejercen de guía a lo largo de la historia, como el inspector Benítez; secundarios, como Ortega o Fonseca; ambientales, como el mismísimo general O'Donnell e incidentales, que entran y salen de escena aportando el toque necesario de realismo...

Todos ellos, están perfectamente construidos, se funden con el entorno al tiempo que se mimetizan en la perfecta ambientación, sustentando y complementando con sus diálogos y actuaciones, el argumento, y con ello al personaje principal, Benítez.
Un personaje del cual me declaro fan incondicional, y cuya espléndida carrera espero que no acabe con esta obra, a ver si con un poco de suerte, podemos disfrutar de su buen hacer en otras historias y si no es pedir mucho, que coincida en algún momento con otro coetáneo suyo y que cito un poco más abajo y que dice así en sus memorias...

“Escapándome de las cátedras, ganduleaba por las calles, plazas y callejuelas, gozando en observar la vida bulliciosa de esta ingente y abigarrada capital. Mi vocación literaria se iniciaba con el prurito dramático, y si mis días se me iban en "flanear" por las calles, invertía parte de las noches en emborronar dramas y comedias. Frecuentaba el Teatro Real y un café de la Puerta del Sol, donde se reunía buen golpe de mis paisanos.”

Pues sí, lo habéis averiguado, me estoy refiriendo al gran Pérez Galdós, y este párrafo en cuestión pertenece a Memorias de un desmemoriadocap II. 
Y es que, el reconocimiento a nuestra "Literatura" con mayúsculas, es otro elemento que también encontraréis en esta novela, constantes menciones hacia el gran Lope, Cervantes o Larra.

La historia también cuenta con un narrador en tercera persona, omnisciente, que me hubiese encantado que respondiese al nombre del escritor anteriormente citado, Galdós, de esa forma, no solo habríamos contando con un cronista de excepción, experto en plasmar historias y describir personajes de forma única, sino que habríamos podido disfrutar, más aún si cabe, de un paseo costumbrista por las calles de la villa y corte, en época de Isabel II, de manos de uno de los mejores retratistas, que relataba la realidad sin escatimar en detalles; ¡pero claro!, mi querido Galdós, no llegaría a Madrid hasta un año después, en 1862 para supuestamente estudiar derecho...
Aún así, yo que tengo tendencia a dejar volar mi imaginación, creo ver un homenaje, quizás oculto, a este escritor en el nombre del inspector, Jose máría Benítez Galcedo, no se que opinaréis vosotros, quizás es rizar demasiado el rizo...

Decían en la reseña de este libro, en el blog amigo de Sifuesemoslibros, que esta novela es perfecta para los talleres de lectura, y estoy completamente de acuerdo con él.
El libro gana mucho, mejora su lectura, enriqueciéndola con comentarios y observaciones ajenas. Es una historia perfecta para compartir, comentar, desgranar y completar con búsquedas de información sobre esa etapa de nuestra Historia.

¿Os he convencido para leerla...?


lunes, 7 de agosto de 2017

La huella de una carta de Rosario Raro

Sinopsis:

La apacible vida de Nuria con su marido, un comercial al que no ve lo que quisiera, se altera cuando ella lee en la prensa un enigmático anuncio que le despierta su sueño de dedicarse a la escritura. Sin saber a ciencia cierta de qué se trata, acepta convertirse en la escritora anónima de las respuestas a las cartas que el consultorio radiofónico de Elena Francis recibe. Su labor parece sencilla: encargarse de responder las cartas que no da tiempo a radiar. Pero todo cambia cuando una oyente desesperada le habla de unos niños nacidos con terribles malformaciones. Nuria decide investigar su origen y destapa una trama internacional de corrupción que pondrá en jaque su vida y cambiará su destino para siempre.
Tras el éxito de Volver a Canfranc, Rosario Raro regresa con una novela impactante que cautivará a sus lectores.

Opinión:

Conocí a Rosario Raro con su primera novela, Volver a Canfranc, y la verdad es que me sorprendió gratamente.
Mezclaba ficción y hechos reales de una forma magistral; la linea que separaba un género de otro era inapreciable, y eso daba valor a la narración.
Por otra parte, con los personajes ocurría algo similar, el perfil creado para cada uno de ellos transmitía veracidad a la historia, a pesar de que como es lógico, con unos se empatizase más que con otros.
Otra característica de esta autora, es que sus novelas no nos dejan indiferentes; sabe en que momento pellizcar, tocarnos la fibra sensible y esa incomodidad narrativa es algo positivo para una novela, porque despierta sentimientos y reacciones de todo tipo.

Con esta nueva historia, Rosario vuelve a dar en el clavo.
Crea una historia ficticia y la adorna con hechos reales... o quizás sea más correcto decirlo al contrario... Narra los hechos reales y los adorna con parte de ficción.
Sea como sea, el caso es que el resultado de nuevo ha sido acertado.

