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martes, 11 de septiembre de 2018

La desaparición de Stephanie Mailer de Joël Dicker

Sinopsis:

La noche del 30 de julio de 1994, la apacible población de Orphea, en la región de los Hamptons, asiste a la gran apertura del festival de teatro. Pero el alcalde se retrasa... Mientras tanto, un hombre recorre las calles vacías buscando a su mujer, hasta hallar su cadáver ante la casa del alcalde. Dentro, toda la familia ha sido asesinada. Jesse Rosenberg y Derek Scott, dos jóvenes y brillantes policías de Nueva York,resuelven el caso. Pero veinte años más tarde, en la ceremonia de despedida de la policía a Rosenberg, la periodista Stephanie Mailer lo afronta: asegura que Dereck y Jesse se equivocaron de asesino a pesar de que la prueba estaba delante de sus ojos, y afirma poseer información clave. Días después, desaparece. Así se inicia este colosal thriller, que avanza en el pasado y el presente a ritmo vertiginoso, sumando tramas, personajes, sorpresas y vueltas de tuerca, sacudiendo y precipitando al lector sin freno posible hacia el inesperado e inolvidable desenlace.

Opinión:

A veces, la solución la tienes delante de los ojos...

Hace ya unos añitos que Joël Dicker saltó a la fama con "La verdad sobre el caso Harry Quebert"; una novela que la crítica alabó casi en su mayoría, y cuyas ventas le llevaron a colocarse entre los escritores más vendidos.
Después de ese comienzo tan brillante, que por cierto a mí me fascinó, Dicker ha publicado dos o tres libros más, pero sus sinopsis no me atrajeron lo suficiente como para ponerme con ellos.
Ahora, este joven autor suizo ha logrado captar de nuevo mi atención con este thriller de atrayente sinopsis, pero no echemos las campanas al vuelo, porque esta historia tiene cosas buenas y algunas que habría que mejorar...

El comienzo de esta novela tiene una estructura que los amantes del thriller estaréis más que acostumbrados a ver.
Un capítulo introductorio, aislado, que suele ser desconcertante, donde se nos relata una agresión o un asesinato, para después en los siguientes capítulos pasar a presentarnos a los protagonistas.
Ese capítulo introductorio puede ser de dos tipos:
Puede narrar unos hechos ocurridos en el pasado, lo que sería una visión a modo de flashback que nos hará retomar después la trama en la actualidad; o por el contrario, puede ser un acontecimiento de fecha reciente, para después saltar a una fecha anterior, haciendo uso del racconto, y comenzar a relatar antes de que los acontecimientos sucedan.
Ambas estructuras van a obligarnos a desplazarnos a distintas fechas, empleando precisamente esos saltos en el tiempo para reforzar el suspense, dejando algunos acontecimientos suspendidos y así aumentar la tensión narrativa.
Dicker va a ajustar el argumento de su novela, precisamente, al primer modelo que he señalado.
A mí, esto de los saltos en el tiempo, es un recurso que me gusta; consigue mantenerme alerta, con todos mis sentidos vigilantes, al ir desperdigando los datos de forma calculada por la narración, pero también entiendo que esta estructura puede terminar cansando a los lectores si se abusa de ella, e incluso hacer que alguno de ellos queden perdidos en el limbo con tanto salto.

Joël Dicker es un autor que parece haber encontrado la gallina de los huevos de oro, y espero que no caiga en el error en el que han caído otros muchos autores antes que él, empujados quizás por el ansia de esas editoriales, que esperan que año tras año repita el éxito que obtuvo con su novela inicial, aunque eso suponga caer en un exceso de repeticiones...
¿A qué me refiero? pues a que Dicker, ha copiado la misma estructura que ya empleó en el caso de Harry Quebert y eso puede terminar encasillándole en un tipo de novela que termine cansando y obligando a los lectores a mirar hacia otro lado... y si no, tiempo al tiempo.
Desde estas lineas ya aventuro que la obra me ha gustado, pero no tanto como esperaba.
El argumento aunque no es exclusivo, está bien desarrollado; los giros sorprenden, los personajes resultan engañosos... pero repito, no me gustaría que sus novelas, a partir de ahora, se convirtiesen en calcos de las anteriores, dejándome el mismo sabor agridulce que las de Kate Morton, entretenidas, sí, pero cortadas todas por el mismo patrón.

