domingo, 10 de abril de 2016

El próximo funeral será el tuyo de Estela Chocarro

Sinopsis:

«El próximo funeral será el tuyo» es una de las amenazas que recibe Rebeca Turumbay, profesora de arte en la universidad y empleada de la fundación del Teatro-Museo Dalí de Figueres, a los pocos días de llegar a Cárcar, el pueblo en el que ha decidido pasar las vacaciones. Es allí donde nació su abuelo Ángel Turumbay, y ella va con la intención de conocer algo más sobre su historia, de la que nunca le han hablado. Pronto averigua que algo turbio rodea a la figura de su abuelo, y que quizá tenga que ver con el silencio que se cierne sobre el asesinato de la joven Celia Urbiola en el año 1945.
Rebeca pondrá en peligro su vida para esclarecer este antiguo crimen y para ello deberá enfrentarse sola a un macabro juego, en el que nada ni nadie es lo que parece.
 Unos entrañables ancianos serán sus mejores aliados y junto a ellos, con la ayuda de Víctor, un joven periodista local, irá desentrañando la verdad sobre los terribles hechos del «crimen de Cárcar» en el que muchos de los habitantes del pueblo, de una manera u otra, estuvieron involucrados.

Opinión:

El argumento de la novela no está mal, pero no llega a convencer, no me ha entusiasmado...
Las reseñas leídas crearon unas altas expectativas que yo no he visto cumplidas.

Podría dejar la reseña así, pero dado que la finalidad de este blog es fomentar la lectura e incitar a leer, siempre sin imponer opiniones, considero que esos puntos negativos encontrados en la obra se deben argumentar.

La novela da comienzo en 1945 y tras un breve capítulo salta hasta la actualidad, situando la acción en julio de 2010, en la llegada de la protagonista a Cárcar.
Como habéis leído en la sinopsis, nos encontramos con la historia de Rebeca, una joven que vuelve al pueblo donde nació su abuelo para conocer algo más sobre su pasado.
Rebeca en su búsqueda, entrará en contacto con algunos de los habitantes del pueblo, a través de los cuales iremos conociendo el pasado y la historia negra que esconde el pequeño municipio.

Por lo tanto ya tenemos la localización, Cárcar (Navarra) y alrededores.
Esos serán los escenarios por los que transcurre la trama y aquí es donde encuentro lo que podría catalogar como uno de los fallos principales de la novela.
Puede que la autora no sea muy prolija a hacer grandes descripciones, pero la localización es perfecta, invita a realizar un pequeño cuadro costumbrista.
Creo que para un autor es más fácil escribir sobre lo que se conoce, puede que sea un error pensar eso, pero al menos yo esperaba encontrar una descripción más amplia, por poner un ejemplo, del pueblo, de la iglesia, de la plaza, de los paisajes e incluso de sus habitantes.

Nos encontramos con un libro de trama interesante, todo hay que decirlo.
Desde el primer capítulo la autora siembra intriga en la historia. Las amenazas, los atentados contra la vida de la protagonista empiezan a suceder, y son precisamente esos sucesos continuos, los que mantienen en vilo al lector.
Los personajes secundarios que van incorporándose a la narración colaboran generando intriga. Todos aparecen como posibles sospechos, dudamos de ellos sin excepción y al eliminar a uno, otro pasa a ocupar su lugar.
También hay que decir que los personajes de esta novela no son muchos, pero sí es cierto que todos tienen algún motivo para ser el culpable.

El tono general de la obra es el propio de una novela negra. La historia está narrada de manera ágil, con un lenguaje sencillo, por lo que la historia avanza, pero hay algunos detalles que encontramos a lo largo de la lectura, para mí completamente incoherentes, que restan intensidad y dejan descolocado al lector.

La protagonista se limita a preguntar escasamente a un par de habitantes y deja que las noticias, o los avances de su pequeña investigación particular, le lleguen por interpelación del espíritu santo o por generación espontánea.
Aclaro esto:
Preguntar a un par de ancianos de una residencia, es correcto, pudieron conocer a su abuelo;pero si se cierran en banda yo intentaría recabar información por otros medios, en otros lugares...
Si sale a la luz un tema de asesinato, en el que supuestamente el abuelo estuvo involucrado, hay lugares a los que dirigirse para conseguir información, cuartel de la guardia civil, policía foral o en su defecto al cuerpo de seguridad del estado que tenga las competencias de esa zona y la documentación de la época en la que ocurrieron los sucesos.
Sobre las amenazas que recibe y los atentados hacia su persona, por supuesto lo habría denunciado, algo que ella prescinde de hacer alegando una justificación absurda.

