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martes, 16 de junio de 2020

El mercader de libros de Luis Zueco

Sinopsis:

Hubo un tiempo en que los libros podían descubrir nuevos mundos, tambalear los dogmas más sagrados y cambiar el curso de la Historia.
Esta novela es un viaje a los años siguientes a la invención de la imprenta, cuando un mercader de libros emprende la búsqueda de un misterioso ejemplar que ha sido robado de la mayor biblioteca de Occidente, creada en Sevilla por el hijo de Cristóbal Colón.

Año 1517. El joven Thomas atraviesa la incipiente Europa renacentista huyendo de su pasado. Son los años siguientes al descubrimiento de América y la invención de la imprenta, un periodo de profundos cambios que han supuesto el fin de la Edad Media. La curiosidad que siente por el Nuevo Mundo, cosechada en sus múltiples lecturas, le llevará hasta España, donde comenzará a trabajar con un mercader de libros.
El encargo de localizar un ejemplar envuelto en un halo misterioso le conduce hasta Sevilla, una próspera ciudad que sirve como enlace en el comercio con las Indias y que alberga, entre sus murallas, la biblioteca más importante de Occidente, creada por el hijo de Cristóbal Colón y llamada la Colombina. Será precisamente allí donde Thomas descubra que alguien ha robado el libro que él busca y, por alguna razón, tiene mucho interés en que nadie lo encuentre.
Hubo un tiempo en que los libros permitían descubrir nuevos mundos, tambalear los dogmas más sagrados y cambiar el curso de la Historia. Luis Zueco nos sumerge en los albores de la bibliofilia y nos traslada, en una perfecta unión de rigor histórico y trama trepidante, a una época en la que la palabra impresa podía ser el arma más peligrosa.

Opinión:

Voy a hacer una reseña muy general sobre esta nueva novela de Luis Zueco, porque tampoco me apetece desvelar más de lo que se cuenta en la sinopsis, que ya creo que es demasiado, así que me centraré en los aspectos que más me han gustado.

Hay algunas cosas que me apasionan de este autor y que hacen que cada vez que publica un libro vuele a hacerme con él.
La primera es la sencillez de su prosa; lo didácticos que resultan sus contenidos; la intriga que aporta a la trama y las historias tan hipnóticas que arrastran sus personajes; sin olvidar mencionar la forma en que realidad y ficción se entrecruzan...
Creo que ese sería un resumen bastante aceptable a la hora de hablar de sus novelas.

El amor por los libros

Pero... ¿Qué novedad nos ofrece Luis Zueco en El mercader de libros?
Pues un binomio perfecto, el que surge de unir la palabra libros y pasión; una historia perfecta para todos nosotros, los amantes de la literatura.
Los libros vertebran esta novela y sumado a los personajes reales y de ficción que campan a sus anchas por este libro, vamos a tener un argumento cargado de conocimiento, aventuras y de anécdotas que nos descubrirán detalles sobre el origen de los libros.

La novela se divide en ocho partes. Un total de ochenta capítulos, un prefacio que encontramos al comienzo y un epílogo que dará por terminada la historia.

Los personajes

El detalle que más me ha gustado gira alrededor de los personajes, esos seres ficticios o reales que intervienen en la acción de la obra.
La construcción de los protagonistas y de los secundarios, así como su desarrollo, resulta vital a la hora de dar credibilidad a los hechos; y como vais a poder comprobar a lo largo de esta reseña, el término credibilidad va a estar muy presente, porque en las obras de ficción histórica es un elemento primordial.
A pesar de que algunos de ellos experimentan un arco de transformación negativo, esa transición que sufren y que repercute en el protagonista, viene a demostrar que un personaje puede resultar antipático o incómodo y aun así resultar positivo para la trama, porque nos muestra el mundo tal y como él lo ve, sin necesidad de ser del agrado del lector.
Debo decir que todos, sin excepción, me han gustado, pero esos que acabo de mencionar y cuyo arco dramático era descendiente, son los que me han aportado mejores momentos, porque ocultaban su verdadera naturaleza. Su comportamiento ambiguo me hacía dudar constantemente de ellos, al estar embozados en un halo de misterio, e iban alimentando la trama, sembrando sucesivos conflictos narrativos.