Otros detalles que nos va a resultar fácil reconocer y que ya vimos en "La verdad sobre el caso Harry Quebert", es la cuenta atrás que marcan los capítulos, y que indica que nos aproximamos al desenlace, también vamos a encontrar que el argumento de sus novelas se focaliza casi exclusivamente sobre el asesinato, dejando solo un pequeño espacio para que conozcamos la vida de los personajes, lo justo, justito para contextualizar y crear ambientes.

Otro detalle que se repite es que Dicker crea una historia inicial con un número limitado de personajes, y según va avanzando la trama, ese elenco va aumentando progresivamente, aportando cada uno de ellos, nuevos datos sobre el caso y con ello un nuevo enfoque.
Todos esos actores que en un principio no parecen tener nada en común, van a estar interrelacionados, tienen algo que ver con los asesinatos, o bien, existe una relación con ellos.

La culpabilidad sobre los crímenes empieza recayendo de fijo sobre un personaje, y después los lectores iremos apuntando con el dedo acusador, a cada uno de los integrantes del elenco de personajes.
Esto es algo que demuestra que Dicker es un gran autor; pensamos que es nuestro instinto el que nos hace ir desconfiando, en cada momento, de cada uno de ellos, pero es el autor realmente el que nos marca el camino, el que nos hace pensar en cada uno de los personajes como sospechosos, es decir, todo está perversamente construido por Dicker, para entorpecer nuestra propia investigación; esto como veis es algo positivo para él, aunque quizás en este punto también habría que señalar que Dicker nos hace dar demasiadas vueltas al argumento, lo explota demasiado, y eso puede saturar al lector, con sus más de 600 páginas.

Otra cosa a valorar es la variedad de narradores que vamos a encontrar, para mi gusto le sobran algunos...
Lo normal es tener un solo tipo o a lo sumo dos, pero Dicker aquí va de sobrado y vuelve a demostrarnos su gran control sobre la narración; solapando los distintos tipos de cronista.
El primer capítulo está en manos de un narrador omnisciente, alguien ajeno a los sucesos, que nos situará en unos hechos ocurridos en 1994, acontecimientos sobre los que se construirá el argumento. Pero esa no será la última vez que le veamos; ese narrador que irá apareciendo de vez en cuando, será el encargado de facilitarnos datos sobre los personajes, complementando la información que ellos mismos nos irán suministrando a lo largo de la lectura.
Los otros narradores que aparecerán, tienen como añadido la función de personajes, y se irán dividiendo la narración.
Jesse Rosenberg, Dereck Scott y Anna Kanner, serán los encargados de facilitarnos datos de la investigación. Jesse relatará los sucesos que ocurren en la actualidad; Derek en 1994; y Anna los acontecimientos alrededor de 2013.

Para ir terminando os diré que es un libro entretenido, incluso adictivo, pero que quizás carece de la originalidad o frescura que hallé en su primera obra.
Sus largas 656 páginas también hacen que sea una novela para leer en poco tiempo, de lo contrario tienes la posibilidad de olvidarte de parte del desarrollo, y verte obligado a reiniciar la lectura.


miércoles, 17 de julio de 2013

La verdad sobre el caso Harry Quebert de Joël Dicker


Sinopsis:

Quién mató a Nola Kellergan es la gran incógnita a desvelar en esta incomparable historia policiaca cuya experiencia de lectura escapa a cualquier intento de descripción. Intentémoslo:

Una novela de suspense a tres tiempos -1975, 1998 y 2008- acerca del asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire.

En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor -Harry Quebert, autor de una aclamada novela- y descubre que éste tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después, Harry es arrestado y acusado de asesinato al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín.

Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras busca demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad sólo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido.

Premio Goncourt des Lycéens, Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y Premio Lire a la mejor novela en lengua francesa.

Opinión:

Curiosidades:
Empezaremos por un par de datos curiosos.
El primero es la numeración de los capítulos, una curiosa cuenta atrás para el esperado desenlace.
El segundo es que cada capítulo comienza con los consejos que Harry Quebert da al protagonista para escribir su novela.