La estructura de la novela, en algunas ocasiones, también resulta un pelín caótica.
Dentro de un mismo capítulo, no es que se llegue a interrumpir bruscamente una escena, pero da esa sensación al saltar sin preámbulos a los hilos de otros personajes, con lo cual el lector en esos momentos se queda desconcertado, le cuesta reaccionar y ubicarse en la nueva escena, con el nuevo personaje.

También se incluyen o se citan datos que en un principio parece que tendrán alguna relación con la historia, pero luego se descubre que no es así.
Creo que un autor debe prescindir de dar datos sin sentido o sin ninguna relevancia. Sembrando esos datos lo único que provoca en el lector es desconcierto y no considero que en este caso sea sembrar pistas falsas para engañar al lector.

Los personajes están poco definidos y sus reacciones, en ocasiones, no resultan lógicas, incluso llegando a afectar al argumento que pasa a depender demasiado de las casualidades.
Esta claro que las casualidades son un elemento casi imprescindible en la literatura, pero una novela, no puede depender al cien por cien de ellas.
El personaje al que más llegamos a conocer es Rebeca, pero su actitud respecto a la gente del pueblo tampoco considero que sea la adecuada.
Intenta conseguir información y en cambio se muestra prepotente y arrogante con ellos. Esa actitud choca y con razón, con la natural desconfianza de la gente hacia un desconocido que pregunta insistentemente sobre una persona o hechos.

Todo lo mencionado hasta ahora concierne al núcleo argumental que se intenta complementar con otra trama secundaria creada alrededor de unos cuadros.

Y vuelven a aparecer las coincidencias...
Rebeca es profesora de arte en la universidad y empleada de la fundación del Teatro-Museo Dalí de Figueres. Se podría haber dado más juego a esa historia secundaria, haberla desarrollado y no pasar completamente de refilón por ella. Como si tan solo fuese puro relleno.

Y para acabar, al final elegido, le falta emoción...
No me resultan verosímiles los argumentos que se dan para finalizar el libro. El hecho sobre el que gira la obra sucedió en el año 45, es cierto, la policía no disponía de los medios de investigación actuales, pero algunos detalles quedan muy al aire, como cogidos por los pelos.


Para mi gusto esta opera prima de Estela Chocarro, no ha sido un brillante comienzo, pero como siempre digo es mi opinión, ni la impongo ni se tiene que compartir.
También es cierto que voy a dar una segunda oportunidad a esta autora, es más, tengo su siguiente novela Nadie ha muerto en la catedral. He leído las primeras páginas y me han gustado. Por supuesto pospongo esa lectura para más adelante, evitando valga la redundancia, influenciarme a mi misma con mi misma opinión.



sábado, 26 de marzo de 2016

Madrid, La novela. de Antonio Gómez Rufo

Sinopsis:

Esta es la gran novela de Madrid. Su historia, su épica, su vida cotidiana.
Siendo de todos, Madrid nunca fue de nadie. De ahí su grandeza y su sencillez, su orgullo y su humildad, su carácter revolucionario y su dignidad.
A través de tres apasionantes sagas familiares, Antonio Gómez Rufo traza el emocionante relato literario de Madrid, desde una mañana de 1565 en que los jóvenes Juan Posada, Alonso Vázquez y Guzmán de Tarazona atraviesan por primera vez la antigua Puerta del Sol dispuestos a probar suerte en la Villa y Corte, hasta los atentados del Once de Marzo de 2004, cuando la tragedia golpea una vez más el corazón de una de las ciudades más hermosas del mundo.
Las personas pasan, los relatos acaban y los ríos se despeñan y apaciguan antes de ahogarse en el mar; pero las ciudades permanecen y su historia no se detiene en su lento viaje hacia la eternidad.

Opinión:

De una novela escrita con orgullo y narrada con tanto respeto, no podía surgir más que una obra extraordinaria.
Para mí ha sido todo un regalo, no solo porque su autor y su editorial me la enviaran, sino porque al fin, los madrileños podemos decir que tenemos nuestra novela.
Una obra que puede ser utilizada para consulta, que narra sucesos que ya conocía y otros... sinceramente no los había oído mencionar nunca.
Ahora por fin podemos decir que Madrid está completa.