El autor nos ofrece unos personajes acordes con las costumbres, con los modos de pensar en la época y las escenas en las que participan son las encargadas de aportar la carga real del relato.
Esto último que acabo de mencionar abre la puerta directamente al siguiente apartado:

La ambientación

En todas las obras que he leído de este autor se nota el gran trabajo de documentación previo, dando como fruto una reconstrucción de épocas lejanas muy acertada. Este comentario podría resultar banal, pero no lo es, porque no es extraño encontrarnos con obras de ficción histórica cargadas de errores de bulto.

En este libro vamos a ver reflejados no solo los aspectos políticos, económicos o religiosos, sino también los sociales, muy especialmente en los relacionados con la vida cotidiana de los protagonistas.
Es cierto que muchas veces resulta imposible cubrir todos los aspectos con un cien por cien de fiabilidad y quedan vacíos que deben cubrirse con la interpretación, pero es que hasta esos detalles aquí encajan a la perfección.
La ambientación es como estáis viendo, simplemente redonda.

Este libro nos invita a comenzar un viaje que nos llevará a recorrer el mapa por varias ciudades, entre ellas Amberes, Zaragoza o Sevilla.
Esa Sevilla floreciente del siglo XVI, la renacentista que se abre al Nuevo mundo y que va a convertirse en uno de los escenarios principales, brilla bajo la pluma de Luis Zueco, ya que aparecerá ante nuestra mirada, plasmada en bellas y vívidas descripciones.

Para terminar os diré que también vamos a encontrar referencias constantes a los libros clásicos y a la vida de personajes históricos, entre los que se encuentra Hernando Colón, gran bibliófilo y cosmógrafo; un gran amante de los libros y creador de una de las bibliotecas más completas de la historia.
Pero no quiero despedirme sin mencionaros antes a otro personaje, esta vez omnipresente, que perseguirá a Thomas Babel y que nos acompañará a lo largo de esta novela, un gran personaje al que hoy debemos mucho: "La imprenta".

Y ahora sí me despido.
Como habéis podido comprobar esta novela es una excelente opción de lectura, no os lo digo yo, os lo dicen los detalles que acabo de señalar, pero por si os queda aún alguna duda os pongo una cita que aparece en su interior...
"Los libros son una buena brújula para cuando no sabes qué camino tomar".


martes, 12 de junio de 2018

El monasterio de Luis Zueco

El monasterio (Trilogía medieval 03)
Sinopsis:

Un thriller histórico de máximo suspense ambientado en un fascinante escenario medieval, entre los muros de uno de los monasterios medievales más impresionantes de España.
El silencio oculta la verdad.
Pero hasta las mejores mentiras terminan por descubrirse.
El monasterio de Santa María de Veruela aspiraba a ser una ciudad celeste, un fiel reflejo del reino de los cielos, pero lo cierto es que lo habitaban simples mortales. Sus muros fueron testigos de historias de ambición, traición y venganza. Y también de amor, sexo y... muerte.
En las mágicas y misteriosas tierras del Moncayo se asienta uno de los monasterios cistercienses más bellos del mundo. En el siglo XIV es escenario de una cruenta guerra entre las coronas de Castilla y Aragón, y hasta allí llega el joven Bizén con una misión que cumplir: recuperar los restos que yacen en una de sus tumbas, algo a lo que el abad se niega por misteriosas razones.
Pero cuando uno de los hermanos de la abadía aparece asesinado en misteriosas y violentas circunstancias, Bizén se verá implicado en una intriga de peligrosas ramificaciones. Y deberá concentrarse en hallar al culpable si no quiere que su propio secreto sea descubierto.

Opinión:

Opinión:  El monasterio (Trilogía medieval 03)

El monasterio, es el título de la obra con la que Luis Zueco ha decidido cerrar esta trilogía centrada en tierras aragonesas, y que comenzaba a publicarse allá por 2015.
A los amantes del género histórico, se nos ha hecho esta espera un poco larga, pero tras leer la última novela, reconozco que esa espera ha valido la pena.