Impresiones:
Sorprendente, absorbente, magnifica, sublime, impactante, soberbia...
Todos esos calificativos y más, son los que acudirán a vuestra cabeza cuando recordéis esta novela, e incluso sin haber acabado de leerla sonreiréis al pensar en la maestría de este joven autor.

Harry Quebert le dice a nuestro protagonista.

"Mi querido Marcus, no tengo ninguna duda de que llegará usted muy lejos"

A mi no me cabe duda de que este escritor Joël Dicker dará mucho que hablar de ahora en adelante.
Es de esas novelas que cuando llegan a tus manos son un regalo y sabes que estás ante una obra maestra.
Un libro que marcará un antes y un después en la historia de la Literatura.

La novela está escrita a tres tiempos, con una sencillez exquisita al igual que perfecta, que logra hipnotizar al lector.
Se lee sin esfuerzo, ves pasar las hojas ante tus ojos y cuando eres consciente, estás en la recta final del libro.
Basta leer los primeros capítulos, para entender el porqué de las excelentes críticas que ha recibido, pero lo que sorprende gratamente, es el buen ritmo que mantiene a lo largo de sus páginas, que no llega a decaer en ningún momento.

Excelentemente documentada, pone al lector al tanto de todos los datos necesarios para seguir el desarrollo de la novela, sin perder detalle.
Informa de forma clara y concisa sin saturar con tediosas explicaciones.
La narración es transparente, carece de artificios y ves pasar las imágenes ante ti como si se tratase de una película.

Según avanzas en la lectura el autor va creando una gran cortina de humo.
Los sospechosos empiezan a desfilar ante ti, uno tras otro, y llega un momento en el que desconfías de todos los personajes.

Personajes:
¿Qué se puede decir sobre ellos?
La novela la forman un elenco muy completo de personajes y cada uno de ellos aportará a esta historia su gran personalidad, dando forma a esta extraordinaria historia.
Todos juegan un papel importante en el desarrollo de la trama, pero es cierto que algunos de ellos, lograrán dejar una profunda marca en nosotros.
Mis preferidos sin dudarlo, el protagonista Marcus Goldman y el sargento Gahalowood.
Pero como en todas las buenas novelas también harán acto de aparición otros que desde el primer momento harán que sientas animadversión hacia ellos.

Final:
El final entre comillas, lo conoceremos desde el comienzo del libro, aunque llegados a este punto debo decir que empiezo a dudar si el final es el principio, o el principio es el final.
De lo que sí estoy totalmente convencida, es que aproximándonos al final, la novela da un giro espectacular, rompiendo cualquier esquema que tuviésemos en mente y eso que ya estábamos avisados.

"Cuando llegue al final del libro, Marcus, ofrezca a sus lectores un giro argumental de último minuto.¿Por qué?Porque hay que tener al lector en vilo hasta el último momento.Es como cuando juega a las cartas: debe guardar algunos triunfos para el final"

Conclusión: Una excelente novela de intriga con historia de amor incluida.
Un amor prohibido como en la obra Lolita de Vladimir Nabokov
Un pequeño pueblo cuyos habitantes cuentan cada uno con una historia, relatos que terminarán entrelazándose y donde todos tendrán algo que ocultar.

Ningún comentario, reseña u opinión podrá hacer justicia a esta novela.
Creo que el mejor halago para un escritor es que su obra perdure en el recuerdo de los lectores y esta desde luego lo va a conseguir.
La mejor recomendación que puedo hacer es que la leáis para crearos vuestra propia opinión.
Estoy totalmente segura de que vais a disfrutar, ya que es una novela redonda en todos los aspectos.

"Un buen libro , Marcus, no se mide sólo por sus últimas palabras, sino por el efecto colectivo de todas las palabras precedentes. Apenas medio segundo después de haber terminado el libro, tras haber leído la última palabra, el lector debe sentirse invadido por un fuerte sentimiento; durante un instante, sólo debe pensar en todo lo que acaba de leer, mirar la portada y sonreír con un gramo de tristeza porque va a echar de menos a todos los personajes. Un buen libro, Marcus, es un libro que uno se arrepiente de terminar"