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martes, 11 de julio de 2017

Paranoia de Franck Thilliez

Sinopsis:

Ilan sigue sin recuperase de la pérdida de sus padres, fallecidos en extrañas circunstancias.
Una mañana reaparece en París Chloé, su expareja, quien le propone embarcarse en una aventura a la que no podrá negarse.
Nueve personas encerradas en un antiguo complejo psiquiátrico aislado en plena montaña.
De repente, una a una empiezan a desaparecer. Encuentran un primer cuerpo. Asesinado. Se desata la Paranoia.



Opinión:

Hoy voy a empezar hablando de la enfermedad mental que da nombre a este libro, porque creo que es la primera pista del juego que nos propone Franck Thilliez con esta lectura desconcertante.

El trastorno delirante o psicosis paranoica, es una enfermedad mental que se caracteriza por la aparición de ideas fijas, obsesivas y absurdas, basadas en hechos falsos o infundados, junto a una personalidad bien conservada, sin pérdida de la conciencia ni alucinaciones.

Con esta breve definición ya tenemos un indicio de lo que encontraremos, un thriller muy intenso, una auténtica paranoia, que nos arrastrará junto al protagonista a una especie de juego, como ya he indicado al comienzo, donde cuesta vislumbrar lo que es real de lo que es ficticio.
Ya os adelanto que es una historia de locura, que supera todo cuanto se pueda imaginar.

En el primer capítulo conocemos a Lucas Chardon, un joven que se encuentra ingresado en un psiquiátrico.
En esas primeras páginas somos testigos de la conversación que mantiene con su psiquiatra, en la cual al final, hará una confesión sorprendente.
Dice recordar con exactitud los acontecimientos que ocurrieron el día 22 de diciembre y también conocer la identidad del asesino de los ocho jugadores.

Tras esa declaración, nos encontramos con una pequeña narración retrospectiva que nos transporta a la mañana del día 23 de diciembre, justo al momento en que un helicóptero de la gendarmería nacional lleva a un par de oficiales hasta un refugio en el corazón de los Alpes.
Han recibido la llamada de urgencia de un guía, y éste dice haber encontrado los cuerpos de cinco hombres y tres mujeres asesinados.

De esta forma conocemos la trama sobre la que girará esta novela, solo nos queda conocer a otro personaje, al principal.
En el tercer capítulo nos encontramos con Ilan que acaba de despertarse de una pesadilla, tan escalofriante como realista, donde ve a un hombre ahorcarse con una sábana en el interior de un psiquiátrico.

A partir de este momento, los lectores entramos en la partida.
Nos enfrentamos a dos narraciones, cada una con un protagonista y nos vemos inmersos en un mundo donde el juego virtual se mezcla con el real, empujándonos a desconfiar de todo cuanto leemos.
Ilan empieza a ser víctima de sucesos difíciles de explicar, quizás demasiado casuales, que nos pondrán en alerta.
El autor va dejando pistas a lo largo del argumento; los personajes serán los protagonistas de un complicado juego de rol, con un gran premio final para el ganador, y los lectores, realmente nos enfrentaremos a una partida bastante más complicada, pues deberemos distinguir que parte del argumento es real.

La novela tiene un ritmo bastante intenso, una trama envolvente y giros que sorprenden, pero aún así, algo falla, hay momentos que son demasiado evidentes para el lector y que logran restar emoción a la trama.
El final lo vemos llegar con demasiada claridad, pero con este pormenor no estoy diciendo que la novela sea mala. A mí, tras dejarla reposar, me ha convencido.

Me ha resultado entretenida, con un suspense que te mantiene alerta y con algunos detalles, también dignos de alabar.

Creo que el punto fuerte de esta obra es la ambientación opresiva, que logra transmitirnos angustia con sus escenas inquietantes, y que me recuerda inevitablemente al juego de Silent Hill...
La forma de describir el psiquiátrico, el obligar a los protagonistas a tomar unos el papel de médicos y otros de pacientes, sin saber realmente que les va a ocurrir, es una sensación que incomoda.
La soledad que transmite el psiquiátrico, el conocer que los personajes están completamente aislados del mundo exterior e incluso, a oscuras la mayor parte del tiempo, son detalles que resultan inquietantes, y es precisamente esa atmósfera, la que buscamos los lectores cuando elegimos leer este tipo de obras.
Intentamos que nos sorprenda, que el autor nos lleve al límite y provoque reacciones en nosotros...
También debo añadir, que hay algún que otro rompecabezas, muy sencillo, al que nos lanzaremos a resolver sin pensárnoslo mucho, como éste que os pongo a continuación: II an 3r y que espero que os empuje a leer esta historia.

Sobre el final ya he comentado que resulta bastante predecible, pero aquí llega mi duda, ¿No será que Thilliez lo quería así, qué eso forma parte del juego? Darnos todas las pistas, estirar al máximo la intriga y al final, dejarnos noqueados por el complejo y elaborado desenlace, donde cada pieza termina casando y donde cada respuesta convenciendo.

Para terminar solo me queda dar las gracias a tres blogs amigos que han participado en esta lectura conjunta, Atalanta, Lecturina y Si fuesemos libros, con los que seguro que seguiré compartiendo emocionantes lecturas.


jueves, 15 de junio de 2017

La cacería de J.M. Peace

Sinopsis:

Samantha Willis es una oficial de policía de Queensland, Australia, y una mujer convencida de su capacidad de cuidar de sí misma. Al menos hasta que cae en manos de un peligroso psicópata, cuyo juego consistirá en cazarla como a un animal. La detective Janine Postlewaite no conoce a Sammi personalmente, pero los agentes de la ley se cuidan los unos a los otros, y dirigirá la investigación con tenacidad. Mientras un asesino da caza a Sammi, Janine deberá reunir las pistas que podrían conducir hasta esta. Todo se convertirá en una carrera contra el reloj, en la que Sammi deberá apelar, para sobrevivir, a su sangre fría y su experiencia como policía, mientras sus colegas intentan descifrar las pruebas antes de que el sádico asesino lleve a cabo su juego mortal. Una novela de suspense trepidante, que denota la pericia y la experiencia de la autora acerca de los procedimientos policiales.

Opinión:

Esta historia de la que hoy voy a hablaros, ha tenido una calurosa acogida en Australia, escenario en el que transcurre su argumento.
Su autora, J. M. Peace, como se indica en la sinopsis, plasma en la novela su experiencia sobre los procedimientos policiales, y es que ella, es oficial de policía en activo.

La cacería es un thriller intenso, bastante bueno, de esos que se quedan pegados a las manos y cuyo argumento nos recuerda a algunas de películas de la década de los 90.
Los lectores nos sumergimos en la historia, en una especie de simbiosis con la protagonista.
Mientras a ella el instinto de supervivencia la empuja a correr sin detenerse, para huir de su depredador, a nosotros esa empatía nos empuja a leer para intentar averiguar cuál será su final.
Este thriller crea una angustia en el lector que va en aumento, y consigue mantener el suspense hasta casi el final.
Esa angustia se acrecienta por la estructura de la novela.
En vez de número de capítulos, tenemos el indicativo horario; sabemos al comenzar cada capítulo que día y que hora es, calculamos sin querer el tiempo que lleva Sammi desaparecida, y ese tiempo actúa como un personaje mudo que persigue a los personajes.
Sabemos que cuanto más tiempo pase, menos posibilidades habrá de encontrarla con vida.

Realmente, aunque os he hablado de Sammi, he olvidado mencionar dos "pequeños detalles" que harán más interesante esta lectura.
El primero es que Sammi es agente de policía, detalle que su acechador desconoce, y el segundo más curioso, es que ella, no parece ser la protagonista absoluta de la historia.
Es la presa, el personaje que da movimiento a la trama, la culpable de que haya una investigación, pero tiene que compartir protagonismo con Janine Postlewaite, una detective muy eficiente, que se toma el caso como algo personal.
La autora no entra en muchos detalles sobre los personajes, no es de esos escritores que apoyan un argumento en las grandes historias que hay tras sus protagonistas, para intentar de esa forma justificar su existencia y/o convencernos de que son geniales... ¡No!, J. M. Peace, con esta historia no necesita eso.
Solo crea unos personajes reales, sin necesidad de elementos superfluos.
Lo único que necesita de ellos es, que sean eficientes en el momento actual, que cumplan con su función, ser el hilo conductor de una historia y si es posible, que al final del relato sigan con vida.