Sobre el autor.

Las novelas de Antonio Gómez Rufo tienen una peculiaridad.
Todas resultan didácticas y amenas a partes iguales, logran despertar la curiosidad del lector, al buscador de libros que los lectores llevamos dentro y es que unos datos, sin querer, te llevan a otros.
Su prosa es una delicia, es fotográfica.
Para un madrileño, es todo un orgullo reconocer esos lugares a los que Gómez Rufo ha dedicado unas líneas, a los que ha rescatado del olvido y a esos otros que nos ha presentado, porque por muy buen madrileño que uno sea, no los conoces todos.
Como digo un orgullo, un homenaje a nuestra ciudad que se extiende a todo aquel que se siente madrileño, pero creo que habría que hacer especial hincapié y dedicarle este homenaje sincero, a los héroes anónimos, esos ciudadanos que lucharon, sin reconocimiento, por convertir la ciudad en lo que es hoy.

El principio y el fin. 

Nuestra historia comienza con un hecho histórico a partir del cual la vida de Madrid cambiaría significativamente; cuando el rey Felipe II traslada la capital del reino a la villa.
A partir de ese momento y haciendo que personajes históricos y ficticios interactúen, la obra nos llevará por un recorrido de cinco siglos por su historia .
El final de esta obra corresponde con los atentados del 11 de Marzo de 2004.
Y no es que la historia de Madrid termine aquí, (porque aún habrá muchas cosas que contar), pero ese momento elegido marco un antes y un después en nuestras vidas, nos marcó a todos los que por desgracia lo vivimos y de una forma que jamás podremos olvidar.
Unos sucesos que demuestran lo que Gómez Rufo repite una y otra vez a lo largo de este libro, la ciudad vuelve a resurgir y los ciudadanos en esos momentos sacan lo mejor de sí mismos.

A media tarde ya se sabía que los muertos eran cerca de doscientos. Y los heridos se empezaron a cuantificar: unos mil quinientos. Pero no, se equivocaron. Eran muchos más. Millones de heridos morales que se sintieron agredidos, mutilados.

Personajes reales y ficticios. 

Antonio Gómez Rufo crea tres personajes ficticios que coincidirán a su llegada a Madrid en 1565.
Estos tres personajes, serán los creadores de tres sagas familiares que nos acompañarán como observadores a lo largo de todo el recorrido, además de ser los encargados de acercarnos a las leyendas que giran entorno a celebridades y lugares, a la parte mágica o por decirlo de otro modo, la más difícil de contrastar.
Y es que como digo ficción y realidad se dan la mano en este libro, una mezcla perfecta, porque Madrid tiene su historia, su leyenda y sobre todo, su magia.

Tres sagas familiares que representan a tres profesiones siempre presentes en esta ciudad. Una de ellas estará ligada a la burocracia, la otra a las artes y la tercera al comercio.

También entraremos en contacto con personajes reales.
Gómez Rufo nos cuenta sus hazañas, sus logros y también sus vergüenzas, pero al fin y al cabo, amados, vilipendiados e ignorados por los madrileños, todos pasarán a la Historia, porque todos, para bien o mal, son parte de ella.
Nuestra obligación como lectores es recordar y trasmitir esa historia, pero sobre todo, evitar caer de nuevo en los mismos errores.
Los buenos momentos están ahí para  disfrutarlos y los malos, para evitar que se olviden y se repitan.

Felipe II, Lope de Vega, Quevedo, Goya, Carlos IIIGodoy y su motín de Aranjuez, Carlos IV vs Fernando VII, ese rey tan deseado... que luego resulto ser un fraude, Pepe Botella, Franco, Tierno Galván, son solo algunos de los personajes efímeros que aparecen mencionados... y digo efímeros, porque al igual que nosotros, todos somos personajes incidentales de esta historia; estamos de paso, lo único que nos sobrevivirá es nuestra ciudad, Madrid, el personaje indiscutible de esta obra y que ve pasar el tiempo impasible por delante de ella. El único personaje redondo que encontraréis, que crece, cambia, se recompone y renace cual Ave Fénix.