Luis Zueco, con esta trilogía de ficción histórica, excelentemente documentada, todo hay que decirlo, nos ha acercado al medievo español, pero alejándose de la tan manida reconquista, y transportándonos al pasado, a través de tres espacios históricos, únicos, de nuestra geografía.

Con la primera obra nos situábamos en pleno siglo XI, en un castillo, concretamente en el de Loarre;  fortaleza militar románica, encargada de defender la frontera que separaba el mundo cristiano del musulmán, y nos dejaba con la boca abierta.
Con la segunda, volvía a sorprendernos. Entretejía una nueva historia cargada de intriga que nos llevaba hasta Albarracín; plaza de singular belleza que todos querían conquistar por su gran importancia estratégica, el momento elegido para situar esa nueva trama, era a finales del siglo XIII.
Pues bien, ahora para cerrar esta excelente trilogía, Luis Zueco nos lleva hasta otro edificio icónico, el Real Monasterio de Santa María de Veruela, primera fundación de la orden del Cister en Aragón, y situado a la vera del Moncayo; uno de los monasterios mejor conservados en la actualidad.



El momento de esplendor en las construcciones cistercienses, corresponde precisamente con la época que Zueco refleja en esta nueva aventura, el siglo XIV. Los monasterios eran grandes ciudades, enormes centros de poder y riqueza, que controlaban la actividad económica de su entorno.
El modelo monástico benedictino se ceñía a dos reglas: el recogimiento y la oración, y eso debía verse reflejado en sus construcciones, que buscaban ante todo, la simplicidad y la desnudez ornamental; sin embargo, a pesar de usar la piedra como material principal, no consiguieron el resultado que buscaban, ya que como hoy podemos comprobar, todas las construcciones que se conservan, están dotadas de una gran belleza.

Pero vayamos a la novela...

El primer capítulo, nos va a servir de modo de introducción.
En él se relatarán unos hechos que sirven para ponernos en situación, para conocer el contexto histórico y a uno de los personajes, precisamente el que nos guiará por este thriller histórico.
Nos encontramos en 1366, en plena guerra entre las Coronas de Castilla y Aragón, una guerra a la que también fueron arrastrados, tanto navarros como franceses e ingleses.
Alrededor del escenario elegido, del Monasterio de Veruela, se consigue crear una atmósfera cargada de suspense, que influye no solo en la vida de extramuros, sino también en los monjes que habitan dentro de él.
La ubicación fronteriza y aislada del monasterio, la lucha por defender las fronteras ente los reinos de Aragón y Castilla, y sobre todo las leyendas oscuras que surgen bajo la influencia del Moncayo, terminarán también interfiriendo en el día a día de sus habitantes, personajes de ficción entre los cuales también se mezclarán algunos reales, algo a lo que ya nos tiene acostumbrado este autor.

La aventura que se nos plantea en esta ocasión, trascurre durante siete días. Ese es el tiempo del que dispone nuestro joven protagonista, para desentrañar un complicado misterio.

Cuando Bizén llega a Veruela lo hace cumpliendo ordenes.
Debe recuperar unos restos que yacen en una de las tumbas del monasterio; como podremos comprobar, su labor desde ese momento va a complicarse.
En esa premisa ya encontramos el primer generador de intriga, los lectores queremos saber la identidad de quién se esconde enterrado en la cripta...

Pero para Bizén, no todo va a ser llegar y besar al santo, eso sería muy sencillo y convertiría la novela en un relato simplón...
Desde los primeros compases, vamos a ser testigos de como la misión se complica, y es que en la edad media, la vida no resultaba fácil.