J. M. Peace crea una historia sin añadidos y con un estilo sencillo y ágil.
La tensión es lo importante en esa obra, marca el ritmo y los lectores como he mencionado, quedamos atrapados en medio del bosque con la protagonista, en una persecución frenética... y aquí llega el pero...
Al comienzo el lector se ve empujado en la lectura, un poco por el morbo.
Nos encontramos con un cazador cruel, sanguinario... pero éste pierde fuelle, y no llega a convertirse en el asesino despiadado, que no da tregua, que yo esperaba.

Llegando a la recta final de la novela, la trama pierde intensidad.
En el segundo párrafo de esta reseña os había dejado una pequeña pista con la frase, "consigue mantener el suspense hasta casi el final".
Y ese es el fallo, que la forma de terminarla parece precipitada, le falta ese final de película, potente, apasionado e incluso extremo al que nos tienen acostumbrados.
Es cierto que el final es totalmente real, verídico, pero como os digo, me hubiese gustado un remate que cortase la respiración.

Aun así, es una novela interesante y recomendable.


miércoles, 31 de mayo de 2017

No soy un monstruo de Carme Chaparro

Sinopsis:

Si hay algo peor que una pesadilla es que esa pesadilla se repita. Y entre nuestros peores sueños, los de todos, pocos producen más angustia que un niño desaparezca sin dejar rastro.
Eso es precisamente lo que ocurre al principio de esta novela: en un centro comercial, en medio del bullicio de una tarde de compras, un depredador acecha, eligiendo la presa que está a punto de arrebatar. Esas pocas líneas, esos minutos de espera, serán los últimos instantes de paz para los protagonistas de una historia a la que los calificativos comunes, «trepidante», «imposible de soltar», «sorprendente», le quedan cortos, muy cortos.
Porque lo que hace Carme Chaparro en No soy un monstruo, su primera novela, es llevar al límite a sus personajes y a sus lectores. Y ni ellos ni nosotros saldremos indemnes de esta prueba. Compruébenlo.

Opinión:

Hay algunas novelas que desde antes de salir publicadas ya tienen el "San Benito" colgado.
Esta en concreto, fue la ganadora del Premio Primavera de Novela 2017 y su ganadora la periodista Carme Chaparro.
No os estoy hablando de algo nuevo, cuando un galardón literario es obtenido por alguien famoso ajeno al género, en este país, tendemos a criticar por defecto al personaje, en vez de preocuparnos en valorar si realmente la obra merece la pena o no. ¡Una lástima, pero cierto!

Cuando vi la novela en la librería, reconozco que me sentí atraída no solo por la portada. Quería experimentar, si era cierto todo lo que se decía sobre ella. Tras leer la sinopsis y algunos párrafos, conectamos, y la prueba es que hoy estoy aquí para hablaros de ella.
Esta novela, desde las primeras páginas te convence de que estás ante una, no voy a decir que gran historia, pero sí bastante buena. Merece la pena ser leída por lo real que resulta, pero ojo, también hay que avisar que no todo es perfecto.

Tiene un arranque bastante fuerte.
Kike, un niño pequeño desaparece en un centro comercial. Desde ese momento el dispositivo policial se pone en marcha para intentar dar con su paradero, también Kike se convierte en el foco de la prensa, esos que muchas veces en su afán de protagonismo... en vez de ayudar facilitando información, entorpecen el desarrollo de las investigaciones, con tal de ser los primeros en dar la noticia...
Dos años atrás, en el mismo centro comercial desapareció otro niño de la misma edad y físicamente parecido a él, del que aún se desconoce su paradero. Slenderman, es el nombre con que se bautizó al secuestrador, y parece que ha vuelto a atacar...

Sus capítulos son muy cortos y cada uno de ellos está destinado a un personaje.
Los personajes principales son prácticamente dos, Ana Arén e Inés Grau, aunque también hay cabida para otros secundarios que logran hacerse su sitio, aunque de forma puntual.
Ana es la inspectora encargada de llevar un caso de secuestro, que tras los primeros compases veremos que se complica.
Inés es una periodista muy conocida, que en los últimos tiempos ha saltado a la fama por ser también la autora de un gran bestseller, quizás en este punto, haya quién encuentre similitudes con la propia autora de esta novela.

Ámbas serán las protagonistas principales de este thriller policíaco.
Estos dos hilos argumentales, cuentan también con dos tipos de narrador. Inés emplea la primera persona, más personal, haciendo uso de este elemento nos hace más partícipes a los lectores, en cambio Ana empleará un narrador en tercera persona.

La estructura de la novela me ha gustado.
Sigue una narración lineal donde los personajes se van alternando. En alguna ocasión nos encontramos con saltos al pasado; necesarios para conocer a los personajes, ahondar en sus conflictos, pero también hay que añadir que algunos de esos datos que intentan complementar, a mí me han parecido innecesarios.
Otro detalle que tampoco me ha gustado mucho, quizás propiciado por la inexperiencia, son las repeticiones. Hay datos que se nos dan en más de una ocasión, y como siempre digo, las repeticiones solo provocan ruido.

Otro detalle a favor de esta lectura es el argumento; muy actual, realista, cargado de giros argumentales que al final llegan a sorprendernos y a tocar la fibra sensible.
El ritmo es ágil y se mantiene a lo largo de toda la historia, llevándonos hasta un desenlace sorprendente...
Sorprendente por varios motivos, el principal porque no lo ves venir, no intuyes como se resolverá el caso, y eso es algo muy positivo, porque actualmente todo está escrito ya, pero sorprendente también porque el personaje elegido como culpable, a mí, me ha dejado totalmente fría, descolocada y literalmente con la boca abierta.

Machismo, pederastia, pornografía infantil, redes sociales, culpabilidad, creo que son elementos muy actuales e interesantes para una novela.
Pero, como siempre digo, en vuestras manos queda dar una oportunidad a esta autora que a mí me ha parecido que apunta buenos modos.


martes, 18 de abril de 2017

Y yo a ti más de Lisa Gardner

Y yo a ti más (Tessa Leoni 01)
Sinopsis:

Una pregunta, una decisión rápida y Brian Darby yace muerto en el suelo de la cocina. Su mujer, Tessa Leoni, agente de la policía estatal, declara haberlo matado en defensa propia y tiene heridas que lo confirman. Para la veterana detective D.D. Warren debería ser un caso fácil, pero ¿dónde está la hija de seis años?
Mientras la investigación entra en una búsqueda frenética de la niña desaparecida, la detective Warren ha de compartir caso con su antiguo novio, Bobby Dodge, para conseguir desentrañar los entresijos del cuerpo de policía estatal de Boston y de paso desenterrar algunos secretos familiares. ¿De verdad dispararía una agente bien entrenada a su propio marido? ¿Haría daño una madre a su propia hija?
Pero para Tessa Leoni lo peor no ha llegado aún. Sin vuelta atrás. Sin nadie en quien confiar. Tiene un único objetivo y usará toda su energía y sus conocimientos para hacer lo que ha de hacer. Ningún sacrificio es demasiado grande, nada es inconcebible. Una madre sabe a quién ama. Y todos los demás van a pagar.

Opinión: Y yo a ti más (Tessa Leoni 01)

Después de tanta novela del Siglo XIX, como he estado leyendo últimamente, me apetecía cambiar de registro, necesitaba un cambio brusco, algo totalmente diferente que aportase una pequeña descarga de adrenalina.
Este thriller lo clasificaban como trepidante, inquietante y extremo, y la verdad, es que ha cumplido bastante bien con las expectativas depositadas en él.