El argumento nos sitúa en la España de los años 60.
Tenemos como hilo ambiental de fondo, el famoso consultorio radiofónico de Elena Francis; un programa que durante 36 años dio consejos a las mujeres de la época.
Y sí... se lo que estáis pensado, ¡vaya consejitos que daba! sumisión, aguantar y mirar hacia otro lado, entre otros...
Pero no podemos juzgar con nuestra mentalidad actual el papel que jugaba la mujer en esa época ni en anteriores, porque para ello tendríamos que analizar detenidamente el entorno económico, político, social y religioso, y eso es algo, que por mucho que critiquemos no vamos a cambiar a estas alturas...
Las mujeres, tenemos mucho trabajo pendiente, hay un largo camino aún por andar, y hay que mirar hacia adelante para evitar tropezar y conseguir cambiar o mejorar... así que corramos un largo y tupido velo sobre esto, y sigamos hablando de La huella de una carta.

El caso, es que con el consultorio de Elena Francis y su peculiar sintonía de fondo, conocemos a Nuria, la protagonista. Una mujer muy inteligente que decide contestar a un enigmático anuncio en un periódico.
Se convierte así en una de las elegidas, de esas mujeres que contestaban las cartas que no llegaban a emitirse por la radio.
Básicamente con lo dicho tenemos los cimientos del argumento; una historia que mezcla ficción y realidad con el género epistolar, historia de amor incluida y un ligero toque de novela negra, porque una de las cartas que reciba Nuria, hablará de un medicamento, real, que provoca grandes malformaciones en los niños.
Supongo que sabéis de que os hablo, de la Talidomida, ese veneno disfrazado de fármaco, que fue comercializado durante los años 57 y 63, como sedante y calmante de las náuseas durante los primeros meses del embarazo.
Nuria se verá embarcada en una complicada y peligrosa investigación que nos atrapará a lo largo de 67 capítulos, divididos en cuatro partes y en la que os adelanto que no estará sola.

Esto a grandes rasgos es el argumento, pero hay mucho más.

Al comienzo de la novela nos encontramos con una escena turbia y desconcertante, estamos en agosto de 1962, en Düsseldorf, y dos hombres encuentran a una mujer tendida en el suelo. A continuación la historia salta a Barcelona, a mayo de 1962 y comienza a relatarnos la historia de Nuria.
Debo decir que el inicio de la novela, ese comienzo que nos sitúa en esa ciudad alemana, me desconcertó un poco, no sabía como enhebrar o como enlazaría posteriormente con la historia, y curiosamente, tras conocer a Nuria, logré olvidarme por completo de esa escena. La historia de la protagonista me absorbió...

Al llegar a la tercera parte del libro nos encontramos de nuevo con esa escena ya olvidada, y descubrimos su motivo.
Las dos primeras partes corresponden a un racconto bastante extenso, una narración retrospectiva y detallada, que irá avanzando de forma lineal hasta llegar al acontecimiento narrado nada más empezar.
Ese juego en el que nos introduce la autora, sirve para mostrar las consecuencias de la investigación que inicia nuestra protagonista, pero sobre todo, para conocer hasta donde se extendían los largos y dañinos hilos que movía la corporación encargada de suministrar ese veneno.

La huella de una carta, es una historia emotiva e inquietante, tratada con respeto, donde todos los personajes que aparecen están interrelacionados.
Una historia que refleja de fondo la sociedad española de los años 60, una crítica o denuncia hacia unos hechos que no deberían haber ocurrido jamás, y que lamentablemente, forman parte de nuestra Historia más reciente.
Siempre decimos que "Spain is different", yo diría más bien que algunas situaciones aquí son surrealistas y dignas del mejor cine de Buñuel, y es que España es así, llegamos hasta tal punto, que incluso los afectados por ese veneno perdieron el juicio contra la famacéutica. así que mejor o más correcto, sería decir que Spain is indifferent.

Rosario Raro, al final de la novela nos ofrece un final alternativo, con esto no digo que podamos elegir entre uno u otro, sino que ella nos ofrece el final que habría sido justo, el correcto, y no el engaño al que los españoles y más en concreto los afectados y sus familias, se vieron arrastrados...