Dicen los forasteros que los cielos de Madrid son de una belleza especial. La mezcla de luz solar e irradiación contaminante deben de crear, por mera fusión física y química, los más aterciopelados tonos mixtos, los tornasoles más excitantes, las vetas rosáceas más enigmáticas y sorprendentes para propios y extraños. Es cierto: mirar hacia el oeste desde la Puerta de Alcalá, cuando la tarde se echa a dormir, es un espectáculo fascinante. Sobre todo en primavera. 
Indiscutiblemente, podemos afirmar... Que de Madrid al cielo.

Acontecimientos.

Los acontecimientos que se narran son de lo más variopinto. Os pongo a continuación una breve muestra.

*Leyenda entorno a la Casa de las siete chimeneas, actual sede del ministerio de cultura.
*¿Por qué se desea Mucha mierda en el teatro en vez de Buena suerte?
*El gracioso mensaje que colgaba del cuello de la estatua de la fuente de Neptuno.
*¿Qué era la Regalía de aposento?
*¿Cuál es el origen de los serenos?
*¿Quién fue Manuela Malasaña?
*¿Por qué se llama Puerta del Sol?
*El motín de Esquilache.
*Los fusilamientos del dos de Mayo.
*¿De dónde viene el mote de Pepe Botella?
*¿Por qué hay una calle en Madrid que se llama, la calle de la cabeza?
*¿Qué era la oficina pro-cautivos?
*¿Dónde estaba el quinto pino?
*¿Quién fue el primer alcalde elegido por votación popular?
*¿Dónde se hallan los huesos de Lope de Vega o los de Quevedo?

Y así anécdotas y más anécdotas.



La novela También incluye tres arboles genealógicos al comienzo, una copia del plano de Madrid de 1656 y más de veinte páginas al final de bibliografía. Una obra cimentada sobre una extensa y excelente labor de documentación.
Treinta capítulos más prefacio y epílogo que nos acercarán un poco más a nuestra ciudad.



Las personas mueren, los relatos acaban y los ríos se despeñan y apaciguan antes de ahogarse en el mar; pero las ciudades permanecen, su historia no se detiene y las incesantes corrientes de personas y acontecimientos siguen fluyendo hasta desembocar en la infinitud.
Como Madrid y su apacible, lento, paseo hacia la eternidad.



lunes, 7 de marzo de 2016

La mujer del Siglo de Margarita Melgar.

Sinopsis:

¿Pueden dos amantes de mundos distintos mantener sus promesas si la realidad se empeña en separarlos?
Consuelo, una huérfana con un secreto a sus espaldas, cambia de identidad para escapar al destino que otros han decidido para ella. Su nueva vida la llevará de un humilde taller de costura en un palomar a los lujosos almacenes El Siglo, de los catálogos de moda a los panfletos sindicales, del arte a la supervivencia, de la vieja aristocracia en declive al triunfal dinero nuevo, de su origen misterioso a un futuro imposible, de la resignación al amor.Pero, ¿pueden seguir juntos dos amantes si...?
La respuesta está en un viejo cuadro, en la enigmática relación de un pintor maldito con su musa gitana. Y en las calles de la convulsa Barcelona de 1919: la rosa de fuego de los anarquistas, la patria canalla de la bohemia, la ciudad luminosa del lujo y los negocios.

Opinión:

El arte de escribir a cuatro manos...

Lo primero que sorprende al coger esta novela es descubrir que Margarita Melgar es tan solo un seudónimo.
Tras ese nombre se esconden dos guionistas de Madrid y Barcelona respectivamente; Ana Sanz Magallón y Montse Ganges.
Esto de escribir un libro al alimón, es algo que últimamente vemos con frecuencia y también hay que decir, que no siempre dando buenos resultados. 
Por ese motivo aprovecho para reconocer el mérito de esta unión, porque esto de escribir a cuatro manos es todo un arte y para nada sencillo.
Cuando dos escritores colaboran en la creación de una historia, lógicamente cada uno de ellos aporta sus ideas. Lo más complicado es tejer una trama sin fisuras. Cada pieza debe encajar a la perfección y el argumento no debe hacer aguas por ningún lado, por lo tanto, es aquí donde aparece el mayor problema, las dos cabezas deben funcionar como una sola.
Se han dado casos donde la confianza o una falta de revisión detallada al final, han provocado pequeños lapsus o incongruencias en los datos que se aportaban, pero ya os aviso que aquí no ocurre nada de eso.
La trama resulta perfecta, creíble, entretenida, pero sobre todo, coherente; tenemos entre manos una historia de ficción que no lo parece.