El comienzo de la novela resulta algo confuso.
Tras un breve prólogo nos encontramos con dos personajes en una situación límite.
La agente Tessa Leoni se enfrenta a alguien que le obliga a tomar una decisión rápida tras formularle una pregunta sencilla:
¿A quién quieres?
A continuación solo sabemos que su hija ha desaparecido y que su marido yace muerto en el suelo de la cocina con tres balazos en el pecho.
Se ha abierto la veda y la caza del criminal está en marcha.
Tessa emprende una búsqueda contrarreloj, la de su hija, mientras que toda la policía de la ciudad, al mando de la detective D.D. Warren, se vuelcan en darle caza a ella.

Lo primero que nos llama la atención es encontrarnos con dos tipos de narrador que se alternan a lo largo de toda la obra.
En primera persona tenemos la versión de la agente Tessa Leoni, protagonista de la saga, que nos ofrecerá la historia más personal.
Esa historia, pronto empezamos a ver que no coincide mucho con la realidad. Los flashback son constantes y comienzan a surgir secretos del pasado, mientras que vemos que la versión contada sobre los hechos, empieza a desmoronarse.

En tercera persona conocemos los detalles de la investigación; a la sargento detective D.D Warren, la encargada de llevar el caso y a su compañero, Bobby Dodge.

Según vayamos avanzando, iremos conociendo tanto detalles de la vida de los personajes, como sobre los lentos avances de la investigación, y aquí surge uno de los puntos curiosos, porque la investigación realmente no avanza gracias a la brillantez del equipo de investigadores, sino a las aportaciones de otros personajes secundarios, que contribuyen o colaboran facilitando información.

La autora domina muy bien el género y logra mantener una tensión constante gracias a la incorporación de giros argumentales.
Teje una red de mentiras a nuestro alrededor y los lectores nos lanzamos de cabeza a la lectura, quedando atrapados en una tela de araña que a cada paso nos va envolviendo más.
En una tela de araña los ejes principales parten de un punto central y ese punto de partida nosotros ya lo conocemos, la sospechosa muerte del marido de Tessa, Brian Darby.
A continuación pensamos que la pequeña Sophie, será el elemento sobre el que se centrará la búsqueda, encontrarla sería lógicamente la prioridad, pero nos equivocamos.
Tessa Leoni, sí centra su búsqueda en ella, pero para la Detective Warren, la prioridad es dar caza a Tessa y desde ahí encontrar a Sophie, viva o muerta, algo incongruente, porque según sus palabras el único fin es encontrar a la niña.
Pero los lectores vemos como el tiempo pasa y la investigación no parece avanzar en ningún punto.
¿El motivo? D.D

Toda la acción recae sobre los dos personajes femeninos, y sobre ellas, sobre esos personajes que derrochan una fuerte personalidad, centramos nuestra mirada.

Tessa es un personaje extremo, vemos en esta entrega, como es capaz de sobrepasar sus propios límites con el único fin de salvar a su hija. Creo que esta novela es un comienzo prometedor para la saga.
He visto una gran evolución en la protagonista, a través de todos los datos que se facilitan, tanto del presente como del pasado, y creo que será alguien que no dejará de sorprendernos.

La agente D.D. Warren, creo que es el elemento negativo de esta historia, al menos para mí, y es que este personaje o más bien su actitud, ha llegado a saturarme en exceso.
D.D está embarazada y podríamos pensar que ese sentido de protección sobre su bebé, se vuelca sobre la niña desaparecida, la sensibiliza convirtiéndola en una perseguidora insaciable sobre quién ella considera categóricamente como culpable de TODO.
Pero no, no seamos sexistas, el comportamiento de D.D se debe a que ella es así, es cansina y parece carecer de empatía.
Tessa, en un principio se nos presenta como una mujer presa de la violencia doméstica, aún así, la inspectora no le concede ni el más leve beneficio de la duda.
Se obceca en su persecución, quiere detenerla sea como sea, y termina convirtiendo el desarrollo de la investigación en un tema casi personal.
Tessa en vez de encontrar una aliada en ese mundo de hombres, solo consigue un adversario con un extremado sentido de la competitividad.
La detective convierte el hecho de que la sospechosa es guapa y vulnerable en un lema que repite incansablemente, y tantas repeticiones sobre lo mismo solo producen ruido.
Parece que sus principios están algo trastocados, ya que olvida el lema principal, nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario.
Es un personaje demasiado cuadriculado, que llega a obsesionarse con todo.

Da vueltas y más vueltas entorno a la culpabilidad y ni baraja ni acepta ninguna otra posibilidad. Lógicamente una mente tan estrecha solo supone una traba para la investigación.

Esperaba encontrar en la historia a un antagonista a la altura de Tessa Leoni, competitiva, por supuesto, pero también más razonable.
Ambos personajes son obstinados, perseverantes, pero resultan como el día y la noche.
Me sorprende que hasta el momento, en todas las reseñas leídas, nadie cuestione la personalidad de este personaje, y la tachen de inspectora brillante.
Supongo que todo se reduce a lo mismo de siempre, cuestión de gustos, pero yo en una situación comprometida, preferiría que dejasen mi caso en manos de Tessa que en alguien como D.D.

Aún así, hay que reconocer, que es una forma brillante de presentarnos y entregarle el protagonismo de la serie a la joven agente, ya que conocemos desde el primer tomo de la saga, las dos caras de este personaje, sabemos que no existen límites para ella.
Y quizás, el personaje de D.D sea la forma empleada para que los lectores participemos más y tejamos nuestras propias teorías, porque en esta novela, nada es lo que parece.
La narración y los diálogos conviven en buena armonía, y el final elegido, tras atar meticulosamente todos los cabos, pues bueno, se ajusta a lo que todos deseábamos, aunque en algún momento nos parezca cogido por los pelos. Lo que más me sorprende es que alguien tan meticulosa o quisquillosa como D.D, se conforme con algunas de las explicaciones finales.

Y llegados a este punto, poco más puedo decir, solo recomendaros esta novela que estoy segura de que no os dejará indiferentes...


sábado, 4 de marzo de 2017

La pareja de al lado de Shari Lapena

Sinopsis:

La gente es capaz de casi cualquier cosa...

Tu vecina te dijo que preferiría que no llevaras a tu bebé de seis meses a la cena. No es nada personal, simplemente no soporta sus llantos.
Tu marido estaba de acuerdo. Después de todo, vivís en la casa de al lado. Podíais llevaros el monitor infantil y turnaros para pasar a verlo cada media hora.
Tu hija dormía cuando fuiste a comprobar por última vez. Sin embargo, en este momento, mientras subes corriendo las escaleras hasta su habitación envuelta en un absoluto silencio, confirmas que tu peor pesadilla se ha hecho realidad: ha desaparecido.
Nunca antes habías tenido que llamar a la policía. Ahora están en tu casa y quién sabe lo que pueden llegar a descubrir.
¿De qué serías capaz cuando has sobrepasado tus límites?

Opinión:

¿Thriller psicológico o Domestic noir?

Hoy vengo a hablaros de La pareja de al lado, una novela que en muy poco tiempo se ha convertido en bestseller mundial.
Un thriller psicológico o Domestic noir, un subgénero para mí ridículo, con el que ahora quieren bautizar a las historias que muestran el lado más oscuro de vidas aparentemente normales, y del que estoy segura que dará mucho que hablar en los próximos meses a través de los comentarios, tanto de seguidores como de detractores.

Nos encontramos ante la clásica narración Ab ovo; introducción, nudo y desenlace.
Esa desaparición, es el foco de interés desde el que parte esta historia; sensibiliza al lector al tener por protagonista a un niño de corta edad y desde ese punto se inicia una investigación para intentar hallar tanto al responsable como los motivos.