Es una novela a la que deberíais dar una oportunidad, habréis apreciado que he prescindido de hablar del resto de personajes, de la estructura, de la ambientación... porque creo que el argumento, la trama y la historia real, es lo realmente importante y eclipsaría o convertiría en superfluos al resto de elementos que componen esta novela.


martes, 25 de julio de 2017

La dama del lago de Raymond Chandler

Sinopsis:

La dama del lago (1943), cuarta novela publicada por Raymond Chandler (1888-1959), fue una de sus obras de mayor éxito de público.
Situada de forma estrictamente contemporánea, durante la Segunda Guerra Mundial, la acción, que desencadena la desaparición de una mujer, se desarrolla a caballo entre Los Ángeles y las montañas próximas a la ciudad. A diferencia de lo que ocurre en otras novelas de Chandler, como El sueño eterno o Adiós muñeca, en esta ocasión Marlowe no se ve mezclado con millonarios, mujeres explosivas o individuos de ocupaciones sospechosas, sino con personajes corrientes cuya condición, sin embargo, no los exime de la sujeción a las pasiones, la corrupción y el crimen.

Opinión:

Para hablar sobre este escritor, creo que lo primero sería indicar que detalles son los que más me han llamado la atención, detalles que considero que convierten sus novelas en lecturas con el éxito asegurado.

Las descripciones, son el punto fuerte en la escritura de Raymond Chandler.
Escenas, ambientes, escenarios y personajes, logran transmitir al lector hasta el más mínimo de los detalles.
Con ellas nos transporta a la época, concretamente a 1943, a un momento cargado de pesimismo, de decadencia maquillada y con la II Guerra mundial como telón de fondo.

Respecto a las descripciones de los personajes, debo decir que resultan soberbias, no solo nos muestran su aspecto, su exterior, sino que consiguen captar su profundidad psicológica, lo que los convierte en personajes totalmente reales y convincentes, elementos la mayor parte de ellos, de una sociedad corrupta.

Los diálogos, son otro elemento a tener en cuenta y que complementa las completas descripciones.
Son contundentes, espontáneos, y con un lenguaje que se adapta a las situaciones y a cada uno de los personajes, e incluso en muchas ocasiones dotan a la escena de un sobresaliente sarcasmo o humor negro.

"El botones era alto, delgado y amarillento; no era muy joven; su frialdad era tanta que parecía un trozo de pollo en gelatina"

La novela la componen cuarenta capítulos, bastante breves.
Philip Marlow, es el encargado de introducirnos en la historia, el será el protagonista y al mismo tiempo el narrador, que haciendo uso de la primera persona, nos irá detallando todos los avances del caso para el que ha sido contratado.

Al comienzo sabemos que el detective se encuentra ante un caso de desaparición, algo sencillo a simple vista, pero que irá complicándose según se vayan descubriendo detalles y añadiendo personajes a la trama.
Todos los personajes, se caracterizan por estar demasiado estereotipados; oscuros, con pasados poco claros, porque hay que decir que desconocemos todo dato del pasado hasta del propio Marlowe.
Las mujeres tienen un aire de Femme Fatale que las persigue; los policías son corruptos y violentos, aunque siempre aparece alguno que rompe esa regla por su honestidad; detalles, todos estos muy importantes, porque sin ellos no tendríamos ese toque decadente y peligroso en el ambiente que rodea al detective.

Marlowe es un personaje duro aunque de actitud serena y paciente, no suele perder los nervios y prefiere hacer uso del lenguaje irónico antes que de la violencia.
Es fumador, consumidor habitual de Whisky y admirador de las mujeres bellas, y ese es otro punto fuerte de esta historia; porque los personajes femeninos, aunque Marlowe sea el protagonista indiscutible, son las que llevan el peso de todo el argumento.
Ya os he hecho en el párrafo anterior una breve descripción de ellas, pero he omitido a propósito que son la clave en la historia, suponen un desafío para todos los personajes masculinos que aparecen, incluido el duro de Marlowe.

Creo que es una excelente novela, autoconclusiva, cortita, entretenida, cargada de giros inesperados y sobre todo, indispensable para los amantes del género negro, y de los argumentos, donde nada termina siendo lo que parece...

También mencionaros que hay una película del mismo título estrenada en 1947, dirigida y protagonizada por  Robert Montgomery, teniendo como partener a Audrey Totter.

El film se basa en el libro, pero existen bastantes diferencias con él, y aunque no ha sido totalmente de mi agrado, sí hay que decir que tiene detalles muy interesantes para los amantes del cine.
Es la primera película grabada con la técnica de la cámara subjetiva, algo que actualmente estamos muy acostumbrados a ver por los videojuegos. ¿Y qué es? pues simplemente un ilusionismo, donde parece que los espectadores somos el protagonista, Marlowe.
El efecto consiste en grabar la película como si nosotros llevásemos la cámara colgada. Solo oiremos la voz de Marlowe y veremos sus manos, salvo claro está, que le veamos reflejado en un espejo como en la imagen.

Otro detalle que no podemos perdernos es la sobreactuación de los personajes, algo lógico, ya que nosotros somos Marlowe y toda nuestra atención recae sobre los gestos del resto del reparto.