Para obtener el permiso del Abad para exhumar los restos, debe primero averiguar quién asesino a uno de los monjes.
Ese nuevo encargo será lo más complicado, porque debe hacer hablar, precisamente, a aquellos que están más acostumbrados a guardar silencio.
Aunque San Benito, en su Regla no lo prohibía, decía que se debía evitar la conversación innecesaria, y los monjes de Veruela esto se lo van a tomar al pie de la letra, dificultando con ello que Bizén avance en su indagatoria. Esto podríamos considerarlo como pequeñas zancadillas para evitar que los restos de ese personaje que suponemos insigne, salgan del recinto... pero no seáis mal pensados, los monjes obran siempre de buena fe...

Luis Zueco consigue aunar en sus tres libros, historia e intriga, todo ello de forma entretenida y didáctica, sumándole unos personajes ficticios, sobresalientes; y ademas en este último volumen, nos ofrece un misterio, el clásico de cuarto cerrado, eso sí, un cuarto con unas dimensiones bastante considerables, porque el lugar donde se debe desentrañar el misterio, es el recito monacal, del cual nadie ha podido entrar ni salir sin ser visto, y donde lógicamente no podía faltar el muerto en extrañas circunstancias. Luis Zueco nos presenta así, a un joven, que se verá envuelto en una intriga de peligrosas ramificaciones, luchando contra la criminalidad tan solo con su inteligencia y perspicacia, un gran detective que dejaría al mismísimo Hercules Poirot en pañales...

No quiero extenderme mucho, pero si quisiésemos resumir esta trilogía empleando un solo término, habría que decir que es, completamente adictiva...
Pero sobre todo, lo que más deberíamos alabar, es que el ritmo a lo largo de la saga no decae. No sufre de altibajos, algo muy frecuente si hablamos de Sagas. Esa es la gran dificultad a la que creo que se ha enfrentado este autor, conseguir que los lectores continuemos enganchados a la Historia del medievo español, y a esas historias que entrelaza a su alrededor, siendo cada una de ella de lectura independiente.

Os animo a leer la trilogía al completo, es una de las mejores que he leído en mucho, mucho tiempo...
Podéis leer el resto de reseñas pertenecientes a la saga, pinchando en la pestaña superior de "Sagas", o accediendo a través del autor.


miércoles, 30 de noviembre de 2016

La ciudad de Luis Zueco

La ciudad (Trilogía medieval 02)
Sinopsis:

Tras el éxito de El castillo, Luis Zueco continúa con la construcción de su épica trilogía medieval con La ciudad, un thriller histórico que nos sumerge en la vida cotidiana de la Edad Media a través de una trama llena de suspense de la que los lectores no podrán escapar.
 Año 1284. Cae la noche en una de las ciudades medievales más bellas del mundo. Poderosas montañas y murallas inexpugnables la protegen de los reinos que la rodean y codician.
 ¿Te atreves a caminar por sus estrechas calles, por sus empinadas cuestas y sus asombrosos rincones?
 Empieza a oscurecer. Sientes frío. Escuchas los rumores acerca de las inexplicables muertes que se están sucediendo. De los secretos que esconden los gremios. De la peligrosa mujer encerrada en las mazmorras.
Las puertas se cerrarán pronto. Corre.
Una noche más, nadie podrá escapar de la ciudad.

Opinión: La ciudad (Trilogía medieval 02)

Hace unas semanas os hablaba de "El castillo", la novela con la que este historiador aragonés, iniciaba su trilogía medieval y con la cual, nos irá acercando a algunos de los escenarios más importantes de la Edad Media.
En ese comentario os decía, que tras la construcción de los castillos, esas construcciones que proporcionaba seguridad a los territorios, se produjo un éxodo de población hacia ellos.
Los núcleos empezaron a crecer a su alrededor, el comercio hasta el momento itinerante vio la posibilidad de establecerse de forma fija y segura, y lo mismo sucedió con los gremios. Así empezaron a construirse las primeras ciudades.
La población, hasta ese momento dispersa, empezaba a reunirse alrededor de ellas, el comercio florecía y la sociedad empezaba a ver la luz.
De esta forma, ya conocemos dos de los tres escenarios sobre los que se construirá esta trilogía medieval; un castillo y una ciudad. La tercera que aún está por ver la luz, tendrá su ambientación en un icónico edifico religioso.
Estas tres novelas que se enlazan porque tienen un tema común, el medievo, pueden leerse de forma totalmente independiente, porque no se continúan.
No comparten ni personajes, ni siglo, ni ubicación.