El narrador

La voz narrativa elegida para esta novela es quizás, lo que menos me ha gustado.
Debo reconocer que para este tipo de novelas, un narrador en tercera persona con un conocimiento sin límite, quizás es la elección más acertada, ya que evita la subjetividad que proporcionan los narradores en primera persona, pero no me convence la entonación tan directa que emplea, al igual que en algunas ocasiones, el abuso de frases cortas.
Para narrar, elige un angulo de visión desde el que no se le escapa ningún detalle, salta de un personaje a otro permitiéndonos ver los distintos puntos de vista de cada uno de ellos, pero aun así, esa perspectiva me da la sensación de estar centrada durante demasiado tiempo en Anne, la madre del bebé desaparecido. Eso, sumado a como digo el tono empleado, crea una predisposición hacia ella, además de que en los personajes secundarios no profundiza y quedan bastante planos.

Generadores de intriga

Este narrador omnisciente, llega a entregarnos información que ni los propios personajes conocen. Ese tipo de focalización espectatorial, genera el máximo de intriga y hace que el lector siempre vaya un paso por delante de los personajes, esto puede repercutir de forma negativa en la lectura, ya que en mi caso, descubrí al culpable con bastante antelación...
Los capítulos cortos cargados de giros argumentales, además de agilizar la lectura, también contribuyen a generar tensión, y si a esto le sumamos algunos elementos más como son los secretos, las dudas, la culpabilidad y los remordimientos, creo que tendríamos un thriller lo bastante interesante como para captar nuestra atención durante un par de días, que será lo que nos dure la lectura. 
 
A pesar de todo lo dicho, tanto a favor como en contra, lo que sí hay que hacer, es reconocer el mérito de la autora, porque posee una gran imaginación que no duda en volcar a lo largo de toda la narración.
La recreación de los hechos, la atmósfera conseguida repercute de forma directa en las escenas que resultan del todo verosímiles, aunque debo advertiros que el momento más impactante nos espera al final de la novela, y es que la última escena... creo que es para dejar perplejos hasta al más exigente de los lectores.


miércoles, 21 de diciembre de 2016

El descenso de Jonathan Vázquez

Sinopsis:

''Su tieso semblante y la dulzura de su tacto se deformaban bajo la luz templada del día. La vida le parecía aterradoramente normal; para él, una sombra entre las sombras, las gentes que poblaban el mundo parecían llenar un profundo abismo sin sentido.
Todos usan a todos, se comen entre ellos como animales rabiosos en el fango con el deseo de complacer sus negros placeres, la mendicidad de sus mentes se extravía en el camino de cenizas al que ellos mismos se conducen, pues el infierno es una elección propia.''



Opinión:

La naturaleza del mal es un misterio cautivador que desde la antigüedad se ha intentado resolver.
Pero... ¿de dónde surge? ¿No os lo habéis preguntado alguna vez?
El mal ya aparece reflejado en la Biblia, pero la solución a ese enigma, aún no ha sido resuelta.
¿Será que existe en la profunda naturaleza del ser humano?
Yo creo, después de tantas preguntas, que el mal no tiene origen, al igual que tampoco lo tiene el bien; tan solo son conceptos a los que no voy a intentar dar solución, cuando ni tan siquiera los grandes pensadores lo han conseguido.
Sin embargo, hay algo que me planteo con frecuencia. ¿Cuáles son los motivos que empujan al ser humano a cometer actos atroces, carentes de lógica?
Tal es la complejidad de la respuesta como sencilla la pregunta, y creo que esa cuestión, tampoco tiene explicación, por lo que muchas veces tendemos a achacarlo a influencias externas, a los cambios de luna, al calor intenso e incluso a los vientos.
Lo cierto es, que cuando se dan ciertas situaciones, determinados individuos más sensibles que el resto, son propensos a cometerlos; Pero este es un tema, del que ya hablaremos un poco más abajo. *

En el comienzo del libro, para ser más exactos en el primer capítulo, el autor tras una breve introducción, nos dice que es mejor no intentar razonar sobre este hecho, sobre la maldad, que no hay que buscar su origen, porque la búsqueda puede complicarse y en vez de ver la luz, nuestra búsqueda puede generar más oscuridad.
Con esa pequeña narración a modo de prólogo, Jonathan Vázquez, crea el ambiente necesario sobre el que se irá desarrollando la trama, y no solo eso, nos hace reflexionar sobre el dolor, la venganza y la mencionada maldad.
Lo que sí extraemos de sus palabras, es que la consecuencia de la maldad es el pecado, y éste es concreto el motor de la novela, porque esta siniestra historia policial, gira entorno a unos asesinatos, a un ejecutor que se cree con derecho de impartir justicia.
Cada víctima es condenada por una acción que ha caracterizado su vida y solo con su muerte, el asesino les purga de sus pecados.

Pero vamos a intentar profundizar en el argumento... sin destripar nada.

El libro comienza con un par de asesinatos macabros.
Kyle Harrigan, un joven detective retirado del servicio del FBI, es reclamado por su jefe para dar con un psicópata metódico, que está aterrorizando a la localidad de Wolf Point (Montana).  *A esa localidad está llegando la primavera, arrastrando consigo incesantes olas de calor que unido a la humedad, están contribuyendo a crear aparatosas tormentas acompañadas de viento, rayos y truenos. Ese ambiente ha generado un malestar general que se masca en el aire...

Harrigan, el protagonista, es un personaje que evoluciona a lo largo del libro. Al comienzo le conocemos siendo alguien atormentado por la muerte de su hermana, pero según avanza el argumento, esos sentimientos van desapareciendo para dar lugar a otros.
Posee como habilidad la empatía; puede ponerse con facilidad en el lugar de la víctima e incluso del asesino.
Pero lógicamente, Harrigan no puede llevar solo esta compleja investigación, por lo que volverá a reunirse con una antigua compañera, Rebecca Hawke.
Los detectives se enfrentan a un asesino distinto, frío y calculador, que no duda en jugar con ellos, podéis ver una muestra de como es en la sinopsis.
Así, se inicia una búsqueda contrarreloj, donde este asesino serial, parece ir siempre por delante en la investigación.

Hay varias cosas que llaman la atención en esta obra.

La trama, cuyos pilares se encuentran en la Divina Comedia de Dante y en los siete pecados capitales, se asemeja bastante a la película de culto de 1995, de David Fincher, Seven; con esto no estoy diciendo que sea igual, ni que sea bueno o malo, pero sí, que el lector que la haya visto, vagará hacia sus escenas sin remedio.

También destaca el simbolismo oculto, las alegorías, que vamos encontrando.
El frío, el mal tiempo, es un elemento constante que persigue a los personajes a lo largo de la novela, y también podría añadir la oscuridad, ya que muchas escenas ocurren siendo de noche.

El descenso, el título elegido, quizás podría aventurar lo que le espera al protagonista, un descenso al infierno, al igual que lo hiciera Dante en su obra más conocida.


La Portada del libro también es para analizar.
En ella vemos a un hombre caminando y tras él podemos ver una ilustración del ya mencionado Infierno de Dante, también apreciamos en el lado izquierdo una iglesia.
Esos mismos elementos, curiosamente, también son visibles en una imagen que habréis visto en muchas ocasiones, el icónico cuadro de Domenico di Michelino, pintado en 1465 y que se encuentra en la Catedral de Florencia.
Pero todo lo mencionado hasta ahora, tan solo son conjeturas mías.

La trama cumple con el primer mandamiento de un thriller sangriento, atrapar y entretener. Cuenta varios giros argumentales muy bien aprovechados, que sumergirán al lector en un relato que mantiene el ritmo.
Su prosa es muy descriptiva y nos transporta con facilidad a los escenarios y por supuesto será un elemento fijo en la narración, que nos acompañará hasta el final de esta novela con clara huella anglosajona.

Y he dejado para el final lo que menos me ha gustado.