Y es que llegados a este punto hay que decir que narrar ficción de forma que se fusione con la realidad, es algo muy difícil de conseguir.
Nos encontramos ante una novela con tintes realistas, costumbrista; donde la trama de ficción toma el mando y se funde con los hechos históricos que se narran.
Con los personajes ocurre igual, ficticios y reales pasean del brazo por la Barcelona de 1919, donde los movimientos pro derechos de los trabajadores empiezan a hacerse notar.
Artistas como Antonio Gaudí o Isidre Nonell, se adaptan perfectamente a la narración como personajes secundarios e interactúan con la verdadera protagonista, Consuelo. La historia avanza al tiempo que los personajes son los encargados de borrar o difuminar a su paso, esa delgada linea que separa ficción de realidad.

El entorno, los escenarios elegidos, los personajes; consiguen recrear la atmósfera perfecta y termina envolviendo al lector, transportándole desde las escalinatas de mármol de los almacenes El siglo, a las barracas del Somorrostro o a un paseo por Las Ramblas.

Sabemos desde el comienzo que el encargado de contarnos la historia es un narrador omnisciente, pero también observamos en él ciertas limitaciones.
No es un narrador omnisciente total, no lo sabe todo o al menos no nos lo cuenta.
Se mueve con soltura entre varios personajes, eso sí, centrándose en contar únicamente los acontecimientos que estarán relacionados de algún modo con el personaje principal, Consuelo, que es sobre el único que verdaderamente tiene un acceso total.

En esta obra los papeles principales recaen sobre mujeres, y es que aunque no lo haya mencionado aún, ese es otro de los temas reivindicativos que aparecen en esta novela, la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos.
Así que de esta forma, como tema de fondo y usando el empoderamiento femenino que empezaba a despuntar en los años 20, nos encontramos con el personaje de Clara, la dueña de los almacenes El siglo, que lucha por demostrar su valía en un mundo dirigido exclusivamente por hombres.
También veremos otra lucha, la de Consuelo, que se rebela esta vez contra la exclusión social, por ser mujer, huérfana y gitana.
Todos los personajes de esta novela, me refiero a los femeninos, tienen algo en común: carisma, una fuerza que les empuja a superarse, una capacidad extraordinaria de afrontar las adversidades y superarlas. Aunque no me hayan parecido redondos, sí me han convencido.

Dicho esto voy a mencionar lo único que no me ha gustado... La sinopsis.
Y es que el resumen elegido, no hace justicia a la obra.
Parece que nos encontramos ante una novela romántica, con lo cual los seguidores incondicionales del género rosa estarán encantados, pero ¿Qué ocurre con los que no somos entusiastas de ese género? Pues que puede frenarnos un poco a la hora de elegir esta obra como lectura.
La historia de amor está presente en muchas páginas de esta novela, es cierto, pero es simplemente un adorno, para mí, un ingrediente secundario, y también habría que decir que no es únicamente una historia de amor, hay muchas más, dos, tres... tantas como personajes tiene la obra, al igual que se distinguen distintos tipos de amor.

Hay otros temas que buscan llamar nuestra atención y que lo consiguen, algunos ya los he mencionado anteriormente, la lucha por superar el día a día, la búsqueda del reconocimiento... hay intriga constante por saber lo que esconde ese cuadro que persigue a la protagonista de esta novela, pero sobre todo, es la historia de unos almacenes, de la gente que trabajaba en ellos y de una ciudad, Barcelona. Y eso, creo que es lo que se debería haber destacado en el resumen.

Dicho esto, y ahora que llegamos al final, quiero comenzar por el principio, porque son de esos comienzos que auguran que encontraremos buenos momentos en el desarrollo del libro.
A riesgo de parecer reiterativa, porque lo he dicho en algunas ocasiones, el elegir un buen comienzo para un libro puede ser fundamental, y éste en especial me ha gustado.

Cuando le dijeron que iba a ser de carroza de seis caballos y panteón, casi maldijo al muerto. Había rezado para que fuese uno de nicho o, si no merecía tanta suerte, al menos que fuese de tumba sencilla. Pero no. Precisamente ese día tenía que tocarle un funeral de primera. Y hacía tiempo que Consuelo había aprendido que aquello de que la muerte nos iguala a todos era solo otra de las mentiras que la gente repite. La verdad era que los ricos tardan mucho más en despedirse, y con razón.