Con esta nueva historia, "La ciudad", el autor nos ofrece un thriller histórico que nos hará retroceder hasta finales del siglo XIII. A una ciudad que fue señorío independiente y que por su singularidad estratégica, fue ambicionado por los poderosos reinos que le rodeaban.



La novela se divide en cinco partes.
Un total de 74 capítulos, más prólogo y un epílogo que encontraremos al final.
En el prólogo, en este primer acercamiento a la historia, un narrador en primera persona nos sitúa en la época, en 1300.
Conocemos pocos datos de este cronista; sabemos que es una mujer ya anciana y que sus recuerdos serán los encargados de acercarnos a unos sucesos ya lejanos, ocurridos en una pequeña y singular ciudad que durante cuatro meses consiguió ser el centro de atención de toda la cristiandad, por los acontecimientos determinantes que allí se vivieron.
Esta testigo de excepción, nos deja clara una cosa desde el comienzo, que hay que cuidarse de los recuerdos, que nos seducen con facilidad debido a su imperfección.
Con ella y con su relato detallado, comenzamos a conocer como era Albarracín en 1284. Una ciudad que jamás había sido tomada por las armas, libre e inconquistable.

Al llegar a la segunda parte, a esta narración preactiva se le suma otro pequeño racconto. Otra nueva narración que nos hace retroceder un poco más, para conocer de propia voz, la historia que esconde uno de los personajes de esta obra, Alodia. De manos de este personaje nos encontraremos de pronto sumergidos en otro relato, una historia dentro de otra historia.

La diferencia principal que encuentro entre "El castillo" y "La ciudad" es que ésta última, tiene más de thriller histórico que su antecesora, parece una novela policíaca del medievo.

Por ese motivo, al leerla, no puedo evitar que mi mente viaje hasta otro libro que el autor menciona al comienzo, al hacer un pequeño homenaje a Umberto Eco.
Os estoy hablando de "El nombre de la rosa".
No es cuestión de buscar similitudes ni hacer comparaciones, pero ambas comparten una característica, una ambientación soberbia.
La novela de Eco, la que llegaría a convertirse en una de sus obras más aclamadas, nos transportaba con maestría a una abadía perseguida por los crímenes.
Luis Zueco, consigue el mismo efecto e incluso crea algunos personajes con la misma perspicacia y conocimientos con que nos agasajaba Guillermo de Basquerville.

En la obra de Eco, la trama giraba exclusivamente alrededor de un turbulento y agónico ambiente religioso, aquí encontramos algo similar, aunque con esto, repito, no estoy haciendo ninguna comparación entre ellas.
Luis Zueco nos ofrece una extraordinaria novela de suspense que se desarrolla íntegramente dentro de las murallas de Albarracín. Consigue el mismo efecto claustrofóbico al transportarnos a una ciudad sitiada y asolada al mismo tiempo por los crímenes.

Los que me visitáis con asiduidad ya conocéis mis gustos. Uno de mis géneros favoritos es la novela histórica. Nos recuerda quienes somos y descubrimos con su lectura cosas que ignorábamos.
Está claro, que no podemos fiarnos de todo al pie de la letra, los autores cuentan con licencias literarias, al igual que las tenían los antiguos juglares.
En ese punto es donde los lectores entramos a formar parte de la Historia.
No debemos conformarnos con el argumento; debemos buscar, consultar y comprobar, convirtiendo la lectura en un juego muy entretenido y didáctico al mismo tiempo. Este autor se caracteriza precisamente por eso, sus novelas resultan amenas a la par que educativas.

Otro detalle es el gran elenco de personajes que ha creado para esta historia. Todos tienen alguna característica que les hace únicos y consiguen conectar con el lector. Tanto los buenos como los malos y es que hasta el final no distinguiremos unos de otros. Todos los personajes buscan algo y ante esa búsqueda el lector permanece completamente desconcertado.