El libro no es extenso, se lee bastante bien, de forma ágil y no se hace pesado en ningún momento, pero el final me ha parecido demasiado precipitado.
Me hubiese gustado encontrar algún asesinato más, más desarrollo en la investigación lo que se vería reflejado en un incremento de páginas, porque lo cierto, es que la historia sabe a poco.
La sinopsis elegida, para mí es un fallo.
Según mi criterio debe ajustarse a unos parámetros.
Reflejar de forma muy breve los puntos generales de la obra, como si fuese un esquema, con el fin de seducir al lector, acercarle de forma concisa al contenido, por lo que creo que centrarse en poner la descripción del asesino no incita al lector a leer la obra. No refleja de forma clara lo que nos encontraremos, es demasiado fría y lo cierto es que aporta muy poco.


miércoles, 7 de septiembre de 2016

Querido Caín de Ignacio García-Valiño

Sinopsis:

Carlos y Coral forman un acomodado matrimonio cuya plácida vida se ve drásticamente alterada cuando su hijo Nico, que está entrando en la adolescencia, aparece envuelto en un accidente que se salda con la muerte del perro de la familia. Pero, ¿se trata de un accidente?
Ante el empeoramiento de su conducta antisocial, acuden a Julio, psicólogo infantil, que trata de entender las acciones del chico por su común afición por el ajedrez. Comienza un pulso entre médico y paciente en donde, se entretejen estrategias, se realizan movimientos en falso y sacrifican peones. Julio se verá atrapado en una peligrosa red de mentiras, inquietante telaraña en la que hasta el final persistirá la duda sobre quién manipula a quién. Y si no consigue descubrir a tiempo el terrible secreto que esconde Nico, personas inocentes pagarán sus errores con la vida...
Una adictiva novela de ritmo endiablado, bien escrita, que seduce y hechiza desde la primera página.

Opinión:

Una breve reflexión para empezar...
Hace muy poco leía en un periódico que habían detenido a un joven por agredir a su madre.
Noticias como esta que inundan los periódicos a diario no deberían sorprendernos, pero en cambio, cuando las leemos, no dejamos de sentir un escalofrío y un malestar que tarda en abandonarnos.
Este libro en concreto lo tenía desde hace mucho tiempo esperando, pero no veía el momento oportuno para ponerme con él, y fue precisamente esa noticia la encargada de dar el pequeño empujón necesario para comenzar su lectura.

Habrá quien opine que no es una lectura para todo el mundo, es cierto, pero de vez en cuando debemos arriesgarnos, pasar esa pequeña barrera que nos frena ante una lectura arriesgada, poco amable, y leer para conocer lo que está ocurriendo a nuestro alrededor.

El caso es que no sirve de nada mirar hacia otro lado. 
Ha dejado de ser un problema que afectaba a terceros, del que solo teníamos conocimiento de oídas, para pasar a convertirse en uno de los problemas que más alteran la vida familiar y académica hoy en día.
Me estoy refiriendo al maltrato, acoso físico o psicológico. Y aunque este libro de ficción se centra en analizar el comportamiento de un adolescente, quizás llevado hasta los límites; ese mismo comportamiento podemos encontrarlo en todas las etapas de la vida, desde edades tempranas en el colegio, con el denominado bullying; en adultos, en el entorno laboral (mobbing); o degenerando en cualquier tipo de violencia, como podremos ver en esta novela.
Nadie está a salvo y todos somos responsables en mayor o menos medida.

Pero centrémonos en el libro y en su personaje...
Culpamos siempre al que lo hace, pero también son responsables los padres permisivos y familiares cercanos que no solo justifican el comportamiento sino que optan por sobreproteger, intentando tapar una actitud que saben se aleja de la normalidad; el maestro que mira hacia otro lado y/o el compañero que ánima o apoya con sus risitas...
Esa complicidad es lo que alimenta y hace fuerte al manipulador, al maltratador.

Conocí a este autor por un artículo de un periódico, no recuerdo si el motivo de la entrevista era que su obra iba a salir publicada o que habían vendido los derechos para llevarla al cine, la verdad es que eso es lo que menos importa.
Su mensaje, que he recuperado, era lo verdaderamente importante y decía así:

“La influencia de la sociedad materialista y permisiva en que vivimos es atroz. Hoy se ha perdido por completo el respeto a la figura del padre y de la madre. El niño es diana de la publicidad. Hemos pasado del autoritarismo al “dejar hacer”, cuando el modelo bueno es el democrático: hablar, negociar. Y todo ello repercute en que el maltrato de hijos a padres se recrudezca” (entrevista ABC)

Querido Caín...
Está claro que todos tenemos obsesiones que nos acompañan o persiguen.
Los escritores no están a salvo de ello, por ese motivo muchos de sus miedos, inquietudes o pensamientos recurrentes, terminan siendo plasmados o reflejados en sus libros.
Ignacio García-Valiño fue un autor zaragozano que en su profesión como psicólogo-pedagogo y orientador escolar, trató entre muchos, el tema del que hoy os hablo. 
Su experiencia en un campo tan amplio se ve reflejada a lo largo de toda la obra y la convierte en un trepidante thriller psicológico que explora las profundas raíces del mal.
También se ve reflejado en esta obra el acoso al que él mismo fue sometido en su etapa escolar...

Este libro como digo, llevaba mucho tiempo esperando y de lo único que me arrepiento es de no haberlo leído antes.

El protagonista es Nico, un preadolescente de familia acomodada con un comportamiento antisocial. Sus padres, Carlos y Coral, ambos profesionales reconocidos en sus campos, disponen de poco tiempo para pasar con sus hijos.
Nico tiene una hermana pequeña a la que adora, más dependiente lógicamente por su edad, y aunque ambos son buenos estudiantes, para sus padres solo cuentan los resultados y las cifras. Alaban más lo que la niña hace porque consideran que tiene más mérito y olvidan aplaudir los logros de Nico.
Éste ve que el comportamiento de sus padres hacia él es más distante y su actitud está causando que ese alejamiento se acentúe.
Lo cierto es que con el paso del tiempo se ha convertido en un niño introvertido que no da muestras de tener sentimientos. Un manipulador perverso al que le cuesta relacionarse y que destaca por ser superinteligente. Y ya se sabe... la inteligencia es una herramienta maravillosa pero que se convierte en un arma peligrosa si no se gestiona de la forma correcta.

La estructura...
Nos encontramos ante una novela con una estructura compleja que incorpora pequeños cambios según avanzamos en la novela.
Nada más empezar el relato nos encontramos sumergidos de golpe en mitad del problema, desde la primera página somos testigos de la inmensa maldad de Nicolás.
Los primeros capítulos son el medio para presentarnos a los personajes implicados y el encargado de hacerlo es un narrador omnisciente.
Desde ese momento lo que más destaca es el tipo de narración, una exposición ordenada de los acontecimientos que cede en momentos puntuales la visión a los personajes implicados. 
De esa forma conocemos cuanto acontece alrededor de cada uno, sabemos lo que piensa y cómo se enfrenta al problema.
Esta estructura es básicamente el propulsor de la novela, ya que con estos saltos entre personajes hace que la historia avance sin demora, pero lógicamente esta linealidad de los acontecimientos tiene que romperse en algún momento, para explicar, intentar descubrir el origen del conflicto o simplemente para dar más profundidad a la historia.
La ruptura estructural nos llega con la incorporación de algunas escenas retrospectivas que ayudan a que conozcamos parte del pasado de los protagonistas.

Pero esa no será la única vez que la estructura de la novela se vea alterada, aún nos aguardan un par de sorpresas más.
También encontraremos unos escuetos apuntes, las reflexiones del psicólogo sobre el caso. Fáciles de reconocer por el cambio de fuente y donde veremos reflejada la difícil relación que mantiene con el joven, el miedo a no encontrar solución a sus problemas o a errar en el diagnóstico.

Y por último, llegando casi al final, puede que como recurso para acelerar la trama, nos topamos con la narración de un par de escenas que suceden de forma simultanea, un detalle curioso que rompe la monotonía.

Nico, Coral, Carlos y Julio son los personajes sobre los que se sostiene esta historia, aunque tampoco hay que restar mérito a algunos secundarios que resultan de vital importancia para el desarrollo y desenlace de los acontecimientos.

Lo que frena la lectura en los primeros capítulos, es que cuesta hacerse con los personajes. Aunque he mencionado que solamente son cuatro o cinco sobre los que recae el peso de la historia, es cierto que se nombran bastantes más. Esa ligera confusión, es algo puntual, desaparece según avance la novela.

Lo que menos me ha gustado.
El autor se centra, quizás demasiado, en el triángulo amoroso que existe entre Coral, Carlos y Julio y hace una radiografía crítica de lo más profundo de cada uno de ellos. Veremos los esqueletos que cada uno guarda en su armario y los fantasmas que cada noche amenazan sus sueños.

Quizás lo más importante de toda la obra son las preguntas que se le plantean una y otra vez al lector. Preguntas para las cuales no creo que exista respuesta...
¿Existe la maldad innata o se adquiere a lo largo de los años? 
¿Es la personalidad de un niño fruto del entorno?

Como habéis podido observar se trata de una lectura compleja e inquietante que sorprende por lo bien escrita que está. Se nota el trabajo que hay tras ella y que surge de la pluma de un gran experto en la materia.
A mitad de la lectura nos espera un giro espléndido y un golpe final que nos causará vértigo.

Como ya he avanzado considero que es una novela muy recomendable sobre la que no pasa el tiempo.

miércoles, 31 de agosto de 2016

El método 15/33 de Shannon Kirk

Sinopsis:

Premio National Indie Excellence para la mejor novela de suspense de 2015.
Imaginad a una chica de dieciséis años, embarazada y vulnerable, a quien acaban de arrancar de la tranquilidad de su hogar para arrojarla dentro de una furgoneta destartalada. Raptada… Sola… Aterrorizada.
Ahora, olvidaos de ella.
Imaginad en cambio a una prodigiosa manipuladora de dieciséis años que, desde los primeros instantes de su secuestro, se centra, con tanta serenidad como determinación, en dos cosas: salvar al niño que lleva en su seno y vengarse.
Metódica y calculadora, pone a punto un plan organizado de manera casi científica en el que nada está librado al azar. Su férrea voluntad y su ingenio serán sus mejores armas contra la brutalidad de sus raptores, y lo único que le falta por hacer es esperar el momento ideal para lanzar su ataque.

Opinión:

Creo que estamos de acuerdo en que lo primero que suele entrarnos por los ojos, es la cubierta de un libro.
Lógicamente tras la gran promoción que se estaba llevando a cabo con este libro, era casi imposible no conocer algunos detalles más.
Estaba siendo el gran éxito literario del verano, el argumento giraba entorno a un secuestro y la joven protagonista distaba bastante de ser la clásica víctima.
Aun así, yo me encabezoné con el llamativo 15/33 del título. 



Ese par de cifras que aparentemente solo se mencionaban en el título y que llegaban precedidas de El método, me intrigaban, y es que más que un sistema o una táctica, me recordaban a alguna referencia bíblica.
La verdad es que hay que reconocer que el título de por sí, siembra intriga y es el mejor reclamo.
Pero vayamos al argumento...

Desde el principio nuestra joven protagonista, nos indica que nos va a relatar unos acontecimientos que ocurrieron 17 años atrás.
Por lo tanto, ya sabemos dos cosas:
1.- Vamos a encontrarnos ante una narración retrospectiva. Un racconto bastante extenso, ya que nos informará detalladamente de todo lo que ocurrió cuando tenía dieciséis años.
Esa narración irá progresando de forma lineal hasta llegar a situarnos en el momento actual.
2.- El otro dato que también conocemos, inherente a lo que acabo de mencionar, es que la joven consiguió escapar de sus captores.
El conocer este detalle desde el comienzo, aunque nos pueda parecer del todo arriesgado por parte de la autora, no resta interés al argumento, al contrario, aporta más suspense. Además intuimos por el dinamismo de la trama y el comportamiento imprevisible de la adolescente, que la autora se reservará algún que otro giro para más adelante.
De todas formas a nosotros, lo que realmente nos interesa en ese momento, es conocer el proceso que siguió para conseguir su liberación.

Nos encontramos ante una novela de suspense que se aleja de lo que estamos acostumbrados a leer, y eso se debe a que la protagonista dista bastante de ser la clásica víctima que encontramos en otras obras.
En el momento en que la conocemos sabemos por su relato, que lleva tres días secuestrada, tiene dieciséis años y está embarazada.
En ese momento conectamos con ella, es la víctima y su estado la convierte ante nuestro ojos en un ser vulnerable. Creemos que estará asustada e indefensa, pero nada más lejos de la verdad.
Tiene la capacidad de desconectar de las emociones.
Se desprende de la carga que suponen los sentimientos y los pensamientos que acarrean. De esa forma consigue abstraerse del entorno, le da esperanza y le ayuda a centrarse en lo realmente importante. Escapar...
Fría y calculadora, planea de forma metódica desde los primeros compases de este espectacular thriller, no solo su liberación, sino también el modo de vengarse de sus captores.

Ya sabemos quien es la narradora y que el peso del relato recae casi por completo sobre ella, pero también tenemos que hablar de otro personaje relevante para la trama, otro protagonista que también dispone de hilo propio, el Agente especial del FBI, Roger Liu.

Ambas tramas argumentales aparecen narradas en primera persona de singular.
Ese recurso consigue que la joven víctima, nos transmita angustia, está completamente aislada del exterior.
Con el agente Liu tenemos los datos que ella no puede aportarnos. Sabemos como se está llevando a cabo la investigación, el paso a paso y quienes forman el equipo de búsqueda.
La autora, ha conseguido el equilibrio perfecto entre ambos personajes.

La obra mantiene un ritmo intenso desde las primera páginas, pero al llegar a la mitad ese ritmo gracias a los giros argumentales, se convierte en vertiginoso.
Puedo decir, que es de esas novelas que si no consiguen rozar por momentos la perfección, se encuentran muy cerca.
La autora juega al despiste y el lector cae en la trampa.
Considero que esta novela es uno de los mejores argumentos que he encontrado este año, aunque también tiene sus pequeños fallos.

El personaje de la protagonista es magistral, aunque en un principio no nos lo parezca.
Desde el comienzo nos ponemos de su lado.
Centramos nuestra atención en ella, es la víctima, pero al tiempo que vamos conociéndola empieza a levantarse entre nosotros un muro que aunque no es de rechazo hacia el personaje, sí nos frena a la hora de empatizar.
Su frialdad, su falta de emociones, ese interruptor que utiliza con frecuencia para no demostrar sentimientos, la convierten ante nosotros en un bicho raro, y eso causa un efecto rebote.
La chica hay que reconocerlo, es un tanto rara, mas bien diríamos inusual, y su comportamiento extraño es lo que hace que se levante la citada barrera ante nosotros.
Intentamos entender esa forma de pensar que la lleva a tomar decisiones demasiado calculadas para nosotros.
Esa frialdad, ese comportamiento fuera de lo común, es lo que marca la diferencia y la distancia de otras víctimas, consiguiéndola poner a salvo.
Pero las hojas pasan y la lectura avanza...
Al final ese modo de pensar, esas sensaciones ambiguas que despierta en nosotros, cambian y termina convirtiéndose en una mujer valiente, inteligente y casi digna de alabar.
En esta obra se rompe el canon de "mujer débil", aunque en algunos momentos sí es cierto que vemos flaquear sus fuerzas, el estado de indefensión le llega no por ella, pero sí por el miedo a que hagan daño a terceras personas, en concreto a su hijo.

Y para terminar un par de reflexiones...
El desarrollo de la investigación, para mí, es el punto débil de esta historia.
Resulta demasiado superficial, no entra en detalles y parece que los resultados pasan a depender demasiado de las casualidades... Ya sabéis que este blog no es muy amigo de la casuística.
También puede ser que ese exceso de suerte, sea una consecuencia directa del ritmo frenético que alcanza el argumento... Pero como digo al comienzo de este párrafo, solo son reflexiones mías.
Lo otro que os quería comentar es el tema central.
Todos los comentarios que he leído hasta el momento, coinciden por unanimidad en que la novela trata de un secuestro...
Guiándonos por la sinopsis estamos totalmente de acuerdo, no hay nada que aclarar; pero tras finalizar la lectura ya no estoy tan conforme y me surge una ligera duda.