Hay dos personajes que destacan por encima del resto y que compiten por hacerse con el protagonismo. Uno es Alodia y la otra, La ciudad de Albarracín.
De nuevo en esta novela, Zueco da el protagonismo a un personaje inanimado que se alza frente a nosotros inexpugnable, conocedor del presente y del pasado.
Una ciudad que cierra los ojos para no ver el paso del tiempo.



Espero que disfrutéis tanto como yo lo he hecho con esta nueva lectura.


lunes, 21 de noviembre de 2016

El castillo de Luis Zueco

El castillo (Trilogía medieval 01)
Sinopsis:

Una novela sobre la construcción del grandioso e imponente castillo de Loarre. El sueño de unos hombres y mujeres que desafiaron su destino hace mil años.
Entre la Tierra Llana y el Pirineo aragonés se encuentra el monumento militar románico más importante de Europa: el castillo-abadía de Loarre, una fortaleza impresionante, construida cuando esa zona era una peligrosa tierra de frontera. ¿Cómo se edificó? ¿Quién logró tal hazaña?
Todo comenzó cuando un aguerrido monarca, el rey Sancho III el Mayor, decidió levantar una fortificación en una recóndita sierra, poco poblada y desde la que se podía avistar al enemigo musulmán a diez kilómetros de distancia. Y con la promesa de un futuro mejor, atrajo a un grupo de hombres y mujeres para quienes la supervivencia era una heroicidad cotidiana.
Entre ellos, un maestro de obras lombardo; Juan el carpintero y su hijo Fortún; Ava la arquera; Javierre, un muchacho cuya ambición creció a la par que el castillo; y un sacerdote fiel al viejo rito hispánico, acompañado de la inteligente y misteriosa Eneca.
Y con sus escasos medios y conocimientos, lograron superar las limitaciones que les imponían la ignorancia y el poder hasta culminar la fortaleza religiosa y militar desde la que se gestó uno de los más importantes reinos medievales, clave de la Reconquista.
Esta es su epopeya.

Opinión:  El castillo (Trilogía medieval 01)

Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una novela de corte histórico, aunque sería más exacto decir, que hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con una novela en general.
Tanto es así, que se ha convertido en la mejor novela leída de este año, (2016).
Estamos acostumbrados a leer sobre la Edad Media en España, pero parece que resumiendo, lo único que sacamos en claro, es que va del siglo V al siglo XV, y que sus rasgos principales eran el Teocentrismo y el Jerarquismo.
Teocentrismo, porque Dios era el centro de todo y Jerarquismo, porque la sociedad era rígidamente estamental.
No olvidemos que en España, normalmente asociamos Edad Media con reconquista, y poco más...

Luis Zueco nos ofrece una obra de ficción histórica, con una progresión lineal, donde los hechos reales sirven de ambientación para recrear un periodo oscuro, el siglo XI.
El autor no se entretiene en extensas descripciones, de esas que encontramos con frecuencia en novelas similares, donde ves pasar páginas y páginas, con tediosas definiciones sobre arte y arquitectura.
En ésta encontramos todo lo contrario. Aunque es cierto que existen esas descripciones, que considero indispensables, son hechas de forma amena, sin saturar.
La lectura es ágil y el ritmo dinámico, ya que Zueco, no duda en incorporar bastantes vueltas de tuerca, totalmente inesperadas para el lector.

La historia da comienzo en 1027, como he dicho, en pleno S. XI.
Un periodo bastante convulso, con incesantes cambios, pero necesarios para el desarrollo del mundo tal y como lo conocemos.
Esos acontecimientos son descritos de forma soberbia y didáctica a lo largo de la trama.
Ya sabéis que la novela gira alrededor de la construcción de un castillo, ese es el elemento principal, y habrá quien piense que es un dato insignificante, pero no es así.
El éxodo de la población hacia esos castillos, implicaría que más tarde, se estableciese un comercio fijo, asentándose alrededor de ellos las primeras ciudades, donde surgiría una nueva clase social, la burguesía. Pero no adelantemos acontecimientos, porque el castillo aún está sin construir...