¿Es la historia de un secuestro o el relato de una Venganza?

Desde estas ultimas lineas, no dudo en recomendárosla. Se aleja de las lecturas convencionales, posee los elementos necesarios para mantener desconcertado al lector y atraparlo en toda la extensión de la novela.


miércoles, 24 de agosto de 2016

El animal más peligroso. Un thriller victoriano de Gabriel Pombo

Sinopsis:

Inglaterra 1887-1889

Mientras el homicida del Torso del Támesis arroja restos de sus víctimas en el río, Jack el Destripador mutila prostitutas en Whitechapel.

A pesar de los esfuerzos de Scotland Yard y del Comité de Vigilancia los crímenes se suceden, cómo si de una competencia sádica se tratase.

Esta es la historia de aquellos asesinos, y del hombre y la mujer que los enfrentaron.

Opinión:

Ya os he hablado en alguna otra ocasión de Gabriel Pombo.
Un autor uruguayo al que se considera uno de los ripperólogos, (del inglés Jack the Ripper, es decir, expertos en Jack el destripador), más destacados del mundo y gran amigo de este blog.
Ya tuve la oportunidad de leer y comentar otro de sus libros, Jack el destripador. La leyenda continúa y quedé bastante satisfecha con la lectura, por la cantidad de datos, muchos de ellos desconocidos, que facilitaba el autor sobre la misteriosa figura del asesino de Whitechapel, las investigaciones que se llevaron a cabo entorno a ese criminal victoriano y las posteriores teorías que surgieron.
Hace muy poco, Gabriel Pombo me envió las pruebas de las portadas de la que se iba a convertir en su próxima novela, El animal más peligroso. Un thriller victoriano y desde ese mismo momento, el libro me entró por los ojos.
Y es que como se suele decir... Una imagen vale más que mil palabras.


El artista elegido para realizar la portada, al igual que en la anterior obra, era Alejandro Colucci. Un ilustrador con muchísimo talento, cuya obra estoy segura de que conoceréis, ya que sus ilustraciones adornan las cubiertas de las novelas más de moda.

Pero vayamos al interior...
Las anteriores obras de este escritor podían clasificarse como ensayos de investigación.
En Jack el destripador. La leyenda continúa, nos encontrábamos con un ligero cambio.
Pombo nos sorprendía con un ensayo novelado, donde apreciábamos lo cómodo que se sentía escribiendo dentro del género de la novela, y los lectores agradecíamos que el texto se alejase de la estructura clásica de un ensayo, aunque mantuviese la rigurosidad de los hechos.
Así que no es extraño, que de nuevo nos haya vuelto a sorprender con la que será su primera obra dentro de la categoría de novela.
Una historia de ficción donde los hechos históricos y los personajes reales casi logran eclipsar a los verdaderos protagonistas, los ficticios.


En la obra pueden apreciarse varias partes bien diferenciadas.
En un principio conocemos a los personajes ficticios y de su mano seremos guiados por una detallada narración, una crónica minuciosa, que girará alrededor de los asesinatos que asolaron el Londres victoriano.

Los personajes.
Jack el destripador y el Asesino del Torso, serán personajes omnipresentes a lo largo de toda la obra, pero hay otros secundarios, también reales, descritos de forma muy acertada y que juegan un papel decisivo en la narración.
Esos protagonistas reales, fueron testigos de primera mano de los asesinatos de ambos homicidas y aunque tienen escasa participación en la historia, reconozco que su papel histórico pesa demasiado en cualquier obra donde aparezcan.

Esos testigos reales son:
Frederick George Abberline, el Inspector jefe de la policía Metropolitana de Londres. Una importante figura policial en la investigación de los asesinatos de Whitechapel.
Thomas Bond, cirujano forense de la policía que realizó las autopsias a varias de las victimas.
Henry Moore, Inspector jefe de Scotland Yard.

La parte de ficción nos llega de la mano de una pareja de protagonistas. 
Y vuelvo a recalcar lo dicho, los hechos que se narran logran acaparar toda nuestra atención y desplazan a un inmerecido segundo plano a estos dos protagonistas.
Arthur Legrand, es un detective de origen francés que lidera un grupo de investigación que va tras los pasos del asesino múltiple. Un genio del disfraz que hace que mi mente vague en dirección a otro personaje decimonónico, Sherlock Holmes.
Y luego tenemos a Barbara Doyle, el personaje femenino, que aunque dista mucho de ser 'redondo' logra conquistarnos sin esfuerzo.
Me pregunto si estos dos personajes son un guiño de Gabriel Pombo a la obra de Arthur Conan Doyle o es simple coincidencia.

Me ha gustado mucho el papel de Barbara en esta historia y es que siempre presto especial atención a los personajes femeninos en textos ambientados en el Siglo XIX o principios del XX.
Barbara es un gran exponente de las mujeres valientes que empezaban a reaccionar, a abrirse camino en el difícil mundo en el que les había tocado vivir, destinado en exclusiva a los varones.
Las mujeres se veían desplazadas a un segundo plano, limitando su papel a labores domésticas.
Barbara es una periodista que no duda en hacer frente con eficacia a sus "colegas de oficio", varones, aunque luego sus artículos vean la luz bajo seudónimo, algo frecuente en la época, ya que era imposible que una mujer, seres considerados de inteligencia limitada e inferior a la de los hombres, tuviese capacidad para pensar por sí misma.
Este papel impuesto que marginaba a las mujeres, se ve resaltado al incluir la opinión que tienen las criadas sobre su forma de actuar y que consideran totalmente alejado del código de conducta social que debería cumplir una señorita; y es que como veréis, ésta en particular tiene un comportamiento totalmente pecaminoso:
Joven, soltera, y con trabajo fuera de casa. 

En fin, dejemos de lado la ironía, porque no vamos a descubrir nada nuevo, la era victoriana fue una época de enormes contradicciones, se consideraba inmoral todo lo que pudiese alejar a una mujer de quedarse encerrada en casa al servicio de la familia...

Otro detalle más a tener en cuenta y en favor de este personaje femenino, es el relato que nos regala Barbara sobre una captura ficticia de Jack el destripador.
Ese momento, al igual que otro que se desarrolla en una cantina, donde cuatro peniques entran y salen de escena, es el momento elegido por Gabriel Pombo para incluir un par de escenas cómicas en la historia. Nos sumerge en un pequeño juego junto a los dos protagonistas y terminan arrancándonos una amplia sonrisa.

Y ahora viene la pega generada entorno a estos dos personajes.
Merecerían haber tenido más participación, cincuenta páginas e incluso me animo a decir cien, para desarrollar más sus papeles, porque su actuación se hace corta en esta novela. Resultan demasiado interesantes para abandonarlos y formarían un tándem perfecto para dar continuidad a sus aventuras en una saga. No será por falta de asesinos en esa época...

Unos últimos apuntes...

Debido a los grandes conocimientos de Gabriel Pombo y al extenso trabajo de investigación que ha realizado sobre la figura de Jack el destripador, es normal, que este personaje intente a golpe de cuchillo, tomar también el protagonismo en esta historia que no le pertenece.
Para alguien que ha estado siempre catalogado como uno de los asesinos más macabros de la Historia, es normal, que no se conforme con pasar por esta narración de puntillas, como lo haría un secundario más.

Por eso insisto, el Descuartizador del Támesis, es el personaje sobre el que se construye esta historia y concluye con un final del todo imprevisible.
Pero hay que recordar, al igual que ocurría en la obra de Sarah Pinborough, El segundo asesino, que hablaba sobre el mismo serial Killer, que se trata de una obra de ficción.
El asesino del Torso o Descuartizador del Támesis como se le calificó y Jack el destripador, coincidieron con sus macabros asesinatos en un espacio de tiempo muy reducido en Londres.
Ambos asesinos desaparecieron sin dejar rastro y muchas teorías surgieron alrededor de estas dos figuras.
Jamás conoceremos su identidad y ese hecho quizás, es el que les ha convertido casi en un mito.
Es cierto que Jack puede considerarse como uno de los primeros asesinos en serie, su actuación fue macabra, pero creo que El descuartizador del Támesis que tuvo menos notoriedad, lo superaba.
Su modus operandi consistía en desmembrar a las víctimas prestando especial hincapié en la cabeza, que deformaba para evitar que se la reconociese y tras esto arrojaba los restos al río.

Llegados a este punto habrá quien diga, que una nueva novela donde reaparece Jack, un personaje del que tanto se ha hablado no es muy original; pero aquí hay que decir que gracias a la experiencia y a los conocimientos que aporta este autor sobre el tema, junto con el hecho de que ambos asesinos coexistiesen al mismo tiempo en Londres, hace que aparezcan ante nuestros ojos como personajes reinventados.
La historia al cambiar de manos nos ofrece otro enfoque, otra versión, que hace que comprendamos mejor los detalles sobre como se desarrollaron las investigaciones y las medidas de seguridad que se tomaron para proteger a la gente de Whitechapel...

La novela salió a la venta en julio en Argentina. Aunque fue una edición muy pequeña, los visitantes de ese país ya podéis disfrutarla; en Uruguay, de donde es este escritor, saldrá a la venta en estos días en caso de no haberlo hecho ya.
Los españoles de momento tendremos que limitarnos a esperar para ver si esta nueva novela ve la luz en nuestro país. A ver si alguna editorial se anima y hace que esta obra cruce el charco.


miércoles, 6 de julio de 2016

Vías cruzadas de James Patterson

Vías cruzadas (Alex Cross 24)
Sinopsis:
Del autor de thrillers más vendido del mundo, llega el libro nº1 del The New York Times, con su investigador más famoso:
ALEX CROSS 
DETECTIVE, PSICÓLOGO, PADRE…Y CAZADOR DE ASESINOS EN SERIE.
Tras pasar más de treinta años en Washington, el célebre detective Alex Cross regresa a Starksville, su ciudad natal. Su presencia resulta incómoda para algunos, sobre todo cuando decide investigar el caso de su primo, acusado de cometer un horrible crimen. Cada paso que da le acerca a un asesino abominable, de corazón frío, y a la verdad sobre su propio pasado. Las respuestas que encuentra pueden ser fatales. Pero el afán de justicia de Cross es insaciable.
LOS CASOS MÁS DUROS SON AQUELLOS
QUE TE ENFRENTAN A LA VERDAD.

Opinión: Vías cruzadas (Alex Cross 24)

Si hablásemos de un escritor fuera de serie, sin duda, nos estaríamos refiriendo a James Patterson.
Puede que a muchos no os suene con solo citar su nombre, pero está considerado como uno de los escritores de mayor éxito y de los que más venden en todo el mundo.
Pero podemos ir un poco más allá, aportando más datos al respecto; en Estados Unidos, de cada quince libros vendidos, uno es suyo y sus ventas anuales giran alrededor de los 16 millones de ejemplares.

Si os digo que Alex Cross, psicólogo y exmiembro del FBI, se ha convertido en su personaje más conocido y en el responsable de catapultarle hasta la fama, puede que os siga sin sonar...
La saga "Alex Cross" consta de momento de 24 libros que pueden leerse de forma independiente, pero todo hay que decirlo, no todos han sido publicados en España.
Ahora bien, si os comento que dos de sus primeros casos, La hora de la araña El coleccionista de amantes. fueron llevados al cine con Morgan Freeman como protagonista, puede que ya empecéis a arquear las cejas y a mover la cabeza en señal de Ahora sí caigo...
Más tarde, una tercera entrega también sería llevada a la pantalla grande pero sin alcanzar el éxito deseado.

La novela está dividida en cinco partes más el prólogo y en ellas entraremos en contacto con dos hilos argumentales.
El principal o hilo conductor, tiene lógicamente como protagonista a Alex Cross.
El detective se desplaza junto con su familia a su ciudad de origen, Starksville, para intentar resolver un caso que tiene como principal acusado de asesinato a su primo.
Allí, en esa ciudad sureña, los escasos recuerdos de su infancia empezarán a aflorar y el pasado terminará, irremediablemente, dándole caza.

El otro hilo argumentativo, más secundario, nos lleva a Palm Beach (Florida) y tiene como protagonista a Coco, un asesino en serie.
Ambas tramas suceden de forma simultanea, aunque como ya habéis visto en escenarios distintos, y aquí llega lo interesante...
En un principio pensamos que los dos casos estarán estrechamente ligados; sus dos hilos argumentativos así lo demuestran, convergen. Pero que los personajes estén destinados a encontrarse no significa que un caso esté relacionado con el otro.
Cuando llega el momento crítico y los personajes se cruzan, más o menos pasado el meridiano de la novela, no encontraremos ningún punto visible de enlace entre ambas historias.
Pero no desesperéis... que no se vea, no es que no lo haya.
James Patterson se ha reservado un as en la manga para ese momento, y termina dejando al lector, literalmente con la boca abierta.
Lo que en un principio iba a ser un caso que afectase al detective Cross de forma indirecta, termina siendo todo lo contrario, y Alex termina convirtiéndose en una pieza clave.
El pasado se apodera de la trama y los acontecimientos del presente pasan a ser un tema, aunque importante, algo más secundario.

La tensión narrativa es un recurso que predomina en los thrillers y que se relaciona directamente con el ritmo, va en aumento y actúa como una tela de araña para los lectores, pero en este caso, a pesar de existir de forma muy ligera en la narración, el autor no ha pasado a depender totalmente de ella. Ha utilizado otros recursos. Capítulos breves, la vuelta de tuerca del final, los cambios de narrador y la dosificación de la información, entre otros...

En este punto hay que mencionar que volvemos a encontrar los dos tipos de narrador de los que os hablaba hace poco. El hilo de Alex aparece narrado en primera persona y el de Coco en tercera, por lo de dar la supremacía absoluta a un personaje sobre el argumento y sobre el resto de personajes.

La forma de narrar es sencilla pero detallada, nos hacemos una idea muy clara de como es la ciudad y sobre todo, la relación existente entre sus habitantes.
Starksville es una ciudad pequeña del estado de Misisipi y de no ser por las constantes referencias a la tecnología, teléfonos móviles, televisiones de pantalla plana y coches de última generación, pensaríamos que nos encontrábamos ante la misma ciudad que Harper Lee describía en Matar a un ruiseñor, y es que James Patterson refleja en su narración los mismos temas polémicos a los que hacía referencia Harper Lee en su aclamada obra... Violación y desigualdad racial.

Obviamente, una autor de la altura de Patterson, que se defiende con soltura entre los géneros policíaco y thriller, no iba a detenerse ahí, y ha añadido algunos detalles indispensables para darle un toque más actual.
Asesinato, tráfico de drogas de diseño, organizaciones criminales y un abogado, en este caso femenino y también de color.

Llegados a este punto me toca hablaros sobre los personajes.
No he encontrado ninguno que pueda calificarse de redondo, pero tan solo he leído esta entrega de la serie. Aún así me he creado una imagen bastante clara de como es el protagonista y me ha gustado.
Supongo que después de 24 libros publicados, el detective habrá ido evolucionando y poco a poco reinventándose a sí mismo; porque los lectores y más cuando se trata de entregas que se alargan tanto en el tiempo, es eso lo que buscamos. Personajes dinámicos pero sobre todo humanos, y creo que precisamente eso, humanidad, es algo característico de este protagonista.

El resto de personajes me han parecido bastante planos, no tienen mucho peso en el argumento, tan solo son secundarios sobre los que apoyarse, aunque lógicamente unos tendrán más relevancia que otros.

Y creo que no me dejo mucho más en el tintero. Considero que leer esta novela ha sido una buena experiencia y no descarto, en un futuro próximo, leer alguno de los libros anteriores de la saga que han sido publicados en español.