Cuando leemos una novela sobre la Edad Media, vemos que los escritores se centran en mostrarnos la gran diferencia entre clases, entre los que poseían el poder y los más desfavorecidos. Y eso está muy bien, es real... pero aquí encontramos mucho más.
Lo más destacable, es que el autor hace hincapié en algunos temas que en otras novelas no aparecen ni mencionados. Y aquí es donde entramos en juego los lectores...
Zueco incita a rellenar esos datos o a complementarlos, y vuelvo a insistir, esta lectura se convierte en una novela instructiva.
Se nos ofrece una visión panóramica desde el castillo de Loarre, desde donde contemplamos la formación de los distintos reinos de España, y con ellos, las constantes luchas internas entre los reinos cristianos, acompañadas por supuesto, de la lucha contra los musulmanes.

Otro tema que me ha gustado que salga mencionado, es la lucha eclesiástica.
Ya he citado que una de las características de la Edad media era el Teocentrismo. Eso lo encontramos en cualquier historia, pero aquí observamos con mayor detalle la gran influencia de la Iglesia de Roma y como poco a poco, no solo va creciendo, sino afianzando su poder.
Vemos la lucha entre dos ramas de cristianismo, la que defendía el rito tradicional, el hispánico, frente a la nueva corriente, el rito Romano, que se intentaba imponer desde Roma.
Otro detalle importante es como Zueco trata a los personajes femeninos, dándoles protagonismo. En ellas encontramos la lucha entre la tradición y la modernidad, pero no solo eso, vemos un retrato fiel de como eran tratadas las mujeres.

El sacerdote frunció el ceño.
-Pasad, mi templo es humilde, pero digno.
-La verdad es que no es lo que esperaba encontrarme aquí, nada lo es en estas tierras. Acabo de hablar con una mujer que todavía no ha sido desposada. Temo que termine pervirtiendo a los hombres - (...)

Y ahora vayamos a los personajes...
El castillo de Loarre, era el encargado de defender la frontera entre nuestra fe y la de la media luna.
Sancho Garcés III de Pamplona, conocido como Sancho 'el Mayor', es el protagonista inicial, el responsable de que den comienzo las obras del majestuoso castillo de Loarre.
Pero Sancho 'el Mayor', no las vería culminadas.
Tras su muerte, el reino se divide. A Ramiro I, hijo natural de Sancho, le corresponden las tierras de Aragón, pero dependientes del Rey de Navarra, su hermano García. Ramiro continúa con la construcción, pero la mala suerte parece que persigue a la fortificación, y Ramiro tampoco la verá definitivamente terminada.
Al morir Ramiro hereda los territorios su hijo Sancho Ramírez, que consolidaría el reino, al ser coronado en Roma por el Papa.
Estos son los personajes Regios que nos acompañaran a lo largo de la historia, pero no son los importantes, porque esta novela es un homenaje a todos los hombres y mujeres, anónimos, que arriesgaron sus vidas para construir esas grandes moles de piedra.
Estos personajes son lógicamente ficticios, pero no por ello son menos importantes.
Fortún, es el que destaca por encima de todos, por la gran carga que soporta. Es el encargado de llevar sobre sus hombro el peso de toda la narración y por supuesto, también de la construcción.

Ava y Eneca, son los dos personajes femeninos que rodean a Fortún y entre los tres forman el triángulo amoroso de esta historia, dando el toque romántico pero también humano.

Y por último, el personaje principal, al que no he dejado de citar desde el comienzo.

Un personaje encargado de unir todas las tramas con la Historia. Un conjunto tan armónico, que no se distingue dónde comienza la obra realizada por la mano humana y dónde termina la realizada por la naturaleza.
La pieza más importante de esta obra, esa fortaleza que incluso hoy en día, desafiando al tiempo y a la erosión, nos contempla desde el horizonte, desde lo alto de un cerro.
Vestigio de un tiempo pasado que nos habla entre susurros de Reconquista, pero también de protección.
Un castillo que quedó detenido en el tiempo, considerado como el castillo Románico mejor conservado de Europa y que espera, en silencio, que sea declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.